reporte de evaluacion del parque nacional huascaran y la

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REPORTE DE EVALUACION DEL PARQUE
NACIONAL HUASCARAN Y LA RESERVA DE
BIOSFERA HUASCARAN
HUARAZ, NOVIEMBRE 2011
1 REPORTE DE EVALUACIÓN DEL PARQUE NACIONAL HUASCARÁN Y LA RESERVA DE
BIÓSFERA HUASCARÁN
Introducción
En el PNH, podemos observar que su superficie es predominantemente pastizal (41.50%)
que alterna con fuertes pendientes con proyecciones de zonas rocosas (34.55%), hábitat
de la vizcacha. Destacan también los bosques nativos, principalmente de quenuales,
(3.40%) y los matorrales (2.65%), entre los que se desarrolla una biodiversidad muy
singular y de importancia, destacando las plantas alimenticias, orquídeas, avifauna,
venados, tarucas y otros mamíferos de importancia, además del oso de anteojos.
El calentamiento global y las actividades humanas que se desarrollan dentro del PNH,
están provocando la aparición de superficie desnuda (11.2 KM2 que representa el 0.33%
del total del área) en desmedro de la cobertura vegetal y de la fauna dependiente. Esto
debido a la evolución del clima a lo largo de la historia de la tierra ha experimentado
numerosos cambios que obedecen a ciclos dinámicos naturales. Sin embargo, al
observar esta evolución en el último siglo, no se puede afirmar que dichos ciclos hayan
seguido una tendencia clara y están referidos en su mayoría a causas antrópicas de
emisión de gases de efecto invernadero y a la destrucción de la capa de ozono. Existe
una tendencia a aumentar la temperatura global del planeta, en relación a lo acontecido
en siglos anteriores, que puede relacionarse con el aumento de dichas emisiones.
Ante este fenómeno, las áreas naturales protegidas afectados más adversamente serán
aquellos que se localizan en regiones tropicales y subtropicales, donde se ubica la mayor
parte de los países en desarrollo y, por lo tanto, los mayores problemas de pobreza y de
hambre. En esas regiones, los impactos en la agricultura serían significativamente
negativos.
Por otro lado, la mayor parte de las especies tienen asociado un rango térmico, de
humedad y de radiación, relacionado con su fenología y fisiología. Además, como
consecuencia del aumento de la temperatura y la variación en el reparto de las
precipitaciones asociadas al Cambio Climático, numerosas especies van a ver modificado
su hábitat aumentando o disminuyendo su rango de distribución.
Finalmente, los glaciares tropicales son considerados excelentes indicadores de la
evolución del clima. Diversos estudios han demostrado que en los últimos decenios
muchos de estos glaciares se han reducido considerablemente, lo que implica la
2 disminución del recurso hídrico en diversas cuencas, así como el incremento de la
formación de glaciares colgantes, debido a la fragilidad de la masa glaciar provocada por
su retroceso y su tendencia al desprendimiento.
A) ESTADO ACTUAL DE LOS RECURSOS NATURALES.
a. Biodiversidad: La biodiversidad existente es variada y mixta con potenciales muy
importantes para el sustento de la vida misma dentro del PNH y de la población en su
conjunto: paisajes, bosques, bofedales, matorrales, pastizales, con una fauna muy
importante. Esta biodiversidad asociada a sus paisajes atrae turistas nacionales e
internacionales fomentando el trabajo y el sustento de las poblaciones del área de
influencia. Algo que existe y que aún no se le ha dado la importancia debida, es la
presencia de plantas alimenticias nativas, aromático medicinales y ornamentales, que
con investigación y programas de uso sostenible podrían ser un importante recurso al
servicio de las poblaciones del presente y del futuro que dependen del PNH. Podemos
citar como ejemplos, la existencia de papas, ollucos, oca, lupinus silvestres que
albergan en sus genes patrones de suma
importancia como valor genético y/o alimenticio,
resistencia a condiciones extremas, plagas, etc.
Parte de los pobladores del Parque o su zona de
amortiguamiento, así como algunos visitantes y en
especial usuarios o pobladores locales, extraen sin
reponer, plantas aromático – medicinales para
comercializarlas en ferias de las importantes
ciudades del Callejón de Huaylas.
Debemos considerar que los diferentes componentes abióticos (agua, suelo, aire) y
bióticos (flora, fauna, microbiana) están en constante interrelación, y que precisamente
de esta interrelación depende el equilibrio de este ecosistema, su vigencia en el
tiempo y sobre todo que continúen brindando los servicios ambientales. Por ejemplo la
cobertura vegetal del PNH, tan diversa en sus diferentes categorías de formación
vegetal, cumple un papel muy importante como modulador climático, esponja y
purificador de agua, estabilizador del suelo, captura de CO2, hábitat de la fauna, entre
otros. Su uso racional, pensando que las generaciones futuras también tienen derecho
a su uso, es una necesidad urgente para que el PNH continúe con su designación
como sitio de Patrimonio Natural de la Humanidad y zona núcleo de la Reserva de
Biósfera.
3 Por otro lado, se cuenta con formaciones vegetales predominantemente de los
siguientes tipos:
Monte ribereño. Ubicadas en los valles del norte a elevaciones por debajo de los
3850 msnm, el microclima es cálido. Entre las especies que predominan se tiene a
Alnus acuminata (aliso) en los bordes de los ríos. Myrica pubescens, Vallea stipularis y
Weinmania aff. laxiflora, que puede constituir ya sea grandes arbustos o pequeños
árboles, como otra comunidad que forma parte de los arbustos ribereños. Citharxylum
dentatum y Duranta mandonii también constituyen los arbustos que dominan otros
escenarios ribereños.
