Un animal beneficioso Consejos y recomendaciones La existencia del Lince ibérico en una finca es la mejor garantía de que ésta se encuentra en un excepcional estado de conservación y de que sus poblaciones de conejos son fuertes y sanas. Si ve algún Lince o rastros de su presencia contacte con WWF/Adena y, sobre todo, aproveche la ocasión, puede ser de las últimas personas que gocen de un espectáculo similar. En nuestras manos está el que las generaciones venideras puedan contemplarlo. Si participa en alguna cacería, gancho, batida o montería y levantan un lince, no disparen sobre él. Como otras especies en peligro de extinción se encuentra protegido por la Ley. Si visita alguna finca donde se utilicen lazos, cepos u otros métodos de control de predadores no selectivos, intente convencer a propietarios, encargados o guardas del peligro que tienen estas trampas para el Lince y de cómo este animal es el mejor controlador de predadores. El uso de estos métodos también está prohibido por la Ley. Si conoce alguna finca en zonas linceras interesada en realizar acciones para conservar al Lince ibérico o en aumentar sus poblaciones de Conejo contacte con WWF/Adena. ÚNICO EN EL MUNDO Proyecto Lince Ibérico C omo ocurre con otros animales cazadores, el papel del Lince es muy beneficioso para sus presas. La Naturaleza ha sabido compatibilizar la presencia de los predadores con unas poblaciones sanas y abundantes de las especies con las que se alimenta. Estos animales seleccionan a sus presas eligiendo las que menos trabajo les cuesta capturar y les aportan más energía. De este modo, individuos enfermos y debilitados son eliminados, sobreviviendo los más aptos y saneando la población de presas. Además, algunas especies como el lince, denominadas superpredadores, controlan también la presencia de otras especies de predadores más abundantes y oportunistas: en una finca donde vivan linces, la presencia de zorros será mínima. De este modo, el Lince se convierte en el mejor método de control de predadores, más eficaz que cualquiera ideado por el hombre. Para obtener más información o participar de forma activa en la conservación del Lince ibérico puede contactar con: WWF/Adena c/ Santa Engracia, 6. 28010 Madrid Tels.: 91 308 23 09/10. Fax: 91 308 32 93 Con la colaboración de CajaSur Texto: Jesús Cobo (WWF/Adena). Coordinación: Isaac Vega y Jorge Bartolomé (WWF/Adena). Fotografías: WWF/Jorge Sierra. Fotomecánica: FCM. Imprenta: IRIS. Impreso en papel RC100 de Papelera Peninsular, 100% reciclado. WWF/Adena CAMPAÑA 2000 por un PLANETA VIVO CajaSur WWF/Adena y del Ministerio de Medio Ambiente CAMPAÑA 2000 por un PLANETA VIVO Único en el mundo Cada vez más escaso E l Lince ibérico (Lynx pardinus) es un felino de tamaño mediano, con una longitud cabeza-cuerpo de casi 1 metro y un peso de 11-15 kg los machos y 8-10 kg las hembras. Sus patas son proporcionalmente largas con respecto a su cuerpo y su cola es corta, casi reducida a un muñón. La coloración de fondo de su pelaje es leonado, moteado con manchas negras. Sus orejas triangulares están rematadas con un característico pincel de pelos negros y la cara está rodeada por grandes patillas, acabadas en punta, que están más desarrolladas en los animales más viejos. Es un mamífero único y exclusivo de nuestra Península, que vive en zonas de monte y matorral mediterráneo con gran abundancia de conejos y grandes extensiones con densa cobertura vegetal y escasas molestias humanas. Para que exista esta especie, es fundamental la combinación de matorral y monte cerrado, donde se refugia y cría, con pastizales o matorral abierto donde caza conejos, su presa preferida. Peligros para el Lince L as principales amenazas que han llevado al Lince ibérico al borde de su extinción han sido la pérdida y transformación de su hábitat, la disminución de las poblaciones de Conejo y la mortalidad provocada por el hombre. Hace muchos años, en condiciones óptimas, el Lince era lo suficientemente numeroso como para que la incidencia de la caza y los cepos apenas afectase a su población. Sin embargo, ahora que sólo quedan unos pocos, los métodos de trampeo no selectivos resultan especialmente nocivos, sobre todo los destinados a conejos y zorros. A finales de la década de los 80, el número de linces españoles apenas alcanzaba los 1.100 ejemplares (según los censos de los investigadores Alejandro Rodríguez y Miguel Delibes); incluso las estimaciones más recientes de su población parecen indicar que sólo, 10 años más tarde, el número de estos grandes gatos se ha reducido casi a la mitad: hoy Mapa de distribución actual del quedan unos 600. Lince Ibérico Además, los pocos que nos quedan están repartidos en pequeños territorios inconexos con muy poca probabilidad de ■ En Portugal ■ En España contacto entre ellos, con lo cual habría que añadir la consanguinidad a la larga lista de problemas que acechan a este bello y exclusivo felino. No en vano, la Unión Mundial para la Naturaleza (IUCN), organismo encargado de elaborar los listados de las especies más amenazadas del planeta, ha catalogado al Lince ibérico como la especie de felino más amenazada del mundo. Así, los cepos suponen el 52% de las muertes conocidas, los lazos el 6% y otras trampas otro 6%. También son importantes las bajas por arma de fuego con un 25% y algo menos las debidas a perros (7%). Sólo aumentando el cuidado en monterías y cacerías se evitaría más del 60% de las muertes de linces.