Encare Clínico GRAMON BAGO TRILEPTAL PRESENTACION La Demencia Vascular Una Demencia que no sigue el patrón clásico del “Deterioro Cognitivo” Introducción La noción de deterioro cognitivo y el concepto clínico de demencia están muy asociados en los profesionales de la salud con la Enfermedad de Alzheimer. Esto tiene su base en que ésta enfermedad es la más frecuente de todas las demencias, con un 60% de todos los casos aproximadamente, y en las definiciones de demencia de los distintos sistemas de diagnóstico. Sin embargo, existe un porcentaje importante de encefalopatías cuyas manifestaciones clínicas difieren de la Enfermedad de Alzheimer y que se ven con frecuencia en la clínica. Nos detendremos a revisar un proceso de deterioro cognitivo que no sigue los patrones entendidos como "clásicos" de la demencia: el Deterioro Cognitivo Vascular y la Demencia Vascular, entidades relativamente frecuentes en el consultorio. Su expresión clínica fundamental es un síndrome disejecutivo, con dificultades menores en la memoria. Otro proceso de deterioro que no sigue el patrón de la Enfermedad de Alzheimer, es la Demencia frontotemporal, bastante menos frecuente, se expresa por un síndrome conductual, y donde el compromiso cognitivo como tal puede no ser muy evidente en etapas iniciales. Estos dos procesos tienen perfiles y cursos diferentes a la Enfermedad de Alzheimer, y por más que se espere en la evolución, no van a acercarse al arquetipo de la misma. Solamente en etapas finales pueden llegar a parecerse, debido a un compromiso diseminado e intenso del encéfalo, manifestándose con cuadros terminales de gatismo, paraplejia en flexión y ausencia de interacción con el medio. Incluso se cri- tica a los propios criterios de NINDSAIREN para el diagnóstico de demencia vascular que están muy influidos en la definición del síndrome demencial por la Enfermedad de Alzheimer (ver Tabla 1). Ninguno de estos dos procesos cumple acabadamente con los criterios de demencia, específicamente en lo que tiene que ver con el componente cognitivo. Por otro lado, estos pacientes tienen un menor compromiso de las actividades de la vida diaria, aunque van a necesitar supervisión en algunas tareas por sus alteraciones (ver Figura 1). Conceptos y terminología La demencia vascular es un concepto en permanente evolución, que plantea numerosos problemas conceptuales y de terminología. Dr. Luis E. Fontán Scheitler. Neurólogo. Prof. Adjto. de Neuropsicología. Instituto de Neurología. Facultad de Medicina de Montevideo, Uruguay. La tendencia actual, siguiendo a numerosos autores, especialmente los lineamientos del Canadian Health Study,(1, 2) es considerar una amplia categoría llamada Deterioro Cognitivo Vascular (DCV) (vascular cognitive impairment - VCI), que abarca desde casos típicos de demencia vascular (DV) hasta el déficit cognitivo vascular sin demencia (DCVSD) (vascular cognitive impairment, no dementia – VCIND). Recordamos que de acuerdo a convenciones diagnósticas, especialmente inducidas por los sistemas de diagnóstico, existe demencia cuando se suma deterioro cognitivo de varias áreas (dominios) y compromiso de actividades de la vida diaria. Cuando estas últimas no presentan un claro compromiso se cataloga simplemente como deterioro o déficit cognitivo leve. En el Deterioro Cognitivo Vascular (DCV) existe un síndrome cognitivo • Mayo 2007 • 89 Demencia Vascular Tabla Criterios Clínicos para Demencia Vascular NINDS-AIREN, 1993 1 1 – Síndrome Demencial: A. Deterioro cognitivo desde un nivel previo superior. B. Manifestado por alteración de la memoria y 2 o más alteraciones en las siguientes funciones cognitivas: • orientación, • atención, • lenguaje, • funciones visuoespaciales, • funciones ejecutivas, • control motor, • praxias. C. Interferencia en el desarrollo de actividades socio-laborales previas, que sobrepasa la incapacidad del déficit físico del ictus. 2 – Enfermedad Cerebrovascular: A. Evidencia clinica: • Signos focales de Enfermedad Cerebrovascular. • En presencia o ausencia de síntomas y/o antecedentes de ictus. B. Evidencia neuroradiológica: • Infartos graves mútliples. • Infarto único de localización estratégica, relacionado con la sintomatología. • Infartos lacunares en sustancia gris y/o blanca. • Lesiones extensas de sustancia blanca. C. Combinaciones variadas de ambas evidencias. 