ENTREVISTA AL GENERAL DE DIVISIÓN D. JOSÉ LUIS ASENSIO

ENTREVISTA
ENTREVISTA AL GENERAL DE DIVISIÓN
D. JOSÉ LUIS ASENSIO GÓMEZ
S
e acerca hoy a las páginas de la
revista MILITARES, en su
número 104, el General de
División D. José Luis Asensio
Gómez, de la XVIII Promoción de la
Academia General Militar. El
General Asensio pertenece a la
especialidad fundamental de
INFANTERÍA y sus destinos han
estado vinculados fundamentalmente
al área de la Enseñanza Militar
desarrollados en la Academia General
Militar, en la formación a los
Caballeros Cadetes y en el Curso
Interarmas que realizaban todas las
promociones para su ascenso a Jefe
que, además, conjuntamente con la
fase del Arma, servía para la selección
de los concurrentes a los cursos de
Estado Mayor.
Su paso por el curso de Estados
Mayores Conjuntos, en 1989, marca
positivamente una inflexión en su
carrera profesional en la que descubre
una faceta nueva en la profesión: las
relaciones internacionales con su
complejidad e incidencia en el
ámbito de la Defensa.
Ya como General de Brigada es
nombrado Jefe de la Escuela de
Estado Mayor del Ejército de Tierra y,
en los últimos años de este empleo es
nombrado Subdirector General de
Reclutamiento. Ascendido a General
de División, además de este cargo de
Subdirector se le confía la potenciación de la Reserva Voluntaria al igual
que en casi toda Europa.
Hoy el General Asensio nos
concede la entrevista con lo que
contribuye, dado su prestigio y
experiencia, a honrar la ya muy
dilatada vida de la Revista
MILITARES.
General de División D. José Luis Asensio Gómez
-Mi General: sus primeros pasos
como Teniente de Infantería los
realiza en Unidades de Montaña.
¿Cómo se desarrollan en, sin duda,
estas Unidades especiales?
-Mis primeros destinos, como
bien dices, fueron en Unidades de
Montaña de Zaragoza y Pamplona;
ellas me hicieron conocer y amar más
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profundamente la montaña, cosas que
he mantenido durante toda mi vida y
que he transmitido a todos mis hijos.
-Muy temprano descubre el área
profesional donde va a desarrollar
una gran parte de su trayectoria.
Díganos cómo aparece en su vida la
Enseñanza Militar.
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-En los últimos años de Teniente
realicé los cursos de automóviles en la
antigua Escuela que había en
Villaverde y también el curso de
Estado Mayor en el que coincidió mi
ascenso a Capitán.
La creación del Curso Selectivo
de ingreso en la Academia General
Militar me abrió las puertas de un
campo desconocido entonces para mí
y que me acompañaría prácticamente
ya siempre: la Enseñanza Militar.
Aquel Curso Selectivo, donde todo
era nuevo y todo había que ponerlo en
marcha en un tiempo record, nos
aportó muchas horas de dedicación y
esfuerzos y un extraordinario compañerismo permitiéndonos el ejercicio a
tope del Profesorado Militar.
-En julio de 1992, ya de Coronel y
previo paso por la Secretaría
Permanente de Evaluación y
Clasificación en el Mando de
Personal es nombrado Jefe de
Estudios de la Academia General
Militar. ¿Qué recuerda de aquellos
años?
Recuerdo la gran alegría; el no va más. La
gran satisfacción, pero
también la gran responsabilidad.
-La gran alegría; el no va más. La
gran satisfacción, pero también la
gran responsabilidad; el dormir poco
y otra vez otra cosa nueva: un nuevo
Plan de Estudios, organización
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departamental, créditos a cumplir,
nuevo régimen disciplinario y el
ingreso de la mujer en las Fuerzas
Armadas, que me lleva a vivir
anécdotas incontables.
-En aquellos años, mi General, y
en la Academia General, ¿en qué se
basaba fundamentalmente la formación a impartir?
-Mi experiencia como Jefe de
Estudios me condujo a vivir tres años
y medio en los que la unión con la
Universidad se hacía más necesaria y
patente. Prueba de ello es la creación,
junto a la Universidad de Zaragoza, de
los Cursos Internacionales de
Defensa. O mi participación en foros
universitarios, como el Máster de
Derecho de la Unión Europea en la
Universidad Carlos III de Madrid, o el
ciclo “Las FF.AA. y el orden internacional”, en la misma Universidad.
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Todo esto, evidentemente, sin
olvidar el punto de vista operativo que
es básico y fundamental en la formación de un militar. La perfecta
formación de los alumnos en el nuevo
marco establecido fue para mí una
constante. Consciente de que los
valores propios de la Institución no se
enseñan sino que se transmiten,
siempre traté de imbuirlo al profesorado.
-Centrados en esta materia,
¿podría, mi General, darnos su
opinión sobre el modelo actual que se
imparte en su querida Academia
General Militar?
-Como bien se sabe, nada más
ponerse en marcha esta reforma han
surgido mil críticas. Han sido criticados sus primeros resultados, su
estructura y organización, el profesorado, el Plan de Estudios… pero creo
que el tema fundamental no está en la
adopción de los Acuerdos de Bolonia
sino en un origen que no es otro que la
Ley de la Carrera Militar (LCM), que
obliga a que, para ser oficial, hay que
estar en posesión de un título de grado
del sistema educativo general, y me
pregunto: ¿por qué esa obligatoriedad
de obtener una titulación de grado? La
Ley 17/89 ya reconocía que los
estudios que se impartían en los
Centros Militares eran equivalentes a
titulaciones del sistema educativo
general.
