LAS ESENCIAS FLORALES DEL DR. EDWARD BACH

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LAS ESENCIAS FLORALES DEL
DR. EDWARD BACH
Autor: Ps. Silvio Chinkes
Concepción, Octubre 2008
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LAS ESENCIAS FLORALES DEL DR. EDWARD BACH.
Perfil de Edward Bach
Edward Bach nació y creció en un ambiente rural cerca de Birmingham en el año 1886.
Cursa estudios en Londres y practica la medicina ortodoxa hasta el año 1919; pero a
partir de ese año, y ante sus dudas, de que por esta vía pueda llegar a la causa profunda
de la enfermedad, adopta posiciones más “naturistas” y comienza a practicar la
homeopatía, la inmunología y la bacteriología.
Imparte numerosas conferencias y escribe artículos en revistas especializadas, lo que le
da una proyección internacional importante. Crea remedios homeopáticos a partir de
toxinas; remedios que hoy día se siguen utilizando por muchos homeópatas y que son
conocidos como los “nosodes de Bach”,diluyendo la materia orgánica (gérmenes) de
manera homeopática.
La homeopatía, nace hace unos 200 años con Samuel Hannemann. Tiene que ver con
una sustancia que es diluida y dinamizada a partir de un procedimiento especial y que
actúa a partir de la conservación de su potencia energética y no de su componente
activo. Este remedio así preparado sigue el principio del similar cura el similar esto es
aquella sustancia que produce los mismos síntomas que, la enfermedad dada
diluidamente, puede curar la enfermedad.
En la utilización de estas nosodes o vacunas se dio cuenta, sin necesidad de hacer un
examen bacteriológico sino que a partir del tipo psicológico de cada persona que,
determinadas personas tenían gérmenes específicos y podía dar estas vacunas. Bach
buscaba, además, otra forma de preparar sus nosodes que no tuvieran que ver con la
utilización de bacterias y prepara algunas plantas de forma homeopática.
Durante todos estos años, Edward Bach busca dónde está el “quid” de la enfermedad,
del dolor. No le llenan los métodos que utiliza, pues éstos no hacen mas que tratar más o
menos superficialmente los síntomas de la dolencia, y él entiende o siente que las
llamadas “causas” no son más que pasos intermedios del verdadero origen que intuye
más allá de lo puramente vegetativo.
Edward escribe “Cúrese usted mismo” , como un resumen de su proceso en donde llega
a la profunda convicción de que la enfermedad es el resultado de un “desencuentro”, del
alejamiento o la disonancia entre alma y personalidad, entre el mundo interno del sujeto
y su mascara externa, e intuye que en las flores, como máxima expresión del reino
vegetal, hay una respuesta a esta discordancia; y que éstas, pueden intervenir
terapéuticamente en todos los procesos emocionales que preceden y acompañan a la
enfermedad.
En algún momento, después de pasar por eventos terribles (muere su esposa de cáncer y
a él le dan 3 meses de vida), se cansa y decide dejar el laboratorio, las vacunas, el
tratamiento médico y siente que antes de morir tiene que encontrar aquellos remedios
que puedan ayudar a curar los problemas espirituales.
Abandona todo lo que era su práctica médica hasta ese momento, deja su consulta de
Londres y se dedica a investigar en el campo sobre los métodos de elaboración y
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aplicación de los preparados florales, tanto a través de la cocción como de maceración
solar, de las flores silvestres que va encontrando.
Bach hace casi toda su búsqueda intuitivamente. Busca un método de preparación
distinto a la homeopatía. para conservar la radiación energética de las plantas a través
del agua, que así almacena la sutil energía de cada flor. Este método se conoce como el
método solar: En un recipiente de vidrio, lleno de agua de un manantial cercano , se
colocan las flores elegidas y se las deja al sol. Luego de algunas horas se saca este
liquido y se guarda con coñac (conservante) para ser embotelladas.
Este proceso permitía que las esencias florales actuaran sutilmente a nivel emocional y
psicológico y además que no fueran tóxicas, ni tuvieran efectos secundarios.
Posteriormente en plantas que no florecen en verano utiliza el MÉTODO DE COCCIÓN,
donde calentaba el agua a fuego y no con el sol (19 de sus preparados los hacía con el
método solar y 18 con el de cocción).
En 1932 escribe “Los doce curadores”, que es una exposición de los doce remedios
elaborados hasta entonces por él. Entre 1930 y 1936 elabora un sistema de 38 elixires
florales que, junto al llamado “Remedio de rescate”, forman el conjunto de 39 elixires,
hoy día conocido como “Flores de Bach”. Su sistema de investigación, sobre todo en el
final del proceso, fue muy peculiar, rayando en la mediumnidad, puesto que él entraba
espontáneamente en el estado de precariedad emocional específico por el cual se veía
impulsado a buscar la flor adecuada.
Edward Bach muere en noviembre de 1936, con la certeza no sólo de haber aportado un
sistema inofensivo de manejo, operativo y eficaz frente a la enfermedad, sino todo un
método para el trabajo de crecimiento personal y liberación de la conciencia; ya que los
elixires florales no actúan de forma sintomática y parcelaria, sino que lo hacen de forma
global, liberando los patrones de conducta y de pensamiento erróneos y posiblemente
conducentes a desequilibrios sutiles, pero poderosos en el devenir de la enfermedad.