3 – Relación entre ambos (1+2) A. La Demencia comienza en los 3 meses siguientes al accidente cerebrovascular. B. Historia de deterioro de comienzo brusco. C. Progresión escalonada o fluctuante. que la define y una encefalopatía vascular de base que lo provoca:(1) • En el síndrome cognitivo predominan los trastornos disejecutivos y de memoria, pero pueden no ser los únicos. • La encefalopatía vascular puede ser de muy diversos tipos, donde están representadas múltiples patologías, mecanismos fisiopatológicos y formas de compromiso del parénquima encefálico. Esta es una de las grandes diferencias con otras encefalopatías degenerativas, como la Enfermedad de Alzheimer o la Enfermedad de Parkinson, en las cuales hay una población de neuronas vulnerable, y donde se sigue un patrón más o menos determinado en la progresión. En los DCV, la patología primaria es del árbol vascular, y el encéfalo es secundariamente comprometido, de acuerdo a las características y ubicación de la patología vascular, y no por una susceptibilidad de distintos sistemas neuronales. 90 • Mayo 2007 • Uno de los problemas centrales del deterioro cognitivo vascular es poder relacionar el síndrome cognitivo con la encefalopatía (etiología) vascular (ver Figura 2). Se puede así tener escenarios en donde sean evidentes las lesiones vasculares, y no haber deterioro cognitivo (ausencia de relación), o donde el deterioro cognitivo sea debido a otra causa (coexistencia con otra patología). En el otro sector del espectro, las lesiones vasculares son la causa del deterioro cognitivo, o bien contribuyen a aumentar otro proceso neurodegenerativo en curso (encefalopatía mixta). Los criterios diagnósticos del NINDS – AIREN establecen un plazo (arbitrario) de 3 meses para poder establecer una relación entre un evento vascular y un descenso en la performance cognitiva. Es una situación frecuente en la clínica estar frente a un deterioro cognitivo y encontrar en la neuroimagen algún infarto capsular antiguo; como veremos más adelante, si bien se hace evidente una encefalopatía vascular imagenológica, sería un diagnóstico probablemente equivocado plantear un deterioro cognitivo vascular en base únicamente a estos elementos. El diagnóstico del deterioro cognitivo vascular es importante por 2 razones fundamentales: • Es una forma de deterioro cognitivo prevenible, con posibilidades reales de modificación del curso de la enfermedad en muchas situaciones, a través del control de los factores de riesgo o elementos generadores de la patología, pudiendo estabilizarse las performances cognitivas. • Se ha demostrado la efectividad de algunos fármacos (inhibidores de la colinesterasa central, memantina, ¿CDP-Colina?) en algunas formas de Deterioro Cognitivo Vascular, teniendo entonces la posibilidad de mejorar algunos aspectos del Síndrome Cognitivo. El síndrome cognitivo El deterioro cognitivo del deterioro cognitivo vascular reconoce un perfil fronto-subcortical, con especial com- Encare Clínico promiso de la función ejecutiva, asociando la mayoría de las veces un componente conductual. La base fisiopatológica de la clínica del deterioro cognitivo vascular es el compromiso de los sistemas o circuitos de integración fronto-subcortical. Estos sistemas de integración fronto-subcortical tienen 2 vertientes: una cognitiva (la función ejecutiva) y otra conductual.(3) La función ejecutiva es la capacidad del Cerebro de definir objetivos, trazar planes, llevarlos a la práctica, controlando su ejecución y las condiciones del entorno, de manera que se mantengan ajustados a los objetivos definidos, eventualmente realizando ajustes en la ejecución, y re-definiendo metas si las condiciones del entorno cambian. Esta función asienta en los lóbulos pre-frontales (ver Figuras 3 y 4), a lo que se suman centros subcorticales (fundamentalmente cabeza del núcleo caudado, núcleos mediodorsal y ventro-lateral del tálamo y algunos sectores palidales), retornando a la corteza pre-frontal. Una lesión en cualquiera de estos centros o las vías blancas que los unen, va a dar lugar