Estos géneros son importantes en la vegetación de ceja de selva de las vertientes
orientales de los andes. La humedad y el ambiente cálido dentro de esta comunidad
vegetal hacen de estas formaciones vegetales un ambiente apropiado para el
desarrollo de bryophytas y los helechos grandes (Athyrium y Thelypteris). En los valles
occidentales, la vegetación es distinta, que no es como la de la vegetación adyacente.
Sin embargo, en los valles interandinos, esta es continua con grandes arbustos.
Bosques de Polylepis serícea. Estas varían desde formaciones boscosas abiertas en
áreas secas, arbusto de borde a bosques densos. Polylepis sericea se encuentra en
lugares cálidos, y se observa que es bastante tolerante a la aridez. Las formaciones
boscosas abiertas son más comunes en las montañas de los valles del norte hacia el
lado occidental del Parque. Podemos observar estos bosques en zonas rocosas con
infiltraciones de agua. Las especies asociadas son determinadas por la vegetación
subyacente, que usualmente son arbustos secos. Los bosques densos se encuentran
a elevaciones ligeramente superiores a los 3800 msnm en ambos flancos (oriental y
occidental) de la cordillera. Los bosques abiertos son comparativamente pobres en
especies que los bosques de elevaciones más altas; teniéndose a Micrograma
chrysolepis y pocas especies de Peperomia, y abundancia de bryohpytas. En estos
bosques se desarrollan muy bien dos enredaderas de montaña, Clematis sp y
Passiflora trifoliata. También puede encontrarse a Polylepis sericea sobre los 4200
msnm, en cuyo caso se encontrarán en microhábitats hacia la cara oriental de la
cordillera. Se observa con cierta frecuencia alternar en estos bosques kisuares
(Budleia incana).
Bosques de altitudes mayores a los 4000 msnm. A elevaciones de 4000 a 4500
msnm, y probablemente en zonas más altas, los bosques pueden ser de especies
4 únicas de Polylepis weberbaueri o Gynoxys oleifolia, o una mezcla de ambas, y son
en estratos que varía desde una densidad cerrada hasta abiertas.
Los estratos puros de Gynoxys oleifolia se encuentran en las laderas de la cara norte;
los de Polylepis weberbaueri prefieren las zonas más altas y frías, especialmente
hacia la cara sur; y los bosques mixtos se encuentran en hábitats intermedios. Estos
han permitido un buen desarrollo de hierbas subyacentes de Arenaria lanuginosa,
Stellaria ovata, Senecio arachnolomus, Senecio klattii, formando colonias extensas.
Muchas especies de tuberosas de
Solanum se encuentran creciendo en la parte
subyacente de los hoyos de suelos.
Los arbustos, aunque raros, están representados por Ribes aff. magellanica, Solanum
nitidum y Vaccinium floribundum, y las enredaderas están representadas por
Salpichroa glandulosa y Solanum oxycoccoides, o menos común por Passiflora
trifoliata. Dos especies de parásitos, Tristerix chodatianus y Tristerix pubescens, son
elementos muy notables en estos bosques. Ocasionalmente, Miconia alpina, un árbol
pequeño, se encuentra en pequeñas áreas de estos bosques.
Buddleia incana se encuentra esporádicamente en diferentes situaciones, en su
mayoría sobre los 4000 msnm. Puede encontrarse aislada o formando pequeños
relictos, o estar cerca de bosques de Polylepis – Gynoxis. Esta especie puede llegar a
ser un árbol muy alto (más de 15 m de altura y 50 cm de diámetro), y es un elemento
típico de la flora altoandina (Weberbauer, 1945).
Estos bosques albergan una importante diversidad de flora y fauna, en mérito de lo
benigno del microclima que se genera en su interior. Entre la flora que alberga están
los musgos, helechos, tillandsias, peperomias, orquídeas; además de una avifauna
diversa.
Comunidades litofíticas. Muchos hábitats litofíticos se encuentran a lo largo del
Parque Nacional Huascarán, constituyendo los cortes de laderas, áreas rocosas,
grandes bloques de roca individual, rocas emergentes o valles en paredón de
granodiorita masiva en Llanganuco, Parón o Santa Cruz. Predominan miembros de la
familia Bromeliaceae: Puya, Tillandsia. En zonas rocosas con filtraciones de humedad
es más diversa la flora con presencia de peperomias, helechos, musgos, orquídeas.
