Rompiendo el mito de la Edad Media como época oscura Ávila vuelve a ser la sede del Curso de Verano de la UNED en temática de historia medieval, unas jornadas que se desarrollan desde hace 27 años y que este año dedican su temática a la ciencia y el conocimiento en esta época. Guerras y enfermedades son dos términos que van irremediablemente ligados a Edad Media. Este mito instaurado en la sociedad, se extermina cada año en el Curso de Verano de la UNED dedicado a la época medieval, en este caso bajo el título “Ciencia y Conocimiento en la Edad Media”. Ávila ha sido su sede, “una prioridad” para su directora, la Profesora Titular de Historia Medieval de la UNED, Paulina López Pita, una ciudad a la que “tenemos un especial cariño ya que su patrimonio respira carácter medieval y su ubicación e historia la hacen un lugar idóneo para este curso”. Durante una semana se ha hecho hincapié en “conocer la ciencia y las actividades culturales y tecnológicas que se desarrollaron en la época medieval con el objetivo de que el alumno se dé cuenta que no se trata de un periodo de la historia oscuro como nos han transmitido, sino que se produjeron avances importantes que han sido claves para construir la sociedad que existe actualmente” Algunas de las temáticas más importantes se han dedicado al estudio de las matemáticas, de la ingeniería medieval, del saber impartido en las universidades o el desarrollo de la medicina, pero también otros muchos más llamativos como la transmisión de los conocimientos árabes, la educación o la importancia de la mujer. El papel de la mujer El estudio de la historia medieval ha pasado por distintas fases: se ha investigado en primer lugar la política, luego se dio prioridad a la economía y la sociedad, y posteriormente a la mentalidad de los hombres. No fue hasta hace unas pocas décadas cuando se indagó en el papel femenino en la época medieval. Su reciente descubrimiento hace que una de las novedades del curso haya sido la retrospección de su papel en el medievo. La directora de las jornadas reconoce la dificultad de encontrar fuentes, “hace falta estudiarlas desde un punto de vista determinado porque todos los escritos son de hombres y no le dieron importancia”. Aunque está claro el papel determinante del género femenino, “hubo mujeres muy célebres, empezando por las reinas, que tuvieron una actividad política importante, hasta escritoras o científicas”, por eso es vital “saber a qué fuentes acudir para descubir que el papel de la mujer no se limitaba a las actividades agrícolas y domésticas como hasta ahora se nos había transmitido” Córdoba y Toledo, fuentes de transmisión cultural En este curso no ha querido pasarse por alto las influencias que la presencia islámica tuvo en la península ibérica, es indudable que lo árabes en su expansión asimilaron culturas como la bizantina y la persa, conocimientos que van a trasladar a nuestro territorio. Este trasvase de culturas se desarrolló en la ponencia “Importancia de la transmisión de los conocimientos árabes a Occidente”, a cargo de la directora del curso, Paulina López Pita, y centrándose en dos ciudades, Córdoba y Toledo. La ciudad andaluza fue durante la época del Califato en el siglo X, “epicentro de sabios que acudieron procedentes de Oriente para intercambiar conocimientos en lo que consideraban como cuna del saber. Allí se dedicaron a traducir importantes obras griegas de filosofía o astronomía que se conservaban en la biblioteca de Córdoba, que guardaba unos 400.000 ejemplares. Posteriormente muchas de esas obras se trasladaron a Toledo en el siglo XIII, “gracias a eso, adquirió un gran desarrollo su Escuela de Traductores, cuyo impulso más relevante se lo dio Alfonso X ‘El Sabio’”. Gracias a la llegada de estas fuentes árabes, de estos libros procedentes de Oriente, posteriormente traducidos al latín, todas estas obras fueron conocidas en Europa. La universidad, un legado medieval Otra de las conferencias más destacadas fue “La Universidad medieval” a cargo de Carlos Barquero Goñi, Profesor de Historia Medieval de la UNED, una charla que definía como una visión general del nacimiento de esta institución, que surgió como una asociación entre profesores alumnos de gran éxito y desarrollo en Europa, lo que provoca la fundación de universidades en prácticamente todo el viejo continente al cubrir una necesidad vacante hasta la época medieval como era la educación superior”. Este es uno de los grandes legados que la Edad Media ha dejado en la actualidad, cuya clave fue “la autonomía universitaria, algo que ha llegado prácticamente intacto a nuestros días, el dejar que profesores y alumnos controles su propia función social sin excesiva interferencia delos poderes, tanto políticos como religiosos”. Estos son solo algunos de los ejemplos que se han mostrado en “Ciencia y conocimiento en la Edad Media”, y que borran de un plumazo la creencia popular de que esta época tiene como carta de presentación las calamidades, las guerras y las enfermedades