a un síndrome disejecutivo. En el síndrome disejecutivo predomina un enlentecimiento psicomotor, con aumento de latencia de las respuestas, reflejando un procesamiento mental enlentecido, muchas veces notorio clínicamente (bradipsiquia); otras veces, especialmente al inicio, solo es evidenciable a través de pruebas sensibles específicas. Estos pacientes tienen dificultades en mantener su atención, con una sensibilidad aumentada a las interferencias, presentan razonamientos muy concretos, una capacidad de anticipación disminuida y dificultades en la resolución de problemas (lo cual puede reflejarse en administraciones financieras deficientes). Tienen problemas para ajustarse a los cambios, demostrando una menor flexibilidad cognitiva, con dificultad para considerar soluciones alternativas frente a un problema planteado o frente al cambio del contexto, con tendencia a perseverar en una respuesta. Los sistemas de integración frontosubcortical participan también de la organización del comportamiento (ver Figuras 3 y 4), donde intervienen los sectores frontales órbito-basales (regulación de conductas) y sus conexiones con la amígdala (afectividad) y cíngulo anterior (iniciativa, motivación). En general, en estos pacientes predomina la apatía, pérdida de la espontaneidad, falta de iniciativa y aplanamiento afectivo. Por otro lado, también pueden tener dificultad para inhibir respuestas inapropiadas, teniendo "brotes" de agresividad e irritación, que contrastan con el tono en general apático del paciente. La marcada falta de iniciativa y apatía que pueden presentar estos pacientes, es en muchos casos el motivo de consulta inicial traído por la familia. A diferencia de la Enfermedad de Alzheimer, los trastornos de memoria son leves a moderados, y si bien pueden ser uno de los síntomas referidos por el paciente, nunca alcanzan la intensidad que se ve en esta enfermedad. El impacto de este compromiso cognitivo sobre las actividades de la vida diaria, básicas e instrumentales, es menor que en las encefalopatías degenerativas primarias, manteniendo el paciente una relativa funcionalidad por más tiempo. Estos tres factores (afectación predominante de la función ejecutiva, menores trastornos de memoria, y relativa conservación de las actividades de la vida diaria), diferencian a estos pacientes de los portadores de Enfermedad de Alzheimer. Vale la pena destacar que este síndrome cognitivo-conductual, denominado "perfil subcortical", no es privati- vo del deterioro vascular, si no que también se observa, con algunas variantes, en múltiples enfermedades neurológicas que presenten compromiso de los sistemas de integración fronto-subcortical (Enfermedad de Parkinson, Encefalopatía por VIH, Esclerosis Múltiple, Hidrocefalia Normotensiva, etc.). La patología vascular En contraposición a la enfermedad de Alzheimer, entidad nosológica única con una neuropatología definida y mojones evolutivos relativamente predecibles, la encefalopatía vascular responsable del deterioro cognitivo vascular puede estar dada por patologías (afecciones) muy variadas (arteriosclerosis, embolias, hemorragias, etc.), con puntos de impacto diferentes (gran vaso o pequeño vaso), y mecanismos de producción diferentes (aterotrombosis local, embolia central o ateromatosa, hipoperfusión, etc.). Esto genera una gran cantidad de posibles combinaciones, obteniéndose un grupo patológico ("demencia vascular") sumamente heterogéneo.(1) Epidemiología La demencia vascular es la segunda causa de demencia en las sociedades occidentales caucásicas, con un 18 a 20% del total de las demencias.