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ART CONTEMPORANI A LA UB. FUNDACIÓ SORIGUÉ Exposición 04/03/2013 – 30/04/2013 Edifici Històric de la Universitat de Barcelona La obra Seer (Alice I), de Kiki Smith, consigue adentrarnos en el fascinante y “maravilloso” mundo de Lewis Carroll. Esta pieza abre las puertas a la imaginación desbordante expresada a través de las imágenes oníricas de los videocreadores: Viola, Kentridge, Brambilla, I‐Chen y Alexeeva. Y todo ello acaba confluyendo en la figura que simboliza un nuevo ser: El hombre dorado, de Leonard McComb. Lourdes Cirlot Vicerectorat de Relacions Institucionals i Cultura Seer (Alice I) (2005) Kiki Smith 158,8 x 152,4 x 111,8 cm Bronce pintado Estadounidense nacida en Nuremberg, Alemania (1954), Kiki Smith es hija del escultor Tony Smith. Aunque es conocida básicamente por su obra escultórica, ha creado piezas en diferentes medios, revelándose como una de las artistas más significativas de su generación. Kiki Smith se ha interesado siempre por representar diferentes aspectos de la anatomía humana, especialmente femenina, visión que con los años ha ido ampliando al adoptar elementos más subjetivos, simbólicos, metafóricos, políticos y religiosos, subrayando un acento marcadamente espiritual en toda su producción. Si bien en su etapa inicial fue encasillada como artista del feminismo, Kiki Smith aborda el cuerpo de la mujer y, en general, los temas femeninos desde una perspectiva abierta alejándose de lo puramente ideológico e incorporando lo cotidiano, lo doméstico y la memoria individual, por medio de símbolos extraídos de fábulas, historias, cuentos y tradiciones orales. En Seer (Alice I), la artista toma como referencia el personaje de Alicia en el país de las maravillas, a partir de la misma imagen que utilizó John Tenniel al ilustrar la famosa obra de Lewis Carroll. Representa la cabeza desproporcionada en alusión a los momentos en que el personaje crece o encoge en el cuento. La pátina blanca que cubre el bronce con el que está realizada la escultura da una sensación de fragilidad y de dulzura. En esta obra la artista trata lo femenino desde el sentido de la magia y lo fantástico, contrastando enormemente con la imagen sofisticada, manipuladora y aparentemente “liberada” que promueven la moda y los medios mediáticos americanos. Fundació Sorigué. Lleida Pilar Mateo, Universitat de Barcelona 1 The Return (2007) Bill Viola Videoproyección 7’15" loop Bill Viola (Nueva York, 1951), artista con un largo recorrido en el campo de la videocreación, tuvo a los seis años una experiencia singular que le marcó para siempre: se encontraba muy cerca de un río y cayó al agua. En vez de asustarse, empezó a experimentar sensaciones placenteras y quedó entusiasmado de lo que veía: peces, pequeñas ramas, hojas, flores, piedras, arena, etc. La experiencia era tan intensa y positiva que el niño no quería abandonarla ni salir del fondo. Es por ello que Bill Viola utiliza a menudo el agua como elemento físico, y también simbólico, en sus obras. En The Return, (2007) el agua es la clave fundamental que posibilita que la mujer protagonista de la creación regrese del más allá al mundo de los vivos a pesar que, después, tenga que abandonarnos de nuevo. Es importante el cambio que se produce en la percepción de esta mujer: pasa de ser una figura absolutamente fantasmal a mostrar un cuerpo material. Viola plasma la figura del fantasma de la mujer con tonalidades grises y con líneas muy difusas. Cuando la imagen atraviesa el agua, esta le insufla vida. Viola, simbólicamente, representa entonces a la mujer con los colores de la carnación propios de los seres vivos, y sobre todo, mediante el vestido rojo de la figura. Esta obra de Viola, como tantas otras del artista, permite realizar una lectura espiritual, ya que el artista interpreta de manera muy personal y convincente el paso de la vida a la muerte, y viceversa, influenciado sin duda por las ideas del cristianismo. Lourdes Cirlot Vicerectora de Relacions Institucionals i Cultura 2 Journey to the moon (2003) William Kentridge Videoproyección 7'10" loop El arte, la cultura popular, la épica, la ciencia, la fábula y el documento se dan cita en este videoarte del célebre artista sudafricano William Kentridge (Johannesburgo, 1955), cuya banda sonora es obra del reconocido compositor Phillip Miller, uno de sus colaboradores habituales. Si bien es cierto que W. Kentridge ha vinculado buena parte de su producción artística a la denuncia de la segregación racial en la República Sudafricana y a la crítica del estatus poscolonial, con Journey to the Moon, el artista incluye, en su particular línea de compromiso político y social, un paréntesis de evocación puramente estética y poética. A raíz de su experiencia como actor, director de teatro, escenógrafo y realizador, W. Kentridge