Prof. Carlos de la Guardia Gascuñana Publicado: Diario El Hoy, XX de BB de 2003, Santo Domingo, República Dominicana Extensión: 2.978 palabras (9 páginas) Revisión: 13 de Agosto de 2005 ¿Es la ética rentable? Por el Prof. Carlos de la Guardia Sinopsis En el presente artículo, el autor, reivindica la importancia de la conducta ética y resalta el beneficio de invertir en ella, teniendo en cuenta que las tendencias empresariales de las últimas décadas, había quedado bastante relegada. Ilustra con ejemplos lo importante de esta conducta en el ámbito personal y, por extensión, en el profesional ya sea como empresario o en cualquiera de los cargos ejercidos. Argumenta que el comportamiento ético genera recíprocamente el mismo comportamiento, creando entre los miembros del equipo un ambiente de seguridad que propicia la capacidad de generar alternativas libres e inteligentes, resaltando a la vez, la responsabilidad que esto supone. Delimita, además, dos ámbitos de acción que frecuentemente se confunden: la ética y la moral. En definitiva, este trabajo se dan dos argumentos necesarios para que el interesado pueda reflexionar y decidir la conveniencia de la actuación ética Ψ No va a ser fácil convencer al lector de que invertir en ética es una de las mejores inversiones que cualquier persona física o jurídica puede hacer. No va a ser fácil ser convincente de que el comportamiento ético no es sólo deseable, sino que es una parte intrínseca de nuestra naturaleza tanto como personas y como seres sociales que somos. La ética ha sido olvidada, menospreciada y denostada básicamente por las teorías de los años 80 y 90 en los que los Es la etica rentable 17Agost03 18/01/2010 Para cualquier comentario, crítica o aportación, se ruega pónganse en contacto con: [email protected] 9 Prof. Carlos de la Guardia Gascuñana beneficios de una empresa era la única forma de medir el resultado de una empresa. Gracias a Dios, estamos empezando a ver lo equivocados que estábamos. El discurso ético ni es iluso ni es banal. El discurso ético está presente en todos los procesos de toma de decisiones, ya sean grandes decisiones transcendentales – que pocas veces las tomamos – o bien las pequeñas decisiones del día a día que configuran nuestro presente y condicionan nuestro futuro. La ética aborda la intención que tenemos para decidir por una cosa A en vez de la otra cosa B. Y es tan sencillo como esto. La verdad que nos pasamos el día tomando decisiones, es evidente. Desde si nos levantamos de la cama cuando suena el despertador hasta si nos ponemos el cinturón de seguridad al conducir hasta la oficina; si conduzco observando las leyes de tráfico o si por el contrario voy demasiado rápido; si estaciono en sitios prohibidos o si presiono al que tengo delante para que se mueva más rápido en el tapón matutino. Estas pequeñas decisiones continúan durante todo el día. Pero estamos tan acostumbrados a tomarlas que funcionamos con el piloto automático; las tomamos. Sencillamente, no nos damos ni cuenta. Pero esto no las invalida como decisiones en su definición más estricta. Vayamos un poco más lejos: la ética es la máxima expresión de la condición humana: la libertad. Como hemos visto, todos, en un sistema libre podemos y tenemos que elegir. Esto esta bien y se han luchado grandes conflictos para que se mantenga así. Sin embargo, hay un aspecto de la libertad que la hace agobiante: si somos libres para elegir, también somos responsables de nuestra elecciones. Solamente bajo casos de enajenación mental se nos puede excusar de la responsabilidad de nuestras decisiones. Y esto supone que la ética nos hace responsables de las razones por las que he tomado una determinad decisión. Si decido despedir a alguien de mi empresa debo ser consciente de que tendrá un impacto en el resto de la plantilla y, si mi decisión la he tomado por motivos personales, ¿cómo me voy a poner delante de la gente a justificar que lo he hecho porque estaba embarazada? ¿Qué mensaje les transmito diciéndoles esto? ¿Y que mensaje transmito si no lo digo pero la gente lo nota? En Es la etica rentable 17Agost03 18/01/2010 Para cualquier comentario, crítica o aportación, se ruega pónganse en contacto con: [email protected] 9 Prof. Carlos de la Guardia Gascuñana cualquier caso, el no actuar éticamente – o por las razones correctas – tendrá un coste tan alto en la estabilidad anímica de los que me rodean, que puede repercutir, como veremos más adelante, en la capacidad de competir de mi empresa. Ya en un terreno más profesional, cuestiones como ¿acepto el sistema de repartir gratificaciones? ¿Son todas estas gratificaciones iguales independientemente de la cantidad, de la persona o del motivo?