La marcha imparable de los gigantes del tabaco

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La marcha imparable de los gigantes del tabaco
Cómo la industria explota implacablemente al mundo en desarrollo – a sus jóvenes, a los pobres y a
los que carecen de educación
Por Emily Dugan
Domingo, 29 de mayo de 2011
Después de más de medio siglo de que los científicos
descubrieran la relación entre el tabaquismo y el cáncer – lo que
desencadenó una guerra entre los defensores de la salud y la
industria del tabaco – las grandes compañías de tabaco están en
plena prosperidad.
Pese a los conocidos efectos catastróficos que tiene el tabaco en
la salud, las ganancias del tabaco continúan subiendo y la venta
de cigarrillos se ha incrementado: ha aumentado de 5,000 millones
de unidades al año en la década de 1990 a 5,900 millones anuales
en 2009. Actualmente, el tabaco mata cada año a más personas
que el alcohol, el sida, los accidentes automovilísticos, las drogas
ilegales, y los homicidios y suicidios combinados.
Este martes, en todo el mundo, la gente celebrará el Día Mundial
sin Tabaco – una esperanza distante.
El Occidente consume cada vez menos de la producción mundial de cigarrillos: los países más ricos han cambiado – de
fumar 38 por ciento del total mundial en 1990, bajaron a 24 por ciento en 2009. Mientras que las ventas de cigarrillos en
el mundo en desarrollo han tenido un crecimiento notorio, llegando a 76 por ciento en 2009.
Una investigación publicada en The Independent on Sunday revela que las empresas tabacaleras han aprovechado la
flexibilidad de las normas que rigen el marketing en los países en desarrollo para promover los cigarrillos de manera
agresiva entre los nuevos consumidores jóvenes, a la vez que usan abogados, grupos de presión y estadísticas
cuidadosamente seleccionadas a fin de intimidar a los gobiernos que intentan aniquilar a la industria en Occidente.
En 2010, las cuatro grandes compañías de tabaco – Philip Morris International, British American Tobacco, Japan
Tobacco e Imperial Tobacco – ganaron más de £27 mil millones, lo que supera los £26 mil millones obtenidos en 2009.
El precio de sus ganancias se mide en vidas humanas. En el siglo 20, cerca de 100 millones de personas murieron
debido al consumo de tabaco. Si la tendencia continúa, el tabaco matará a mil millones de personas en el siglo 21.
En su afán de obtener mayores ganancias, las grandes empresas tabacaleras han aumentado el precio promedio de los
cigarrillos en los países ricos, como Gran Bretaña – donde el paquete de 20 cigarrillos ahora cuesta más de £6 –
mientras que a los países pobres que siembran tabaco, como India y Malawi, les han reducido el precio de la hoja del
tabaco. Aunque el impuesto representa aproximadamente 77 por ciento del precio del paquete, el monto cobrado por las
empresas tabacaleras también ha aumentado.
El año pasado, una importante investigación de la Office of Fair Trading (Oficina del Comercio Justo) encontró que una
docena de fabricantes y minoristas de tabaco en el Reino Unido se había coludido para fijar el precio de los paquetes y
asegurar que estos permanecieran altos para maximizar sus ganancias. La multa más alta fue £115 millones y le
correspondió a Imperial Tobacco, que elabora Lambert & Butler y Golden Virginia. La multa hizo una pequeña mella en
sus ganancias de 2010, que llegaron a la suma de £4.39 mil millones.
Mientras tanto, en Malawi, donde la economía depende en gran parte del cultivo de tabaco, la oficina anticorrupción del
país ha acusado a las compañías tabacaleras de haberse coludido para mantener bajo el precio que pagan a los
agricultores por la materia prima. Las salas de subasta de tabaco se han convertido en un campo de batalla entre el
gobierno y la industria, ya que el precio promedio de un kilo de hojas ha bajado de £1.06 en abril de 2009 a 47 peniques
el kilo este año. Las repercusiones se manifiestan en salarios prácticamente esclavistas para los trabajadores y en la
tentación de usar mano de obra infantil de menor costo (o gratis).
Anna Gilmore, profesora de salud pública de la Universidad de Bath, dijo: "Lo que la mayoría de la gente no se da cuenta
es que aunque las ventas estén disminuyendo en Occidente, las ganancias de las industrias están aumentando. Estas
compañías continúan siendo unas de las más rentables en el mundo. En parte, esto se debe a su infinita inventiva para
socavar y eludir la regulación. Están tratando de reinventar su imagen para congraciarse con los gobiernos, pero en el
fondo manejan sus negocios como siempre lo han hecho.
