alucinaciones

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capítulo
18
alucinaciones
En este capítulo tratamos de profundizar en la naturaleza de un «estado alterado
de conciencia»: La alucinación. El término alucinación viene del latín, alucinari
«maravilla en la mente». ¿Qué pasa en el cerebro de la persona que experimenta la alucinación? Aunque una persona no debe estar loca ni bajo el efecto
de drogas para alucinar –es suficiente soñar, la privación de sueño o sensorial,
la sordera o padecer epilepsia...-, hemos elegido la esquizofrenia para ilustrar
el mecanismo complejo de las alucinaciones. Las ilusiones son percepciones
erróneas o impresiones falsas de objetos reales, y aunque forman un continuo
en las alteraciones de la percepción, difieren de las alucinaciones (una ilusión
visual obedece a fallos del contraste de hipótesis en el sistema visual comunes
a todos). A lo largo del texto explicamos las piezas cerebrales que conducen
a la experiencia alucinatoria, desde la pérdida de cualias (del sentimiento de
esfuerzo que nos permite atribuir la fuente de la acción, del sentimiento de
familiaridad o del sentimiento de premonición), pasando por el papel del flujo
de la información de arriba-abajo (desde la memoria y la imaginación) y de
la información de abajo-arriba (desde los sentidos), y su fuerza relativa para
construir la percepción del mundo; hasta detenernos en el funcionamiento de la
memoria de trabajo y sus sistemas esclavos, del mecanismo comparador o de
contraste de hipótesis; pero, sobre todo, en el funcionamiento de la atención,
Elvira Salazar & Emilio Gómez Milán
De cómo Don Quijote
vislumbró a los gigantes
Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros,
amores y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo.
La ventura va guiando nuestras vidas mejor de lo que acertáramos a
desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y
quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer, que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan
mala simiente de sobre la faz de la tierra.
Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes
A
estas alturas de nuestro interesante libro no nos sorprenderá
toparnos con personajes que
quieren luchar con gigantes
para «desfacer entuertos por estos mundos
de Dios». El singular Don Quijote va a tener mucho que decirnos sobre lo que es la
alucinación, o lo que Esquirol llamó percepción sin objeto (Reed, 1998), pues sus tan
nítidos gigantes sospecho que no serán más
que eso.
La andadura que llevamos por aspectos
de la conciencia, en cierto modo más terrenales que el que nos toca abordar, como
por ejemplo cómo evolucionó, su anatomía
o la opinión que tienen de ella Baars y Dennett, da fruto cuando hablamos de algo que
está por completo fuera del espectro de la
experiencia cotidiana (Frith,1995). Aquí va a
tratarse la alucinación, incluyendo todo lo
que la hace misteriosa, y en particular, cómo
la padecen las personas con esquizofrenia.
De las líneas que introducen este capítulo,
extraeré las ideas que están relacionadas con
la alucinación. La primera es la ventura, que
yo llamaré fortuna, y que está muy ligada a
una de las características de las alucinaciones
que es su impredictibilidad, su aparición
como espontánea para quien las tiene. Lo
segundo de lo que se va a hablar es de
cómo es una alucinación, en este caso cómo
los gigantes llegan a ser desaforados. Otra
de las cosas más importantes viene a ser
el contenido, es decir, por qué Don Quijote
ve gigantes y no enanos, y además por qué
son peligrosos y hay que luchar contra ellos.
Por último intentaré que imaginemos por qué
Don Quijote tiene alucinaciones, si es quizá
ALUCINACIONES • Las alucinaciones
Tradicionalmente, se ha hablado de las
alucinaciones en términos parecidos a la
percepción, intentando distinguirlas de las
imágenes. La percepción hace referencia a
una realidad objetiva y se presenta en el
espacio externo a la persona que percibe.
Consta de elementos sensoriales vívidos
llenos de detalle y se caracterizan por su
constancia. Son involuntarias y pueden
modificarse. Las imágenes sin embargo
poseen una cualidad subjetiva que hacen
que aparezcan en el espacio interno del
perceptor. Sus manifestaciones son difusas
e incompletas, y se disipan con facilidad.
Por último está su carácter voluntario, es
decir, pueden modificarse y ser evocadas,
implican una actividad deliberada.
La alucinación posee características de
la percepción pero con la diferencia de
la ausencia de objeto externo que las
desencadene. El aspecto crucial de una
alucinación verdadera es que el sujeto
siente que su experiencia se refiere a la
realidad externa, aunque objetivamente no
sea así.
La clasificación habitual de las alucinaciones puede hacerse de varias formas.
Una de ellas es el contenido, aunque no
es de mucha utilidad ya que este es ilimitado, pues depende de las necesidades, creencias, preocupaciones, etcétera del individuo.
Otra forma es la causa de la alucinación,
entre las que se encuentran la enfermedad,
el abuso de sustancias, las situaciones críticas, la privación sensorial...pero sin duda
la más acertada es la clasificación según la
modalidad sensorial en la que se presenta.
Pueden ser:
Alucinaciones visuales: se refiere a la
visión más o menos clara de imágenes, que
puede abarcar desde destellos, parpadeos
hasta escenas y apariciones organizadas.
Después de las auditivas, son las más frecuentes y se dan particularmente en los
estados agudos orgánicos con obnubilación
de conciencia.
Alucinaciones auditivas: comprenden toda
clase de estímulos, de silbidos o golpes hasta
palabras e incluso órdenes o instrucciones.
El aspecto más curioso es la procedencia
de la voz, pues los alucinadores pueden
precisar exactamente en muchos casos cual
es el lugar físico desde el que se les habla.
El contenido si que es variopinto, incluso
puede tratarse de personajes históricos o
ficticios que les hablan. Son características
porque padecía algún tipo de esquizofrenia
o si porque estaba destinado a vivir en un
mundo desagradecido que no valorase sus
hazañas.
tancias que una percepción normal. Las
alucinaciones más comunes son las visuales
y las auditivas, aunque también pueden experimentarse con los otros sentidos. Para
las personas con esquizofrenia es bastante
común oír voces que se refieren a ellos
dándoles órdenes, cuchicheando e incluso oír
su propio pensamiento que «se les escapa
sonando hacia fuera», de forma que todos
lo pueden oír.
Respecto a las alucinaciones visuales,
¿Qué es una alucinación?
En líneas muy generales, una alucinación
es una percepción falsa que aparece con
carácter novedoso y en las mismas circuns • LA CONCIENCIA
de la esquizofrenia y los estados orgánicos
crónicos. El ejemplo más clásico, es el de
la persona con esquizofrenia que oye las
conspiraciones que ejercen contra el sus
compañeros del trabajo, y que suele desencadenar serios altercados en la oficina. Se
pueden dar una amplia gama de variedades
en la alucinación auditiva como el eco de
pensamiento, en el que el paciente oye sus
propios pensamientos o los imperativos, que
empujan a la persona a desarrollar acciones
de todo tipo.
Alucinaciones olfativas: tienen que ver
con lo que olfatean e incluso con un olor
que ellos pueden desprender. Es curioso el
caso de los esquizofrénicos de mediana edad
que aseguran oler un gas venenoso que es
bombardeado por sus enemigos. Suele darse
en personas epilépticas, depresivas y por
supuesto en la esquizofrenia.
Alucinaciones táctiles: los pacientes
sienten en su piel vientos fríos, vibraciones,
shocks eléctricos o sensaciones sexuales.
El ejemplo más común es el del síndrome
de abstinencia de la cocaína: sensación de
que un insecto se arrastra por encima o por
debajo de la piel del paciente. También hay
pacientes que, probablemente por una mala
relación con el sexo, sientan como alguien
pueden confundirse con otros eventos perceptuales parecidos a ellas más fácilmente
que las auditivas, así que intentaré que las
distingan proponiendo un juego. Imaginen
que caminan por un desierto, llevan horas
andando y no les queda agua en el zurrón.
Su boca está seca, sopla el viento como si
fuese fuego que quema los ojos y cada vez
cuesta más respirar. Aunque el calor es denso y los pies pesan como el plomo, lo más
importante para usted es conseguir agua.
les acaricia, gustosamente o no los genitales. Se da sobretodo en estados orgánicos
agudos.
Alucinaciones gustativas: suele ir asociada a la creencia delirante de que están
siendo envenenados. Cuando se padecen,
son comunes las sensaciones de que la
comida tiene un sabor especial. Es muy
propio de la esquizofrenia y la epilepsia.
