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 EL PAPEL QUE JUGÓ EL MOLINO
EN EL PROCESO DE INDEPENDENCIA DE COLOMBIA
GRUPO
CHICOS HISTORIADORES
KERENNYS CASTRO PIMIENTA
MARÍA BALCÁZAR ARISTIZÁBAL
MAURICIO BLANCO MONTERO
LINDA GÁMEZ MONTERO
TOMÁS RAMÍREZ DÍAZ
EMEL BALLESTEROS SEPÚLVEDA
Grado 10
DOCENTE ACOMPAÑANTE
LEONI ALBERTO SÁNCHEZ SIMAHAN
PROGRAMA HISTORIA HOY:
APRENDIENDO CON EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA
INSTITUCIÓN EDUCATIVA TÉCNICA AGRÍCOLA
ISMAEL RODRÍGUEZ FUENTES
EL MOLINO, LA GUAJIRA
2010
Responde a la pregunta: 116. ¿Qué sucedió en el resto de la Nueva Granada mientras
se daba el Grito de Independencia del 20 de julio de 1810? (Ana Elizabeth Rodríguez
Hernández, Grado 11, Pamplona, Norte de Santander).
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo de investigación denominado El papel que jugó El Molino en el proceso
de Independencia de Colombia, se propuso indagar cuál es la importancia histórica que
tuvo El Molino en las gestas de independencia de este país. El Molino es uno de los
pueblos más antiguos de Colombia, sin embargo, no se ha hecho ningún estudio serio para
tratar de construir la historia del mismo, ni cuenta con una memoria escrita sobre los
hechos más relevantes de su historia. Situación que se ha convertido en un verdadero
problema.
Para resolver el problema, se planteó como objetivo general determinar el papel que jugó El
Molino en el proceso de independencia de Colombia. Y como acciones específicas, como
primera medida, se determinó el origen de los primeros pobladores de El Molino y se
identificaron las primeras familias que lo poblaron; en segundo lugar, se conoció de qué
manera participaron los pobladores de El Molino en el proceso de independencia; en tercer
lugar, se determinó la importancia que tuvo el territorio de El Molino en el proceso de
independencia; y por último, se identificaron los miembros de la población que merecen
reconocimiento histórico por su participación en la Independencia del país.
Cabe anotar que, para poder responder tanto la pregunta de investigación, como a cada uno
de los objetivos propuestos, primero se detectó que miembros de la comunidad tenían
información sobre el tema, para luego proceder a entrevistarlos. De igual forma, se
procedió a detectar otras fuentes que permitieran enriquecer y corroborar la información
recogida en las fuentes iniciales. Fue así como se encontraron algunas fuentes secundarias y
terciarias que aportaron importantes datos sobre la temática investigada.
CAPÍTULO I
EL POBLAMIENTO DE EL MOLINO
Antes de la llegada de los europeos al territorio donde se encuentra El Molino, éste ha sido
escenario de varios asentamientos humanos, que según los estudios arqueológicos del
doctor Reichel Dolmatoff, incluye cazadores, recolectores y sociedades cacicales
organizadas en tribus, llamadas por algunos historiadores, como naciones indias.
Dice Romero Forero: “Desde hace varios miles de años, esta región fue recorrida por
sociedades aborígenes que se adaptaron a formas de vida sedentaria, la domesticación de
las plantas y los animales les permitió la creación de pequeñas aldeas organizadas
socialmente para el trabajo” (2001, p. 53). De igual forma, este autor señala que, según
datos arqueológicos, la presencia de este grupo poblacional data más o menos del siglo V a.
C., lo que quiere decir que esta zona tiene comunidades organizadas desde hace
aproximadamente 2500 años.
El señor Tulio Rosado, en una entrevista, señala que:
El Molino fue poblado inicialmente por los indígenas Carichiles, que era
una subtribu descendiente de los Chimilas, y paralelamente a éstos, llegaron
los Toncel y los Argotes, pertenecientes también a los Chimilas; luego
llegaron otras familias indígenas procedentes de Venezuela, los Arias y los
Duarte, acompañados éstos de familias de descendencia española como los
Balcázar y los Monteros; más tarde llegaron procedentes de la Nevada, los
Vegas y los Villazón; junto a esta oleada, llegaron varias familias españolas,
enviadas por las autoridades realistas desde Santa Marta y el Valle de Upar,
en calidad de encomenderos y representantes del clero, entre éstas, llegaron
los Valdés y los Farías, los Bulas y los Rosados 1.