rinde un evidente homenaje al film Le voyage dans la Lune (1902), de Georges Méliès, para recrear después, en primera persona, una dramaturgia protagonizada por la ilusión, el sueño, la aventura, el deseo y, en último término, también por la confusión y el desengaño. La vigilia inducida por un consumo masivo de cafeína se nos presenta como el eje central de todo el simulacro. Esta percepción alterada de la realidad se articula a nivel visual mediante una gran complejidad técnica que incluye, por un lado, la acción real y la animación; y por el otro, una técnica híbrida denominada stop motion, que constituye uno de los rasgos distintivos de la obra de W. Kentridge. A parte de los evidentes paralelismos con G. Méliès, en Journey to the Moon, abundan las metáforas visuales con referencias claras al cine surrealista, concretamente a las obras de artistas como Antonin Artaud, Luis Buñuel o Jean Cocteau. Fundació Sorigué. Lleida J. Oriol Silvestre, Universitat de Barcelona 3 Young Man Standing (2003) Leonard McComb 52 x 37 x 100,73 cm Bronce pintado También conocida como El hombre dorado, esta vigorosa obra de L. McComb (Glasgow, 1930) es una de las pocas piezas escultóricas en bronce producidas por este destacado pintor, dibujante y grabador inglés que, desde el 1991 es miembro de la Royal Academy of Arts del Reino Unido. L. McComb es un artista de singular vocación figurativa que concibe todas y cada una de sus representaciones naturalistas como un ejercicio creativo circunscrito siempre al género del retrato. Aunque esta versión de Young Man Standing date del 2003, la idea original fue concebida mucho antes: el 1963. Fue entonces que L. McComb quiso dar una respuesta personal a las angustias existenciales desatadas a nivel global por la amenaza de la Guerra Fría. El artista concibió esta pieza como una representación plástica del hombre primordial, como imagen positiva de la persona entendida como totalidad implicada, como tensión permanente y pujante entre su realidad física y espiritual. Se trata de una obra estrictamente naturalista, fruto de un meticuloso trabajo de observación que busca individualizar el modelo real hasta el punto de plasmar sus sutiles asimetrías y imperfecciones físicas, propias de cualquier fenotipo humano. No obstante, la solemnidad del gesto, un cierto hieratismo y, especialmente, la calidad de radiante que le otorga la dorada pátina, convierten esta obra en un canon, en una abstracción idealizada de la condición humana. Es por ello que en El hombre dorado resuenan vivamente alusiones al arte del antiguo Egipto y a la estatuaria griega de los kouroi. Referentes ancestrales que no impiden sin embargo que Young Man Standing se integre sin solución de continuidad en la gran tradición escultórica del siglo XX, concretamente al lado de la obra de artistas como J. Arp, C. Brancusi, J. Clarà, A. Giacometti, A. Maillol, H. Moore, G. Manzú y G. Richier. J. Oriol Silvestre Universitat de Barcelona 4 Civilization (2008) Marco Brambilla Videoproyección 2'40" loop La crítica a la percepción contemporánea de los conceptos de progreso, evolución, éxito y fracaso, enriquecimiento y premio se constata en esta monumental recreación visual de Marco Brambilla (1960), artista milanés que actualmente reside en Nueva York. Mediante más de 300 canales fusionados en un solo bucle narrativo, Civilization impone al espectador la monumental labor de tener que recontextualizar buena parte de la imaginería popular y de la iconografía moderna ─de las cuales también él participa─, y le obliga a sumergirse en un discurso crítico y satírico entorno a las esperanzas colectivas e individuales. En Civilization, una cantidad ingente de iconos provenientes del mundo cinematográfico y literario se integran en un relato visual que invita al espectador a identificar el detalle pero sin perder nunca de vista el conjunto. La lógica interna de la obra y su estrategia compositiva reclaman en todo momento la implicación personal de quien la mira; en definitiva, está interpelando a la memoria visual del espectador y a su capacidad para integrarla en un todo coherente. M. Brambilla ha reelaborado la antigua técnica del «ciclorama» y la ha adaptado para poder ilustrar la jerarquía de determinados códigos estéticos, éticos y morales y su inveterada reproducción a lo largo de la historia de la cultura visual. En este sentido, cabe admitir las relaciones que Civilization mantiene con determinadas obras de El Bosco y Miguel Ángel y, en general, con la tradición compositiva de los grandes ciclos de la pintura mural europea. Más allá de estas evidencias, en Civilization se constata también otro lugar común, en este caso proveniente de la literatura, con la estructura de una de las obras fundamentales de la cultura occidental: la Divina Commedia de Dante. Fundació Sorigué. Lleida J. Oriol