Alucinaciones somáticas: abarcan sensaciones propioceptivas, de dolor o de
dentro del cuerpo o la cabeza. Suceden
solamente en la esquizofrenia y algunos
estados orgánicos. Las personas con esquizofrenia aguda se quejan de estirones
dolorosos o sensaciones de enroscarse o
desgarrarse. Una variante no muy común,
es el delirio zoopático, en el que aseguran
que su cuerpo ha sido invadido por un
animal. No pueden ver el animal, simplemente lo sienten, lo saben.
Aunque como pueden comprobar puede
ser muy variopinta la experiencia alucinatoria hay que decir que el porcentaje mayor
de alucinadores ocurre en la versión auditiva, en imperativos o conspiraciones.
Sin ella va a ser imposible que sobreviva
y los refuerzos no llegarán a tiempo para
socorrerle. De repente, como por arte de
magia, el cielo parece estar más cerca del
suelo, de forma que una especie de laguna
refleja los destellos que el sol emite sobre
el desierto. Los ojos cansados distinguen el
oasis, su salvador...
La explicación más común que casi siempre se ofrece en las historias de desiertos
y oasis, es la que dice que esos oasis son
ALUCINACIONES • espejismos. Aunque haya casos en los que
sea certera su existencia, lo más plausible
es que los viajeros sean víctimas de un fenómeno físico de refracción de la luz. Este
fenómeno consiste en que los rayos procedentes de un objeto distante se desvían, a
causa de la diferencia de densidad que hay
entre dos capas atmosféricas, algo que suele
pasar en el desierto.
Para que este espejismo fuese una alucinación y no una ilusión, tendría que pasar
que no hubiera oasis en otro lugar, y que
el simple deseo de agua provocase una
alteración de conciencia capaz de generar
una imagen de algo que no existe. Si por el
contrario lo que vemos es una imagen que
sabemos que está dentro de nuestra cabeza,
estaremos imaginando.
Hablemos, ahora que está más claro qué
es una alucinación, de lo que Don Quijote
vislumbraba. La obra maestra de Cervantes
cuenta que de repente aparecieron ante
el hidalgo y su escudero molinos de viento agitando sus aspas. Según lo explicado
acerca de las alucinaciones, parece ser que
para que los gigantes sean una alucinación
tienen que aparecerse de repente, como por
casualidad, y curiosamente así lo interpreta
nuestro guerrero. Les remito para más señas
a la lectura de El Quijote.
Además de que los gigantes movían sus
brazos para atrapar al hidalgo (como buenos molinos que mueven sus aspas), para
éste, los enemigos tenían malas intenciones.
¿Cómo es posible que un molino pueda tener
malas intenciones? ¿No será acaso que el
caballero está ansioso de guerrear y atribuye
por tanto maldad a los inertes molinos?
Yo sé que tú sabes que
yo lo sabía...
La intención, es algo que todos poseemos, incluso como hemos visto, es posible
que hasta los animales hagan uso de ella.
Gracias a ésta, podemos predecir la conduc • LA CONCIENCIA
ta de los demás, de forma que nos ayude
a relacionarnos. ¿Pero cómo de importante
es la intención?
Pensemos por ejemplo es dos niños que
están jugando a atrapar una pelota que nosotros tenemos. Si llevamos la pelota a la
izquierda, la mirada de los niños se dirigirá
a ese lugar, pero si al tirarla lo hacemos
hacia la derecha, encontraremos que les ha
pillado por sorpresa. Evidentemente, en su
esquema de juego no nos atribuían la intención de tirar la pelota hacia el lado contrario al que miramos, puesto que no es lo
común. Sin embargo, si en varias ocasiones
seguidas repetimos la misma operación, los
niños llegan a aprenderse la estrategia y no
fallarán al coger la pelota. Ya son capaces
de atribuirnos una intención para despistarles. Desde este inocente ejemplo hasta las
complicadas tácticas de guerra, todos pasan
por la atribución de intenciones. Pero ¿qué
pasa si no podemos atribuir a los demás lo
que hacen, es decir, si no somos capaces de
averiguar lo que el otro sabe, ni distinguir si
ese pensamiento es suyo o nuestro?
Hay personas que no son capaces de
hacer esto, por ejemplo, los autistas. Todos
hemos oído hablar de la soledad del autista, que les caracteriza como ajenos a los
demás, excluidos de la sociedad, inmersos
en su interior, sin parecer importarles lo que
suceda a su alrededor. La teoría más reciente
que explica por qué les sucede esto, tiene
que ver con lo que hemos hablado de la
intención. Al parecer, el autista es incapaz de
atribuir intención a los demás, de adivinar lo
que piensan e incluso de ser dueños de sus
propias ideas. A esto se le llama no tener
«teoría de la mente» (Frith, 1995) A diferencia
de los autistas, que nunca tuvieron teoría de
la mente, los esquizofrénicos la tuvieron y
la perdieron. No es igual ser ciego de nacimiento que adquirir la ceguera. De manera
que los esquizofrénicos hacen atribuciones
de intenciones, pero equivocadas. En ambos,
autistas y esquizofrénicos, existen alteraciones
de la mirada mental, esto es, en la manera
La esquizofrenia
Es la enfermedad mental más grave
que existe. La padece un 1% de la población, y hay una probabilidad de padecerla
de un 3% si la padecen los abuelos, y del
40% si la padecen ambos padres.
Se manifiesta entre los 16 y los 40
años de edad. Su diagnóstico es difícil,
por la amplia variedad de síntomas que
puede abarcar; puede estar causado por
múltiples factores: genéticos, familiares,
de personalidad, bioquímicos, sociales…
La experiencia subjetiva de un esquizofrénico, pasa por creer que hay un
complot contra él, que lo vigilan, espían,
hablan de él, le roban el pensamiento,
oyen voces, le dan órdenes… suelen
tener problemas para expresar sus sentimientos. Su conducta, para los demás
«extraña», altera su vida familiar, social y
laboral. Carece de interés por las cosas,
de proyecto de vida y tiende a aislarse. La mayoría de ellos no creen estar
enfermos y se niega a ir al médico y a
tomar medicamentos. Los síntomas más
comunes, suelen dividirse en positivos y
negativos.
Positivos (se manifiestan, hace o
experimenta):
Alucinaciones (ver lo que no hay).
Delirios (de grandeza, de persecución,
religioso...).
Trastornos del pensamiento (fuga de
ideas, pasividad, tangencialidad, ilógicos...).
Conducta extravagante (agresividad,
agitación, conducta repetitiva, movimientos absurdos, distractibilidad...).
Negativos (por su ausencia, dejan de
hacer):
Embotamiento afectivo (cara helada, no
contacto visual, inmóvil, risa tonta, falta
de énfasis...).
Pobreza del lenguaje (respuestas breves, lenguaje repetitivo, interrupciones del
habla, silencios, olvidos...).
Falta de motivación (apatía, abulia, falta
de impulso, de higiene, de perseverancia
laboral, cansancio, lentitud...).
Falta de placer (falta de interés, pérdida de placeres previos, sin relaciones, sin
hobbies, sin deseo sexual...).
El síndrome de la esquizofrenia también
se clasifica por tipos: paranoide (delirios
y alucinaciones), catatónica (inmovilidad
e inexpresión), hebefrénica (conductas
absurdas e infantiles), indiferenciada (mezcla de las anteriores) o residual (tras un
episodio, sin síntomas psicóticos importantes).
Al hablar del curso de la enfermedad,
se distinguen entre:
Fase prodrómica: cuando se produce
un episodio esquizofrénico o crisis, detectable por la personalidad e indicios
como insomnio, falta de apetito, tristeza,
sentimiento de inutilidad…
Fase activa: brote o crisis, con síntomas
positivos. Posee una duración variable.
Fase residual: predominio de síntomas
negativos, problemas sociales.
Hay que decir que en una evaluación
de 5 años tras el diagnóstico, el 43% de
los pacientes evoluciona a mayor discapacidad y sin retorno a la normalidad. El
57% restante muestra una discapacidad
mínima o nula. Es decir, tiene curación en
la mitad de los casos, que no es poco.
