Lección 23 y 24 de febrero. Me gustan las Clases Bíblicas.

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Lección 11 y 12 de mayo.
Una Familia que amaba la Palabra
de Dios.
El propósito de esta lección es que los
niños aprendan que todos en la familia
deben amar y obedecer la Palabra de
Dios..
Base bíblica: 2 Timoteo 1:3-5, 3:14,15
Este es la historia del niño Timoteo.. Él tenía una abuelita llamada Loida y la su mamá se
llamaba Eunice. Repitamos sus nombres. Timoteo, su abuela Loida y su mamá Eunice.
La abuela Loida y la mamá Eunice aman al Padre celestial y les gusta leer la Palabra de Dios.
Timoteo también ama al Padre celestial y le gusta leer la Palabra de Dios. Él escucha y obedece
lo que dice la Biblia. Cuando escuchan historias de la Biblia, están escuchando al Padre
celestial hablar con ustedes.
La abuela Loida y la mamá Eunice cuentan historias hermosas de la Biblia al pequeño Timoteo.
Esas historias están en el Antiguo Testamento, que era la Biblia en la época del pequeño
Timoteo.
En aquella época el papel de la biblia era enrollado, de esta forma no se parecían a las biblias
que tenemos nosotros ahora tan lindas con dibujos.
Desde muy pequeño, Timoteo escuchaba las historias de la Biblia. Cuando fue a la escuela
aprendió a leer, empezó a leer solito la Biblia. Ustedes cuando aprendan a leer podrán leer la
Biblia solitos!
A Timoteo le gustaba leer la Biblia, porque además de historias bonitas, él aprende muchas
cosas sobre Dios. Cuando Timoteo lee la Biblia, él sabe que Dios está hablando con él, pues la
Biblia es la Palabra de Dios. Cuando lees la Biblia, o escuchas a alguien leerla, el Padre
celestial habla contigo.
Al leer el Antiguo Testamento, que es la primera parte de la Biblia, Timoteo descubre un secreto
muy importante (imprima suspenso en la voz).
Él descubre que Dios prometió una cosa: ¡prometió enviar un Salvador para salvar a las
personas de sus pecados y llevarlas al cielo!
Dios ya cumplió esa promesa. Ya envió a un Salvador. ¿Sabes quién es ese Salvador? Así es,
es Jesucristo, el Hijo de Dios, quien vino a morir en la cruz en nuestro lugar. Jesús murió, fue
sepultado y después resucitó. ¡Está vivo otra vez!
Pero Timoteo aún no sabe sobre eso. Nosotros sabemos porque está escrito
aquí en el Nuevo Testamento, que es la segunda parte de la Biblia. Timoteo solo
tiene esta parte de la Biblia; solo tiene el Antiguo Testamento, la primera parte.
¿Y ahora que hacemos? Alguien tiene que contarle a Timoteo que el Salvador
Jesús ya vino, para que lo invite a entrar en su corazón.
¡Ah, que bien! El apóstol Pablo pasa por la casa de Timoteo y le cuenta que el
Salvador ya vino. Ahora Timoteo es un muchacho. Pablo explica:
- Timoteo, Jesús el Hijo de Dios vino a morir en tu lugar para salvarte, de la
manera en que Dios los prometió aquí en el Antiguo Testamento.
Timoteo salta de alegría al saber que Dios había mandado un salvador para
salvarlo de sus pecados y llevarlo al cielo.
-¡Que bueno!- exclama el joven Timoteo. ¡Yo quiero que Jesús sea mi salvador!
Timoteo invita a Jesús a entrar en su corazón para salvarlo. Mamá Eunice y la
abuela Loida también reciben a Jesús como Salvador.
Cuando el apóstol viaja a otra ciudad para contar a las personas que el Salvador
Jesús ya vino, el joven Timoteo va con él. Ahora Timoteo es un misionero. Él va a
contar a otras personas que el Salvador es Jesús, el Hijo de Dios. Él también va
a enseñar a las personas que deben leer la Biblia para escuchar hablar al Padre
celestial.
Ejercicio: Este será un importante momento para que usted le pregunte a su hijo
o hija si quiere hacer lo mismo que Timoteo hizo. Aceptar al Señor. Guíelo si así
su hijo lo quiere en una oración donde primero lo lleve a reconocerse pecador,
pedir perdón y creer en la obra que hizo Jesús la cual hace que el Padre nos
perdone de nuestros pecados.
Si su hijo o hija le dice que ya lo hizo en la Pastoral, en un campamento, etc.
hablen sobre ese momento especial.
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