{137) VOLCANES DE GERONA. — A P É N D I C E . 295. pitieron con mucha mayor pujanza y con apariencia tal, que hicieron temer una terrible erupción, según los fenómenos que se manifestaron. «Muy alto y muy excelente Príncipe y virtuoso Señor. A vuestra muy alta Señoría con otra carta nuestra días ha notificamos especificadamente las desgracias ocurridas por terremotos en esta tierra y singularmente en el lugar de Amer. Después, Señor, se ha visto señal de gran maravilla, esto es, que el miércoles il próximo pasado á veintitrés del presente mes, los payeses de la parroquia de Lloret, que es un lugar á media legua de Amer en sitio montañoso, estando restaurando el tejado de su iglesia, derrumbado por los terremotos, á la oncena hora, antes del medio día oyeron un gran ruido á modo de trueno, y viendo que el tiempo era claro y no lluvioso y no vieran razón de tronar, presumieron que el dicho lugar de Amer con aquel ruido se hubiera sepultado en el abismo. Y para cerciorarse de ello, enviaron tres hombres para que fueran á un sitio desde el que se pudiera distinguir dicho lugar de Amer, á ver si se había abismado. Y cuando los tres hombres estuvieron en una montaña situada entre los dichos lugares de Amer y de Lloret percibieron muy grande é insoportable olor y corrupción de azufre y de plomo y de alcohol (galena); con tal infección como si fuese de huevos podridos y aún peor, y no pudieron pasar- adelante y volviéronse á la dicha iglesia contándolo á los otros, los cuales no lo creyeron ni les dieron fe. Y enviaron otros tres hombres allí, llegando á la dicha montaña en la que los-primeros habían notado la dicha corrupción, percibieron al igual aquel olor y corrupción, por lo cual no pudieron pasar haciendo aquel camino; pero cambiando por otro camino desde el que pudieran ver el dicho lugar de Amer, entonces en aquel punto en la dicha montaña, salió un gran humo, viendo el cual los que estaban en la dicha iglesia gritaron á los dichos tres últimos hombres que se volviesen. Y de hecho se volvieron al dicho lugar de Lloret. Y después los dichos hombres ele Lloret viendo el gran humo que salía en aquella montaña en cuatro lugares distintos, por espacio como de tiro y medio de ballesta, haciendo gran ruido á manera de las nubes tempestuosas cuando graniza. Y viendo allí como algunas Mem. R. Soc. esp. Hist. n a t , iv, 1906.