Matorrales. Los matorrales son muy comunes a lo largo del PNH y pueden ser
divididos en matorrales altos de los valles húmedos y los matorrales bajos de los
hábitats secos. Los matorrales de corte alto, son más abundantes en el flanco oriental
5 de la cordillera, pero también pueden encontrarse en el valle de Parón, con una
tendencia a formar matorrales altos en zonas de la cordillera de Ishinca. Estos habitan
en zonas húmedas sobre los 3800 msnm a 4000 msnm, y se integran con los bosques
ribereños. Los arbustos característicos de este tipo de formación son Baccharis
tricuneata,
Gynoxys
caracensis
y
Miconia
salicifolia
(la
más
abundante),
conjuntamente con otras especies que muestran una fuerte conexión con la ceja de
selva: Escallonia
resinosa,
Fuchsia
denticulada,
Myrica
pubescens,
Myrsine
dependens, Symplocos aff. Sandiae, Vallea stipularis y Weinmannia aff. Laxiflora. Las
especies de Diplostephium pueden encontrarse tanto en matorrales altos como en los
de estrato bajo (matorrales secos). Los matorrales secos, en las regiones bajas de
muchos de los valles occidentales, hay comunidades extensas de matorrales
dominadas por
Baccharis tricuneata, Berberis lutea, Calceolaria spp., Barnadesia
dombeyana, Gynoxis caracensis, Lupinus aff. tarapacensis, y muchas especies de
Senecio. Entre los arbustos se pueden encontrar muchas especies de gramíneas y
herbáceas.
Entre las formas intermedias de estos dos tipos de matorrales, pueden encontrarse
matorrales de porciones más húmedas de los valles del norte sobre el flanco oriental
de la Cordillera, que tiene como especies dominantes a Coreopsis sheffii,
Diplostephium azureum, Gardoquia ellptica y Hesperomeles cuneata, Senna,
Mintostachys. Otros representantes son de las familias Polygalaceae: Monnina
salicifolia Ruiz López & Pavón (Jupëy chucru, Muchuysa, Muchuy, Ñupu);
Melastomataceae: Brachiotum rostratum; Asteraceae: Diplostephium. Grossulariaceae:
Escallonia myrtilloides (Tasta).
Estas especies de arbustos pueden formar coberturas de especies individuales de
pequeños a medianos tamaños: Buddleia coriaceae forma grandes coberturas, densas
en zonas altas en las regiones del sur del PNH, especialmente en la quebrada de
Querococha; Chuquiraga spinosa se encuentra en pastizales secos en la parte sur del
PNH; y Loricaria ferruginea puede encontrarse en altitudes medias a altas a lo largo
del PNH. Otras especies de arbustos crecen a altitudes mayores, pero individualmente
están muy dispersas.
Pastizales. Como formación vegetal, este tipo de vegetación es la más importante del
PNH. Hay muchas comunidades de plantas que constituyen esta categoría, y tal vez
más del 50% de las especies conocidas en el PNH sean plantas que forman
pastizales. A esta formación vegetal también se conoce como pajonal de puna (para el
6 caso andino). Destaca el dominio escénico de comunidades de poaceas que alternan
con herbáceas de otras familias como Alchemilla, Alonsoa, Scrophulariaceae,
Werneria.
cactaceas,
Excepcionalmente
principalmente
se
de
encuentran
los
géneros
Opuntia y Matucana.
Muy pocas de las muchas comunidades de
plantas han sido tentativamente identificadas.
Sobre el flanco occidental de la Cordillera, parte
norte del valle de Santa Cruz, los pastizales son
muy áridos, y está dominado típicamente por
especies del género: Aristida enodis, Eragostris
aff. pastoensis, Muhlenbergia sp., Schizachyrium sanguineaum, y Sporobolus
lasiophyllus. Cerca de los relictos de
Puya Raimondii
en los drenajes del río
Pachacoto, existe una mata de comunidad de gramínea dominada por Stipa obtusa,
virtualmente sólo existe gras en esta comunidad. Stipa obtusa se observa con
frecuencia en zonas perturbadas, especialmente en zonas estropeadas en los caminos
en la parte sur del PNH. En las zonas más altas, los pastizales están dominados por
especies de Calamagrostis y Stipa hans-meyeri que con muy comunes; estas
comunidades son muy tolerantes a suelos delgados y secos.
En las laderas y
pequeños espacios de los mismos terrenos se puede encontrar comunidades de
Calamagrostis y Stipa hans-meyeri, además de una comunidad con escasa diversidad
de especies dominada por Festuca weberbauerii.
Los pastizales se integran a la vegetación altoandina contigua: matorrales y
comunidades semi acuáticas. En el ecotono con otras comunidades, muchas especies
que pueden subsistir en otros tipos de vegetación, también pueden observarse en los
pastizales.
Entre los pastizales, se pueden observan herbáceas postradas y de tallo alto. Entre
estas últimas, destacan representantes de las familias Polygonaceae: Muehlenbeckia
volcanica (Benth.) Endl. (Mullaca), Rumex sp (Chuchuqora) y Rumex acetosella L.
(Puca qora). Rosaceae: Alchemilla pinnata Ruiz López & Pavón (Acashpa quirum,
Sillupilli) Alchemilla orbiculata y Kageneckia lanceolata Ruiz López & pavón (Lloque).
Solanaceae: Salpichroa hirsuta (Shupllac, China shupta) y Salpichora glandulosa
(Hook.) Miers (Papa qora), Asteraceae: Bidens andicola Kunth (Shilco), Senecio
comosus Schultz-Bip. (Wamash de flores amarillas), Sonchus oleraceus L. (Casha
7 caña, Cerraja brava), Tagetes multiflora (L) (Shinsho), T araxacum officinale Weber
(Diente de león), Sonchus oleraceus L. (Cerraja) y Werneria nubigena Kunth (Cóndor
cebolla). Fabaceae: Astragalus Garbancillo Cav. (Garbancillo), Astragalus uniflorus DC
(Patsa garbanzo), Lupinus sp. (Tallwish, Taulli, Tauri), Trifolium repens L. (Trébol
blanco) y Trifolium pratense L. (Trébol rojo). Iridaceae: Orthrosanthus, Tigridia.