¿He hecho todo lo que he podido para ayudar a ese cliente, proveedor, compañero que estaba en apuros? Pero tengamos en cuenta que la ética entra no en la decisión en sí misma si no en las razones de porqué he actuado así. El discurso ético no valora si la decisión es moralmente buena o mala o si atenta contra la moralidad social y/o religiosa. Este no es el terreno de la ética; es el terreno de la moral. Pero hagamos una pausa conceptual: • Ética: Etimológicamente viene del griego “ethos” = modo acostumbrado de obrar, algo perteneciente al carácter humano. Y esta inscrito en nuestro código genético la premisa de la supervivencia de la especie y, por lo tanto, mi propia supervivencia. En situaciones normales, este instinto es más fuerte que cualquier otra idea, planteamiento, deseo o presión para que nos hagamos daño a nosotros mismos y, en consecuencia, actuar contra mis intereses es actuar contra natura. Esto se traduce en el principio básico de la ética: yo no puedo actuar en contra de mis intereses; yo no puedo hacerme daño voluntariamente. De hecho, ciencias como la psicología y la psiquiatría estudian casos en los que, voluntariamente y conscientemente, me perjudico a mi mismo física o moralmente. • La moralidad son el conjunto de normas formales e informales por las que yo mismo – y de hecho la sociedad -- juzgan los valores de mis acciones. Es decir si mis acciones son buenas o malas, pero sin tener en cuenta el porqué lo he hecho. Y no se debe confundir con la ética. Yo sé que es moralmente erróneo robar y mentir pero no porque yo lo sienta así, si no porque hay códigos sociales y/o espirituales escritos para modelar mi comportamiento, los cuales puedo suscribir o no bajo penas Es la etica rentable 17Agost03 18/01/2010 Para cualquier comentario, crítica o aportación, se ruega pónganse en contacto con: [email protected] 9 Prof. Carlos de la Guardia Gascuñana perfectamente descritas. Por decirlo de una manera coloquial, la moral me viene impuesta por la cultura en la que he sido educado. Y aquí podemos ver el problema tan serio que tenemos con los cruces de culturas que se están produciendo con los movimientos migratorios actuales. Para empezar tenemos códigos morales diferentes, aunque la ética sea la misma para un árabe, un budista o un católico, la moral es una característica cultural y señal de identidad. Prosigamos con la ética. Entonces, si la ética supone actuar para preservar mi estado actual, y mi estado actual depende de otras personas, será solamente lógico que no deba/pueda/quiera actuar contra los intereses del grupo, pues iría en contra de mis propios intereses y el código gen-ético no me lo permitiría. Esto, como todos sabemos, no es del todo cierto, pero la ética no se centra en la valoración de las acciones si no en el hecho de que depende de nosotros elegir para bien o para mal: Saltarse una señal de stop es una decisión buena o mala en función de porqué lo haga: o si conduzco una ambulancia y llevo a un enfermo grave puede que tenga que no parar en el stop. No debo ser temerario, pero debo llegar al hospital con la máxima urgencia. o Sin embargo y aún siendo el mismo acto, saltarme el stop para impresionar a la señorita que llevo al lado, no es solamente moralmente reprochable por que estoy contraviniendo leyes humanas y divinas, sino que además es éticamente incorrecto porque el motivo no justifica la acción. Es muy importante que tengamos en cuenta que una cosa son las valoraciones y juicios que