Defienda SU salvación

Defienda SU salvación
Por el Padre Nicholas Gruner, S.T.L., S.T.D. (Cand.)
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Esta edición de The Fatima Crusader trata sobre la defensa de su eterna salvación,
defendiendo la Fe Católica, defendiendo el Mensaje de Nuestra Señora de Fátima, defendiendo
su muy importante papel en la promoción del Mensaje de Fátima y de los pedidos de Nuestra
Señora.
Especialmente, es en defensa del Uno, Santo, Católico y Apostólico papado – esto es, no
en defensa de este Papa o de aquel Papa, sino del oficio del papado como fue instituido por
Nuestro Señor Jesucristo.
La Teoría ‘Sedevacantista’ es falsa
Desde hace muchos años, he estado escuchando sobre el movimiento o teoría del
sedevacantismo: la falsa creencia que no hemos tenido ningún Papa verdadero desde la muerte
de Pío XII en octubre de 1958, porque los Papas del Vaticano II han caído en herejía y son todos
“anti-papas”.
Puedo comprender a la mucha gente que está tentada de aceptar esta teoría, debido a los
graves escándalos que se están viendo todos los días, no solo en las parroquias locales y diócesis
sino también, y aún peor, en Roma, y en el mismo Vaticano.
Habiendo vivido a lo largo de la ferviente atmósfera católica de la provincia de Quebec
en los años 40 y 50, me doy cuenta cuan afortunados fuimos de ver, comparando lo que los niños
y adultos jóvenes de hoy ven ante sus ojos, lo que un católico debía ser y debía hacer.
En otras palabras, es difícil a veces para la gente comprender como una persona joven
tiene la fortuna de saber lo que es la Iglesia Católica, cuando muchos líderes de la Iglesia parecen
haberlo olvidado. Por ejemplo, el Santísimo Sacramento es pisoteado en el barro en las Misas
papales, y la gente es invitada a las alborotadas jornadas rock and roll de los Días Mundiales de
la Juventud, los cuales eventos son más escandalosos que los ‘conciertos’ de rock. Estos pobres
jóvenes desencaminados asisten a misas, si, a Misas papales, vestidos en forma desaliñada o con
ropas altamente inmodestas. Los líderes de la Iglesia no cumplen su deber de recordar a la gente
joven que debe vestirse pulcra y modestamente para la Santa Misa. Estos son solo unos pocos
ejemplos de los muchos ultrajes nunca antes vistos en nuestra vida anterior al Segundo Concilio
Vaticano.
Aún recuerdo, viendo una antigua película familiar que hizo mi padre en los años 40, que
las mujeres estaban todas vestidas con las faldas cayendo bien abajo de las rodillas. Todos lo
aceptaban. Nadie pensó que eso era anticuado o que esas ropas modestas fueran ridículas de
llevar. Cuan bajo hemos caído en los últimos 60 años!
Surgirán escándalos
Es comprensible que la gente se escandalizara cuando el Papa Juan Pablo II fue
fotografiado besando el Corán, el libro que reverencian los musulmanes, el libro que contiene
terribles blasfemias contra nuestra Santa Religión Católica. Luego, si el Papa puede besar el
Corán, parecería que todo vale.
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Para conservar el equilibrio, nosotros necesitamos aferrarnos a la Fe Católica inmutable.
Nosotros también necesitamos recordar que Nuestro Señor nos dijo que se levantarían escándalos
en los últimos tiempos: pero malditos aquellos por quienes vienen los escándalos. Alguna gente
viendo estos escándalos – tales como aquella mujer con el torso desnudo leyendo la Epístola en
la Misa de Juan Pablo II, y acercando los dones del ofertorio, lo que ningún Papa se había
permitido nunca antes – saca conclusiones precipitadas que por lo tanto él no puede ser Papa.
Desafortunadamente, esos católicos no pueden comprender que aunque el Papa es
infalible – él no puede enseñar un error cuando define algo solemnemente con su autoridad
apostólica – eso no significa que el Papa no puede pecar, no puede dar escándalo, no puede dar
mal ejemplo. (Ver The Fatima Crusader nº 66, “Mission Infalible”, por Jonathan Tuttle.)
Nosotros debemos darnos cuenta que no es lo que nuestros superiores hacen lo que les da
el título de su oficio, sino mas bien es Dios quien les concede su autoridad.
Eso no garantiza que ellos, por consiguiente, permanezcan fieles a las gracias de su
oficio. Como todos nosotros, ellos pueden elegir pecar, tomar el camino fácil, hacer lo que el
mundo quiere que ellos hagan, hacer lo que el diablo quiera que ellos hagan, más que hacer lo
que Jesús quiere que ellos hagan.
