SUFRAGIO ELECTIVO, NO REELECCION

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EDITORIAL DIARIO DE XALAPA. DR. CARLOS BRAVO M. 3‐12‐09 “SUFRAGIO ELECTIVO, NO REELECCION” A manera de cápsula informativa y cultural, comentaré que esta frase acreditada a Fco. I. Madero, la acuñó José Vasconcelos quien habiendo sido invitado en 1909 por Madero a participar en la campaña presidencial que enfrentaría a Porfirio Díaz; acuñó, en esta primera etapa de su vida política el lema más célebre del maderismo: "Sufragio Efectivo, No Reelección". Lema que hasta la fecha rubrica los documentos oficiales firmados por funcionarios del gobierno federal mexicano. La frase popularizada durante el maderismo tiene origen, sin embargo, en el Plan de La Noria, encabezado por Porfirio Díaz contra el presidente Benito Juárez, en 1871. El genio de Vasconcelos radicó, sin embargo, en rescatar y reciclar aquella frase usada originalmente por el joven Porfirio Díaz como un ariete contra el presidente Juárez, cuando éste intentaba prolongar su permanencia en el poder. Vasconcelos es también autor del lema de la Universidad Nacional Autónoma de México: "Por mi Raza Hablará el Espíritu". Así la época postrevolucionaria se ha vanagloriado de utilizar la frase, lo mismo en las campañas políticas, en la documentación oficial sobre la rúbrica y como bandera en cada sucesión de gobierno, ya sea de presidente, gobernador y legisladores. No ha faltado alguno que se ha querido salir del huacal, borrar la frase y cambiar la constitución para extenderse en el poder, siendo el último que abiertamente lo propuso, Carlos Salinas de Gortari quien por cierto al serle rechazada la propuesta, fue el gestador del subcomandante Marcos y el ejército zapatista, a fin de crear un conflicto armado que pusiera en riesgo la seguridad nacional a finales de su mandato presidencial, por lo que la opción bien reglamentada era mantenerse en el poder de manera indefinida y hasta resolver el conflicto, solo que a diferencia de la muerte de Colosio, este conflicto se le salió de las manos y no tuvo mas remedio que echar para atrás sus aspiraciones y dejar la silla en su tiempo, aunque conservó el poder hasta hoy día, si bien no con la misma fuerza, si con gran influencia en el gremio político del priismo paleolítico. Todo viene a colación porque me sorprendió la aventurada propuesta de querer prolongar el periodo para alcaldes y legisladores, además de la posibilidad de reelección inmediata, lo cual además de absurdo, va contra todos los preceptos constitucionales nacionales y estatales. No dudo que los que ahora están en las curules y en los palacios municipales, a un año de su retiro, les caería muy bien extenderse un año más, los primeros para seguir levantando dedos siguiendo línea y los alcaldes para cuadrar cuentas bajo el pretexto de continuar y terminar obras. Ciertamente tres años es un tiempo breve para cambiar y mejorar una ciudad y municipio, pero un programa de gobierno bien hecho, debe tener continuidad sin importar quien esté a la cabeza del gobierno, mientras que tres años en la legislatura, es suficiente para que al menos se estudien algunas leyes, reglamentos, propuestas y modificaciones y dejar a sus sucesores resultados valederos y no heredarles problemas e intensiones añejas y archivadas. Claro que a propuesta no es tan mala para quienes están pegados a la ubre, pero para el ciudadano común, para Usted o para mi, que nos quejamos de leyes mal hechas, injustas y decisiones legislativas que no recogen la opinión del pueblo elector y que sufrimos a diario los errores de proyectos y decisiones que hacen de la ciudad un caos que tenemos que soportar a diario, dudo mucho que la prolongación y la reelección no es algo que nos beneficie ni nos convenga. Eso déjenlo para pueblos sometidos como Venezuela o Cuba, o para verdaderas democracias como los gringos, donde el presidente se reelige sólo por un periodo tras cuatro años de gobierno y donde sólo compiten dos partidos, pero para nuestro país y particularmente nuestro estado la sola propuesta debe hacer que Madero y los héroes de la revolución, se retuerzan en su tumba. Así que sin sueños guajiros nosotros, los ciudadanos seguimos diciendo no reelección, aunque el sufragio esté en duda desde hace mucho tiempo. 
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