(1) Es la primera causa en las sociedades orientales (China, Japón, etc.), en • Mayo 2007 • 91 Demencia Vascular Rusia y en afroamericanos. Las forma mixtas (degenerativo-vasculares) probablemente se encuentren subvaloradas, y se estiman en un 9 a 18% de todas las demencias. La frecuencia es mayor en los varones. Para el Canadian Health Study, la categoría "déficit cognitivo vascular sin demencia" fue la más frecuente dentro de las causas vasculares entre los 65 y 85 años. Este cuadro se presenta con trastornos cognitivos insuficien- tes para hacer diagnóstico de demencia, pero se demostró que presenta tasas de mortalidad e institucionalización mayores que sus pares sin trastornos cognitivos. En este grupo de pacientes se deberían colocar especiales esfuerzos para modificar el curso de la enfermedad, implementando medidas prácticas, de aplicación temprana, para impedir que lleguen a la demencia y disminuir la mortalidad por causa vascular. Los factores de riesgo para el deterioro cognitivo vascular son similares a los de otras enfermedades vasculares. Una completa revisión de Román(2) incluyen la edad, hipertensión arterial y la ausencia de tratamiento de la misma, diabetes, hábito de fumar, historia de enfermedad cardiovascular (enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca, enfermedad vascular periférica, fibrilación auricular y otras arritmias, hipertrofia ventricular izquierda), dislipidemias, hiperhomocisteinemia, e hiperfibrinogenemia, hipotensión ortostática, y apnea del sueño. Clasificación Las formas de clasificar a las demencias vasculares son múltiples y, como ya dijimos, agrupan diversas patolo- Clasificación de algunos Deterioros Cognitivos Vasculares Tipo de vaso comprometido (nivel de patología) Demencia por infartos lacunares - Pequeño vaso Deterioro/Demencia (“etat lacunaire”) por Encefalopatía Vascular Isquémica Enfermedad de Subcortical Binswanger - Pequeño vaso 92 Lesiones provocadas en el cerebro - Infartos lacunares - Cambios isquémicos en la sustancia blanca (desmielinización) Demencia Multiinfarto - Gran vaso - Infartos de rama - Compromiso de sustancia gris cortical. Síndrome de Lance - Adams - Microvascular - Pequeño vaso - Necrosis cortical - Infartos lacunares y cambios isquémicos en la sustancia blanca en territorios previamente comprometidos Demencia por infarto estratégico - Pequeño vaso - Infartos lacunares estratégicos Lesiones Hemorrágicas - Gran Vaso - Pequeño Vaso -Hemorragia • Mayo 2007 • Patología - Lipohialinosis - Necrosis fibrinoide - Microateroma - Vasculitis - Lipohialinosis - Necrosis fibrinoide - Microateroma - Vasculitis - Ateromatosis - Aterotrombosis in situ - Embolias centrales - Embolias arteria-arteria Tabla 2 Clínica - Sind. disejecutivo - Trast. de memoria - Sind. Conductual - Trast. de memoria - Sind. focales corticales (Afasia, Alexia, etc.). - Sind. disejecutivo - Hipoxia - Sind. disejecutivo - Hipoperfusión - Isquemia global por PCR - Trast. de memoria - Sind. corticales - Arritmias - Hipotensión - Lipohialinosis - Necrosis fibrinoide - Microateroma - Vasculitis - Lipohialinosis - Necrosis fibrinoide - Malformaciones vasculares - Aneurismas - Sind. disejecutivo - Trast. de memoria - Sind. específicos (Mutismo) De todo tipo, de acuerdo a la localización Encare Clínico gías. La tabla 2 nos guiará en la descripción y análisis de los deterioros vasculares. Esta clasificación tiene un criterio únicamente didáctico y no pretende agotar el espectro clínico y patológico. Lo más frecuente es que en un mismo paciente se asocien dos o más de estas patologías. Por otro lado, las hemorragias de cualquier origen se suman al compromiso originado por estos trastornos, incidiendo en el deterioro de acuerdo a las mismas características a las que veremos en los infartos (localización y extensión) (ver Viñeta Clínica). En la tabla 2 se mencionan algunas otras etiologías vasculares isquémicas frecuentes en la clínica médica como las vasculitis de distintas enfermedades sistémicas (como el Lupus), la vasculitis provocada por el consumo crónico de cocaína y de otros diversos orígenes. Todas tienen en común el compromiso de arteriolas pequeñas de la circulación encefálica, que va a dar como resultado una deterioro cognitivo vascular por encefalopatía vascular isquémica subcortical. Según Erkinjunti,(3) un 5% de los pacientes con demencia vascular presentan hipoperfusión encefálica por arritmias e hipotensión, que se suma a la patología vascular presente. Demencia Vascular Cortical Es secundaria a patología de gran vaso, por embolia central, aterotrombosis local o por hipoperfusión. La lesión que la define son infartos de rama en distintos territorios arteriales y en áreas "frontera", con compromiso de sustancia gris cortical. En general produce síndromes sensitivo-motores y cognitivos