Comunidades acuáticas y semiacuáticas. Esta es una categoría de conveniencia;
una colección de ambientes acuáticos que involucran aguas lénticas y suelos
saturados: lagos, posas, manantiales, arroyos, pantanos y ciénagas.
Las lagunas en el PNH son de origen glaciar, muchas están formadas por las barreras
morrénicas contiguas a los glaciares.
Florísticamente, los lagos pueden separarse en: aquellos ubicados a bajas altitudes,
menos de 4000 msnm, y aquellos otros ubicados por encima de esta altitud. Los lagos
de bajas altitudes tienen una variedad de flora emergente, subemergente y plantas
acuáticas flotantes que incluyen a Elodea potamogeton, Isoëtes spp., Juncus articus
var. andicola, Myriophyllum platinoides, y Schoenoplectus californicus. Los lagos de
altitudes mayores a 4000 msnm son pobres en plantas, usualmente se observa sólo a
Isoëtes lechleri.
Bofedales. Predominan miembros de las familias Ciperaceae, Juncaceae, Poaceae,
Plantaginaceae, Briofitos y algunas Asteraceae. Entre las especies flotantes tenemos
a Azolla filliculoides (Azollaceae). Es importante destacar que varias de estas
formaciones se observan en cuerpos de agua con drenajes ácidos. Por las
características del efluente del sistema del bofedal, podríamos especular que juegan
un papel importante en la mejora de la calidad del agua por su capacidad de
secuestrar metales pesados y mejorar el pH.
En resumen, los datos en relación a la flora registraron 901 especies, distribuidas en
114 familias, 374 géneros. Formalmente está reportada una sola briohyta (Sphagun).
El grupo de los helechos (pteridophyta) alcanza un total de 68 especies; las
gimnospermas (grupo de plantas cuyas semillas no están protegidas por un ovario)
están representadas por una sola especie (Ephedra rupestres Benth). El grupo
mayoritario son las angiospermas (plantas cuyas semillas están encerradas en un
ovario) cuenta con un total 831 especies; destacando los pastizales, árboles nativos,
plantas aromático medicinales, plantas ornamentales. En cuanto a la fauna, existen
muy pocos datos en relación a los macro invertebrados que es un grupo importante en
el PNH. Se tiene un total de 241 especies verificadas en su existencia con un grupo
8 mayoritario de aves (210), seguido por mamíferos (25), reptiles (4) y anfibios (2). Se
requieren más estudios para completar la información de la fauna. Por otro lado,
constituye un importante banco de recursos genéticos de cultivos muy importantes como
las papas, el maíz, los granos andinos (kiwicha, quinoa, cañihua), tubérculos andinos
(oca, olluco, mashua), raíces andinas como la arracacha, entre muchos otros.
También es el centro de diversidad genética de los camélidos andinos, en especial de
la vicuña.
b. Agua: El 95% de la Cordillera Blanca, la cadena nevada tropical más alta y extensa del mundo,
se encuentra dentro de la Zona Núcleo de la Reserva de Biosfera Huascarán. Esta es
actualmente la principal fuente de agua en la región Ancash beneficiando directamente a más
de 300000 pobladores.
Comparando la superficie glaciar registrada en el inventario nacional de la década de los años
70 y los resultados del inventario actual, la cordillera blanca ha perdido aproximadamente el
27% (195.75 km2) de su área glaciar total. Esta evolución ha
significado la desaparición de glaciares, la retracción
progresiva de sus frentes y, en algunos casos, su
fragmentación.
Los procesos de retracción de los frentes glaciares en la
cordillera blanca han implicado cambios muy drásticos en la
geometría de los glaciares, al igual que en otras cordilleras
tropicales. El retroceso de la lengua glaciar ha transformado
antiguos glaciares de valle a glaciares de montaña, y en
algunos casos ha dado lugar a glaciares cubiertos desconectados.
La recesión de los glaciares es un proceso generalizado para la cordillera, es así que la altitud
mínima de los frentes glaciares se encuentra en niveles cada vez más elevados. Es
significativo el incremento de los glaciares cuyas altitudes mínimas se localizan en los rangos
de los 5001 a 5500 msnm.
Asimismo, según el indicador de recesión desarrollado por Kaser, el 65% de los glaciares ha
experimentado menor recesión, a diferencia de los glaciares pequeños. La presencia de
glaciares con índice de recesión inapreciable, en un 27%, corrobra que la respuesta a
estímulos externos dominantes (temperatura, nubosidad) no son determinantes, y se encuentra
otros factores ambientales que también ejercen control natural (tamaño, altitud, exposición y
otros).
Por otro lado, mientras el área glaciar se ha reducido, el número de glaciares se ha
incrementado debido a un proceso de fragmentación. Este proceso es parte de la dinámica que
9 experimentan los glaciares y se produce como consecuencia de una inicial separación de los
cuerpos glaciares principales para formar otros independientes y la progresiva reducción a
adelgazamiento de su espesor, proceso más intenso en
glaciares pequeños. En la cordillera blanca, este fenómeno
afecto en mayor proporción a los glaciares que, en el
inventario de los años 1970 alcanzaban una superficie
menor a los 5 km2.