El tema del Día Mundial sin Tabaco de este año se centra en persuadir a más países a firmar el tratado mundial
auspiciado por la Organización Mundial de la Salud para garantizar la protección de la salud pública frente al tabaquismo.
Aunque 172 países han firmado el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, desde que fuera elaborado
hace seis años, 20 por ciento de ellos no han hecho nada en absoluto para aplicar sus recomendaciones, y los
principales países, incluidos los Estados Unidos e Indonesia, ni siquiera son signatarios.
Solo en Indonesia hay 21 millones de niños fumadores. Muy poco es lo que se hace para evitar que las compañías
promuevan cigarrillos entre los jóvenes. En países como Nigeria, Ucrania y Brasil, las empresas tabacaleras han
patrocinado clubes nocturnos o fiestas destinadas a atraer nuevos usuarios jóvenes. En Rusia, los intentos para atraer a
mujeres fumadoras han incluido el uso de empaquetado que simulan botellas de perfume con incrustaciones de piedras
preciosas y hasta la casa de modas Yves Saint Laurent vende su propia marca de cigarrillos.
El Dr. Armando Peruga, director de la Iniciativa Liberarse del Tabaco de la OMS, sostuvo: "Necesitamos hacer más. No
debemos permitir que las industrias tabacaleras se sigan promocionando como corporaciones normales, cuando están
matando gente todos los días. Estamos muy atrasados en lo que se refiere al establecimiento de prohibiciones integrales
en la publicidad, marketing, promoción y patrocinio".
En estos mercados emergentes, cuando los países tratan de reprimir a las compañías de tabaco, la batalla a menudo se
libra en un tribunal de justicia. En Uruguay, por ejemplo, el gobierno comenzó su campaña liderada por el presidente
Tabaré Ramón Vázquez Rosas, quien era oncólogo. En 2006 se convirtió en el primer país de la región que prohibió
fumar en lugares públicos y ahora quiere que 80 por ciento de cada paquete de cigarrillos contenga advertencias
sanitarias.
Como respuesta, Philip Morris le ha abierto un juicio al gobierno. Si Uruguay pierde, se piensa que la compañía
demandará cerca de $2 mil millones por daños.
Las amenazas en las cortes de justicia tienen un amplio efecto intimidatorio en otros gobiernos de la región, que
entonces se muestran menos inclinados a legislar contra el tabaquismo.
Laurent Huber, director de la Alianza del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, dijo: "En países como
Uruguay, la industria tabacalera utiliza su vasta riqueza para que las medidas de salud pública pierdan validez en las
audiencias legales. Ganar o perder tiene un efecto amedrentador en los demás gobiernos".
Estas artimañas de ninguna manera se limitan a los países emergentes menos regulados. En Australia, que se convertirá
en el primer país en introducir por mandato legal una envoltura sencilla al paquete de cigarrillos, la industria ha sido
acusada de generar alarmismo respecto a las medidas contra el tabaquismo al haber amenazado con inundar el
mercado con cigarrillos baratos.
En Gran Bretaña, la industria también está tomando medidas para mantener la reglamentación a su favor. Este otoño, un
grupo de empresas tabacaleras demandará al gobierno por proponer que se prohíba la exhibición de cigarrillos en las
tiendas.
Sin embargo, los intentos de las grandes empresas tabacaleras por alterar la opinión pública en el Reino Unido son cada
vez más sutiles. Un estudio de Action on Smoking and Health (Acción sobre el Tabaco y la Salud - ASH), divulgado esta
semana, examina la credibilidad de los argumentos económicos utilizados por la industria para luchar contra la
legislación. Por ejemplo, cuando Christopher Ogden, presidente ejecutivo de la Asociación de Fabricantes de Tabaco,
dijo en 2010 que la prohibición de fumar había amenazado gravemente la industria de los bares y bingos debido a la
pérdida de empleos y medios de vida, la realidad era un poco diferente. Los datos de la Oficina de Estadística Nacional
muestran un aumento neto del número de personas que visitan bares desde que se puso en vigencia la prohibición de
fumar. Cuando Inglaterra se declaró libre de tabaco en 2007, el número de establecimientos con licencia para bebidas
alcohólicas aumentó 5 por ciento, y ha continuado creciendo cada año desde entonces.
