Compañeras, compañeros, ya se ha dicho pero lo voy a volver a

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DISCURSO DEL COMPAÑERO JORGE TAIANA EN FERRO
22 AGOSTO DE 2014
Compañeras, compañeros, ya se ha dicho pero lo voy a volver a repetir: hoy es 22 de agosto, una
fecha tradicional en la historia peronista que significa la vocación de lucha, la movilización y la
participación del pueblo en la búsqueda y la decisión sobre su destino. Eso es lo que recordamos
hoy: el compromiso de Evita y la participación del pueblo. Por eso es que quisimos reunirnos aquí
y tener la oportunidad de conversar y recordar aquel legado que es quizás el más profundo que
Evita dejó en la conciencia del pueblo; aquella definición que dice que detrás de cada necesidad
nace un derecho. Nosotros creemos en eso y por es o estamos en el Movimiento Evita y por eso
sabemos que Evita está en el corazón del pueblo.
Quiero aprovechar y saludar a todos ustedes. A todos los que están en este estadio, a todos los
militantes y todos los que me acompañan en el palco, y sobre todo a ustedes que han venido con
mística, con compromiso, con sacrificio de los cuatro rincones de la patria a expresar que el pueblo
existe, que la organización existe, que el pueblo peronista está de pie y va a luchar y defender su
destino. Ese homenaje a la militancia quiero hacerlo expreso porque este no es un acto de una o
dos personas, este es un acto de los miles de compañeros que acá estamos representando la
voluntad de transformación de todos los que vinimos pero también de los que están en los
diferentes pueblos, de los que quedaron afuera o en sus trabajos. Quiero homenajear a la
militancia y a todos los compañeros y este es un día especial para eso, para recordar a todos los
compañeros que dieron su vida en la larga lucha por la liberación nacional.
Estamos acá para reafirmar nuestro apoyo al proceso de transformación que inició Néstor y que
hoy conduce Cristina, así como también para señalar nuestro compromiso de continuarlo en el
año 2015. Estamos en un momento trascendente de la historia; no es cualquier momento. Los
peronistas y todos aquellos sectores del movimiento nacional y popular que acompañan las luchas
del pueblo saben que estamos viviendo momentos decisivos y saben que estamos en una
confrontación y un dilema que no da lugar a equivocaciones de los que defienden al pueblo. No
hay lugar para la confusión: o estamos del lado del pueblo defendiendo el gobierno y la soberanía
argentina o estamos del lado de los intereses espurios y especuladores de los fondos buitre. En esa
pelea nosotros no vamos a ceder, vamos a estar firmes y estamos seguros de que vamos a vencer.
Esta ofensiva de los buitres no es solamente una ofensiva del capital financiero especulativo; es
también una punta de lanza de todos aquellos que pretenden volver a arrodillar a la Argentina,
que quieren terminar con esta Argentina que pusieron de pie Néstor y Cristina y que toma sus
decisiones por sí misma y ha emprendido el camino del desarrollo. Quieren combatir la
extraordinaria renegociación de la deuda, la mayor a escala mundial, y quieren terminar con un
ejemplo de independencia, autonomía y soberanía. Nosotros no vamos a permitirlo. El pueblo
argentino va a defenderse y a expresar su apoyo; a organizarse y movilizarse en defensa propia, en
defensa de sus intereses y de la integridad de la soberanía nacional.
Tenemos que tener presente qué es lo que logramos en estos años. Se le ha devuelto a la
Argentina la dignidad, cuando a través de la política de derechos humanos se fijó una línea de
verdad, memoria y justicia para terminar con la impunidad de los crímenes del pasado. Hoy mismo
estamos festejando el encuentro de una nueva nieta, la número 115, que muestra la importancia
de las políticas de Estado y la continuidad en la búsqueda de verdad y justicia. Gracias Abuelas por
esa lucha, gracias Néstor y Cristina por apoyarla y gracias a todo el pueblo argentino. Ese es el
mejor ejemplo (como lo fue la aparición del nieto de Estela) de que es necesaria la continuidad y la
firmeza en el mantenimiento de esa lucha.