No cabe duda de que los procesos de recesión y
fragmentación han ocurrido en el pasado y suceden
también hoy. La presencia de morrenas y otros depósitos
glaciares
indican
que
la
cobertura
glaciar
fue
considerablemente mayor.
En cuanto a lagunas, según registro del mapa de cobertura del PNH, ocupan un área
de 29 Km2 y de acuerdo a información reciente de la Unidad de Glaciología, ocupan
un área de 27.7 Km2, además según las misma fuente, con imágenes Spot V –
Landsat del 2003, se reportan 434 lagunas. Las lagunas se concentran en las cuencas
del Santa, Pativilca y Marañón.
Al río Santa confluyen 23 ríos principales. El río Santa nace en la laguna de
Conococha haciendo su recorrido por todo el Callejón de Huaylas para luego llegar al
Valle del Santa y desembocar en el océano Pacífico. El río Pativilca tiene como
principal tributario al río Piskaragra que nace de 14 glaciares de la Cordillera Blanca.
Al río Marañón alimentan 17 ríos principales se originan en el flanco oriental de la
Cordillera Blanca. El río Marañón sigue su recorrido hacia oriente formando parte de la
Cuenca del Amazonas.
Los servicios que presta un ecosistema son de mucho valor para los seres humanos
porque mantienen y mejoran su bienestar. El agua, por ejemplo, proporciona una serie
de bienes y servicios para la producción y consumo humano, como peces, madera,
combustible,
alimentos,
medicinas,
cultivos
y
pastizales. Por otra parte, los ecosistemas naturales,
como
bosques,
generan
importante
servicios
económicos que ayudan a mantener la cantidad y
calidad de los suministros hídricos. Además, ayudan
a mitigar o prevenir desastres relacionados con el
agua, como inundaciones y sequías.
10 Se espera a mediano plazo que el caudal del río Santa se vea reducido como consecuencia de
la pérdida del aporte glacial mientras la demanda de agua es creciente en la zona. La calidad
del agua también viene sufriendo alteraciones en la Reserva de Biosfera debido a los impactos
de la actividad humana, contaminando y depredando cuerpos de agua superficial, y al cambio
climático que al dejar áreas mineralizadas sin cubierta glacial vienen acidificando los cuerpos
de agua.
Los humedales constituyen el principal mecanismo de la captura del carbono,
especialmente en zonas de pantanos turbosos y bosques tropicales. En estos
humedales de montaña, que constituyen ecosistemas aislados y frágiles, las especies
raras y en peligro de extinción son especialmente sensibles a pequeños cambios de
temperatura y a menudo no encuentran hábitats alternativos.
c. Cambio de uso de la tierra:
El cambio de uso de la tierra constituye un factor relevante que influye en el cambio
climático, no sólo por la pérdida de la cobertura boscosa como consecuencia de la
tala, sino también por el humo que genera la quema, tecnología tradicional para la
preparación de las tierras para la agricultura y la siembra de pastos.
El cambio de uso de la tierra ocurre cuando los bosques son talados con el fin de
dedicar esas tierras a agricultura, ganadería o a vivienda, etc. La quema de los
bosques, que acompaña al proceso de tala del bosque con fines agrícolas, contribuye
a emisiones muy altas de CO2 que incrementan su concentración en la atmósfera,
causante principal del calentamiento global y consecuentemente del cambio climático.
El contenido del CO2 está en equilibrio en la atmósfera debido a un ciclo continuo de
fijación de carbono en el proceso de fotosíntesis de las plantas y de emisión debido a
los procesos de respiración de los seres vivos y, en
algunos
casos,
quemas
naturales
de
materia
orgánica.
En la Reserva de Biosfera Huascarán, la quema de
la vegetación natural en forma fortuita o provocada
es
uno
de
los
problemas
occidentales,
en
las
en
laderas
las
de
vertientes
los
valles
interandinos, y en las vertientes orientales andinas.
En el año 2010, se tuvo la quema de las ¾ de la zona núcleo de la RBH.
11 La minería es la actividad extractiva de gran importancia económica, social y ambiental
del país, y el soporte de las exportaciones y de la recaudación de impuestos. Es
totalmente ilusorio pensar en un Perú sin
minería.
Sin
embargo,
a
pesar
de
su
importancia, esta actividad está generando
protestas sociales y la mayor parte de los
conflictos en el interior del país se relacionan
con la actividad minera. La minería artesanal
informal y hasta ilegal, que no cumple con
estándares
ambientales,
es
un
problema
creciente en todo el país, en especial la aurífera
por los altos precios del oro. Esto es reflejado dentro del núcleo de la RBH,
especialmente en las quebradas de Honda, Tambillos, Canchajirca y Allpacocha.
Asimismo, los pasivos ambientales mineros (PAMs) son un enorme problema de
impactos en el ambiente y de preocupación local. Esta actividad, se viene realizando
en tierras de protección en su mayor extensión como punto de extracción y las
infraestructuras de canchas de relaves son instaladas en los bofedales.
Algunos campesinos afirman que para ellos el sol está brillando con más fuerza en los
últimos tiempos, y aunque en los últimos dos o tres años ha llovido con intensidad,
cuando sale el sol lo hace con tal fuerza que daña algunas plantas de sus cultivos.