pueda hacer la sociedad y otra muy diferente la que yo hago de mis propias decisiones (ética vs moral). Yo sé – o debería saber – porqué he tomado una u otra decisión. Y es ante mi mismo ante quien debo responder si he actuado éticamente o no. Y aquí estriba lo más complicado de la ética: normalmente no se puede saber las motivaciones que han generado una determinada acción. Y esto nos pasa con la intervención de EE UU en Iraq. ¿Hay motivos ocultos? Podremos intuir que ha habido una “segunda agenda” y Es la etica rentable 17Agost03 18/01/2010 Para cualquier comentario, crítica o aportación, se ruega pónganse en contacto con: [email protected] 9 Prof. Carlos de la Guardia Gascuñana podemos decir si nos parece una actuación moralmente justificable o no, pero en lo que corresponde a la ética, hasta que sepamos las verdaderas razones no podremos juzgarlo. Esto nos conduce a la regla fundamental de la ética: el fin no justifica los medios. No existen situaciones en las que pueda justificar que hice algo malo para conseguir algo bueno. Puede que se argumente hasta la saciedad con argumentos aparentemente contundentes, pero todos ellos serán falaces. Incluso el Derecho establece de forma inequívoca la diferencias: sobre la base de la intención del acto: No es lo mismo cometer un asesinato que cometer un homicidio. El primero denota intención (dolo, como lo llaman los juristas), el segundo no. Y el castigo tampoco es el mismo. Lo lamentable es que en ambos casos el hecho es innegable: esa persona está muerta. Desde el punto de vista empresarial, el comportamiento de una organización depende de quien la forman y de los valores que generan las decisiones. Y la motivación para el trabajo, y el clima laboral, está condicionado por la calidad humana de sus directivos y compañeros, y por la consideración hacia la persona. Es evidente. Lo que también es evidente es que no existe una dicotomía entre el individuo y el grupo. Este debate es accesorio y, en muchos casos, denotativo de intereses ocultos. La relación entre el individuo y el grupo es ambivalente: por un lado son caras de la misma moneda, pues sin uno no existe el otro, y por otro, los dos hacen posible la supervivencia de nuestra especie, nuestro modelo social, y nuestro desarrollo. Lo importante a tener en cuenta es que esta relación tiene que equilibrarse, generando una de las paradojas más potentes: cuanto más tienden a separarse, más se unen. De hecho, una interpretación moderna de la historia podría basarse en el estudio de la relación del individuo con el grupo: cuando predomina el grupo, y en base a un determinado momento de la evolución del pensamiento, los resultados son tan dispares como la Inquisición, el Estado del Bienestar, o la Unión Europea. El lado opuesto, cuando predomina el individuo sobre el grupo, se producen la Era de los Descubrimientos, la Democracia, las dictaduras, el deporte... Es la etica rentable 17Agost03 18/01/2010 Para cualquier comentario, crítica o aportación, se ruega pónganse en contacto con: [email protected] 9 Prof. Carlos de la Guardia Gascuñana ¿Y como es la ética rentable? Solamente por el impacto que tiene un comportamiento ético en las organizaciones no podemos permitirnos el lujo de: 1. perder las lealtad de los empleados, clientes e inversores que están íntimamente ligados los unos a los otros y, si quiero retener buenos clientes, empleados e inversores tengo necesariamente que trabajar éticamente para mantener la confianza y la seguridad que ellos depositan en mi. 2. perder la autoridad como líder y por lo tanto no ser valorado ni respetado por la organización. Esto es el caldo de cultivo para infidelidades, comportamientos poco profesionales e incluso delictivos. 3. Fomentar la cooperación entre los estamentos involucrados: proveedores, clientes, colaboradores para obtener mejores resultados. Ni estamos solos en la vida ni podemos estarlo. Por lo tanto, la cooperación es un elemento clave que se asienta sobre la confianza, y la confianza sobre las expectativas de que cumpliremos lo pactado. Es decir que actuemos éticamente. 