Jugar, juego y jugador como expresión de la cultura La cultura

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Jugar, juego y jugador como expresión de la cultura
La cultura humana brota del juego –como juego-y en él se desarrolla. (HUIZINGA, 1938)
Autor: Roylan Galeano
Resumen:
Este escrito, busca definir y relacionar, principios conceptuales y antropológicos, universales,
en torno al concepto de juego, jugador y cultura.
El profesor, antropólogo e historiador Holandés: Johan Huizinga, en su libro: Homo Ludens,
publicado en 1939, ubica la actividad lúdica en categorías sociales y culturales con valor
antropológico, y define conceptos que nos sirven de base para hacer una reflexión, en torno a
la expresión de estas actividades, en nuestra, específicamente en la Medellín del primer
decenio del siglo XXI.
Palabras clave:
Juego, cultura, jugador, lenguaje
Juego y cultura
La cultura, a menudo, es limitada a definiciones que destacan sus productos, su construcción,
o como herramienta, dejando sin aclarar su esencia profunda, su factor motivador.
Para un acercamiento al concepto y definición de cultura, me remito al texto: Cultura y
Espiritualidad, del padre: Hernando Angel, Docente Investigador del Instituto de Espiritualidad
de la U.P.B, Medellín, en donde recopila y sintetiza una definición muy universal: “Cultura es
hablar del hombre, es la manera como el ser humano se relaciona con todo cuanto existe, así
el hombre tiene la cultura de su manera de comportarse, siendo que la cultura abarca todos los
aspectos de la vida humana.“
En esta relación dinámica, cambiante, interactiva, sorpresiva y divertida (no me relaciono para
sufrir, sino todo lo contrario) se evidencia la raíz común con el concepto de juego y al ser sus
modos y posibilidades inagotables, adquieren, ambos conceptos, profundidad espiritual.
En el texto citado, el padre Angel, define los modos de relación en: -Autoestima – relación
consigo mismo, Talentos – construcción de comunidad - , ecología o relación con el cosmos y
religión o relación con Dios-.
Cuando el ser humano elije sus modos de relación consigo mismo, con los demás, con el
cosmos y con Dios, libre y novedosamente, y lo disfruta en la acción, podemos afirmar, que
está jugando.
El padre Angel aclara como los conceptos: Espiritualidad y Materialidad aparecen unidos,
inseparables, en las primeras épocas del ser humano, en donde todo fenómeno revestía
características mágicas; - Estos primeros seres humanos, no pueden distinguir entre palabra y
cosa, lo representado y lo real, como si ambos aspectos se concentraran en un solo plano del
ser.Huisinga destaca que: Desde el siglo XVII, cuando el drama, en cabeza de Shakespeare o Racine
dominaba el arte poético, los poetas compararon el mundo con un escenario donde cada uno
desempeña o “juega” su papel.
Así es como he podido encontrar que las representaciones culturales, o modos, en sus diversas
formas de relacionar, comparten principios fundamentales con la definición de juego:
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Son representaciones, mediaciones, un ser otra cosa, para expresar o comunicar un,
mensaje, sentido o expresión
Son actividades que están por encima de satisfacer las necesidades o impulsos básicos
de supervivencia
Se ejercitan, se practican, adquieren sentido en la acción interactiva con el público
usuario
Pueden usar códigos no racionales
Tienen sentido y función social
Cada actor o agente cultural “juega” su papel
Juego y lenguaje
El profesor Huizinga, plantea que - las grandes ocupaciones de la convivencia humana están ya
impregnadas de juego, como por ejemplo: el lenguaje. - Este elemento creador y descriptor: El
Lenguaje es planeado como el puente entre lo pensado e innombrable y lo tangible, físico o
real, de tal manera que - Jugando fluye el espíritu creador del lenguaje de lo material a lo
pensado. Así la humanidad se crea constantemente su expresión de la existencia, un segundo
mundo inventado, junto al mundo de la naturaleza- y aclara los alcances del concepto de lo
espiritual en el juego así: - Aunque el jugar es actividad espiritual, no es, por si, una función
moral, ni se dan en él virtud o pecado.