ALUCINACIONES • de comunicar intenciones con los ojos, de
explorar una escena visual (los autistas no
establecen contacto ocular, y los esquizofrénicos hacen malas búsquedas visuales)
Retomando las andanzas de nuestro caballero, se me ocurre pensar que le haya
pasado a él como a los autistas, es decir,
que se haya quedado sin la capacidad de
atribuir a los demás una intención, o mejor
dicho, que ha dado una intención a lo que
no puede tenerla, es decir, a un molino.
¿Pero por qué le ha sucedido esto? ¿Qué
tiene que ver con las alucinaciones? ¿Y con
la esquizofrenia?
La singular esquizofrenia
Para poder dar con la clave, en la medida
de lo posible, de los interrogantes que se
nos van planteando, voy a adentrarme ahora
en el mundo de la esquizofrenia. Para empezar es un síndrome, es decir, un conjunto
de síntomas psicóticos que incluye lo que se
llaman síntomas positivos y síntomas negativos y que en general se refieren a creencias
y experiencias «raras» (Frith, 1995). Los síntomas negativos se refieren a la disminución
de la conducta espontánea de la persona,
es decir, lo que sería hablar poco y perder
sus dotes de expresión o sus contactos
sociales, el interés por divertirse o la falta
de energía. Los síntomas positivos son más
escandalosos, por así decirlo, y de ellos forman parte los delirios (pensamientos acerca
de las intenciones de los demás), las alucinaciones y en general aquello relacionado con
las creencias del paciente en manifestaciones
como oír voces.
La esquizofrenia cursa por brotes, de
forma que se puede decir que quien tiene
esquizofrenia no es esquizofrénico siempre.
Esto es una verdad a medias porque en
realidad depende del tipo de síntomas que
tenga; por lo general los negativos son más
persistentes, mientras que los positivos van
más por etapas. No todos los esquizofré • LA CONCIENCIA
nicos tienen los dos tipos de síntomas. En
particular, los que nos interesan para explicar
la alucinación son los que tienen síntomas
positivos; pero como veremos más adelante,
hay quien postula que ambos tipos de síntomas están regidos por el mismo mecanismo
cognitivo.
Cómo se llega a «ver
visiones» y a «oír voces»
Siguiendo de la mano de Don Quijote, y
también con la ayuda de la escritora Nuria
Amat, voy a explicar por qué se llega a alucinar. Para poder hablar de forma concreta
sobre la alucinación, nada mejor que leer un
pedacito del libro de Amat La intimidad:
«Las preguntas sin respuesta se alargaban
durante las semanas. Buscaba las repuestas
en los libros y ellos me explicaban las distintas disposiciones del abandono. Sólo en
los libros podía encontrar las razones de la
muerte.
Un libro es como una tumba-decía la vozUna tumba es tan inagotable como un libro
(...) Yo era otra, quería morirme; por eso
aparecía la voz (...) Pero la voz no respondía
a preguntas. Se presentaba de improviso y,
por lo general, se dedicaba a hacer constataciones».
Esto que se acaba de citar, bien puede
ser la descripción verbal de una alucinación
auditiva, mucho más frecuente entre las personas con esquizofrenia que los gigantes de
Don Quijote.
Como en casi todo, en la alucinación también hay teorías, en concreto dos, sobre las
que divagar acerca del origen de una alucinación. La primera de ellas explicaría la descripción de Amat de la siguiente forma: Por
un lado, hay que contar con que la persona
que oye la voz está continuamente pendiente
de los sonidos de su alrededor, y como se
refugia en los libros, las palabras son algo
constante dentro de su cerebro. Supongamos
que esa persona, que por otro lado está tan
confundida ante la muerte y tan inmersa en
estos pensamientos, vive en un lugar donde
es habitual que haya ruido continuamente,
porque hay mucha gente, porque quizá está
al lado de una fábrica... el ruido constante
haría que la persona estuviese todo el rato
centrada en lo que oye, y aparecería la voz,
como para tranquilizarla. En resumen viene
a ser como si algo de fuera, todo el ruido
exterior resonara en su cabeza, haciendo que
las palabras fluyeran en un concierto nada
armonioso.
Las teorizaciones también sufren el peso
de la crítica; es el eterno devenir de la cien-
El estigma de
la esquizofrenia
La creencia más arraigada en nuestra
sociedad sobre la esquizofrenia es que
los que la poseen son personas violentas.
Esta violencia se asocia a los delirios.
Los esquizofrénicos son los lunáticos impredecibles, los locos de verdad. Pero la
verdad es que es una idea falsa: es cierto
que pueden existir factores de riesgo,
pero que son comunes en la población
sana: Ser hombre, el alcoholismo y/o tener antecedentes de conducta violenta.
De hecho, la estadística indica que incluso hay más probabilidad de que sean
víctimas que verdugos: Cometen delitos
menores, pero más suicidios.
Otra confusión usual es hablar de psicótico en vez de psicópata. El primero es
alguien que padece esquizofrenia, mientras que el segundo, sufre un trastorno
de la personalidad que le lleva en casos
extremos a ser un asesino en serie. Son
trastornos muy distintos, y una población
desinformada, llena de prejuicios y con
una actitud discriminatoria no ayuda.
Prueba de ello es que aceptar el estereotipo afecta al paciente y a su pronóstico,
de modo negativo, pues se produce la
profecía autocumplida.
Algunas de las creencias más extendidas, son que el paciente no puede
casarse, tener hijos, estudiar, que la
enfermedad es incurable, que es droga-
dicto, que los padres son los culpables,
que deben permanecer hospitalizados,
que son retrasados mentales o que tiene
personalidad múltiple. Sin embargo, la
esquizofrenia es más una mente rota que
dividida, no supone violencia sin sentido
a pesar del efecto secundario indeseado
de la sedación de los neurolépticos, cuyo
objetivo no es calmarlos para evitar su
agresividad; se da en personas con todo
tipo de cociente intelectual y se conoce
que lo que se hereda es un factor de
predisposición.
Sobre la familia también tiene efectos
muy negativos del estereotipo, pues la
negación de la enfermedad llega a producir aislamiento. Se producen sentimientos de culpa por la mala educación, no
se desea que se sepa que en la familia
hay un loco de atar, hay una implicación
excesiva, falta de respiro, que impulsa a
reducir el contacto familia-paciente por
el psiquiatra...
La situación del paciente también se
puede ver influida por la falta de recursos económicos, la falta de iniciativas
legislativas y políticas que cubran a estas
personas, las reducidas oportunidades
de empleo e integración social, la baja
probabilidad de alquilar un piso, su mala
prensa...
ALUCINACIONES • cia que por otro lado se hace tan necesario
cuando se trata de llegar a la verdad1. En
este caso, los tiros contra esta teoría han
dado de lleno, destruyéndola con una evidencia: cuando a una persona, alucinadora
o no, se le colocan unos auriculares para
oír ruido neutro, que no signifique nada,
no alucina. La interpretación en contra de
la teoría explica que nada tiene entonces
que ver oír voces con el ruido ambiental,
ya que ninguno alucinamos por vivir cerca
de un sitio con ruido, ni los que alucinan lo
hacen por eso. Parece que en principio, la
voz no aparece porque haya ruido. Incluso
parece que las personas normales sordas,
sufren más alucinaciones que los normales
oyentes. Parece que se alucina más cuanto
más confusos son los datos sensoriales. En
un mundo de sombras y de susurros hay
más invento de la mente que información
de los sentidos.
La otra explicación de la alucinación, que
es más convincente e incluso tiene más posibilidades de resistir el bombardeo de los
incrédulos, dice que el «quid» de la cuestión
es la atribución de la intención. En este
caso, la protagonista de Amat se habla a sí
misma constantemente, como refleja el texto.
El problema es que hay un momento en el
que cree que no es ella misma la que se
habla, sino que es una voz exterior. ¿Cómo
llega a creerse eso?
Para explicarlo, es necesario explorar
un poquito cómo funciona el cerebro, en
concreto, como logramos hablarnos a nosotros mismos. Un conocido psicólogo, Alan
Baddeley (1983), postuló en su modelo de
la memoria de trabajo, que nuestro lenguaje
depende en gran medida de un sistema repetidor de oraciones que hace que cuando
pensamos una frase al hablar, se mantenga
en nuestra memoria el tiempo necesario
hasta que llegue su turno de salir y que los
demás la oigan (y nosotros mismos gracias
al eco interno). A este repetidor le llamó
Lazo Articulatorio. Tanto si hablamos con un
amigo como si nos decimos algo a nosotros
10 • LA CONCIENCIA
mismos, el Lazo Articulatorio mantiene lo que
vamos a decir/nos hasta el momento oportuno. Además posee la cualidad de no requerir
nuestra atención cuando se realiza, por lo
cual diremos que la función que cumple el
Lazo está automatizada.