Algunos campesinos a los que se consultó sobre su percepción del cambio del clima
en los últimos años informaron en este sentido, la gente antes sabía en qué época
sembrar, sabía que de tal a tal mes es verano, en tal mes comienza el invierno, y
sabía por tanto cuándo había que sembrar. En los últimos años, los campesinos no
saben ya cuándo sembrar: unas veces las lluvias se adelantan, y no saben si durarán,
para sembrar; otras veces se retrasan. A veces ocurren lluvias también en verano, y el
maíz no produce ni madura conforme se esperaba, porque cuando engorda, si llueve,
no cuaja bien. Otras veces llueve cuando se está secando en la caña, y, si llueve
mucho, se puede pudrir.
12 Las quebradas se secan más frecuentemente y por periodos más largos que en el
pasado.
El primer fenómeno es la aparición de plagas y enfermedades jamás vistas. Antes, mi
abuelo y mi padre cultivaban papas aquí abajo en el valle. Amontonaban en la tierra un
poco de hojarasca y palo podrido para abonar, y se daban muy buenas papas. Hoy
tenemos que buscar lugares más altos, y sólo se producen echándoles venenos muy
fuertes, porque nada más que nacen les atacan unos bichos que antes no
conocíamos.
d. Condiciones socioeconómicas:
La región Ancash actualmente recibe un importante ingreso por canon minero principalmente,
hecho que ha condicionado la dinamización de las actividades económicas locales e intereses
empresariales con la consecuente demanda de recursos naturales y territorio. En la RBH
existen numerosas Comunidades Campesinas muchas de las cuales usan ancestralmente los
recursos dentro del Área Natural Protegida y la Reserva de Biosfera Huascarán; ocasionando
en
muchos
casos
impactos
negativos
a
los
ecosistemas. A nivel de los tomadores de decisión
existen deficiencias en la planificación del desarrollo y
el Ordenamiento Territorial es inexistente sumándose a
este panorama problemas de corrupción.
Se observa una disminución en la productividad de
algunos cultivos importantes y en la productividad
de la ganadería, con consecuencias adversas para
la seguridad alimentaria. Cambios en los patrones
de precipitación y la desaparición de glaciares, que afectarán significativamente la
disponibilidad de agua para el consumo humano, la agricultura y la generación de
energía.
B) STRESS DEBIDO AL CAMBIO GLOBAL.
Si bien los Andes son reconocidos por su enorme diversidad biológica, también son
reconocidos como una de las regiones mayormente amenazadas debido a los
elevados índices de deforestación y pérdida de hábitat. A nivel de la zona de
amortiguamiento y la zona de transición la biodiversidad nativa ha sido muy afectada por la
13 intervención antrópica. En la zona núcleo de la Reserva de Biosfera Huascarán actualmente
se cierne un conjunto de presiones y amenazas.
Las actividades humanas han causado y van a seguir causando una pérdida en la
biodiversidad debido a cambios en el uso y la cubierta de los suelos; la contaminación
y degradación de los suelos y de las aguas, y la contaminación del aire; modificación
de los cauces naturales de los ríos; la fragmentación del hábitat; la explotación
selectiva de especies; la introducción de especies no autóctonas, y el agotamiento del
ozono estratosférico.
La producción extensiva ganadera (pastos) es el principal tipo de uso de la tierra que
remplaza a los bosques. La sostenibilidad de este tipo de uso extensivo se ha
reportado como muy bajo debido a la degradación de los pastos y a procesos de
degradación (erosión) del suelo. Como consecuencia se tiene animales domésticos
de bajos pesos corporales y enfermizos que no contribuyen ingresos económicos al
usuario o al criandero.
Cambios en la frecuencia, intensidad, extensión y emplazamiento de las alteraciones
vienen afectando la forma y el régimen a la que los ecosistemas actuales y son
reemplazados por nuevos grupos de plantas. Las alteraciones pueden aumentar el
régimen de pérdida de las especies y crear oportunidades para el establecimiento de
nuevas especies, como por ejemplo se puede mencionar de la Werneria nubigena,
que últimamente observamos incremento en los valles glaciares, desplazando
especies de ambientes húmedos.
Las especies con rangos climáticos limitados y/o pequeñas poblaciones son
normalmente las más vulnerables a la extinción. Entre éstas figuran las especies
montañosas endémicas y la biota restringida, en este se puede mencionar que las
papas nativas han desaparecido, actualmente se tiene otras variedades que se
producen a través de fertilizantes.
Los cambios en biodiversidad a escala de ecosistemas y paisajes naturales, como
respuesta al cambio climático y otras presiones (tales como la deforestación y los
cambios en incendios forestales), podrían afectar aún más al clima, mediante los
cambios en la absorción y emisión de gases de efecto invernadero y cambios en el
albedo y la evapotranspiración. En este caso se tiene los incendios originados con
fines de preparación de terrenos de cultivos, en otros casos para llamar la lluvia como
consecuencia del retraso de la lluvia para siembra y mejora de los pastos naturales.
14 Las respuestas individuales de las especies al cambio climático pueden desorganizar
sus interacciones con otras del mismo o adyacente nivel trófico y es posible que
cambios rápidos en el clima o eventos extremos
puedan alterar la composición y estructura de las
comunidades. Algunos hechos ilustran, como la
invasión de arbustos leñosos, la extinción de
especies animales comunes y el incremento de
especies raras como la rata en los pisos ecológicos
superiores a los 3,500 a 4000 msnm., el colapso
poblacional de especies de ranas y sapos (Bufo
bufo) en los bosques montanos, cuya principal
causa de declive poblacional responde al efecto sinérgico del cambio climático con la
incidencia de la radiación ultravioleta (RUV). La reducción del nivel del agua en los
humedales provoca una mayor exposición de las puestas a la RUV y las hace más
vulnerables, por debilitamiento inmunológico, a infecciones por hongos, resultando en
una mortalidad masiva.