El lenguaje, como instrumento de la cultura, fluye jugando, sin obligación impuesta surgen
formas del lenguaje con una intención clara, libremente crea realidades, mundos al nombrar.
Sus creaciones y expresiones tienen un valor endogámico y contextual. Son micromundos en sí
mismos.
Huisinga subraya: - Todo hablar es un expresarse en imágenes. La poesía cultiva
deliberadamente el carácter figurado del lenguaje. Lo que el lenguaje poético hace con las
imágenes, es juego. -
Con esto elementos surge su más reveladora afirmación: La cultura al principio se juega. La
cultura no comienza como juego, ni se origina del juego, sino que es, más bien, juego.
El juego en su propiedad de diversión, de libertad, por el sentido que encierra, por las
relaciones de comunidad que establece, por su valor expresivo, y por las conexiones
espirituales y sociales que crea, es una función cultural. Un accionar de la cultura.
Huisinga define que: En el juego entra en juego algo que rebasa el instinto inmediato de
conservación y que da un sentido a la ocupación vital. Todo juego significa algo.
Los juegos posibilitan experiencias, vivencias que van más allá del mismo juego, ampliándolo,
adaptándolo, haciéndolo memorable por los inimaginables e impredecibles sucesos alrededor
de su ejecución a través de elementos como la sorpresa.
¿Qué es un juego y que es jugar?
Repasaré algunas definiciones para extraer elementos y construir o seleccionar una definición.
Los autores: Katie Salen y Eric Zimmerman, en el libro: Rules at Play, definen el juego como: Un movimiento libre en medio de una estructura rígida.- Esta definición, al ser tan amplia,
cobija cualquier comportamiento que implique movimiento en un espacio. En esta destaco el
elemento: “Libertad”, ya que es claro que el juego no debe ser impuesto, aunque si sus reglas
y escenarios.
Una definición más científica es la que plantea: Elliot Avedon and Brian Sutton-Smith en el
libro: The study of games – Los Juegos son ejercicios de sistemas de control voluntario, en los
que existen pruebas entre poderes, limitados por normas con el fin de producir un resultado
desequilibrado - En esta definición aparece el elemento “desequilibrio”, ya que siempre habrá
un ganador, en detrimento de los demás, evidenciado así el desequilibrio que finalmente
produce un resultado de juego, y claro está, no es definitivo, podemos pedir revancha, y
demostrar que quien nos gano simplemente tuvo suerte, o quizás no.
Hyuisinga lo define como: - El juego es una acción u ocupación libre, que se desarrolla dentro
de unos límites temporales y espaciales determinados, según reglas absolutamente
obligatorias, aunque libremente aceptadas, acción que tiene su fin en sí misma y va
acompañada de un sentimiento de tensión y alegría y de la conciencia de “ser de otro modo”
que en la vida corriente y se encuentra fuera de la esfera de la utilidad o de la necesidad
materiales.El diseñador de juegos Norteamericano Greg Costikyan, los define como: - Una estructura
interactiva de significado endógeno que requiere de jugadores que luchan por un objetivo –
Aquí aparece el concepto de “interactivo” y “endógeno”, evidenciando la participación activa y
constructiva de los jugadores, en una “estructura” que pueden ser tanto las reglas, el lugar y
tiempo de juego, los adversarios, como el escenario.
El concepto de endógeno, tomado de la biología se refiere a lo “internamente generado” ya
que como lo mencionábamos antes, el juego solo tiene sentido en sí mismo, en su tiempo y
lugar, fuera de él, pierde valor, es así como los billetes del juego Monopolio, solo tienen valor
sobre el tablero de juego, por fuera de él, no.