Concepción de Bach de la salud y la enfermedad
La concepción de Bach que esta expresada en su trabajo Cúrese a Ud. Mismo así como
en otros escritos se puede sintetizar de la siguiente manera
•
La enfermedad no es material en su origen, es el resultado de un conflicto entre
el Alma y la Mente y no se erradicará sino con un esfuerzo espiritual y mental.
•
La enfermedad en apariencia cruel es en si beneficiosa y existe por nuestro bien
y si se la interpreta correctamente nos guiará para corregir nuestros defectos
esenciales y nos dejará mejor que antes.
•
El alma es nuestro ser superior que nos da nuestras vidas, nos guía, nos protege
y nos anima. Estamos en el mundo para aprender, para desarrollar nuestras
virtudes. El paso por la tierra no es mas que un momento en el curso de nuestra
evolución.
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•
La causa de la enfermedad es cuando nuestra alma y nuestra personalidad no
están en armonía o cuando afectamos la Unidad de todas las cosas.
•
Entones existen dos grandes errores: las disociaciones entre el alma y la
personalidad y por otro lado la crueldad o el mal frente a los demás.
•
Las primeras enfermedades reales son defectos como el orgullo, la crueldad, el
odio, el egoísmo, la ignorancia, la inestabilidad y la codicia. Estas enfermedades
se expresan en el cuerpo.
•
La prevención y curación de la enfermedad se logra descubriendo lo que falla en
nosotros y erradicando ese defecto con el recto desarrollo de la virtud que la ha
de destruir, no combatiendo el mal sino aportando tal cantidad de la virtud
opuesta que quedará barrido de nuestra naturaleza.
Podemos resumir las bases de su concepción de la siguiente manera
1.- La ruptura de la salud se produce primero a nivel psicológico o emocional y esto
trae como consecuencia muchas veces enfermedades físicas.
Las emociones y sentimientos están presentes siempre en cada uno de nuestros actos y
los guían. Si nos hacemos cargo de que esto es así podremos distinguir las
motivaciones de lo que hacemos y podremos contribuir a modificar nuestras emociones
cuando el conflicto o situación que las originó se solucionen. Si no nos hacemos cargo,
las acarrearemos con nosotros en cada momento y las mantendremos encerrada,
haciendo como sino existieran y la contradicción emocional va a estar con nosotros
permanentemente.
2.- No existen las enfermedades sino los enfermos, por tanto debe entenderse lo que le
pasa a cada persona y la terapéutica para cada una es diferente.
3.- Las esencias contribuyen a restaurar la armonía perdida, a nivel psicológico y si es
que hay problemas físicos contribuye junto con otras medicinas a su recuperación mas
eficaz.
4.- Nos enfermamos cuando nos desarmonizamos tanto internamente como con el
mundo externo a nosotros. Todos estamos unidos y cuando realizamos acciones contra
esta unidad nos enfermamos.
5.- Los procesos mentales y emocionales influyen en el cuerpo y el cuerpo a su vez
influye en los procesos mentales y emocionales.
6.- El sistema de curación debe ser simple, placentero y contribuir al aprendizaje vital
7.- Las enfermedades son momentos para darnos cuenta y corregir nuestros errores para
seguir avanzando en el camino de crecimiento.
8.- La toma de las esencias florales debe estar acompañada de un proceso de conciencia
del problema, para que efectivamente pueda darse este crecimiento personal.
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Los fenómenos mentales surgen con el lenguaje y viven en él. Se entremezclan con las
emociones y se alimentan mutuamente. Los fenómenos mentales son las ideas,
pensamientos, creencias que construimos y que nos sirven para ver el mundo de
determinada manera. Podemos transformar nuestra mente y contribuir a estar mejor o
creer que no se puede transformar y mantener nuestro padecer. Para hacer cualquiera
de las dos cosas tenemos las palabras.
9.- Lo importante es mirar a la persona y su modo de vivir y sus emociones para
administrar las flores y no los síntomas. Síntomas iguales en personas diferentes puede
requerir remedios florales diferentes.
Cada flor nos trasmite al tomarla su cualidad. Por ejemplo en el caso del miedo, las
flores específicas nos brindan coraje. Las esencias no combaten los errores, sino que
desarrollan la virtud contraria, de modo que los problemas se van disolviendo como el
hielo al sol. Cuando se administra una esencia equivocadamente, no sucede nada, no
tiene peligros, el organismo no utiliza esta energía ya que no la necesita.
La transformación vital como un camino de sanación
Edward Bach, el creador de las esencias florales decía que "nuestra vida es como un día
de colegio, en el cual debemos aprender todo lo que podamos". El sanarnos y el sanar a
los demás es un proceso espiritual de crecimiento y aprendizaje.
Desde que nacemos empezamos a aprender, a incorporar en la experiencia todo lo que
hacemos. Aprendemos a caminar, cayéndonos y por tanto el caerse es necesario para
regular nuestra corporalidad y poder caminar.
Los errores nos guían, si tenemos la voluntad de que sirvan para autoregularnos. Las
desarmonías o padeceres diversos nos acompañan para aprender de ellos y solo
superándolos podemos seguir nuestro camino fortalecidos.
Si no aprendemos su lección, caminaremos con defectos, defectos que se harán
haciendo con el tiempo cada vez mas intensos y dolorosos.
Por ello el camino de armonización mental y espiritual es un proceso de aprendizaje por
el que tenemos que pasar, aprendiendo de nuestros errores y de nuestras crisis, que son a
la vez un peligro y una oportunidad, y las flores nos ayudan en este camino.
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