En la alucinación, que es la artista invitada
de este capítulo, el lazo articulatorio parece
que hace de las suyas, llegando a perder el
hilo del guión de lo que hay que decir, como
el apuntador constante de una obra de teatro
que olvida que está apuntando. Esto es, la
voz interna se atribuye a alguien externo.
Para mostrar «cómo se pierde el Lazo»
voy a sugerir un sencillo juego: anote en un
papel su firma, y después intente volver a
escribirla empleando el doble de tiempo que
ha tardado en hacer la primera. A continuación vuelva a hacerlo, esta vez empleando el
doble de tiempo que la última ocasión. Quizá
a estas alturas ya no pueda firmar. Lo que
le ha ocurrido es que algo tan automatizado
como firmar, es decir, realizado como si fuese una máquina, no se puede hacer cuando
prestamos atención a esa tarea. Digamos que
podría ser como si alguien espiase a nuestras
áreas del cerebro encargadas de firmar y se
pusiesen nerviosas, llegando a no hacer la
tarea. Si es diestro, pruebe a firmar con la
mano izquierda. Su firma es un programa
motor que está en su cerebro, usted puede
hacerla hasta con el pie, y mostrará rasgos
que permiten reconocerla. Pero al cambiar de
mano, tiene un problema con la torpeza del
efector, que no le permite ejecutar el programa en bucle abierto, esto es, rápido y de un
tirón, generando interferencias. Esto le obliga
a hacer algo que nunca hace, a atender a su
firma. La atención sobre una acción propia
y automática produce un control intrusivo,
esto es, genera errores y bloquea la ejecución. Uno pierde el sentido de lo que está
haciendo. Si no intente hacer algo en lo que
es experto, por ejemplo sacar al tenis, si es
un buen tenista, prestando atención a cada
paso, a como coloca los pies, y la raqueta
y como lanza la pelota hacia arriba. ¿Cómo
Causa y tratamiento
de la esquizofrenia
El modelo más comúnmente aceptado sobre la esquizofrenia se denomina
de vulnerabilidad- estrés, y plantea que
existe una vulnerabilidad psíquica debida
a factores hereditarios que predispone
a padecer esquizofrenia, pero que la
enfermedad es desencadenada por un
acontecimiento vital emocional: servicio
militar, acoso laboral, boda, muerte, divorcio, nacimiento, en definitiva, algo que
presenta una exigencia excesiva.
El tratamiento más común comienza
por el consumo de fármacos, que en la
actualidad se denominan neurolépticos
de 1ª y 2ª generación; se encargan de
bloquear los receptores de dopamina, de
forma que se controla la cantidad de este
neurotransmisor, pues en la esquizofrenia
hay un exceso de dopamina. Tiene enormes beneficios, como son el eliminar las
visiones y las voces, reducir las creencias
falsas, disminuir la agitación, ayudar a la
concentración, reducir los miedos, ayudar
al habla coherente, ayudar a sentirse más
feliz y a tener emociones apropiadas al
contexto. Sobretodo, ayuda al paciente
porque puede prevenir o retrasar recaídas,
si se toma de forma correcta y evita la
hospitalización, acontecimiento frecuente
en estos enfermos.
También puede tener efectos secundarios que van desde la somnolencia a
le ha salido el saque? Trate también de leer
este texto boca bajo. Otro ejemplo para
entender el control intrusivo sería el de la
propia firma. Su firma original (la de cuando
era pequeño) contenía todas las letras de su
nombre. Por ejemplo, la mía era EMILIO. Sin
la zombificación, los efectos parkinsonianos, la visión borrosa, el estreñimiento,
la hipotensión, la irregularidad cardiaca,
las dificultades sexuales y la inquietud
constante.
Los tratamientos psicológicos que
están haciendo visibles sus resultados
conforman lo que se llama rehabilitación
psicosocial. Un buen clima familiar, disminuir el estrés social y la convicción de
un futuro esperanzador son cruciales para
un buen pronóstico.
La mayoría de los tratamientos incluyen
una serie de programas, como son: Entrenamiento en habilidades de la vida diaria
(higiene, cuidado de su habitación, uso
del dinero, de los trasportes...), entrenamiento en competencia social (conversar, expresar, recibir críticas, negociar...),
rehabilitación psicomotriz (sensaciones
corporales, actividad postural, ritmo, coordinación sensorio motriz...), programa
psicoeducativo (conocer la medicación,
reconocer los síntomas, comunicación
con los profesionales...), rehabilitación
cognitiva (trabajar la memoria, la concentración, el aprendizaje de estrategias
compensatorias...), programa psicoeducativo para familiares (información sobre la
enfermedad, los fármacos y la vida diaria
con el enfermo, creación de asociaciones
de familiares...).
embargo, tras años de firmar, sólo es reconocible la E inicial; el resto es un garabato.
En la firma original se podían distinguir los
componentes. Si busco componentes en mi
firma actual, y trato de separarlos con líneas
verticales, no los encuentro. Encuentro, por
ALUCINACIONES • 11
Neuropsicología de la
esquizofrenia
La neuropsicología se encarga de desvelar a través del estudio de la conducta
de pacientes con lesiones cerebrales, cual
es la relación cerebro-conducta o cognición. En la esquizofrenia, se han empleado técnicas como los tests de habilidad
atencional o las pruebas de atención selectiva para determinar los déficits, pero
con un carácter práctico: Hallar predictores de curso, marcadores de subtipos o
marcadores de diagnóstico diferencial o
predisposición genética. En cualquier caso,
parece claro que en la esquizofrenia hay
déficits atencionales (Ruiz vargas, 1991;
ver las direcciones de Internet sobre neuropsicología de la esquizofrenia).
1. La memoria de trabajo está dañada en la esquizofrenia. Resultados con
múltiples tests de memoria de trabajo
–LNS, DST, TMT-B, DRT, SOPT, DUAL, CPT,
WCST– muestran déficits de ejecución en
los pacientes.
2. La memoria de trabajo no es un
sistema unitario, consta de dos sistemas
esclavos –el lazo articulatorio y la agenda
visuoespacial– y del sistema supervisor de
atención ejecutiva. Todos los componentes
parecen dañados.
En los estudios que abordan específicamente los problemas atencionales,
se muestra que, teniendo en cuenta la
división de la atención que hace M. Posner, en red de alerta, red de orientación
espacial y red de control ejecutivo del
pensamiento, las citadas redes se afectan en la esquizofrenia de la siguiente
forma:
Red de alerta. Los esquizofrenicos
muestras síntomas depresivos y un nivel
de hiperactivación fijo con independencia
del contexto o dificultad de la tarea.
12 • LA CONCIENCIA
Red de orientación: Problemas de mirada fija, de falta de muestreo sensorial
o de búsqueda visual de arriba-abajo –es
decir parecen carecer de hipótesis al
percibir una escena o cuadro, no parecen
distinguir las regiones informativas de las
no informativas–, así como de desenganche de la atención una vez fijada en un
objeto o punto del espacio, y de seguimiento de objetos en movimiento lento.
Red de control del pensamiento: Parece
haber una deficiencia en los mecanismos
de inhibición del pensamiento irrelevante
o distractor y una hiperactivación tanto
del ejecutivo como de la red semántica,
que están muy conectados. Esto conduce a activación anormal de asociados
semánticos remotos, esto es, a fuga del
pensamiento y tal vez a una imaginación
vívida y a las alucinaciones. Además el
esfuerzo mental (el balance entre la memoria del evento y el esfuerzo cognitivo
asociado) es una clave, «fuera de servicio»
en la esquizofrenia, para discriminar la
imaginación de la percepción. Los síntomas positivos se asocian con el exceso
de Dopamina en el sistema mesolímbico:
el fallo en el sistema comparador o de
la descarga corolaria, que se traduce en
hiperactivación de las áreas ejecutivas.
Los síntomas negativos por el contrario
se asocian con hipofrontalidad o un déficit de Dopamina en el cortex frontal.
Las alteraciones semánticas suelen están
lateralizadas en el hemisferio izquierdo.