Huizinga reitera que: dentro del campo de juego existe un orden propio y absoluto, así que el
juego crea orden. Y lo exige. Igual al campo estético, en común: Tensión (incertidumbre, azar)
tender hacia la resolución, equilibrio, oscilación, contraste, variación, traba, desenlace, oprime
y libera. A partir de estos y otras definiciones se enumeran las características definitivas que a través de
diversas definiciones podemos concluir:
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A los juegos accedemos voluntariamente
Tienen metas
Tiene conflictos
Tienen reglas
Pueden ganarse o perderse
Son interactivos
Presentan retos, desafíos
Crean su propio valor interno
Participan jugadores
Son sistemas formales cerrados
Exigen fuerza espiritual
Están más allá de toda oposición entre sensatez y necedad
Están por fuera de la virtud o el pecado, no son función moral
Estos elementos que conforman el micromundo del juego, solo tienen sentido en sí mismos, ya
por fuera de él, sus reglas, instrumentos y acciones pierden su sentido.
¿Acaso es serio jugar?
En nuestra sociedad post industrial, el juego se asocia a algo poco serio. Así podemos decir: El
juego es lo no serio, como lo afirma Huisinga.
¿Esta falta de seriedad hace que el juego sea cómico? Podemos afirmar que pueden generar
risa, pero quienes juegan, lo hacen muy seriamente, basta observar a un bebe, un futbolista o
un jugador de ajedrez. Su concentración y pasión es total. Además los animales con quienes
compartimos esta actividad, no ríen, en términos humanos.
Huisinga destaca que: - Lo cómico guarda estrecha relación con lo necio, pero el juego no es
necio, esta mas allá de toda oposición entre sensatez y necedad. Lo serio trata de excluir el
juego, mientras que el juego puede incluir lo serio.El autor destaca que: El juego para el adulto, es algo superfluo, que puede abandonar en
cualquier momento. Por lo tanto es libre, el juego por mandato no es juego. El niño y el animal
juegan porque encuentran gusto en ello y en eso consiste su libertad.
Al ser el juego expresión de la libertad, las demás actividades humanas lucen como la vida
corriente. O la vida propiamente dicha. Así el juego es una posibilidad de escape.
¿Es serio ser libre? A partir de estas definiciones me surge la pregunta y como respuesta creo
que por el bien del ser humano, si, lo es, quizás lo que más serio es.
Huisinga afirma que: “Lo serio” y lo que es “de juego” en una fase primaria constituyen el
ámbito espiritual único de donde surge la cultura.
¿Quién es el jugador?
Este rol, ¿solo puede ser desempeñado por el ser humano? Para Huizinga es claro que no, y
plantea: El juego es anterior a la cultura, los animales no han esperado a que el hombre les
enseñara a jugar. Todos los rasgos fundamentales del juego se hallan presentes en el de los
animales. De esta manera el autor no limita el juego a la racionalidad humana al afirmar que: por lo tanto no puede basarse en una conexión de tipo racional, esto lo limitaría a lo humano.
Seguido de: -Los animales pueden jugar y por lo tanto son algo más que cosas mecánicas.
Nosotros jugamos y lo sabemos, somos por tanto algo más que seres de razón porque el juego
es irracional.De esta manera el juego adquiere carácter mítico y estructural de la realidad, ya que se ubica
desde antes que el ser humano y su concepto de cultura aparecieran sobre la tierra. Aquí
podemos insertar la observación de los autores Lehman and Witty, quienes en su texto: “The
Psychology of Play Activities” plantean que: - Toda la verdad sobre el juego no puede ser
conocida hasta que la verdad completa sobre la vida misma sea conocida. Es fácil observar como el juego, en sus formas más sencillas y dentro de la vida animal es ya
algo más que un fenómeno meramente fisiológico o una reacción física condicionada.