localizados (hemiparesias, heminegligencia, afasias, alexia, etc.). Es un grupo muy heterogéneo en cuanto a etiologías, mecanismos vasculares de producción y manifestaciones clínicas. A esta forma de demencia vascular se la llama actualmente Demencia o Encefalopatía Multi-infarto, aludiendo a que se suman múltiples infartos de ramas terminales, cobrando una acepción diferente para la que había sido utilizada previamente. Neuroimagen con infartos lacunares Figura 5 Nótense los infartos lacunares protuberanciales bilaterales y la hipodensidad de la sustancia blanca frontal periventricular bilateral. Encefalopatía vascular isquémica subcortical (EVIS) Esta designación, agrupa dos entidades patológicas por compromiso de pequeño vaso, como son la enfermedad de Binswanger, también llamada leucoencefalopatía microvascular subcortical, y el clásico "estado lacunar" descrito por Pierre Marie. Dentro de los deterioros cognitivos vasculares, este sería una de las pocas situaciones en donde hay cierta homogeneidad en las lesiones (infartos lacunares, cambios en la sustancia blanca), en la topografía (subcortical) y en las manifestaciones clínicas (síndrome disejecutivo, trastorno de memoria leve, síndrome conductual), dándole a esta patología una noción de entidad clínico-patológica, y haciendo a este subtipo de pacientes susceptibles de ser enrolados en ensayos clínicos controlados. La patología vascular primaria que define este grupo es el compromiso de pequeño vaso, los cambios isquémicos de la sustancia blanca y los infartos lacunares como los cambios neuropatológicos centrales; y la topografía subcortical como la localización primordial de las lesiones. (ver Figura 5) Clínicamente combina secuelas neurológicas focales de los distintos síndromes lacunares (que pueden no ser evidentes) y déficit cognitivo dado fundamentalmente por trastornos en la función ejecutiva. El cuadro típico del deterioro cognitivo vascular subcortical asocia: • Un síndrome cognitivo, en el que predominan claramente los elemen- tos disejecutivos, con enlentecimiento psicomotor y dificultades en el razonamiento y en la resolución de problemas. • Un síndrome amnésico, en general leve a moderado, con las características del síndrome amnésico subcortical. • Un síndrome conductual, con depresión y cambios frecuentes de carácter, donde se combinan un tono general de apatía, pérdida de la iniciativa y desinterés por el medio, con irritabilidad, intolerancia y brotes de agresividad. Con frecuencia las actividades sociales y laborales más complejas están relativamente comprometidas, sin embargo, el funcionamiento en niveles más sencillos puede estar conservado. Se asocian a este cuadro los elementos del síndrome seudobulbar, con labilidad emocional, risa y llanto fácil, y disfagia paradojal. Son muy evocadores de esta entidad los trastornos de la marcha, que son de tipo apráxico (con paso corto, arrastre de los pies y fragmentación del giro), y pueden aparecer de manera relativamente precoz en la evolución, mucho más que en la enfermedad de Alzheimer. Los trastornos esfinterianos, a forma de urgencia miccional también son relativamente precoces en esta entidad. La típica evolución “por pasos” del deterioro vascular se observa frente a la producción de nuevos infartos lacunares. Sin embargo, las alteraciones isquémicas de la sustancia blanca producen un perfil de deterioro • Mayo 2007 • 93 Demencia Vascular cia blanca, y de factores de susceptibilidad propios del paciente.(5) La bilateralidad de los infartos, su multiplicidad, la localización en el hemisferio dominante y en estructuras nobles desde el punto de vista cognitivo (fronto-límbicas, prefrontales, límbico-mediales, tálamo anterior, etc.), favorecen la aparición del deterioro. Se debe considerar que infartos clínicamente silentes pueden contribuir mucho más al deterioro cognitivo que un infarto con un síndrome motor puro. Los cambios en la sustancia blanca más asociados con el deterioro cognitivo de origen vascular son aquellas lesiones extensas, periventriculares y confluentes hacia la sustancia blanca profunda, según evaluación por RM, preferentemente, o por TC. Método de Estudio progresivo; por lo tanto, una