Trapani - Europamundo

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GUÍA DE TRAPANI
TRAPANI
Trapani (Tràpani en siciliano) es capital de la provincia de Trapani, de Sicilia (Italia)
con 70.531 habitantes (2009).
El antiguo nombre de Trapani era Drépano (lat. Drepanum). Durante siglos los
yacimientos de sal y sus industrias han creado un entorno único de gran relevancia
cultural y económica. Esta ruta recibe el nombre de Vía del Sale.
La provincia de Trapani produce sola más vino que la Toscana y el Piamonte juntos, o
más que naciones enteras como Hungría, Austria o Chile.
Otros sitios de interés en la provincia son Segesta, Gibellina, Erice, Alcamo, Marsala,
Mazara del Vallo, Castellammare del Golfo, y Motia. La cercana isla de Pantelleria
forma parte también de la provincia de Trapani.
HISTORIA
Drépano (latín Drepanum o Drepana) fue una ciudad de Sicilia, con un cabo y puerto al
noroeste de la isla en frente de las islas Ágatas.
En la primera guerra púnica es mencionada como puerto de la ciudad vecina de Erice
(Eryx), de la que era dependiente; ocupada por los cartagineses, el general Amílcar la
fortificó (260 a. C.) y fundó la ciudad , trasladando a la nueva ciudad a los habitantes de
Eryx. Aunque se dice que fue ocupada por el dictador romano Atilius Calatinus en la
primera fase de la guerra no es seguro que eso fuera verdad y en todo caso fue una
ocupación breve. Su proximidad a Àfrica la convirtió en un puerto importante y fue una
plaza fuerte de los cartagineses. En 250 a. C. Drepana y Lilibea eran las únicas ciudades
en poder de Cartago. Cuando los romanos asediaron Lilibea el general Adherbal se
estableció con la flota cartaginesa en Drepana para vigilar las operaciones de los
romanos, y en Drepana derrotó completamente al cónsul P. Caludius y destruyó su flota
en 249 a. C. Poco después Amílcar Barca se apoderó de Eryx y trasladó al resto de sus
habitantes a Drepana que fue fortificada aún más, y permaneció en manos cartaginesas
hasta el final de la guerra. En 242 a. C. fue asediada por el cónsul Lutatius Catulus y
Hannón intentó romper el sitio sin éxito, y cuando más tarde lo probó Amílcar sufrió la
decisiva derrota de les islas Ágatas en 241 a. C. Pasó a Roma y fue una ciudad
comercial de cierta importancia pero oscurecida por la prosperidad de la vecina Lilibea,
que durante la época romana fue la principal ciudad de esta parte de la isla.
Cicerón y Plinio el Viejo la mencionan como municipio; los itinerarios y la Tabla de
Peutinger mantienen este rango en el siglo IV. Perteneció a los bizantinos y después a
los árabes. En 1071 fue ocupada por los normandos y siguió la suerte de Sicilia. Sufrió
fuertes bombardeos en la segunda guerra mundial.
TURISMO
Trápani es a priori el patito feo de las capitales de provincia de Sicilia. Lejos de
desprender la grandiosidad de Palermo, los rincones de Catania, o la elegancia de
Siracusa. Merece conocer Trápani para poder discrepar con conocimiento de causa.
Famosa por sus salinas o por su procesión de la Addolorata, la antigua Drepana,
denominada así por los griegos por su la forma de hoz donse se asentaba el
asentamiento, conserva en sus calles sinuosas repletas de fachadas barrocas la esencia
de una Sicilia fajada por muchos pueblos.
Importante puerto fenicio, lor romanos no pudieron evitar la decadencia de Trápani
cuando vándalos primeros, bizantinos y musulmanes después la conquistaron
pregresivamente. Fue a partir del siglo IX bajo el dominio de los muslmanes cuando los
artistas orfebres y del coral impulsaron la actividad marinera de Trápani. Fue tal la
influencía de los árabes que hoy la gastronomía refleja con sus platos el grado de
arraigo que ha quedado impregnado en toda la provincia. Conquistada por los
normandos en el 1077, Trapani recibió un nuevo impulso económico por parte de los
aragoneses, gracias sobre todo al comercio de sal, coral, y conservas de atún, y
sobremanera al ser punto de paso de los cruzados. Fue Visitada por el emperador Carlos
V tras su victoria de Tunez, quién la doto de un nuevo complejo defensivo. Pese a
convertirse en capital de provincia en 1817, Trápani perdió su esplendor de antaño.
Llegando desde la autopista de Palermo, accedemos a la periferia que nos conduce al
Trápani. Tanto el Santuario de la Annunziata como el Museo Pepoli merecen retrasar la
visita al centro de la ciudad.
Desde Trápani hasta Marsala se extienden las salinas. El cultivo de la sal ha dotado la
región de un sello diferenciador que ha determinado las relaciones económicas, sociales
y paisajísticas entre los habitantes de la provincia de Trápani y su entorno.
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