Silvestre, Universitat de Barcelona 5 Bath / Prison («Lifeboxes»; 2011) Marina Alexeeva Aclamada por el público y la crítica, Marina Alexeeva (1959) es un claro exponente del arte contemporáneo ruso y una representante de primer orden de la vanguardia artística que actualmente existe en San Petersburgo. Durante estos últimos años ha trabajado perfeccionando el proyecto «Lifeboxes» y ha depurado su técnica al máximo. Lifeboxes és una serie formada por cajas negras en cuyo interior se recrean ambientes que sirven de escenario a los seres que las habitan. Éstos se desplazan por el espacio mediante proyecciones que, técnicamente, se sitúan entre el vídeo y el holograma y que evocan los efectos producidos por las cajas de sombras que se utilizan en la magia y el ilusionismo. A pesar que en las primeras cajas Alexeeva proyectaba los vídeos en su interior ─algunos de ellos creados por su marido, el también artista Boris Kazakov─, en sus últimas obras ha querido abrir completamente estos interiores a la mirada del espectador. Los distintos entornos creados por Alexeeva (espacios domésticos, prisiones, oficinas, etc.) se reproducen con tanta minuciosidad y precisión que parecen dioramas, auténticos espacios reales en miniatura. Las cajas resultan cuadros vivos, ventanas abiertas a través de las cuales el espectador se asoma con curiosidad para ver esos seres minúsculos de su interior, que se mueven y transforman explicando historias oníricas o delirantes, inquietantes o cómicas, historias que nos conectan con nuestra propia imaginación y sueños, con nuestros miedos también, y que nos obligan a reflexionar sobre la existencia y la esencia del individuo y la sociedad. Prison Mixed media 4’ loop En Prison la artista recrea el interior de una celda donde una figura, el prisionero, se mueve y nos explica su vida y sus deseos. Las referencias a los delitos cometidos que aparecen en algún momento de la secuencia nos ayudan a descifrar el lado oscuro de su personalidad que, finalmente, le ha conducido a prisión. El encarcelado sufre la falta de libertad y, en sus delirios, se transforma en otras realidades. Mediante sus transformaciones, rememora las posibilidades que ya no le quedan: en un determinado momento es hombre, después pájaro, después su silueta se ondula y se convierte en soldado, o en animal, o simplemente se transforma en apariencia amorfa. El conjunto de conversiones, variaciones, mutaciones nos revela su desesperado anhelo por recobrar la libertad. Bath Mixed media 4’ loop En esta obra Alexeeva trata temas relacionados con la historia y las tradiciones rusas con un toque de humor pero siempre con respeto. La artista recrea el ambiente de un banya ruso, un baño público tradicional al cual los rusos acudían semanalmente para llevar a cabo sus rituales de higiene, por sus propiedades curativas, y servía además como acto social. No se trata pues 6 únicamente de un baño para atender la higiene, sino que tiene en cuenta la limpieza espiritual: del alma y del individuo. El ambiente que se logra, acompañado del calor, el vapor y los aromas, ayuda a promover una serie de imágenes surrealistas y oníricas que se reflejan en las distintas transformaciones. Fundació Sorigué. Lleida 7 Introduction (2007) Kuo I‐Chen 20 x 25 cm Vídeo con photoframe 6' loop Goza de gran reconocimiento en su país, este joven artista taiwanés (1979) trabaja fundamentalmente en proyectos de vídeo, instalaciones sonoras y visuales, unidades interactivas, multimedia y performances. El 2005, Kuo fue el artista invitado más joven que representaba a Taiwán en la Bienal de Venecia, desde entonces ha exhibido sus creaciones por todo el mundo, en distintas bienales, ferias y galerías de arte. En su obra utiliza temas recurrentes como por ejemplo la relación entre las personas y el medio ambiente, la ansiedad provocada por la vida contemporánea y la búsqueda metafísica de un significado que vaya más allá de la mera existencia. La atracción que el artista siente por la relación siempre cambiante entre los seres humanos y el medio ambiente se constata en la convincente y seductora obra Introduction, que simboliza la historia personal que desaparece gradualmente en el aire. En esta obra Kuo I‐Chen da voz a la memoria colectiva para lograr un diálogo más profundo entre nuestra existencia y nuestra experiencia. El mar mueve ola tras ola; el papel blanco pasa página a página. Se trata de un intercambio intenso entre el ámbito físico y el ámbito espiritual que, sin embargo, transmite paz porque el espectador capta el aire poético en la imagen del papel volante. Como dice Kuo I‐Chen, «la caricia de la brisa del océano estimula siempre la vitalidad del corazón, donde reside el prólogo de toda historia». Fundació Sorigué. Lleida Pilar Mateo, Universitat de Barcelona 8 
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