Por ello, para mí, la razón de la
LCM, no es otra que desaparezca
totalmente el que la enseñanza militar
esté dirigida por militares y, así,
acercarnos a la “civilización”, con lo
que se pretende un cambio de mentalidad en los militares; y ello quizá no
importe, pero hasta cierto punto: la
Milicia, como ya he dicho, es una
Institución que, como tal posee
valores propios y los valores no se
enseñan sino que se transmiten.
La Ley 17/89 ya reconocía que los estudios que
se impartían en los
Centros Militares eran
equivalentes a titulaciones del sistema educativo general.
-Insistiendo en este tema, ¿cuál es
su opinión en relación a la aplicación
del Plan Bolonia a la Enseñanza
Militar?
Los preámbulos de la LCM son
llevados a cabo a la vez prácticamente
que la Declaración de Bolonia (el
llamado Plan Bolonia); y me hago otra
pregunta, reconociendo antes que,
seguramente, este plan le vendrá muy
bien a la enseñanza universitaria: ¿es
compatible con la Enseñanza
Superior de formación militar?
Creo que muy poco, aunque ahora
mismo es lo único que hay. Una vez
puesto el huevo hay que ver cómo lo
guisamos. El objetivo del Plan
Bolonia es el intercambio de titulados
y adaptar el contenido de los estudios
Desfilando como Jefe de Estudios en la A. G. M.
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Con S.M El Rey D. Juan Carlos I en la A. G. M.
universitarios a las demandas sociales, mejorando la calidad y
competitividad a través de un aprendizaje activo. Es decir, movilidad y
empleabilidad. Por tanto, objetivo
que evidentemente nada le interesa,
por no decir que le trae sin cuidado, a
la Enseñanza Militar.
Pero, por desgracia, la realidad es
otra y los planes están en marcha. Por
ello, se debería conseguir el mismo
grado de exigencia en las diferentes
Academias Generales y Escuela
Naval. Con la finalidad de que una
misma asignatura no sea ni más fácil
ni más difícil de superar en unos que
en otros Centros.
Y ante esto, nos podríamos de
nuevo hacer otra pregunta: ¿por qué
se ha escogido la rama de Ingeniería y
Arquitectura que, probablemente, es
la más complicada y difícil y no otra,
por ejemplo, Ciencias, perfectamente
válida para la formación superior?
Se debería conseguir el
mismo grado de exigencia en las diferentes
Academias Generales y
Escuela Naval.
-Cambiemos de tercio, mi General, y centrémonos en las experiencias de sus últimos destinos en el
empleo de General. ¿Cuáles fueron
sus sensaciones cuando fue nombrado Subdirector General de
Reclutamiento en el ministerio de
Defensa?
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-Prácticamente al ser nombrado
Subdirector General había desaparecido el Servicio Militar Obligatorio
(SMO), que lo hizo un año antes de lo
previsto. No podía sostenerse por
muchas razones, alguna de las cuales
tenía los suficientes argumentos para
que por sí sola hubiese aconsejado su
suspensión (que no supresión).
Es cierto que la entonces denostada “mili” tenía muchas cosas buenas
que, sobre todo, los que lo vivimos
recordamos con cierta añoranza, más
que nada creo que porque cualquier
tiempo pasado fue mejor. La “mili”,
que había formado a tantos miles de
hombres, que había alfabetizado y
creado lazos de compañerismo y
amistad imborrables, termina sin
haber alcanzado el ansiado objetivo
de siglos: su universalidad.
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Presentación al Ministro de los reservistas que partían en misión a Indonesia.
Todos los países de nuestro
entorno de Defensa comienzan a
profesionalizar a su tropa. En España
también. Y fue muy complicado.
Hubo que reclutar, legislar, organizar… y todo ello como siempre, en
períodos de tiempo mínimos y
coincidiendo con la comentada
suspensión del SMO. Pero se salió
adelante, creo que con el éxito que
prueba los resultados actuales, que
hacen que nos sintamos orgullosos de
nuestros militares.
-Por último, mi General, hablemos de su experiencia como creador
de la Reserva Voluntaria.
-Después de la suspensión del
SMO, y al igual que la mayoría de los
países europeos que se habían
inclinado a un ejército profesional, se
creó la figura del Reservista
Voluntario (RV), ciudadano que
voluntariamente presta sus capacidades a la Defensa durante un período de
tiempo. Ahora se han cumplido diez
años de su aparición.
-¿Cómo fueron los primeros
pasos, mi General?
-Los primeros años fueron
ilusionantes. Pronto se alcanzaron los
6.000 reservistas, se creó la Oficina
General de Reservistas (OGRE) y se
ingresó en el Comité de Fuerzas
Nacionales de Reserva de la OTAN
(NRFC). Por primera vez, reservistas
españoles fueron activados para
participar en la Operación Respuesta
Solidaria de ayuda a las víctimas del
“tsunami” que azotó Indonesia en
2004.
-¿Sabe, mi General, cuál es la
situación actual de los RV?
En la actualidad, la OGRE ha
desaparecido; la figura del RV es
todavía muy desconocida, en muchos
casos hasta de los propios militares;
apenas se ofrecen convocatorias de
ingreso y su número va disminuyendo. Gracias a la vocación y al ánimo
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de todos, la ilusión se va manteniendo, pero hay que hacer un llamamiento a las autoridades de Defensa para
que vuelvan a encarrilarse las vías
para conseguir los objetivos que se
fijaron hace diez años.
Con la referencia a la Reserva
Voluntaria, cometido último de la
vida en activo del General Asensio,
damos por finalizada la entrevista
dándole las gracias por habernos
dedicado su tiempo e ilustrarnos con
sus excelentes experiencias profesionales.
Le dejamos que disfrute de lo que
sus primeros destinos le enseñaron a
querer. “La Montaña”.
Equipo MILITARES