4. Disminución de costes por disminución de necesidades de control. Estos costes suelen estar escondidos en las cuentas de la empresa. Son ineficiencias, pérdidas de valor, falta de interés, falta de compromiso. Desde el absentismo laboral, el espionaje industrial, o simplemente mal servicio post venta hasta tener que contratar servicios de seguridad y otros costes que, si el comportamiento aprendido fuese ético, no harían falta. Entonces. Ser libres es tener la capacidad de generar opciones y de poder decidir. Y este poder es un proceso meramente racional, aunque los motivos sean emocionales, por lo que no podemos ignorar las consecuencias de la decisión tomada. Por lo tanto la libertad implica necesariamente responsabilidad sobre las opciones, la decisión, las acciones y sus consecuencias. Y si puedo elegir libremente, ¿porqué elegir en contra de lo que es mejor para mi, y por ende, para los que me rodean? Es una pregunta simple, pero como la mayoría de las cosas básicas, son tremendamente complicadas de diseccionar. La ética, por lo tanto, busca hacer el bien sobre el mal en procesos dinámicos y prácticos como plantear y tomar la próxima decisión, por pequeña que sea. Es más: al tomar decisiones no solo elijo qué cosas quiero hacer, si no también qué clase de persona quiero ser. Entonces ¿porqué me quiero saltar una señal de stop? Es la etica rentable 17Agost03 18/01/2010 Para cualquier comentario, crítica o aportación, se ruega pónganse en contacto con: [email protected] 9 Prof. Carlos de la Guardia Gascuñana Todas las sociedades desarrolladas, o en vías de desarrollo, tienen a su entramado empresarial agrupado en asociaciones y son desde estos organismos desde donde se insta a los empresarios a actuar éticamente. No es por lo tanto ninguna sorpresa que, en el caso de la Republica Dominicana, haya sido la Cocep y al ANJE las que editaran a mediados del 2002 un librito llamado “Código de Ética Empresarial: principios de ética para el empresario dominicano” Son iniciativas como esta las que ayudan a crear un desarrollo sostenible para cualquier economía dinámica y con futuro. Leemos y oímos con insistencia que las nuevas teorías del Management predican que las estructuras deberían ser más flexibles; que lo verdaderamente importante será el capital humano de las empresas; que la gestión de las empresas del siglo XXI se centrará en la gestión del cambio. Nos dicen que hay que ser más flexible a la vez que más rápidos y más baratos y compitiendo en mercados cada vez más grandes; y... ¿más incertidumbre? ¿Más presión? Y si usted se pregunta qué tiene que ver la ética con todo esto, se estará haciendo una pregunta que tiene, aparentemente, una respuesta muy simple: nada. Pero sería una respuesta precipitada. Pero no nos adelantemos a los nosotros mismos. El argumento sobre los nuevos estilos de Management es estrictamente cierto: ahora lo importante no es la capacidad de producir sino la capacidad de añadir valor a cualquier cosa que hagamos. ¿Y quien añade valor a nuestros productos o servicios? Ni más ni menos que las personas. Llevemos esto un poco más lejos. ¿Qué, entonces, frena a un líder a no actuar éticamente? Puede que no tenga escrúpulos y como se piensa que nadie se va a enterar... Es decir que el hecho de que se sepa o no socialmente ya es un factor importante. Pero ¿porqué nos importa tanto lo que piense las personas que nos rodean? Algunos dirán que por ego, o por motivos de imagen, o por cualquier otra razón más o menos verosímil, pero la verdad es que no actuar éticamente evidencia que estamos violando las bases de la convivencia. Y si no se sabe, podremos aprender, pero si se sabe perderemos y aun así persistimos, será nuestra credibilidad la que esté en juego en el momento de hacer compromisos: sencillamente porque ya no transmitiremos la seguridad de que vamos a cumplir lo pactado. Y la sociedad tiene sus recursos para defenderse de aquellos que atentan contra su Es la etica rentable 17Agost03 18/01/2010 Para cualquier comentario, crítica o aportación, se ruega pónganse en contacto con: [email protected] 9 