Otros déficits de corte neuropsicológico presentes en la esquizofrenia producen: Confabulaciones, comparador -o
mecanismo de contraste de hipótesisroto (asociado a los delirios), y como
consecuencia, una teoría de la mente
ejemplo, un componente que puede ser la i
mezclada con la m, pero que no se parece
a ninguna de estas dos letras. Es decir, los
fragmentos de la firma actual no sé que son
ni de dónde vienen ni a dónde van. Están
fundidos entre sí. Pues igual ocurre con el
pensamiento automático al atenderlo, no
encuentro una idea aislada, sino una mezcla
de ideas que no se ni de dónde viene ni a
dónde va.
En este exacto sentido, el de poner nervioso, es como actúa el lazo articulatorio
cuando se alucina. El acto de hablar se ha
interrumpido cuando la persona se ha focalizado en él, de forma que ha perdido el
control y por ello parte de su significado,
dando lugar a trozos de sonido que no
llevan a ningún sitio. Recuerde usted usa
el lazo para repetir un número de teléfono
nuevo hasta llegar a la cabina, puede repetirlo muchas veces, si no usa un truco de
recuerdo como su fecha de cumpleaños o
algo así; en ocasiones, al hacerlo, ¿no ha
sentido que repite algo sin sentido, y que
el sentido vuelve al marcarlo? En el acto automático de la repetición usted lo que hace
es repaso mental, esto es, dirigir su atención
una y otra vez sobre el número para que no
se pierda y se vaya de su cabeza. Tras N
repeticiones usted no sabe si lo que repite
son números, claves, letras o si reza. Parece
que mantener ocupado el lazo articulatorio
con tareas externas, como repetir un número de teléfono, disminuye las alucinaciones
auditivas de los esquizofrénicos.
Unamos ahora lo que sabemos del lazo
articulatorio a nuestro ejemplo. Si quien oye
la voz piensa asiduamente en la muerte y
se refugia en los libros para despejarse, las
palabras pasean por su pensamiento constantemente, pero se pierden porque no saben
bien hacia donde van. Su atención está tan
dirigida a lo que se dice a ella misma, que
su Lazo Articulatorio se encuentra de repente
con trozos de pensamientos que no sabe
cómo unir, y el resultado es que cree que se
lo dice otra persona. Está alucinando que le
aconsejan, que le dan claves para responder
a sus preguntas.
¿Cómo sé yo que mi
pensamiento es mío?
La madre ciencia, como otras veces, nos
ha dado la ocasión de encontrar pruebas tan
parecidas unas a otras que nos dejen establecer similitudes y diferencias entre ellas, y
nos ayuden a conocer un poco más sobre
una materia, como va a ser el caso de las
alteraciones de conciencia. A veces, estas
alteraciones pueden ser tan sorprendentes
que pudiera existir la tentación de atribuirlas a causas extramundanas, aunque como
veremos a continuación, los castillos en el
aire sobre temas como por ejemplo estar
poseídos, se derrumban, para desgracia de
algunos, por culpa de los avances de psicología.
Estas pruebas las encontramos tanto en
pacientes como en ocasionales sucesos que
pueden pasarnos a todos. Comenzaré proponiendo un juego, que cumplirá en principio la misma función que el que se hizo
anteriormente firmando. Prueben a repetirse
a sí mismos una palabra muchas veces, cien
veces, por ejemplo tomate. Comprobarán que
al cabo de un rato, no concuerda muy bien
lo que están diciendo con su significado,
de forma que no suena lo mismo lo que
decimos que lo que nuestra mente nos dice
que significa. Parece que la palabra ha perdido el sentido, al igual que pasaba con la
firma lenta, donde la imposibilidad de firmar
obedecía a una especie de bloqueo del lazo
articulatorio. Como dijimos, si usted trocea
su firma, observará que tras firmar millones
de veces, las partes se han perdido, ya no
hay divisiones entre letras, sino que se han
soldado en un garabato, imposible de descomponer, si usted introduce una demora
de tiempo entre un componente y otro, le
queda un «rayajo» que no sabe que es, ni de
donde viene ni a dónde va. Juegue a decir
ALUCINACIONES • 13
muchas veces monja seguido, observará el
cambio de significado a jamón y las fluctuaciones del significado con las repeticiones
producen bloqueos de pronunciación. En esta
ocasión puede comprobar como nombrar una
palabra trae su significado. La ambigüedad
del mismo, evita que se produzca saciación,
de manera que éste fluctúa, en lugar de
desaparecer.
Respecto a lo que pueden ilustrar los pacientes, los que padecen agnosia o tienen el
llamado síndrome de Capgras pueden servir
para describir como sabemos que nuestro
pensamiento es nuestro y no de otra persona. En el primer caso, los pacientes llegan a perder por una afectación orgánica el
significado de las cosas, en concreto de los
objetos, de forma que ven por ejemplo una
regadera y son incapaces de decir para qué
sirve, aunque de repente se acuerden de un
jardín. Digamos, que han perdido el significado, pero conservan «el sentimiento cálido e
íntimo de pertenencia» (James, 1890) al que
llamamos emoción de familiaridad. Las personas con síndrome de Capgras sin embargo
reconocen las cosas, especialmente las personas, pero no sienten emoción ante ellas,
de tal manera que por ejemplo les pasaba
como a un paciente del Dr. Ramachandran
que veía a su padre pero decía que no era
él, sino un impostor; no tenía el sentimiento
de pertenencia que se supone debe existir
ante un padre. En su caso, sí conserva el
significado, pero no la emoción.
El síndrome de la mano ajena (Sacks,
1997) –o de la acción de cualquier otro
efector–, se puede experimentar por ejemplo
cuando se nos duerme un brazo. Si ante el
hormigueo propio de esta sensación nos concentramos en la mano, podemos comprobar
como de pronto nuestro brazo no parece
nuestro, sino de otra persona. A esto se
le llama perder la propiocepción (perder la
percepción de una parte del cuerpo)
En la singular esquizofrenia, lo que sucede se parece más que a nada al síndrome
de mano ajena, pero como ocurre con el
14 • LA CONCIENCIA
pensamiento, podríamos decir que se ha
perdido el «pensamientocepción» (esta palabra no existe, pero describe exactamente el
fenómeno) Recuerden la parte de este libro
en la que se habla de los cualia. Pues bien,
en la alucinación se pierde una de los cualia
del pensamiento: Han perdido el sentido de
pertenencia de su pensamiento, les es extraño. En el capítulo 7, hablamos de los delirios
en la esquizofrenia, y de todos estos fenómenos de la despersonalización. Atribuimos
la misma a un mal funcionamiento del mecanismo comparador o mecanismo de contraste
de hipótesis. La rotura de este mecanismo
también contribuye a las alucinaciones, pues
hace que el esquizofrénico no verifique sus
hipótesis, pero debemos añadir otras piezas
defectuosas para tener una explicación completa de la alucinación.
Esquizofrenia y cualias
En la esquizofrenia, asociado a sus síntomas positivos, se da alteración de cualias.
Es interesante destacar esta mayor frecuencia y viveza de cualias (intuiciones, déjà vu,
desrrealización...) y desaparación de otros (el
sentido de ser agente).
En resumen, creemos que los esquizofrénicos con alucinaciones están en situación de
incertidumbre continua, con cambio frecuente
de hipótesis. Es interesante asociar la perdida
del sentido de la agencia al fallo del comparador, y el exceso de otros cualias, con el
consiguiente dominio de la incertidumbre y la
activación atencional que esta conlleva (sensaciones de extrañeza por el control intrusivo), que se traduce en imágenes mentales
cambiantes, sin verificación de si se cumplen
las condiciones para la acción (fallos en los
sistemas esclavos de la memoria de trabajo),
ni la verificación de metas tras la acción (de
nuevo el comparador roto).
De mayor quiero ser...
Según lo visto hasta ahora, aparte del fallo
en el comparador, el mecanismo por el cual
se alucina es la alteración del Lazo, pero
¿por qué no pueden controlarse esos trozos
de pensamientos? ¿Acaso hay un duendecito
que se encarga de controlarlos dentro de su
cabeza? ¿Por qué son consejos lo que oye, y
no por ejemplo habladurías o críticas? ¿Qué
tiene todo esto que ver con los gigantes de
Don Quijote? ¿Y con la esquizofrenia?