El jugador es el héroe del relato, solo que aún no lo sabe, o por lo menos hasta no haber
ganado. Esta afirmación, empírica, surge tras la afirmación de Huisinga, acerca de que: -El
héroe o protagonista de un relato emprende tareas extraordinariamente difíciles, casi
imposibles, enlazadas a un reto, o un deseo, prueba, voto o promesa. La personalidad del héroe
permanece desconocida, no es reconocido, oculta su naturaleza o la desconoce-. Hasta que
gana.
El campo de juego
Huisinga define: El estadio, la mesa de juego, el círculo mágico, el templo, la pantalla, el
estrado judicial, son todos ellos, por la forma, y la función, campos o lugares de juego; es decir,
terreno consagrado, dominio santo, cercado, separado, en los que rigen determinadas reglas.
Por un lado el espacio físico, delimitado, es este escenario en donde se desarrolla la acción,
aunque no es el único espacio, ya que hay juegos sin este tablero físico, como en el caso de los
juegos de palabras, aquí el espacio es mental, solo limitado por las reglas.
“Las reglas de cada juego son obligatorias y no permiten duda alguna”. A partir de esta
afirmación de Huisinga, me atrevo a afirmar que las reglas son el escenario de juego, y estas a
su vez suceden en un espacio, sea físico o mental. Sin reglas no hay juego, y este puede existir
aun sin espacio físico, sin tablero.
El juego en los campos de la cultura
Juego y trabajo
El filósofo y ensayista: George Santayana, define el juego como: - la actividad que se haga de
manera espontánea y por sí misma. – Así de entrada obtenemos la diferencia fundamental
entre juego y trabajo, sus actividades o tareas pueden ser exactamente las mismas, la
diferencia radica en que: El trabajo es rígido, obligado, espera resultados.
En nuestra ciudad, así como en el país, los límites entre juego y trabajo son difusos en
actividades como:
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El deporte competitivo profesional
Las apuestas y juegos de azar regulares
En estas actividades, la obligación, la regularidad, el estrés y en muchos casos la violencia
desmedida por esperar y exigir un resultado, destruyen al espíritu libre, lúdico y divertido, que
es la base de todo juego.
Juego, competición y deporte
Husinga menciona que: “Sobretodo los juegos de pelota exigen equipos entrenados y
duraderos, así aparece la vida deportiva moderna.
El desarrollo del deporte a partir del último cuarto del siglo XIX se concibe con mayor seriedad.
Reglas cada vez más rigurosas y detalladas.
El rendimiento cada vez más alto. Con esta creciente sistematización y disciplina del juego se
pierde, a la larga, algo de su puro contenido lúdico.
Esto se manifiesta en la distinción entre. Profesionales y aficionados. La actitud del jugador
profesional no es ya la autentica actitud lúdica, pues están ausentes en ella lo espontaneo y lo
despreocupado. No es juego, pero tampoco es algo serio”.
Y afirma que: Los campeonatos deportivos no crean cultura. La conexión con el culto en sentido
sacro ha desaparecido. En ocasiones la competición sofoca la vida cultural y pierde, al mismo
tiempo, su valor lúdico, sacro y cultural para degenerar en una mera pasión de rivalidades.
La serialidad y regularidad, de los campeonatos deportivos en el mundo y en nuestra ciudad,
por su grave seriedad, y por la programación regular de campeonatos, torneos y partidos,
esclavizan lo poco lúdico que aún queda en el deporte de competición. Exigiéndole resultados
al punto de estar estos por encima de la vida misma de los jugadores. Esta diversión
momentánea se convierte en un producto de consumo masivo, planeado, con poco margen de
creación y libertad lúdica.
En los deportes de competición y los juegos de azar, el elemento lúdico, libre y divertido,
quizás lo podemos observar solo en la mente de quien observa el juego, ya que el deportista o
el apostador, se encuentran demasiado preocupados por el resultado que “tienen” que
obtener.