Los gobiernos de Néstor y Cristina rompieron con el paradigma neoliberal. Recuperaron el rol del
Estado y decidieron terminar con la subordinación del poder político, de la representación
popular, a los poderes corporativos concentrados. Nunca más un gobernante argentino se sujetará
a los deseos de las corporaciones. Nunca más un gobernante argentino hará sus decretos en una
empresa privada. Desde Néstor y hacia adelante los gobernantes argentinos defenderán los
intereses del pueblo y representarán la voluntad popular que los llevó a ese sillón que no deben
traicionar. Ese ejemplo de Néstor es el mejor legado y es la continuidad que lleva adelante
Cristina. Defendamos el interés general; defendamos el interés del pueblo y no nos subordinemos
a ningún interés corporativo.
Son muchas las cosas que logramos durante estos años y que tenemos que defender: la creación
de millones de puestos de trabajo, el sostenido crecimiento económico, la recuperación del tejido
industrial, la redistribución del ingreso, la vigencia de las convenciones colectivas de trabajo, la
existencia de políticas sociales -entre ellas la Asignación Universal por Hijo, la ampliación de la
cobertura jubilatoria, los planes sociales, el PROCREAR, el PROGRESAR-. Son numerosas, casi
infinitas las políticas sociales que buscaron redistribuir ingreso y modificar la asignación de
recursos para fortalecer a los sectores populares y darle más a los que menos tienen. Tenemos
que defender también una política de defensa de los derechos que hemos hecho a lo largo de
estos años, desde el matrimonio igualitario, la ley de identidad de género hasta la fertilización
asistida, políticas y leyes tendientes a lograr la equidad de género -que aún hoy no es una realidad, el combate a la trata y a la violencia de género, una ley de medios que ha permitido la
multiplicación de las voces, la recuperación de los recursos de los fondos de pensión -que le
devolvieron al Estado puntos del PBI que estaban en manos del sector privado-, la nacionalización
de Aguas Argentinas, el correo, Aerolíneas y la mayoría accionaria en YPF que nos permitirá
recuperar el autoabastecimiento energético -herramienta fundamental para el desarrollo-, la
mayor inversión en educación y la creación del ministerio de Ciencia y Tecnología.
Hemos tenido -y ahí me ha tocado ser parte- una política exterior de autonomía y de defensa del
interés nacional que tuvo como eje político el rechazo de los intentos hegemónicos de
subordinarnos a su voluntad con el rechazo al ALCA y tuvo la vocación de autonomía y hermandad
con la creación de la UNASUR, el fortalecimiento del MERCOSUR y la creación de la Celac para que
toda América Latina y el Caribe tengan una misma voz y una misma expresión política.
No debemos olvidar en estos años la firme defensa del interés nacional en el conflicto que
tenemos con el Reino Unido por las Islas Malvinas. No se ha dejado oportunidad de mantener
firme esa bandera y esa política está rindiendo sus frutos, transformando una causa nacional en
una causa regional que cuenta con el apoyo de los hermanos latinoamericanos.
Todas estas políticas, todas estas y muchas más que no he mencionado, son un gran avance en la
construcción de la patria con la que siempre soñamos. Son la plataforma necesaria para seguir
avanzando y de esto se trata. Debemos consolidar y profundizar y esa es la tarea de cara al 2015:
la consolidación y la profundización de las políticas de transformación de la Argentina no son
aspectos contradictorios. El que habla de consolidar y no habla de profundizar, miente. El que
habla de profundizar pero no dice que hay que consolidar lo hecho, también miente. Acá es
necesario consolidar y profundizar porque es la única manera que tenemos de poder avanzar a
una Argentina justa, libre y soberana. Para eso, nosotros, los peronistas y todos los compañeros
del frente nacional y popular -porque el peronismo tiene una identidad histórica muy fuerte, pero
también tiene una vocación frentista donde entran todos los aliados: independientes, socialistas,
comunistas, radicales-estamos dispuestos a luchar por la liberación de la patria y la causa del
pueblo. Todos son bienvenidos a sumarse a esta batalla, porque si algo tiene el peronismo es que
nunca ha sido sectario; siempre ha incorporado a todos aquellos que tienen como enemigo común
a los que quieren mantener el privilegio para pocos.