Para ligar la conciencia con la alucinación,
es necesario que tuvieran algún pariente
lejano; pues bien, ese pariente existe y lo
presentó Baars (1997) en otro capítulo de
este libro (el 12); recordemos, que según
este autor, nuestra conciencia se divide en
varios apartados. Uno de ellos, es el que
contiene todo lo referente a nuestros deseos,
nuestras inquietudes, lo que nos preocupa,
lo que queremos alcanzar... A esto lo llamó
árbol de metas o expectativas a largo plazo.
Recordemos también que para James, la conciencia es como un río, por el que va fluyendo lo que pensamos. Además el contenido
de lo que circula por la conciencia para los
esquizofrénicos es un tema muy concreto:
lo que piensan los demás sobre ellos mismos. En su árbol de metas (concepto que
engloba las creencias de cada uno sobre el
mundo, sobre el futuro, sobre sí mismo y
los otros), las expectativas del esquizofrénico
son negativas, de forma que cree que todo
lo malo le pasa a él, que el mundo está en
su contra y que los demás lo consideran
mal; a él, que merecería ser el protagonista,
pero que fracasa en sus relaciones sociales
y/o laborales, de modo injusto.
Además, no confirman sus hipótesis sino
que las creen sin más. Este cambio continuo
de hipótesis, que también ocurre durante el
sueño en las personas normales, da lugar
a un mundo onírico o de delirios, para dar
coherencia al cambio continuo de hipótesis,
aceptándolas, e integrándolas mediante las
ideas recurrentes del árbol de metas o interpretador. Esto es, ocurren confabulaciones.
Se postula que los pensamientos coherentes con el árbol de metas son los que
entran con mayor frecuencia en el río de
conciencia, sus temas de preocupación, fluyendo de forma continua uno tras otro y
solapándose en su inicio y final, lo que da un
sentido de dónde viene el pensamiento y hacia dónde va. Al atender al pensamiento de
manera continua, por las razones anteriores,
se produce un control intrusivo del mismo,
de modo que se aísla el pensamiento (b) en
conciencia, perdiendo su procedencia y su
destino respecto de otros pensamientos (con
a y c). Así, si los pensamientos que tiene el
esquizofrénico tienen contenido negativo y se
refieren casi siempre a sí mismos, es fácil
que si uno se detiene en uno de ellos sea
capaz de generar alucinaciones de persecución, de referencia, de que le dan órdenes,
sin saber quien ha sido, de dónde viene la
idea, pero creyéndola a pies juntillas.
Supongamos que nuestra protagonista
(pues en esto la hemos convertido fijándonos
tanto en ella) está angustiada por la muerte,
como cuenta Nuria Amat, es decir, que en
su árbol de metas este tema ocupa una de
sus inquietudes más importantes. De repente,
su río de conciencia se interrumpe. Lo que
se dice a sí misma sobre la muerte deja de
tener sentido, y se encuentra con palabras
desordenadas que no le dicen nada concreto. De alguna forma hay que dar sentido a
esto: lo que la narradora piensa a nivel del
umbral de la conciencia es parecido a: si
tengo palabras como muerte, libro, sentido,
yo... que son tan importantes para mí, que
resuenan tanto en mi mente, y no sé de
donde vienen, por el delirio de pasividad,
será que alguien me las ha dicho. Conclusión: hay una voz que me habla, y no me
dice cualquier cosa, sino siempre cosas sobre
mí y negativas.
Volviendo a las andanzas
Hasta aquí ya se puede entender porqué
ALUCINACIONES • 15
Las dos corrientes de la
información cerebral
La forma de percibir, se conoce como
algo dependiente de los sentidos, o al
menos eso es lo que enseñan los libros
escolares. Independientemente de esto, lo
que realmente sucede es que el acto de
la percepción depende de la interacción
entre dos tipos de información. Una, es
la que proviene de nuestros sentidos, lo
que veo, oigo, lo que llega a los órganos
receptores, y que aquí vamos a llamar información de abajo a arriba. La otra, es la
información que proviene de la memoria,
de la experiencia aprendida, de la mirada
de la mente a lo que se está percibiendo,
y que aquí llamaremos de arriba abajo.
Toda percepción depende de la confluencia de estos dos tipos de información, y
de cuál predomina. Durante la noche, si
tengo miedo, el crujido de un mueble será
en mi mente los pasos de un ladrón o un
fantasma. ¿Esto es una alucinación?. Por
ejemplo, si yo me encuentro en mi casa
y oigo pasos, mi información de arriba,
influirá en la percepción, de forma que si la
figura que se acerca es más bien pequeña
y viste un abrigo gris, puedo suponer que
se acerca mi abuela. Si por el contrario me
encuentro de vacaciones en Mallorca, y veo
un abrigo gris, y una estatura pequeña, ¿seré
incapaz de ver que se trata de mi abuela
aunque la tenga delante de las narices, pues
ella nunca sale del salón de casa? Tendré
que abrir muy bien los ojos para confirmar
esta hipótesis (¿Es mi abuela?), la cual tardará tiempo en surgir en mi mente, dada
su baja probabilidad. Sin hipótesis, no veo.
Cuando la información de abajo a arriba es
de mala calidad, manda la expectativa previa.
En resumen, con frecuencia vemos lo que
queremos ver, y nos hace falta muy poca
información de los estímulos del exterior, en
función de la familiaridad con el contexto.
Como anécdota, en mi infancia me crié con
J. Un niño cuyos padres reales resultaron ser
adoptivos, y él hijo de una persona negra.
Cuando en la adolescencia se descubrió todo
a Amat le hablan acerca de la muerte, pero
no cómo surge el descontrol del lazo que da
lugar a esto. Es el momento de que vuelva
Don Quijote y nos explique cómo han aparecido sus gigantes.
Como se cita en párrafos atrás, Don
quijote atribuía a los molinos la capacidad
de poder atacarle de forma que ya no eran
molinos sino gigantes. En la comparación con
los autistas, parece que al igual que ellos,
tenía un déficit de atribución. Los autistas
piensan que las personas son objetos sin
mente. Don quijote cree que un molino es
un objeto con intenciones. Su representación
de la realidad está alterada, quizá porque el
mecanismo encargado de esta labor en nuestro cerebro no le funcione demasiado bien.
Según otro gran psicólogo, Shallice (1990),
hay una especie de jefecillo dentro de nuestro sistema hacedor de pensamientos que se
encarga de dirigirlo. Se denomina SAS (sistema atencional supervisor o ejecutivo central)
y es el encargado de la organización general
de lo que pensamos (ver el capítulo 9). El
SAS forma parte de la memoria de trabajo,
y sirve para manipular la información contenida en los sistemas de memoria a corto
plazo, auditivo y visual. Si tiene algún fallo,
¿podemos imaginar lo que sucede en nuestro
río de conciencia?
16 • LA CONCIENCIA
resultaba evidente que era negro, pero jamás
pensamos en ello antes.
El efecto Perky (1910) consiste en imaginar un objeto particular, como una banana,
sobre un cristal ahumado. Al mismo tiempo,
imágenes del objeto son proyectadas en la
pantalla de manera difuminada y en torno al
umbral perceptivo. Bajo estas condiciones,
muchas personas creen imaginar el objeto y
no verlo en realidad. Sin embargo, cambios
en el punto de vista les hacen caer en la
cuenta de que el objeto es real y no imaginado. Usar múltiples fuentes de evidencia
sensorial, de los distintos sentidos, o aumentar el muestreo en un solo sentido, esto es,
las oportunidades de recoger información,
ayudan a la calidad de la información de
abajo arriba y a su dominio sobre la información de arriba-abajo.
En la esquizofrenia, es bastante fácil que
domine la información de arriba abajo. A los
déficits del mecanismo comparador, que no
permiten el contraste de hipótesis, debemos
añadir una información de entrada sensorial
de baja calidad. No es que los esquizofrénicos sean sordos o ciegos, sino que
sueñan despiertos y además no muestrean
mucho el entorno sensorial. Como veremos
tienen problemas de desenganche de la atención espacial, que producen la mirada
fija, o que vague sin mucho sentido: Si
a esto añadimos la fuerte preocupación
por temas como la propia imagen, es
fácil que vean cosas con alto contenido
personal, que determinen la interpretación
de la información de baja calidad de los
sentidos. La consecuencia directa, de este
tipo de dominio de la información de arriba-abajo, es, sin duda, las alucinaciones;
aunque también puede encontrarse una
gran ventaja: la creatividad, que facilita
plasmar en objetos reales el lenguaje casi
directo del intelecto. Un claro ejemplo de
esta dualidad fue Vicent Van Gogh, que
tanto fue un genio de la pintura por sus
formas y colores, como se cortó una oreja
en pleno delirio psicótico.