También señala Rosado que a finales del siglo XIX y comienzos del XX, siguieron llegando
familias de otras partes de Europa al pueblo de El Molino, como es el caso de los Petit y los
Dangond, de origen francés; estos últimos se establecieron en Villanueva. (Ver Anexo 1 y
2)
Sobre el poblamiento de esta región, de la cual hace parte El Molino, Pedro Castro
Trespalacios presenta varias versiones entre las cuales afirma que:
Estos grupos llegaron procedentes del Golfo de México y alcanzaron a
poblar toda la zona de la Sierra Nevada y el norte de Colombia; pero que no
es descartable que sean los Mayas, los Arawacos y los Karibes venidos del
delta del Orinoco, formando migraciones periódicas y así se repartieron en
la costa del Magdalena familias enteras (2000, p. 20).
1
El señor Tulio Rosado, es natural de El Molino, es una de las personas más avezadas en esta temática y señala tener como fuente a su abuelo y a otras personas que murieron hace ya bastante tiempo. Sobre la población negra, señala el señor Tulio Rosado, que llegaron a mediados del siglo
XVIII, procedentes de Riohacha y de algunas zonas costeras de Venezuela, y que venían
huyendo de su condición de esclavos, entre éstos, llegaron grupos dispersos como los Rojas
(Ver Anexo 3).
CAPÍTULO II
LA POBLACIÓN Y LA INDEPENDENCIA
La participación de los grupos humanos de El Molino en el proceso de Independencia fue
diversa. Tulio Rosado así lo deja ver cuando afirma en la entrevista que
Los sectores que representan las instituciones y gran parte la población tuvo
una participación a favor de los realistas que gobernaban la Nueva Granada,
en nombre de la Corona española, debido a que los que estaban al frente de
estas instituciones eran españoles o descendientes de éstos, y gran parte de
la población les guardaba obediencia. Y que el sector de la población
indígena (grupo minoritario residente en el pueblo), estaba soterradamente a
favor de los intereses criollos revolucionarios; pero las poblaciones
indígenas que vivían fuera de la población, regadas en toda la Serranía de
Perijá, actuaban permanentemente sin obedecer a ninguno de los sectores,
atacaban permanentemente la población y a cualquier ejército o grupo que
transitara por las zonas donde ellos vivían.
Lo anterior, es parcialmente validado por Pedro Castro Trespalacios en su texto, cuando
afirma: “El Molino y Villanueva aportaron 40 hombres y 111 000 pesos para el ejército del
Magdalena que libertó a las provincias de Santa Marta y El Hacha” (p. 115).
Varios documentos (algunos no publicados), reseñan que después del primer intento de
Independencia y sobre todo, después de 1819, la población de El Molino, a excepción de
los españoles y sus descendientes, actuó a favor del ejército revolucionario y del nuevo
gobierno.
CAPÍTULO III
EL TERRITORIO Y LA INDEPENDENCIA
El Molino está ubicado en la parte sur del departamento de La Guajira. El pueblo se
encuentra en la parte baja y plana de la Serranía del Perijá y ocupa un lugar estratégico en
la comunicación de Riohacha y Valledupar; de igual forma, su territorio sirvió de sendero a
las primeras exploraciones europeas de la región. Sostiene Simons y Síavert, citado por
Castro Trespalacios, que
El alemán Ambrosio Alfinger en el año 1531, utilizó este camino en su afán
de conquistar y colonizar esta zona de la Nueva Granada, y que a su paso
dejó cientos de indios muertos que encontró en su travesía, rumbo a el Valle
de Upar, la cual saqueó y redujo a cenizas, asesinando a su cacique (el
cacique Upar) jefe indígena de toda la región (p. 18).
De igual forma, el mismo autor sostiene que este camino lo conservaron las autoridades
coloniales y era la vía por donde hacían el comercio todos los pueblos de Villanueva, El
Molino, Urumita, San Juan, Fonseca y Valle de Upar con Villa del Rosario de Perijá, y
cuentan que las recuas de acémilas y de asnos, empleaban sólo dos días, y uno más, del
Rosario a Maracaibo.
El mismo Castro Trespalacios pone de presente que el territorio de El Molino fue escenario
de varias batallas en el proceso de Independencia, señalando que
En 1823, cuando el general Morales, jefe de las tropas realistas acantonadas
en Maracaibo, envió dos divisiones a contrarrestar el avance de los patriotas
en Riohacha y otras poblaciones de la provincia de Santa Marta, como
Valledupar, Barrancas, Fonseca, San Juan, El Molino, Villanueva y
Urumita. Las primeras fuerzas adeptas a la Corona, venían al mando del
coronel Narciso López, compuestas por un número de seiscientos hombres
fuertemente armados; penetraron a El Molino por el camino de Perijá. La
segunda incursión, a cargo del coronel Antonio López de Mendoza, tomó la
vía de la Guajira, con destino a Riohacha. El 1.o de marzo llegó el coronel
López a El Molino y como no encontró resistencia, en 3 días se apoderó de
los pueblos de El Tablazo, Urumita, Villanueva y San Juan, donde se le
incorporaron más de doscientos hombres. (2000, pp 120- 121)
Este militar español publicó en El Molino la siguiente alocución:
Vengo plenamente autorizado por el General en jefe para volveros
españoles y para restablecer la paz, dulce calma que gozasteis, mientras lo
fuisteis, y que hipócritas mal intencionados y excesivamente ambiciosos
hicieron desaparecer de este país. (p. 123)
Esta alocución fue promulgada el 12 de marzo de 1823, consta de veintiséis artículos y en
ella, el coronel López designó a El Molino como capital del Nuevo Reino de Granada,
abolía las leyes de la República y anunciaba que se desconocía la Constitución de Cúcuta.