Sin embargo, desde que los escándalos continúan desde hace tanto tiempo y a través de
varios pontificados, ha habido varias reacciones contra esto:
(1) Fingir que no ha ocurrido nada en absoluto.
(2) Asumir que si el Papa hizo eso, debe estar bien, porque él es el Papa.
(3) Declarar que el Papa y los obispos no son realmente el Papa y los obispos, y
despreciar todo lo que ellos hacen porque permiten o causan escándalo.
(4) Ser fieles a Dios, a Sus enseñanzas y a la Biblia, que nos dicen que no podemos
llamar bien al mal, ni mal al bien, y que por lo tanto debemos resistir el mal y
denunciarlo, mientras no usurpemos el poder de deponer a los culpables.
Esta última reacción, de acuerdo a las enseñanzas de los Santos y Doctores de la Iglesia,
es la correcta.
Verdaderamente simple, si alguien roba un banco, por ejemplo, nosotros decimos que
está mal. ¿Pero, y si el ladrón de bancos es su padre, o el presidente, o un sacerdote, un obispo o
incluso el Papa? Aún así, está mal.
¿Y si alguien niega la Fe? Nuestro Señor nos dijo, “Si vosotros me negáis ante los
hombres, yo os negaré ante el Padre”: Pero, ¿y si su padre, o un párroco o el Papa niegan la Fe?
Aún así, está mal. Usted será juzgado por lo que usted hizo, y si usted siguió a alguien más,
incluso al Papa, al negar a Jesucristo de alguna manera, luego Jesús lo negará a usted delante de
Su Padre.
Usted tiene que ser fiel a Jesús y a María y a Dios, y fiel a la Fe Católica y a la ley moral
de la Fe Católica – incluso si gente en las altas posiciones está haciendo lo opuesto.
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Un juicio que nosotros no podemos hacer
Desde que Cristo fundó Su Iglesia sobre Pedro – eso es sobre el papado – no podemos,
sencillamente, por nuestra propia voluntad, por nuestro propio juicio, determinar y declarar que
porque el Papa besó el Corán o hizo otras cosas escandalosas, él, por lo tanto, no es Papa, o tal
vez, nunca fue Papa.
Eso está explicado con gran detalle en el artículo de Christopher Ferrara “Defending the
Papacy” (en esta edición) Hasta ahora no me ocupé de ese tópico, porque entendía como estos
pobres católicos estaban siendo escandalizados, y no podía medir cuan peligrosos se habían
convertido esta doctrina y este movimiento.
Pero ahora me he enterado que este movimiento está creciendo y penetrando en el camino
del triunfo de Nuestra Señora. Esto ha creado una gran distracción en la gente – que de otra
manera estaría apoyando el Mensaje de Fátima – llevándola a no hacer nada. Ellos dicen,
“Nosotros no podemos hacer nada por la Consagración de Rusia hasta que establezcamos quien
es el Papa o si tenemos Papa. Un número de gente ha estado diciendo eso hasta ahora, durante
más de 20 años.
De acuerdo a ellos, los escándalos son tan graves y ellos están tan ciertos en su juicio
privado, que están convencidos que no hay Papa. Su posición no es sostenible. Su posición surge
de una mala comprensión de ciertos aspectos de la Fe Católica.
En este movimiento hay hombres instruidos, algunos de ellos inteligentes y bondadosos,
pero que están equivocados sobre algunos puntos fundamentales de esta cuestión. Hay también
algunos hombres arrogantes, a menudo hombres jóvenes, quienes no poseen virtualmente
ninguna formación teológica, quienes imprudentemente hacen estas afirmaciones temerarias,
como si Dios les hubiera dado una jurisdicción especial para decidir sobre estas cuestiones e
imponer sus opiniones al mundo católico.
Incluso los sacerdotes sedevacantistas y sus autodesignados obispos están equivocados, y
desafortunadamente, eso está causando un gran cisma en la Iglesia Católica.
Eso no es decir que ese es el único cisma; hay muchos otros cismas dividiendo la Iglesia
Católica de hoy. Pero la pena cierta, el crimen cierto de este cisma es que los sedevacantistas
están siendo separados por su propia voluntad, en reacción por estos obvios y terribles
escándalos y pecados contra la Iglesia Católica.
Debemos conceder, sin embargo, que al menos los sedevacantistas comprenden que
ciertas acciones papales de los últimos más de 45 años son verdaderamente escandalosas,
mientras que muchos católicos están tan hastiados, tan poco entusiastas, que ellos ni siquiera
reparan que hay un escándalo.