Una de las principales características de los ecosistemas de montaña andinos es su
variabilidad climática, propia de todos los ecosistemas de montañas. Este factor hace
común y recurrente fenómenos como las sequías,
heladas,
inundaciones
y
granizadas.
Estos
fenómenos se han convertido ya en parte del
imaginario nacional, desde los valles interandinos
hasta los desiertos costeros, los habitantes tienen
un conocimiento empírico de la realidad climática y
las inestabilidades del clima nacional. Sin embargo
en las comunidades campesinas, especialmente en
los últimos 30 años, se habla más frecuentemente de un cambio en los eventos
microclimáticos que limita el funcionamiento de las señas naturales utilizadas para
predecir el clima.
Los cambios en las señas también repercuten en los paisajes, cambios de distribución
de los cultivos, aparición de nuevas plagas, cambio en el comportamiento de las aves,
aumento en la recurrencia e intensidad de eventos climáticos. Algunos de estos
fenómenos son previsibles, ya que durante la década del setenta se dieron
simultáneamente prácticas de deforestación, sobrepastoreo, ampliación de la frontera
agrícola, drenaje de humedales que hicieron prever que en un futuro las punas y
15 quebradas sufrirían modificaciones por la acción humana (tanto local como global) y
su repercusión en el clima.
Al mismo tiempo, el cambio climático será un importante motor del desgaste genético
en el futuro, representará un peligro para la supervivencia de determinadas especies
y repercutirá en la interacción de distintos elementos de la biodiversidad entre los
alimentos y los ecosistemas agrícolas. Estas interacciones proporcionan “servicios”,
como la polinización, la fertilización del suelo y la lucha biológica natural contra plagas
y enfermedades vegetales y animales, esenciales para la producción de alimentos.
Los pequeños agricultores, los agricultores de subsistencia y los pastores serán los
que más resentirán la alteración de estos fenómenos.
La pérdida irreversible de biodiversidad tendrá serias consecuencias para la
seguridad alimentaria. En algunas zonas se siguen recogiendo alimentos silvestres.
La erosión genética representa una amenaza inmediata para el bienestar de las
comunidades rurales. Considerando que las causas son multifactoriales, desde
fenómenos naturales, problemas globales, factores antropogénicos podríamos
resaltar que estos podrían poner en riesgo la pérdida de la biodiversidad en los
siguientes aspectos.
Extinción de especies de importancia ecológica y socioeconómica. Como las
plantas aromático-medicinales por la extracción sin manejo adecuado; plantas
ornamentales, por la extracción por parte de lugareños y turistas.
Desaparición de bofedales. Las masas de agua continentales constituyen uno de
los ambientes más vulnerables a los efectos inducidos por el cambio climático. Debido
al cambio climático, encausamiento inadecuado que secuestra el caudal ecológico,
provocando la desaparición de los colchones de aguas en las cabeceras de las
cuencas. Se suma a este hecho, sobre todo en el Callejón de Huaylas, el exceso de
ganado que sobrepasa la capacidad de carga de los bofedales y pastizales.
Desaparición de formaciones vegetales arbustivas. Por la extracción sin manejo
adecuado, inadecuado manejo del recurso hídrico y por la poca o nula actividad de
forestación o reforestación en las cabeceras de las cuencas.
Extinción de especies amenazadas y endémicas. Básicamente por la caza furtiva,
fragmentación, y la reducción progresiva de sus hábitat por perdida de la foresta, y
actividades antrópicas (la intensidad y amplitud territorial del pastoreo en el parque)
que deteriora sus escenarios cotidianos de desplazamiento. Puede notarse que cada
16 vez es más difícil registrar especímenes que antes eran más frecuentes; es el caso
del gato montés, la taruca, el oso de anteojos, el puma.
Del mismo modo se tiene amenazas a la biodiversidad a través de:
Fragmentación. Se observan ecosistemas fragmentados debido fundamentalmente a
las siguientes causas: Tala de especies vegetales,
calentamiento global, quema de pastos y bosques,
infraestructuras (represas, vías de comunicación,
tierras de cultivo, entre otras).
Sobrepastoreo.
El
sobrepastoreo
reduce
significativamente la cobertura vegetal, compacta
el suelo, evita la recuperación de la cobertura
vegetal, interrumpe significativamente el ciclo
biológico de las plantas no permitiendo su
fructificación y por consiguiente afecta la renovación de nuevas plantas con nuevas
características genéticas. El tipo de ganado más frecuente es el vacuno, equino y
lanar. De similar manera una gran amenaza se convierte la introducción de especies
exóticas (kikuyo pennisetum clandestinum), las cuales vienen desplazando las
especies nativas.
El Cambio Climático se evidencia en la RBH principalmente por el retrocedo de los glaciares,
la desaparición de glaciares como el Broggi, y la pérdida del aporte hídrico glaciar hacia los
ecosistemas es un factor de incertidumbre sobre su conservación en el futuro, sumándose a
esto el incremento de las temperaturas, se ha medido un incremento en las temperaturas en la
RBH de más de 0.67°C/década desde 1965, pese a las deficiencias en la existencia y
organización de la información sobre el climáticas y los ecosistemas.