Deborah Arnott, jefa ejecutiva de ASH, indicó: "De acuerdo con nuestras obligaciones estipuladas en los tratados
internacionales, el gobierno del Reino Unido no sólo ha prohibido la publicidad y coloca advertencias en los paquetes,
sino que también se ha comprometido a proteger las políticas de salud pública contra los intereses comerciales creados
por la industria del tabaco. Para evitar esto, la industria utiliza grupos que ejercen una presión encubierta en los políticos
y argumentan que la legislación libre de humo de tabaco ha destruido el comercio de los bares, y que poner el tabaco
fuera de la vista en las tiendas será ineficaz y hará que las tiendas de las esquinas terminen fuera del circuito comercial".
"La siguiente gran batalla es sobre las envolturas simples de los paquetes de cigarrillos. Ya se están usando los mismos
argumentos. La evidencia es mínima o no existe, pero eso es lo de menos, el peligro es que los responsables de elaborar
las políticas se dejen convencer de que donde hay humo, hay fuego”.
Los ganadores...
Louis C Camillero
Presidente Ejecutivo de Philip Morris
Ganó £12.4 millones el año pasado. Recientemente le dijo a una enfermera que los cigarrillos "no eran tan difíciles de
dejar".
Nicandro Durante
Presidente Ejecutivo de British American Tobacco (BAT)
Ganó £2.4 millones el año pasado. Anteriormente estuvo a cargo de Souza Cruz SA, la unidad de BAT en Brasil, y
también dirigió los negocios de BAT en África y el Medio Oriente.
Alison Cooper
Presidente Ejecutivo de Imperial
Ganó £1.9 millones el año pasado. Fue director regional de ventas y marketing para Europa occidental.
Los perdedores...
Sean Nicholson, 43
De Jarrow, Tyne and Wear
"Comencé a fumar cuando tenía 11 años. Trabajé en astilleros durante 15 años y siempre fumaba. Me diagnosticaron
enfermedad pulmonar obstructiva crónica a los 34 años, y luego esta se convirtió en enfisema también. Los especialistas
dijeron que era el caso más joven que habían visto. No podía respirar si caminaba unos pocos pasos. Los médicos me
dijeron que tenía los pulmones de una persona de 90 años. Hace siete semanas me hicieron un doble trasplante de
pulmón. Ahora puedo respirar nuevamente y no soporto ver que la gente fume. He necesitado tener nuevos pulmones
para darme cuenta de lo tonto que he sido”.
Ryan Gamble, 17
De Chester-le-Street, Dirham
"He fumado por cerca de seis años. Comencé porque mis amigos lo hacían y luego me quedé con el hábito. Al principio
lo odiaba, tosía. Fumo 10 o 15 cigarrillos al día y es difícil dejarlo. Trabajo en un restaurante que vende pescado con
papas fritas y la mitad de mi sueldo se va en eso [cigarrillos]. Hubiera querido no empezar nunca. Te levantas tosiendo y
no puedes correr a ninguna parte”.
Sharon Gould, 53, y su hijo Ben, 10
De Whetstone, Leicestershire
"Comencé a fumar cuando tenía 14 años. Dejé de hacerlo cuando quedé embarazada de Ben, pero luego comencé
nuevamente. Solía fumar en la casa cuando él estaba en otro cuarto, o fumaba en el carro con la ventana baja. Ben tenía
cerca de 2 años cuando descubrimos que tenía asma. Comprendo lo que he hecho y quiero rectificarlo. Dejé de fumar
hace tres años. Es demasiado tarde para Ben, pero quiero ayudar a que otros padres no cometan los mismos errores.
Podría ser genético, pero las estadísticas dicen que en parte yo soy responsable del asma que tiene mi hijo. Fue Ben
quien hizo que dejara de fumar. A Ben no le gustaba el tabaco y tiene razón. Solía decirme 'Por favor mamá, no fumes,
es horrible'".
José Carlos Carneiro, 64
De Río de Janeiro, Brasil
"Comencé a fumar cuando tenía 15 años de edad, influenciado por la propaganda del tabaco y porque deseaba
impresionar a las muchachas que estudiaban en mi colegio. Me amputaron ambas piernas en 1983 debido a la
enfermedad de Buerger [asociada con el tabaquismo]. Si no hubiera sido fumador hubiera tenido una vida fantástica”.
Traducción no oficial del artículo The Unstoppable march of the tobacco giants por Emily Dugan publicado en The Independent
http://www.independent.co.uk/life-style/health-and-families/health-news/the-unstoppable-march-of-the-tobacco-giants-2290583.html
(Última fecha de consulta 31 de mayo de 2011)
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