evolución progresiva no excluye el diagnóstico de encefalopatía vascular. Hasta un tercio de los pacientes que cumplen con criterios anatomoclínicos de demencia vascular pueden no tener antecedentes de ataque cerebrovascular clínico. Esto aboga a favor de una declinación cognitiva progresiva, sin clara noción de deterioro por pasos. Demencia por infarto estratégico Puede ser por cualquier causa (patología de gran vaso, de pequeño vaso, hipoperfusión, embolia central o inclusive hemorragia) que comprometa topografías especialmente sensibles como el hipocampo, gyrus angularis, tálamo (en su sector anterior), caudado, gyrus cinguli, fornix o prosencéfalo basal. 94 • Mayo 2007 • Fisiopatología del deterioro cognitivo Como ya fue dicho, el deterioro cognitivo está dado por el compromiso de los sistemas de integración fronto-subcortical, por infartos lacunares en las estructuras grises y cambios isquémicos en la sustancia blanca que los une (Figuras 4 y 6).(5) En este marco, se ha comprobado que las eferencias blancas del núcleo basal de Meynert hacia la corteza están comprometidas, generándose un estado de "desaferentización colinérgica cortical", lo cual da base racional al uso de inhibidores de la colinesterasa central como tratamiento sintomático en estos pacientes.(4) Los factores que inciden sobre el deterioro cognitivo de origen vascular surgen de la combinación de las características de los infartos (número y localización), la extensión y el tipo de las alteraciones de la sustan- Se va a enfocar en 3 aspectos: • En el deterioro cognitivo, su perfil y grado, se sospecha por la clínica y se confirma por el estudio neurocognitivo, que estudiará en profundidad la función ejecutiva y memoria, y podrá despistar alteraciones subclínicas. • En la encefalopatía vascular, se evalúa por imagenología (TAC o RM). La TAC es más barata y accesible, pero no valora adecuadamente los cambios en la sustancia blanca, especialmente los más sutiles. • El síndrome vascular, se estudiará de acuerdo al tipo de lecho comprometido, mediante métodos imagenológicos (ecodoppler carotídeo) y de valoración de los factores de riesgo vascular (HTA, diabetes, dislipemias, estados de hipertrombicidad, etc). Se debe complementar con el estudio de otros territorios vasculares, especialmente el coronario y el de MMII. Diagnóstico El diagnóstico de deterioro cognitivo vascular es clínico-imagenológico. Se realiza en base al perfil neurocognitivo de los trastornos, los antecedentes personales (valorando especialmente los factores de riesgo vascular y el compromiso vascular de otros sectores de la economía), la historia clínica y datos del examen físico, que orienten a lesiones Encare Clínico vasculares en el encéfalo, y datos de la neuroimagen. Si es posible, se debe intentar identificar una relación temporal entre los trastornos cognitivos y las lesiones vasculares. Si el grado de deterioro cognitivo es suficiente para afectar las actividades de la vida diaria del paciente, se podrá plantear una Demencia Vascular (ver Figura 7). 50 años. Taximetrista. Como ya fue dicho, la cuestión central es demostrar o establecer una relación causal entre la encefalopatía vascular del paciente y su deterioro cognitivo. Algunas herramientas ayudan al diagnóstico de deterioro cognitivo vascular, como la escala isquémica de Hachinski, con una alta sensibilidad para detectar un componente vascular en los deterioros. Tratamiento El deterioro cognitivo vascular es prevenible. El tratamiento primario es el de los factores de riesgo de la enfermedad vascular de base, especialmente la hipertensión arterial y la diabetes en la patología de pequeño vaso, y las dislipemias y el hábito de fumar para la Viñeta Clínica Hipertenso severo; enalapril 30 mg/día. Cumple irregularmente su tratamiento. Ex - fumador intenso. Stroke hemisférico derecho en 1995 (a los 44 años) con hemiparesia izquierda leve, que evolucionó favorablemente. Mínima secuela motora. En setiembre 2001, durante severo pico hipertensivo, instala sindrome neocerebeloso a izquierda. Se solicita TAC que muestra: a- Area inhomogenea hipo e hiperdensa en la región témporo-parietal córtico-subcortical del lado derecho. b- Probable infarto