Nosotros tenemos que prepararnos para la batalla del 2015. Tenemos que ir elaborando
prioridades, fijando aspectos y pensar cómo logramos seguir avanzando en el camino de la
transformación de la Argentina. Y lo primero es la consolidación del trabajo. Los peronistas
siempre hemos puesto en el centro de nuestras prioridades el trabajo y defender y crear trabajo
fue y es una prioridad fundamental y lo debe ser para el próximo gobierno. Sabemos que estamos
en un mundo difícil, donde la generación de trabajo es cada vez más complicada y el avance
tecnológico reduce esos puestos de trabajo. También sabemos que el crecimiento es una
condición necesaria pero no suficiente para crear todo el empleo que necesitamos; sabemos de
millones de compatriotas que no gozan de derechos laborales porque no están registrados y
trabajan en negro, porque son desocupados o subocupados, porque trabajan en condiciones de
subsistencia y autoreproducción, sin ningún derecho; sabemos que eso pasa en nuestros barrios,
en las zonas rurales con parte de nuestro campesinado. A todos ellos hay que prestarles atención,
por eso he hablado de un ministerio de Economía Popular. Nosotros debemos defender a los que
menos tienen y debemos mantener nuestro compromiso con los humildes y a ellos debemos
volcarnos, con ellos debemos trabajar. Y debemos transformar el subsidio en salario o en ingreso
pleno con derechos para que cada trabajador pueda vivir junto a su familia en condiciones de
dignidad, de justicia y en plenitud de derechos. Para eso es necesaria la unidad del peronismo, la
unidad del campo nacional y en particular la unidad de los trabajadores. Es importante trabajar en
la unidad de los trabajadores que, como se señaló acá, no es la unidad de los dirigentes, es la
unidad de los de abajo; porque la unidad se construye desde abajo hacia arriba y de esa manera
aislaremos a los que quieren dividir el movimiento obrero y a los que están actuando en contra de
los intereses del pueblo. Esa unificación en la lucha debe tener en cuenta tanto a los trabajadores
registrados como a los trabajadores de la economía popular.
Nosotros debemos comprender que el mundo ha cambiado y cada vez es más válida la frase de
Perón sobre que reconocemos una sola clase de hombre: el trabajador. Y si ese trabajo es formal o
de economía popular no importa; nosotros tenemos que buscarles a todos la plenitud de
derechos.
Debemos consolidar lo que se ha hecho para recuperar la trama industrial. Debemos tener una
política industrial activa; promover y defender a la pequeña y mediana empresa que son las
grandes generadoras de empleo y son las que dan sustento y vida al tejido industrial. Una política
industrial que fomente la innovación tecnológica, que permita incorporar sectores de punta, que
la haga competitiva a nivel regional. Para eso es imprescindible generar un banco de desarrollo
con tasas razonables, con créditos de promoción, que oriente sectores y avance en la integración.
También tenemos que dar un salto en las políticas sociales. Yo propongo la creación de una
agencia que centralice todas las políticas sociales que hoy están fragmentadas, que se extienda
por todo el territorio y que sea el brazo único del Estado para construir equidad. Esto no lo
haremos posible si no tenemos los recursos necesarios y para obtenerlos obviamente tiene que
haber más actividad y más producción para que aumenten los ingresos; pero también tiene que
haber una reforma tributaria. Los argentinos nos debemos una reforma tributaria que favorezca a
la producción, que termine con el carácter regresivo de los impuestos y que impida la evasión y la
elusión fiscal.
No estaría completo el cuadro si no habláramos del sector financiero. Es también necesario que
encaremos una ley de servicios financieros que ponga a la banca al servicio de la producción y el
trabajo y no al servicio de la especulación financiera; una ley que favorezca canalizar el ahorro de
los argentinos en actividades productivas.