Los cambios climáticos tienen el potencial de alterar significativamente la calidad del
agua, al cambiar las temperaturas, corrientes, tasas y épocas de escurrimiento, y la
capacidad de los manantiales para asimilar desperdicios y contaminantes. En ese
sentido, se han registrado tanto drenajes ácidos de roca (naturales) como drenajes
ácidos de mina, de socavones de mina (polimetálicos y de carbón) que han sido
abandonados. Los drenajes ácidos son frecuentes en las cabeceras de las cuencas,
poniendo en riesgo la calidad del agua y la biota presente en él. Afortunadamente los
bofedales cumplen la función de biorremediación de los contaminantes.
La calidad del agua superficial y subterránea ha disminuido en las últimas décadas,
debido al retroceso glaciar, muchos manantiales en las partes bajas han desparecidos
17 como consecuencia de la ausencia de glaciar en cotas bajas que tributaban a través
de acuíferos a estas fuentes de agua.
La ocurrencia de fuertes precipitaciones pluviales, tiende a incrementar la frecuencia y
magnitud de las inundaciones, así como activar fenómenos de movimiento en masa.
En la agricultura el aumento de temperatura incrementara la evapotranspiración de
las plantas y por lo tanto incrementara el requerimiento
del agua de riego. Incrementándose el consumo neto
en parcela.
En la ganadería, los animales sometidos a mayor
transpiración por el calor, incrementaran también sus
necesidades de agua de bebida.
Aumento de enfermedades relacionadas con el
deterioro de la calidad del agua, alimentos, aire y de la
radiación solar como enfermedades dermatológicas
Existen relaciones directas e indirectas entre la disponibilidad de agua y la calidad y la
salud humana. Los cambios climáticos afectarán la viabilidad de vectores de
enfermedades como los mosquitos que transmiten malaria o dengue.
Entre los cultivos que reportan mayores pérdidas asociadas a eventos climáticos
adversos durante las doce últimas campañas agrícolas (según superficie perdida y
número de campañas con pérdidas) figuran la papa, el maíz amiláceo, maíz amarillo
duro y la cebada grano.
También se tiene algunas catástrofes que afectan a la población de la Reserva de la
Biosfera ocasionadas por la ruptura de bloque de hielo a la laguna 513, originando
desprendimiento de olas y lodos que afectaron a los terrenos de cultivos y las riberas
de la subcuenca Chucchin, en Carhuaz en febrero de 2010.
Finalmente, el cambio climático a nivel mundial se viene atravesando un inexorable
proceso de calentamiento global con el cambio climático subsecuente siendo el Perú
el tercer país más afectado por este proceso (Centro Tyndall, Inglaterra). La cuenca
del río Santa, en la que se ubica el flanco occidental del Parque Nacional Huascarán,
ha sido considerada una de las 06 cuencas más vulnerables frente a los efectos del
Cambio Climático a nivel Nacional, como resultado del análisis realizado como parte
de la Primera Comunicación Nacional del Perú a la Convención Marco de las Naciones
Unidas Sobre Cambio Climático.
18 C) ESCENARIOS ASUMIDOS Y PROYECTADOS
Se prevé que las presiones y amenazas a la RBH se incrementen en las futuras
décadas y se tienen escenarios climáticos que estiman para el 2030 un incremento en
las temperaturas de hasta 1.1°C en la zonas glaciares. Pese a los esfuerzos del
Ministerio del Ambiente a través de la Jefatura del Parque Nacional Huascarán como
Gestor de la RBH y las organizaciones aliadas, se tiene una seria incertidumbre sobre
la conservación de los ecosistemas y biodiversidad de la RBH y sus funciones como
servicios ambientales; al continuar estas presiones y amenazas impactando sobre la
RBH como hasta ahora, se prevén mayores conflictos socioambientales derivados de
la demanda creciente de recursos de la RBH sobre todo en relación al agua,
principalmente de la zona núcleo (Parque Nacional Huascarán) y recursos minerales
en las zonas de transición y amortiguamiento. Bajo este contexto, se vienen
realizando algunas acciones como:
•
Fortalecimiento de acciones de vigilancia
y regulación de presiones internas
como pastoreo, minería, turismo con el objetivo de reducir los impactos sobre los
ecosistemas del ANP.
•
Evaluación y prospectiva de los objetos de conservación focal. Inicio de
implementación del sistema de información para la generación de información
sobre potencialidades, limitaciones y riesgos del PNH y la reserva de biosfera,
especialmente en relación a amenazas internas y cambio climático.
•
Capacitación y sensibilización sobre gestión de recursos naturales y actividades
económicas dentro del ANP.
•
Inicio de acciones de fomento de la investigación en temas de interés del PNH en
convenio con universidades.
•
Consultoría sobre pago por servicios ambientales en recursos hídricos.
•
Creación de la Unidad de Cambio Climático del SERNANP-PNH
•
Secretaría técnica de la Estrategia Regional frente al Cambio Climático,
coordinación de la mesa temática de biodiversidad.
•
Encuentro sudamericano sobre Áreas Naturales Protegidas y Cambio Climático.
•
Elaboración del proyecto Ruta del cambio climático en Pastoruri.
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