La protagonista del libro de Amat sí dispone de un SAS organizador, pero tiene varios
problemillas. En principio, está claro que
cuando asegura que oye voces, su atribución
no es muy correcta (todavía no hay nada
concluyente acerca de que existan fantasmas
ni nada de esto), pues se trata de su voz
interior. Su SAS, que funciona deficientemente, ha hecho pedacitos su río de conciencia,
de forma que hay trozos inconexos en el
trampolín de salida de los pensamientos,
que tienen que unirse de alguna forma para
salir. Este mal funcionamiento del SAS puede obedecer a un repaso mental excesivo
o control intrusivo junto a una sensación
de esfuerzo mental continua. Una diferencia
entre imaginar algo y ver algo, es que el
esfuerzo mental es mayor en la imaginación.
Por eso, este esfuerzo es una clave discriminativa entre realidad e imaginación. Pero si
el esfuerzo mental es continuo y acompaña
a toda percepción e imaginación pierde su
papel de rasgo discriminativo. Otras diferencias entre imaginar y percibir son el papel del
contexto espaciotemporal, mayor en el caso
de la percepción, las especificaciones de la
modalidad sensorial, la presencia de otros
con los que cotejar la información... Los
pensamientos automáticos, al ser atendidos,
adquieren el carácter de «extraños» y ajenos.
ALUCINACIONES • 17
Vemos de esta forma que la suma de un lazo
articulatorio interrumpido, más un organizador que no organiza bien y una atribución
incorrecta dan lugar a «las voces».
Volvamos por fin al caballero de la triste
figura, que según iba la última vez que hablé
de él puede que ya se haya enfrentado al
mal y le encontremos maltrecho y necesitado. Lo que acontece a Don Quijote es semejante a lo de Amat pero en versión visual.
Por un lado, cuenta con el contenido de su
árbol de metas: los libros de caballerías, la
fiel doctrina del hidalgo, hacen que para él
sean importantes los gigantes, los castillos y
las doncellas; sobre todo, como librar batalla
con los primeros y deshacerse en elogios
con estas últimas.
Por otro lado, su Agenda Visuoespacial
(Shallice, 1990) que es la equivalente visual
del Lazo Articulatorio –perteneciente también,
junto al lazo y el ejecutivo a la memoria
de trabajo- a falta de un controlador recio
que le dicte su camino, hace trocitos la
continuidad de su conciencia, dando lugar
a gigantes donde hay molinos. Es entonces,
cuando se tira hacia ellos en un intento por
ser coherente con su atrevido árbol de metas. El siguiente cuadro es un esquema de
porqué alucina Don Quijote, que incluye lo
explicado hasta ahora.
¿Es entonces Don Quijote esquizofrénico?
Aunque la respuesta a esta pregunta la
van a decidir ustedes mismos, voy a desglosar lo que tiene que pasar para que Don
quijote se caracterice como esquizofrénico.
Está claro que al menos uno de los síntomas positivos lo tiene, que no es poco para
endosarle esta etiqueta. Sin embargo, quien
ha leído el final del manuscrito del manco de
Lepanto, sabe que fue Sancho el que acabó
pensando en gigantes y Don Quijote el que
vio extravagante a su escudero. Pudiéramos
hablar entonces, de que tuvo un brote Don
Quijote. De los otros síntomas, como la
reducción de la conducta espontánea o la
pérdida de contacto social, parece que no
18 • LA CONCIENCIA
sufrió, pues dondequiera que acampaba iba
dejando su rastro y nunca le falto incentivo
para llevar a cabo sus hazañas. Con todo
lo que ya conocen de la esquizofrenia, les
invito a que contesten por ustedes mismos
a la pregunta que he formulado.
La esquizofrenia en
primera persona
Supongo que, por suerte, yo también he
tenido oportunidad de tratar con alguien que
oía voces, en concreto que aseguraba un
ataque nazi cuando se lo chivaba un espía.
Aparte de la alerta general en la que nos
ponía a todos, era la angustia lo que más
recuerdo de Elvira, lo mal que podía llegar a
pasarlo cuando le comunicaban el ataque.
Recuerdo que cuando la conocí, era alguien peculiar, especial, que guardaba como
pocos esos trocitos de lógica que hoy parecen faltarle muchas veces a este mundo.
Llegaba a pasar desapercibida, aunque por
suerte se paró delante de mí y me calificó
como alguien que da sentido a la palabra
amistad. Después, como por arte de magia,
un día aseguró que le hablaba un general, y
su miedo se convertía en realidad cada vez
que alucinaba.
Elvira ha aparecido aquí para ayudarme
a describir una última característica de las
personas con esquizofrenia. En general, ellos
tienen movimientos repetitivos, que surgen
de la imitación de los demás. Por ejemplo,
cuando salíamos a bailar, de repente la encontraba bailando como yo, imitándome. A
mi no era algo que me importara, incluso
no caí en la cuenta hasta que me explicaron
que podía ser un signo de su enfermedad;
recordemos que en el árbol de metas de
los esquizofrénicos hay un gran interés por
su imagen ante los demás. Esto tiene que
ver con la atribución, tan nombrada en este
trabajo, pues responde a un intento por
empatizar3 con el que tiene al lado, con
usar su teoría de la mente para descifrar lo
que pueden pensar los otros. Además esta
repetición es inconsciente, es decir, no es
voluntario estar repitiendo un movimiento
por ver cómo se siente otro.
Si Elvira de repente se encuentra moviéndose de esa forma, si como ya sabemos
esto es algo que no atribuye a ella misma,
si se encuentra pensando precisamente en
eso, si su árbol de metas está preocupado
porque la miran cuando baila... el resultado
es un posible pensamiento que se inserta en
ella intentando atribuir intención a otro de
por qué se mueve así. Como me dijo una
vez «aquel chico cree que bailo mal y me
mira de forma rara».
Veamos con otro ejemplo como se produce de forma global el error atribucional de
la esquizofrenia. Observamos por la ventana
a un joven caminando por la calle, y una
viejecita que camina tras él. De repente, la
viejecita mira al joven con temor, de forma
que agarra su bolso con fuerza, intentando
asegurarse protección o tal vez lo haga disimuladamente. El joven en ese momento
ha percibido el miedo de la viejecita. Si
ese joven es esquizofrénico se produce una
cascada de pensamientos inconscientes tal
que: «tengo aspecto de ladrón, esa señora
cree que soy un ladrón, me ha hecho pensar o sentir que soy un ladrón». Siguiendo
en nuestra ventana veremos, sin saber por
qué, cómo el joven increpa a la asustada
anciana preguntándole por qué le ha llamado
ladrón. Reflexionemos por un segundo sobre
este ejemplo. ¿Ha ocurrido en la mente del
joven un proceso deliberativo o ha sido un
proceso automático empático tipo neuronas
espejo? En el primer caso habría actuado un
mecanismo «como si», en el segundo caso,
sería una ruta directa entre su mente y la de
la anciana. Sea cual sea la opción correcta,
podría estar en la base del llamado «robo
de pensamiento».
Quizá la más complicada aproximación
a la esquizofrenia es ver el mundo con sus
ojos, pues comprenderles (combinado siempre con las terapias tradicionales –fármaco-
lógica y psicosocial–) puede ayudarles a ellos
y a nuestra convivencia con ellos. Recientemente se publican diarios de esquizofrénicos,
que nos ayudan a describir una aproximación
en primera persona. También existen casos
de autistas que cuentan su vida en primera
persona y consideran todo lo que se dice
sobre los autistas y su falta de teoría de la
mente una tonteria. Es decir, el punto de
vista en primera y en tercera persona no
tienen porqué coincidir. Recuerdo un caso
de un paciente esquizofrénico que insistía en
dar todos los días un caramelo al terapeuta.