Este hecho trascendental para El Molino sólo duró pocos días pues el coronel López,
derrotado por las fuerzas del coronel Montilla, tuvo que regresar a Maracaibo en precarias
condiciones.
CAPÍTULO IV
PROTAGONISTAS DE LA INDEPENDENCIA
Como El Molino no tiene escrita su historia, ni ésta se encuentra en los textos de la historia
nacional, lógicamente no se tiene registro de las personas del pueblo que sobresalieron o
merecen reconocimiento histórico por su participación en el proceso de independencia de
Colombia.
A pesar de lo anterior, Tulio Rosado afirmó que: “El Molino aportó 20 hombres, todos
indígenas, al ejercito libertador; entre éstos se destacaron el cabo Tomás Rodríguez y los
soldados Concepción Rosado, Tobías Rosado y Nicolás Toncel” (ver anexo 4).
Sobre el cabo Tomás Rodríguez, Castro Trespalacios señala:
Nació en El Molino, distrito de Villanueva, dio principio a la batalla por la
libertad de El Molino que estaba bajo el control realista, actuó en la Batalla
de Maracaibo en el barco de guerra Gran Bolívar, y el general Santander lo
ascendió en 1836, a sargento de la República. En 1823, el general José
Hilario López, en su carácter de presidente de la república, lo ascendió a
capitán (2000, p. 123).
Esto fue corroborado más tarde por el general Sabas Socarrás, quien cuenta que él mismo
guarda celosamente los ascensos del cabo Tomás Rodríguez y que rezan así: “Reconocido
como cabo por el Presidente General José María Obando, en 1832; ascendido a Sargento
por el General Francisco de Paula Santander, como Presidente de la República en 1836, y
confirmado estos nombramientos con derecho a pensión de jubilación por el Presidente
General José Hilario López en 1851”(Citado en Castro, 2000, p 123)
No se encontraron datos escritos ni testimoniales sobre los soldados, para hacer algún
comentario sobre ellos, lo único que se sabe es que todos murieron en combate.
CONCLUSIONES
Después del análisis de los resultados obtenidos en la presente investigación, se puede
concluir que:
El Molino es producto de múltiples asentamientos humanos procedentes de distintos
lugares, que tienen un tronco común: los indios Chimilas, descendientes de los Chibchas. Y
su población data de 2500 años a. C., aproximadamente.
Las familias que poblaron El Molino, de acuerdo a su orden de llegada fueron: Los
Cariachil, los Toncel y los Argote, descendientes de los Chimilas. Los Duarte y los Arias,
también indígenas, procedentes de Venezuela; estas familias llegaron acompañadas de los
Balcázar, los Montero y los Rodríguez, descendientes de españoles. Los Vega y los
Villazón, indígenas procedentes de la Nevada. Y los Valdés, entre otras familias españolas
y descendientes de éstas, que llegaron procedentes de Santa Marta y Valle de Upar en
calidad de encomenderos y curas doctrineros, de diferentes órdenes religiosas.
Sobre la participación de los pobladores de El Molino en el proceso de independencia, se
estableció que esta población en su gran mayoría fue netamente realista y apoyó
irrestrictamente los intereses de la Corona española, y que sólo unos pocos indígenas
apoyaron muy soterradamente la causa libertadora. Pero se debe reconocer que las
comunidades indígenas o naciones indígenas de toda la zona siempre fueron contrarias a las
ideas realistas y pelearon permanentemente contra la opresión española, razón por la que
tuvieron una participación decidida a favor de las ideas de libertad.
El territorio de El Molino ha jugado un papel muy importante en la historia del país:
inicialmente, sirvió comovía de penetración de los conquistadores y colonizadores de esta
región; sirvió de ruta de varias campañas militares entre la provincia de Venezuela y la
Nueva Granada; fue epicentro de varias batallas entre realistas y criollos revolucionarios; y
se convirtió en punto de tránsito y encuentro comercial entre los principales pueblos de la
región.