Si los sedevacantistas solo pudieran llegar a darse cuenta que si, que hay un problema,
que hay escándalos, y si, que nosotros debemos hacer algo al respecto; pero que no nos
corresponde a nosotros deponer privadamente al Papa como si fuéramos los superiores del Papa.
No nos corresponde a nosotros hacer juicios privadamente como si tuviéramos ese poder y
autoridad, cuando Dios no nos ha acordado esa autoridad.
Pero Dios nos ha dado medios por nuestra Fe, tanto como por nuestras circunstancias en
la vida, para resistir estos escándalos y para insistir sobre el único plan que librará a la Iglesia de
estos escándalos, y ese plan es el Mensaje de Fátima
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Fátima Ignorada
Lo que está mal hoy es que hay demasiada gente en la Iglesia que piensa que sabe más
que la Santísima Virgen. Muchos sedevacantistas también parecen pensar que ellos saben más
que la Santísima Virgen respecto a lo que se debe hacer para salvar la Iglesia. Habitualmente son
aquellos dignatarios vaticanos quienes piensan que, para hacer sobrevivir a la Iglesia en el siglo
XXI, ellos deben seguir andando y abrazar el plan Masónico/Comunista/de los Iluminados para
el Nuevo Orden Mundial.
Esos dignatarios vaticanos piensan que ellos deben aceptar la falsedad moderna que la
Iglesia Católica no recibió de Dios el derecho de levantar la voz en público. Más bien ellos
piensan que deben unirse al coro de los miles y decenas de miles de adeptos a las falsas
religiones, que esperan que caiga del gobierno y de los poderosos del mundo una migaja de
reconocimiento o de prestigio.
Ellos continúan rechazando obedecer a Nuestra Señora de Fátima. Ellos continúan sin
molestar a nadie porque, de acuerdo a los proponentes de este Nuevo Orden Mundial Masónico,
una religión es tan buena como otra. En realidad, la gente del Nuevo Orden Mundial tiene su
propia religión, pero ellos ocultan este hecho a todos salvo a los ‘de adentro’.
La Masonería ha sido definida en las cortes judiciales como una religión. Es una religión
de los dioses canaanitas del Antiguo Testamento. Los masones declaran ser imparciales respecto
a la religión, pero en realidad ellos usan eso como cubierta para exponer sus propios rituales
paganos, para exponer sus propias creencias y adorar a satán como su Dios, como señaló el Papa
León XIII. Fue el Papa Pío VIII quien escribió de los Francmasones, “su ley es la mentira, su
dios es el diablo y su culto es la infamia”.
Muchos líderes del Vaticano de hoy, debido a su ignorancia, no ven que por el “diálogo”,
por el “ecumenismo” y por la “apertura al mundo” ellos ya han traicionado a Nuestro Señor,
porque ellos han acordado aceptar el programa de los masones y del Nuevo Orden Mundial, que
niega de facto que hay solo una verdadera Iglesia fundada por Jesucristo quien les ordenó hacer
discípulas a todas las naciones. Se den cuenta o no, estos líderes de la Iglesia han vendido a
Nuestro Señor por treinta piezas de plata, monedas de tributo de los poderes del mundo, tal
como Judas. El se dio cuenta demasiado tarde que había traicionado sangre inocente; así
también, bien que posiblemente demasiado tarde, estos judas se darán cuenta de su error.
Y cuando llegue el momento, las fuerzas del Anticristo alzarán la trampa y enviarán a la
Iglesia Católica a la clandestinidad a causa de la fiera persecución que está por sobrevenir sobre
todos nosotros (ver “El castigo inminente por no cumplir los pedidos de Nuestra Señora”, en esta
edición), porque nuestros líderes han sido ciegos guías de ciegos.
Ahora, los sedevacantistas comprenden esto. Pero desafortunadamente, ellos, ellos
mismos, han surgido como una falsa solución. En lugar de rezar por el Papa; en lugar de
promover los pedidos de Fátima, las Cruzadas del Rosario de Fátima, y la información sobre esta
gran apostasía profetizada en el Tercer Secreto; en lugar de rezar por los guías ciegos de ciegos;
en lugar de hacer penitencia por ellos, han determinado sencillamente deshacerse de ellos por su
propio ipse dixit, por solo declarar por ellos mismos que el Papa no es Papa y que los obispos no
son obispos.
Su ‘razonamiento teológico’, consecuentemente, teoriza que los obispos no son obispos,
los Cardenales no son Cardenales, la mayoría de los sacerdotes no son sacerdotes y que nosotros
somos un remanente de solo el uno por ciento de mil millones de católicos – todo lo demás está
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perdido. Son solo ellos, los sedevacantistas, los verdaderos católicos. Algunos de ellos no asisten
siquiera a la Misa Tridentina si el sacerdote reza por el Papa en el Canon.