Los primeros días el psicólogo se lo aceptó
ante la insistencia del paciente. Pero llegó
un momento en que pensó que era mejor
enseñarle a aceptar un no por respuesta (entrenamiento en habilidades sociales). A pesar
de ello el paciente seguía insistiendo, cada
vez con mayor vehemencia, en que aceptase
el caramelo. Al final, el psicólogo descubrió
lo que ocurría cuando le preguntó al paciente
las razones de su conducta. Éste le dijo que
escuchaba la voz del demonio que le decía
que si la psicóloga no aceptaba el caramelo
le iba a ocurrir algo, y él tendría que volver
a jugar (era ludópata). Con frecuencia el familiar cuidador del esquizofrénico se encuentra con varios problemas en su interacción
social con él.
1º. Los esquizofrénicos, por regla general, no poseen habilidades sociales, como
las reglas de la conversación. Por ejemplo,
conversar sigue un patrón: saludo, desarrollo
y despedida, y si te lo saltas te llaman antipático. Ellos pueden aprender esto con entrenamiento en inteligencia emocional (sobre
todo en la fase residual), pero es necesario
que alguien les enseñe.
2º Son autoobsesivos, hablan de ellos
mismos todo el tiempo y negativamente
sobre su éxito y fracaso. Si un familiar trata
de quitarle estas ideas irracionales mas vale
que sea muy bueno en terapia racional-emotiva, sino el esquizofrénico que lleva muchos
años elaborando esas ideas, sabrá «ganar» la
conversación. Por eso el familiar debe recibir
ALUCINACIONES • 19
formación. No debe prestar atención excesiva
o negativa a estas ideas de su árbol de metas, como hemos visto tan arraigadas y tan
importantes. Uno debe dar su opinión y afirmarle que son equivocadas de modo asertivo
sin excesivo esfuerzo por convencerles.
3º Durante un brote, con la manifestación
de delirios, hay que escucharle. De manera
que solo se derivará conducta agresiva si no
lo oyes y no actúas en función de lo que
dice. Normalmente te va a dar las condiciones de su acción (si entras otra vez en
mi habitación esta noche te mato), luego
es importante no cumplir esas condiciones
(por si acaso) Es importante saber que su
delirio para él es real, si cree que le persigues para él es real: imagina que alguien te
siguiera a ti realmente, huirías y si no tienes
huida te defenderías. Como vemos, la mejor
arma para enfrentarse a esta enfermedad es
la empatía, habilidad que nos permite ponernos en el lugar de los demás. Tanto si
escuchamos a un amigo, como los reclamos
de nuestra madre, como a un esquizofrénico
delirante, lo mejor es ponernos en el lugar
del que habla, al igual que la mejor manera
de que nos comprendan es que sientan lo
que nosotros sentimos, pero sólo por un
ratito (esto es escuchar)
Para Elvira o la protagonista de Amat lo
que pasa a su alrededor es el resultado de
una influencia exterior que les dicta, les habla
o les avisa. Su conciencia se ve gobernada
a veces por un interés que ni ellas mismas
conocen, fruto de su árbol de metas, su SAS
despistado, su lazo que hace discontinua su
conciencia, sus múltiples demonios incontrolados... Por cierto la autora de este capítulo
se llama Elvira, ¿no les parece intrigante?
¿Será un relato en primera persona? Para el
Quijote, los gigantes van a seguir moviendo
los brazos mientras que, según su conciencia,
hay que atacarles diciendo:
«Non fuyades, cobardes y viles criaturas;
que un solo caballero es el que os acomete».
20 • LA CONCIENCIA
Aplicación práctica
Ver la película Spider, de David Cronenberg, protagonizada por Ralph Fiennes en
2002, sobre un punto de vista en primera
persona de la esquizofrenia. Contribuir a
vencer el estigma de la esquizofrenia.
Pensamiento crítico
Pensar sobre la relacion entre esquizofrenia y cualias. Entre el sentido de la agencia
o agente y el cualia de sensación de control,
y la incertidumbre y cualias como jamais vu,
déjà vu... Un autor que me gusta aquí es
Shaun Gallagher. Es facil encontrar su pagina
web.
Piense el lector que la creatividad tiene
que ver con la flexibilidad cognitiva, la fluidez
y la originalidad. Una cuestión interesante es
si los esquizofrénicos son creativos. De un
lado la investigación demuestra que no tienen
flexibilidad cognitiva, pero por otra parte, su
fuga de pensamiento los hace originales y
fluidos en ocasiones. La terapia actual que
trata de mantenerlos ajustados a la realidad
iría contra el desarrollo de su creatividad
(escuchar sus delirios).
Experimento mental
Fingir la esquizofrenia por un dia. Jugar a
creer que te persiguen, practicar la fuga del
pensamiento, aislarse socialmente, pensar
que hablan de ti, sentir voces.
Lecturas recomendadas
Diario de un esquizofrenico. De Urbegi, A
(2001). En Desclee de Brouwers. Tambien ha
escrito La esquizofrenia: diario de un viaje.
Direcciones de Internet
Para concretar usar los terminos estigma
de la esquizofrenia. Entiendo la esquizofrenia.
Sobre la esquizofrenia y la neuropsicología,
usad los terminos en ingles: arousal schizophrenia, spatial attention schizophrenia,
central exceutive schizophrenia, working memory schizophrenia. Tambien the visuospatial
sketchpad and/or phonological loop schizophrenia. Semantic activation schizophrenia,
inhibition schizophrenia (inhibition of return,
negative priming).
Sobre su relacion con los cualias: Esquizofrenia y Dejavu. En ingles schizophrenia and
qualia. Dejavu schizophrenia.
ALUCINACIONES • 21
El recuerdo d
e
Por Emilio Gó un amigo
mez Milán
Hace muchos
a
de la infancia ños, tuve un amigo
que mataba m
, con el que
co
u
tambien el p
rimer año de mparti
la cola del a jeres con burka en
gua, para lle
facultad
en Granada.
na
cantaros. Sob
Cañas era el
ma
re como lo a r los
Era ademas
presaron ellos tras
un epollon d s listo.
epo
va
De nuestra pro
cución en la rios dias de persemocion, solo rtista.
s
estudiamos el y yo. N
mujeres lo lin ruinas y como las
o lo supe ayu
ch
dar. A los
catorce años
sobre la carr aron como cuervos
m
oña. No tod
cancer, y la pre urio su padre de
o
vagabundos
sion de ser el
son esquizofr s los
de la casa
hombre
enicos,
pero si mucho
fue grande.
s
Eligio al
egocéntrico y
vagabundos. esquizofrenicos son
m
La mirada p
modelo masc artirizado Brando de
erdida,
la soledad del
ulin
contre en la fa o. Cuando lo reenb
cia traumatic anco, la experiencultad, le obse
a, el fracaso
si
ligar y ser ace
so
Una chica
ptado en el g onaba
jo
ru
guays. Le dio
ven e intelig cial.
alumna de
por psicoana po de
ente,
p
liz
por jugar a
enfermedad, sicología, con la
la autodestru arse y
ccio
se suicido a
perdio en las
rrojándose por la ve
profundidades n. Se
n
mente. Hace
de su
muchos años
mas de la m tana. Sin embargo,
qu
ita
veo. Se que
hacen vida n d se recuperan y
hace talleres, e no lo
o
rmal. Pero ba
madre lo cuid
q
punto de vista
a. Hace algun ue su
, ni el psicoan jo mi
a traves de
tiempo,
álisis ni
el conductism
m
o
conoci a un va i amigo Joaquin,
Uno favorece radical los salvan.
gabundo que
su egocentris
folios compuls
escribia
mo, el
otro ignora su
iv
de un banco amente en la puerta
. Nos dio un
salva la integ punto de vista. Los
a
ra
real de cuan
do fue milita historia
que su dañ ción social y saber
r español
o es neuro
en Bosnia. Es
lógico,
ademas
el mejor cuen
to que yo
d
he leido en
psicologico
(neuropsicolo e
mucho tiemp
gic
o, y me
encanta leer.
una experie o), y algo mas,
Sobre un fran
cotirador
ncia en p
rimera
persona.
22 • LA CONCIENCIA
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complete task set reconfiguration in random than in predictable task switch.Quarterly Journal of experimental psychology, A,
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ALUCINACIONES • 23
Sin ánimo de hacer ostentaciones sobre este tema, por supuesto no me refiero a la verdad como algo absoluto,
1
sino al esfuerzo por desvelar conocimiento que teóricamente se perfecciona con cada nuevo hallazgo.
24 • LA CONCIENCIA
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