'•'Í62 BOLETÍN D Í LA SOCIEDAD IBÉRICA estén incluidas en el mismo subgénero, no debe perma­ necer la Oreina en el grupo de la cantábrica, pues si bien se enlazan por eslabones intermedios, tienen as­ pecto bien diferente, y cada una de ellas encabeza una serie de formas derivadas, a las que no se les puede conceder la categoría de especies. Bofill, Haas y Aguilar, en el trabajo antes mencio­ nado, consideran la Helix oreina como subespecie de la striata e incluyen en su sinonimia seis formas más, de­ nominadas por Fagot, montivaga, sub oreina, seirensis, bradygyra, campoensis y subiberica. Hacen esta reunión con toda reserva, fundándose en que es extremadamente difícil, si n o imposible, diferenciar estas formas, entre otras razones, por carecer de representación gráfica y porque las descripciones son defectuosas, punto que está conforme con lo dicho por. mí anteriormente. Las figuras 9, 10 y 11 que de la Oreina dan estos autores, son excelentes, pero como se ve en la figura 11, representan mejor que el tipo (que por abajo es "uniformiter cinérea"), la forma montivaga (subtus sovmlis 5 translucidis eleganter ornato). ' En el Parque nacional de Ordesa (Torla, pr. de. Huesca), donde corre el río Arazá, primer afluente del río Ara por la margen izquierda, recogí yo dos ejem­ plares (un poco jóvenes) idénticos a las figuras 9 y 10 mencionadas, pero que por abajo son de un blanco su­ cio uniforme, es decir, el tipo verdadero de la Helix Oreina. ' En las "Obras malac." del Dr. Hidalgo, se cita en las págs. 360, 367, 694, 709, 763 y 1581. Todos los si­ tios mencionados corresponden a los valles de los ríos Essera, Cinca, A r a ; es decir, a los Pirineos de la pro­ vincia de Huesca.