Ellos se han reducido a lo que es llamado el movimiento de la pequeña iglesia, en el cual
ellos dicen, “ninguno es salvo sino usted y yo – y no estoy tan seguro sobre usted”.
Eso está disfrazado en términos mucho más altisonantes y, como resultado, está
desencaminando mucha más gente. Es evitando que los buenos católicos se aparten del solo y
único plan que librará a la Iglesia de la crisis en la que está, que se librará a la sociedad civil de
la aniquilación de naciones, y a todo el mundo de ser esclavizado por el Anticristo y los
movimientos anti-cristianos de la Masonería, los Iluminados, el Comunismo, el Fascismo y por
todos los otros frentes que el diablo tiene.
La importancia primordial de la Consagración
Nosotros no debemos estar del lado de los revisionistas de Fátima – tales como el Padre
Robert J. Fox, quien dice que la Consagración de Rusia está hecha, que Rusia está convertida y
que la paz ya está en el mundo. Eso es absurdo. Todos saben que no hay paz, como el artículo de
John Vennari sobre el posible restablecimiento de la Conscripción lo demuestra (ver
“¿Reinstalarán los Estados Unidos la Conscripción?” en Inglés en esta edición). Todos saben que
no hay conversión de Rusia, y que ningún Papa hizo nunca la Consagración como lo pidió
Nuestra Señora.
El Papa Juan Pablo II y la Hermana Lucía han coincidido en que la Consagración como la
pidió Nuestra Señora de Fátima no ha sido hecha. Nosotros hemos documentado eso en
ediciones anteriores. (vea nuestro sitio web www.fatimacrusader.com o
www.fatima.org/span/crusader/crusader_toc.asp o llame para pedir gratuitamente artículos de
The Fatima Crusader sobre este tema.)
Esta edición de The Fatima Crusader trata la posición sedevacantista y explica por qué es
fundamentalmente errónea. Mucha gente de buena voluntad ha sido ganada por los argumentos
falaces de los sedevacantistas, los cuales los han disuadido de promover el mensaje íntegro de
Fátima – la UNICA respuesta a la crisis en el mundo y en la Iglesia.
Al mismo tiempo, aquellos fieles que piensan que no hay ninguna urgencia en esto,
deberían leer el artículo del Padre Kramer (“El castigo inminente por no cumplir los pedidos
de Nuestra Señora” en esta edición) sobre el castigo inminente por no haber hecho la Consagración
de Rusia. Su artículo está basado sobre la información que él ha transmitido a muchos obispos quienes
estuvieron muy interesados en los puntos que trató.
El Padre Kramer fue uno de los visitantes que se entrevistaron con los obispos españoles
quienes, nosotros creemos, ayudaron a realizar la Consagración de España al Inmaculado
Corazón. (ver “La Consagración de España al Inmaculado Corazón de María” en Inglés en esta
edición.) Nosotros debemos recordar que Sevilla, en la España de 1936, fue la única diócesis
consagrada al Inmaculado Corazón de María; cuando un millón y medio de españoles fueron
muertos en la Guerra Civil Española, ninguna vida se perdió en toda la diócesis de Sevilla – a
causa de su consagración al Inmaculado Corazón.
Portugal tiene su propia historia similar por las bendiciones recibidas como resultado de
que sus obispos consagraron su país al Inmaculado Corazón de María en 1931. Portugal evitó la
sangrienta Guerra Civil Española; Portugal escapó de caer en manos del Comunismo y escapó
absolutamente de la guerra más desastrosa en la historia humana, la IIª Guerra Mundial – sin un
solo soldado herido y sin ninguna pérdida de territorio en absoluto.
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Usted puede ver claramente la importancia de alentar a su obispo a consagrar su propia
diócesis y recibir el don especial de la protección de María al menos en su propia región.
Es por eso que nosotros lo alentamos a adherirse a nuestra campaña para enviar 25
millones de peticiones al Papa Benedicto XVI. Esta edición de The Fatima Crusader hace una
sonora advertencia a tomar su lugar en las filas de los Cruzados de Nuestra Señora y a rezar
como si todo dependiera de Dios y a obrar como si todo dependiera de USTED.
Para obtener su kit de Petición para esta gran campaña y ejemplares extra para sus
amigos, contáctenos por teléfono, carta, e-mail o en nuestro sitio web. Haga click aquí para
pedir información.
Por favor, ayúdenos a poner esta edición en manos de muchos miles más de almas.
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