Prof. Carlos de la Guardia Gascuñana bienestar. Disculpenme si comparo a la credibilidad con la virginidad: sólo se pierden una vez. Un paso más: Pongamos el argumento por positivo: Si soy el dueño de una empresa ¿qué me aporta tener un comportamiento ético? • Para empezar, todo comportamiento ético implica que tengo suficiente capacidad de generar alternativas de acción, opciones, para conseguir mis objetivos. Suponiendo que mis objetivos están claramente fijados, qué voy a hacer para conseguirlos y cómo lo voy a hacer supone manejar diferentes opciones, unas más éticas y otras menos. Pero por el hecho de haber generado opciones, también he generado la capacidad de contrastarlas y de valorarlas. Este proceso es inherente y constituyente de un concepto mayor y altamente valorado en nuestra sociedad: la inteligencia. • En segundo lugar, elegir la mejor alternativa me hace, sin duda, mejor persona porque estoy decidiendo y actuando para mejorar mi bienestar al cumplir mis objetivos. Sencillamente, me siento mejor, más fuerte y más a gusto conmigo mismo. Esto se manifestará en buenas actitudes, buenas relaciones y, si tengo que dirigir equipos, se evidenciará en buen clima laboral, que es un ingrediente esencial para los buenos resultados. Abraham Maslow situó estos estados el la cima de su famosa pirámide. • Estaré añadiendo valor a mi organización o equipo, generando confianza y seguridad que, si citamos a Maslow, son elementos clave para la construcción de la autoestima y auto realización. Estos valores no son nada despreciables en el entorno empresarial. • Desarrollaré una cultura basada en la confianza y en la responsabilidad y por lo tanto en el crecimiento personal. Sólo cuando las personas se sienten arropadas son capaces de manejar con éxito situaciones de incertidumbre, es decir, a aventurarse a predecir el futuro al ser creativo y poder así generar innovación. Si la innovación se construye sobre la base de valores, esta se convertirá en un elemento de la estrategia empresarial más que en un palabro vacío. En esta argumentación está la respuesta que muchos empresarios y directivos nos hacen: ¿Cómo puedo ser más creativo, más innovador y más potente? Es la etica rentable 17Agost03 18/01/2010 Para cualquier comentario, crítica o aportación, se ruega pónganse en contacto con: [email protected] 9 Prof. Carlos de la Guardia Gascuñana • • Tendré una cantera de líderes que, al haber experimentado los efectos positivos de los comportamientos éticos, no dudarán en implementarlos y transmitirlos a otros miembros de la organización. Cuanto más responsabilidad ceda a mis colaboradores más capacidad de trabajo y mejor calidad seré capaz de producir. Y esto se nota en la cuenta de explotación; directamente al bottom-line. Crearé una empresa en al que la gente quiera trabajar. Esto quiere decir que, no solamente no se irán a la competencia mis empleados clave sino, todo lo contrario, convertiré mi empresa en un lugar atractivo para profesionales de la competencia. Ser capaz de atraer talento es hoy por hoy una de los mayores activos que se pueden tener. La ética es, en resumen, una determinada actitud hacia nuestra libertad. Y la actitud, a pesar de ser aparentemente cambiante, es el denominador común de todas nuestras acciones. La ética regula el comportamiento individual y, por lo tanto el colectivo, constituyendo los valores racionales y emocionales sobre los que se ha desarrollado nuestro sistema social, político y económico, independientemente de factores culturales. La ética es, por lo tanto, la máxima expresión de todo lo humano, de todo lo imprescindible para seguir siendo humano, de todo aquello refleja y da sentido a la humanidad. La ética no es el remedio a todos los problemas de la empresa aunque esta si genera un movimiento contagioso por el que toda la organización se beneficia. Solamente si nos atrevemos a tener una profundidad de visión terriblemente escueta nos podemos permitir no actuar. Y aun así, siempre podrán decirnos que tenemos lo que nos merecemos. 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