evolucionado con dilatación del carrefour ventricular? c- Areas hipodensas ganglio basales que pueden corresponder a infartos de tipo lacunar. d- Area hipodensa fronto-subcortical del lado derecho, que puede corresponder a un accidente vascular evolucionado. A los pocos meses de este episodio, el paciente se presentaba bradipsíquico, con importante enlentecimiento psicomotor y dificultades en la marcha. Al examen destacaba una disartria cerebelosa, velo hipomóvil bilateralmente, y un síndrome neocerebeloso a izquierda. No logra reintegrarse a sus tareas. Colaboraba en algunas tareas sencillas de la casa. Paraclínica: • Ecocardiograma: cardiopatía hipertensiva. • Doppler Carotídeo: mínima ateromatosis bilateral. En Octubre de 2002, instalación brusca de dificultades motoras a derecha (controlaterales a su secuela), con aumento de trastornos articulatorios, tendencia al sueño y vómitos. Al examen se hacen evidentes trastornos óculomotores (nistagmus horizonto-rotatorio), síndrome neocerebeloso ahora a derecha, y síndrome arquicerebeloso, con severa ataxia que no le permite lograr estática. En ese momento la TAC muestra: e- Imagen hiperdensa de hemisferio cerebeloso derecho con moderado efecto de masa, compatible con un hematoma parenquimatoso. Imagen similar, también de densidad sangre, a nivel gangliobasal externo izquierdo, también con las características de un hematoma. Múltiples imágenes lacunares subcorticales bihemisféricas, que corresponden a una Encefalopatía Vascular subcortical a forma lacunar. Probables secuelas vasculares córtico-subcorticales frontal derecha y parietal derecha. A las pocas semanas de este evento, el paciente se mostraba extremadamente lento, completamente dependiente de terceros para cumplir sus necesidades básicas, por lo que fue institucionalizado. Comentario. Este paciente muestra la asociación de prácticamente todas las lesiones vasculares posibles: una encefalopatía vascular isquémica subcortical, con numerosos infartos lacunares; varios (por lo menos 2) infartos córtico-subcorticales; y finalmente la aparición de hematomas simultáneos, situación muy poco frecuente, que termina por invalidar al paciente tanto desde el punto de vista físico como cognitivo. Queremos destacar la edad a la cual el paciente presenta su primer evento vascular (44 años), y a la edad en que fue institucionalizado (51 años), y la posibilidad de que esta muy mala evolución hubiera podido ser cambiada con un mejor control de su hipertensión arterial. • Mayo 2007 • 95 Demencia Vascular patología de gran vaso. Se ha demostrado que el buen control de la HTA previene en un alto porcentaje el deterioro.(6) La prevención secundaria se realiza una vez que ha sido identificado el compromiso vascular del encéfalo, y se hace con antiagregantes plaquetarios (aspirina, ticlopidina, clopidogrel), y tiene el objetivo de prevenir nuevos eventos o frenar la progresión de la encefalopatía vascular isquémica subcortical. Los antiagregantes otorgan claros beneficios en la prevención secundaria, tanto en la encefalopatía por pequeño vaso como en la de gran vaso. Una encefalopatía vascular identificada por la neuroimagen debe ser tratada con antiagregantes independientemente de la existencia o no de deterioro cognitivo. La hipertensión arterial se debe manejar de manera cautelosa en el anciano hipertenso con deterioro cognitivo vascular, especialmente si existen trastornos confluentes en la sustancia blanca en la neuroimagen. En este tipo de pacientes se han perdido los mecanismos de autorregulación de la circulación encefálica, y la hipotensión farmacológica puede aumentar el deterioro de manera directa, y también de forma indirecta por aumento de las alteraciones de la sustancia blanca, que tiene una susceptibilidad aumentada a la isquemia en presencia de hipotensión relativa. Si bien es fundamental el control de la glicemia para reducir el impacto vascular de la dia- betes, no se conoce su utilidad desde el punto de vista cognitivo. No hay ningún producto aprobado por la FDA (Food and Drug Administration) ni por la Agencia Europea del Medicamento (EMEA) para la indicación en "deterioro cognitivo vascular" o "demencia vascular". Como ya fue