La constatación de la participación de molineros en el proceso de independencia fue difícil,
debido a que fueron pocos los documentos escritos que se encontraron sobre este aspecto,
la información encontrada se obtuvo por medio de fuentes orales. Se supo que participaron
activamente, el cabo Tomás Rodríguez y 20 soldados, entre los que se pudo identificar a
Concepción Rosado, Tobías Rosado y Nicolás Toncel. Del cabo Rodríguez existen
evidencias escritas, incluso hay documentos que prueban sus distinciones, ascensos
militares y las batallas en las que participó; de los soldados, se sabe a través de fuentes
orales, que perecieron todos en combate.
Además de los resultados encontrados en la investigación, este trabajo mejoró la práctica
pedagógica de los docentes colaboradores de éste, gracias a la metodología y a las
herramientas propuestas por el programa Historia Hoy. Esto permitió dinamizar las
relaciones entre la comunidad educativa que participó en el proyecto, y además le dio
proyección a la institución ante la comunidad molinera.
BIBLIOGRAFÍA
Documentos
Vallecilla, Nelly. (1987, enero diciembre). “La creación de los espacios de poder: el caso
del clero durante la Independencia de la Nueva Granada”. En Historia y Espacio,
Vol. III, (Nos 11/12), pp. 111-127.
Fuentes Orales
Rosado Mejía, Tulio. Comunicación personal, 2010, 4 de febrero.
Publicaciones
Castro Trespalacios, Pedro & Castro Maya, Carlos Alberto. (2000). Culturas aborígenes
cesarenses e independencia del Valle de Upar. Bogotá: Imprenta Nacional.
De Elorza Martineze, Gustavo. Enciclopedia historia de Colombia. 2 ed. (2003). Tomo III.
Bogotá: Zamora.
Iriarte Nuñez, Gabriel; Giraldo, Juan y Miranda, Patricia. Enciclopedia Colombia a su
alcance. 2 ed. (2003). Tomo I. Bogotá: Planeta.
Romero Forero, Juan Carlos. (2001). San Agustín de Fonseca: de pueblo de indios a
parroquia de blancos Siglo XVIII. Bogotá: Imprenta Nacional.
ANEXOS
Anexo 1.
Fotografía del señor Tulio Rosado (Fuente Oral)
Anexo 2.
NOMBRE DE LA PERSONA ENTREVISTADA. EDAD:
TULIO ROSADO MEJIA (Fuente Oral) 67 años
LUGAR DE LA ENTREVISTA: FECHA
Residencia B/ San Lucas 4 de febrero/2010
RESPUESTAS CONOCIDAS:
El Molino fue poblado inicialmente por los indígenas Carichiles que era una subtribu
descendientes de los Chimilas, y paralelamente a estos llegaron los Toncel y los Argotes,
pertenecientes también a los Chimilas; que luego llegaron otras familias indígenas
procedentes de Venezuela, los Arias y los Duarte, acompañados éstos de familias de
descendencia española como los Balcázar y los Monteros; más tarde llegaron procedentes de
la Nevada los Vegas y los Villazón; junto a esta oleada llegaron varias familias españolas,
enviadas por las autoridades realistas desde Santa Marta y el Valle de Upar, en calidad de
encomenderos y representantes del clero, entre estas llegaron los Valdés y los Farías, los
Bulas y los Rosados. A finales del siglo XIX y comienzos del XX, siguieron llegando
familias de otras partes de Europa al pueblo de El Molino, como es el caso de los Petit y los
Dangond, de origen francés; estos últimos se establecieron en Villanueva.
Anexo 3.
NOMBRE DE LA PERSONA ENTREVISTADA. EDAD:
TULIO ROSADO MEJIA (Fuente Oral) 67 años
LUGAR DE LA ENTREVISTA: FECHA
Residencia B/ San Lucas 4 de febrero/2010
RESPUESTAS CONOCIDAS:
La población negra llegó a El Molino a mediados del siglo XVIII, procedentes de Riohacha
y de algunas zonas costeras de Venezuela y que venían huyendo de su condición de esclavos,
entre estos llegaron grupos dispersos como los Rojas.
Anexo 4.
NOMBRE DE LA PERSONA ENTREVISTADA. EDAD:
TULIO ROSADO MEJIA (Fuente Oral) 67 años
LUGAR DE LA ENTREVISTA: FECHA
Residencia B/ San Lucas 4 de febrero/2010
RESPUESTAS CONOCIDAS:
El Molino aportó 20 hombres, todos indígenas, al ejército libertador; entre éstos se
destacaron el cabo Tomas Rodríguez y los soldados Concepción Rosado, Tobías Rosado y
Nicolás Toncel.
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