En nuestra sociedad actual, la diversión momentánea, en juegos en los que se enfrentan dos o
más grupos, se accede a través de un sistema organizado de clubes, campeonatos y medios:
radio, prensa, televisión, internet, y consolas de videojuegos. Esta sincronía de medios, le
añaden gravedad, lo hacen definitivo, hay más información y menor libertad.
Quizás lo más lúdico del deporte sea jugarlo, de manera activa, interactuando, con márgenes
de libertad creativa y escogencia, y no tanto el verlo de manera pasiva.
Juego y belleza
Hyuisinga resalta que: -La cualidad de ser bello no es inherente al juego como tal, pero este
propende a hacerse acompañar de toda clase de elementos de belleza. En las formas más
primitivas del juego aparece la alegría y la gracia. Ritmo, armonía. Libertad, por gusto.
Lo elementos: belleza, santidad, hechizo, se hallaban primero en el juego.
El ritmo es casi una exigencia en todo juego, lo varío y controlo, intensifico o ralentizo. Es
movimiento armónico, con migo mismo, mis compañeros, mis herramientas, escenario y
espíritu. De ritmos alocados o suaves puede proceder la diversión. Tanto una suite como una
música punk industrial son un juego de ritmos y libertades enmarcadas.
El autor Holandés afirma que: Ya en las formas más primitivas del juego se engarzan, desde un
principio, la alegría y la gracia. La belleza del cuerpo humano en movimiento encuentran su
expresión más bella en el juego- La relación entre danza y juego no consisten en que aquella
tenga algo de este, sino que forma parte de él. La danza es una forma del juego.
Juego y arte
¿Pueden los juegos y los videojuegos ser arte?
Juegos de preguntas y respuestas
Una conversación entre el rey Meandro, siglo II a.c. y Arhat Nagasena: Los sabios no se
enfadan cuando son acorralados, los reyes sí. El juego de preguntas y respuestas se juega en
un plano de igualdad. No como reyes sino como sabios.
En nuestra ciudad es común la practica más bien de un respuesta y respuesta en la trova. Esta
actividad contiene todos los elementos que definen la actividad de jugar:
Juego y poesía
“La poesía es una función lúdica.
Francisco Bacon.
La poesía es como el sueño de una doctrina.“
Lo lirico es lúdico, afirma Huisinga, y añade: cercano a lo musical, que al igual que la danza,
comparten la desmesura, cualidad de los niños, los místicos y los locos. El espíritu juega tan a
gusto con lo exorbitante, lo prodigioso, lo absurdo, que estas cosas se convierten por último, en
realidades.
Del poeta vidente se desprenden: El profeta, el adivino, el artista, el filosofo, el legislador, el
demagogo, el orador, el sofista, el retorico.
El estado de ánimo que corresponde al juego es el arrebato y entusiasmo, ya sea de tipo
sagrado o puramente festivo.
El hombre poetiza porque tiene que jugar en comunidad, allí realiza su función y adquiere su
sentido.
Juego y música
Huisinga halló que: En idiomas como el árabe, los germánicos, el francés e ingles y algunos
lenguas eslavos, la ejecución de un instrumento musical se denomina: “jugar”. Es fuerte la
relación entre juego y música, no así con la palabra ya que esta puede llevar hacia el concepto
y el juicio.
El autor destaca las artes líricas: Música, danza y la posible unión de ellas, en el teatro, como
expresiones que superan a la misma palabra en libertad, ya que la palabra delimita, nombra y
juzga.
Así la música es planteada como divertida y placentera expresión de libertad, enmarcada en
unos límites: Tiempo, ritmo, tono y armonía, al igual que el juego.
En la cultura Paisa, antioqueña, específicamente en la Medellín del año 2009, la música hace
parte vital del juego.
Juego y mitos
La esencia de toda formación de mitos y de casi toda poesía consiste en personificar lo
incorpóreo y sin vida. La representación nace como figuración.
Mito, culto, teatro, el carácter lúdico de la vida cultural.
Bibliografía:
(HUIZINGA, 1938)
(URIBE CARVAJAL, 2009)
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