mencionado, existen fundamentos fisiopatológicos para utilizar los inhibidores de la colinesterasa central como tratamiento sintomático en estos pacientes. Estudios bien diseñados con donepezil,(7) rivastigmina(8) y galantamina(9) muestran resultados auspiciosos. Meta-análisis realizados por la corporación Cochrane de los estudios realizados con estas drogas muestran beneficio en relación a placebo en la memoria, función ejecutiva y actividades de la vida diaria, por lo menos durante 6 meses, que fue la extensión de los estudios, con los conocidos efectos colaterales gastrointestinales. Meta-análisis de la misma corporación Cochrane sobres los ensayos con CDP-colina en deterioros vasculares,(10) encuentra alguna evidencia de efecto positivo en la memoria y conducta en el corto y mediano plazo, pero con limitaciones por la escasa duración de los estudios y la pobre selección de los pacientes. Los síntomas conductuales como la agitación, irritabilidad, agresividad y desinhibición, se tratan con dosis bajas de neurolépticos atípicos (risperidona, quetiapina, olanzapina, ziprasidona). De existir gran ansiedad, se pueden utilizar benzodiacepinas de acción corta (lorazepam, alprazolam). La depresión es un constituyente más del perfil de deterioro subcortical. Para su tratamiento se prefiere fluoxetina, sertralina o bupropión. Muchos autores optan por iniciar primero un antidepresivo antes que el inhibidor de la colinesterasa central. La apatía y falta de interés, síntomas que con frecuencia se combina con los anteriores, son muchas veces difíciles de tratar. Se pueden intentar manejar con memantina, (11) bupropión o tomar ventaja del efecto ansiógeno que presenta la fluoxetina en determinados pacientes. En casos severos, se puede hacer un ensayo terapéutico con metilfenidato, (12) controlando estrechamente la presión arterial y la disminución del apetito. Pronóstico Desde el punto de vista cognitivo, en general, es mejor que en la enfermedad de Alzheimer. El deterioro cognitivo se puede estabilizar y hasta mejorar algo con el manejo óptimo de los factores de riesgo y el tratamiento sintomático de los elementos clínicos (depresión, apatía, trastornos conductuales, etc). Sin embargo, desde el punto de vista vital, la presencia de patología vascular de otros territorios y del propio encéfalo hace que la mortalidad en este grupo sea más alta (enfermedad coronaria, enfermedad cardiovascular, ataque cerebrovascular). Bibliografía recomendada 1 Fratiglioni L, Launer L, Andersen K et al. Incidence of dementia and major subtypes in Europe: A collaborative study of populationbased cohorts. Neurology 2000; 54(11) Supp 5: S10-S15 2 Roman GC. Vascular dementia prevention: a risk factor analysis. Cerebrovasc Dis. 2005;20 Suppl 2:91-100. 3 Roman GC, Erkinjuntti T, Wallin A, Pantoni L, Chui HC. Subcortical ischaemic vascular dementia. Lancet Neurol. 2002 Nov;1(7):426-36. 4 Farlow MR. Use of antidementia agents in vascular dementia: beyond Alzheimer disease. Mayo Clin Proc. 2006 Oct;81(10):1350-8. 5 Nyenhuis DL, Gorelick PB. Vascular dementia: a contemporary review of epidemiology, diagnosis, prevention and treatment. Progress In Geriatrics. 1998 November;46(11):1437-48. 6 Demaerschalk BM, Wingerchuk DM. Treatment of vascular dementia and vascular cognitive impairment. Neurologist. 2007 Jan;13(1):37-41. 96 • Mayo 2007 • 7 Malouf R, Birks J. Donepezil for vascular cognitive impairment. Cochrane Database Syst Rev. 2004;(1):CD004395. 8 Roman GC. Rivastigmine for subcortical vascular dementia. Expert Rev Neurother. 2005 May;5(3):309-13. 9 Craig D, Birks J. Galantamine for vascular cognitive impairment. Cochrane Database Syste: Rev. 2006 Jan 25;(1):CD004746. 10 Fioravanti M, Yanagi M. Cytidinediphosphocholine (CDP-choline) for cognitive and behavioural disturbances associated with chronic cerebral disorders in the elderly. Cochrane Database Syst Rev. 2005 Apr 18;(2):CD000269. 11 Areosa Sastre A, McShane R, Sherriff F. Memantine for dementia. Cochrane Database Syst Rev. 2004 Oct 18;(4):CD003154. 12 Padala PR, Burke WJ, Bhatia SC, Petty F. Treatment of apathy with methylphenidate. J Neuropsychiatry Clin Neurosci. 2007 Winter;19(1):81-3. ROEMMERS INSTITUCIONAL