También debemos completar la tarea de memoria, verdad y justicia y debemos avanzar en la
vigencia plena de todos los derechos económicos, sociales y culturales. Sabemos que esos
derechos no se cumplen para muchas de nuestras minorías; sabemos que eso no se cumple para
nuestros pueblos originarios; sabemos que eso no se cumple para minorías que tienen
orientaciones sexuales distintas; sabemos que existe la discriminación y tenemos que seguir
luchando para evitarla. Debemos luchar por la igualdad de género. No vivimos en una sociedad de
iguales cuando el cincuenta por ciento de nuestra población tiene un salario menor a igual trabajo,
o es sometida a violencia de género o les plantean limitaciones en su desarrollo. Somos lo
suficientemente fuertes para encarar ese proceso de igualdad y potenciarnos todos, hombres y
mujeres, en ese camino. Tenemos que fortalecer también a todos aquellos que defienden la
diversidad y la pluralidad y tienen una orientación sexual distinta. Hemos avanzado muchísimo en
estos años; tenemos la legislación, ahora debemos garantizar que esa legislación sea efectiva.
No es en soledad que vamos a poder hacer estas cosas. Continuar el proceso de transformación
requiere de un avance en la integración regional. No hay desarrollo sin integración regional, sin el
desarrollo de cadenas de valor, sin integración productiva, pero sobre todo sin integración política
y social. Estamos en un mundo que es inestable, está en cambio, en crisis y es peligroso. Nosotros,
los argentinos, hemos hecho una plena defensa -y lo seguiremos haciendo- de la necesidad del
multilateralismo y del respeto al derecho internacional. Sabemos que ese derecho internacional
no es respetado en las Malvinas y los británicos no se sientan a dialogar, y tampoco se respeta con
fallos como el del juez Thomas Griesa que es una vergüenza del derecho internacional y que hasta
ahora cuenta con el silencio de quienes deberían pronunciarse en contra.
Debemos profundizar la integración a través de la integración financiera, del desarrollo de
proyectos binacionales o multinacionales; a través de la cooperación del conocimiento y de la
profundización del diálogo sur-sur que empezamos con Néstor en aquel viaje a la China en el 2004
y que hemos continuado a lo largo de los años con Cristina.
Seguiremos, por supuesto, trabajando por la recuperación definitiva de la administración de las
Islas Malvinas, porque la soberanía es nuestra. No tenemos que recuperar la soberanía porque eso
ya lo tenemos; tenemos que recuperar el ejercicio pleno de esa soberanía en el territorio de las
Islas y esto lo lograremos el día que nos mantengamos firmes por los medios políticos y
diplomáticos.
Quiero finalizar diciéndole a los agoreros que hablan del fin de ciclo, a los que creen que ya es
hora de terminar con la ampliación de derechos, a los que creen que pueden detener el impulso
transformador que arrancó en el 2003 y que le quieren poner fecha de defunción en el 2015, que
están equivocados, que el pueblo peronista y todo el movimiento nacional y popular está presente
y movilizado para defender a Cristina y continuar este proceso de transformación; que sí podemos
hacerlo, que sabemos cómo hacerlo y que tenemos la voluntad política para hacerlo.
Derrotaremos a los fondos buitre y reafirmaremos la soberanía nacional; derrotaremos en el2015
a los pregoneros de la restauración y avanzaremos en la realización definitiva de esa patria libre,
justa y soberana por la que lucharon Evita y Juan Perón y que hemos puesto en marcha en estos
años de gobierno de Néstor y Cristina.
Gracias compañeros. Seguiremos firmes, seguiremos debatiendo y en el 2015 me encontrarán al
frente del debate y en la posición que los compañeros decidan que me corresponde. Gracias. A
seguir firmes, militando. Los quiero mucho. Viva Perón, viva Evita, viva Néstor, viva Cristina, VIVA
LA PATRIA.
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