LA AGRESIVIDAD INFANTIL Rocío Muñoz Jardúo DNI: 28633849E INTRODUCCIÓN La agresividad infantil suele ser muy común. Para que los niños puedan llegar a ser personas adultas socializadas, deben modificarse a sí mismos y aprender nuevos métodos de expresiones más adecuados. Los problemas de comportamientos pueden ser tanto hereditarios como influenciados por el entorno. Podemos decir que los problemas hereditarios no se pueden modificar, en cambio, los que son ocasionados por la influencia exterior si que pueden ser modificados. En cualquier caso, los problemas de agresiones se pueden solucionar siguiendo un método: • Concienciando a los padres, maestros e incluso a los propios afectados (es decir, a los niños) de que el problema tiene solución. • Y por último, siguiendo un método para poder ser resuelto dicho problema. 1. ¿A QUÉ NOS REFERIMOS CON EL TÉRMINO “AGRESIVIDAD INFANTIL”? ¿Qué entendemos por “agresividad infantil”? El término agresividad infantil podemos definirlo de distintas formas pero todas están relacionadas entre sí. En general, podemos definirlo como: “el hecho de provocar daño tanto físico como psicológico”. El comportamiento agresivo podemos clasificarlo en : • Agresión física o verbal. • Agresión directa o indirecta. • Agresión activa o pasiva. En el caso de los niños, suelen ser agresiones directas y tanto físicas como verbales. Evolución de la conducta agresiva. La conducta agresiva suele ser más evidente en los primeros años. El nivel máximo de agresividad infantil se da a los 2 años aprox. hasta la edad escolar. Debemos diferenciar dos tipos de agresiones: • Agresión instrumental: se intenta obtener objetos externos (entre los 2-5 años) • Agresión hostil: El objetivo es dañar a algo o alguien (entre los 6-8 años). Diferencias sexuales. Tras muchas investigaciones, se ha podido concluir que los niños son más agresivos que las niñas y que su modo de hacerlo suele ser fisiamente, en cambio, las niñas suelen agredir verbalmente. Pero, hoy día no hay tanta diferencia de agresividad entre ambos sexos, como hace años, será a causa de la influencia de la cultura. 2.CAUSAS DEL COMPORTAMIENTO AGRESIVO Teorías sobre el comportamiento agresivo Hay dos tipos distintos para explicar la agresión; éstas son: • T.Activas: son las agresiones que ya las traemos en el nacimiento; es decir, agresiones innatas. Los psicoanalístas y los psicólogos pertenecen a éste tipo de agresiones. • T.Reactivas: son las agresiones que el individuo realiza en el medio que le rodea. A su vez, éstas las podemos clasificar en: - Agresiones de impulso: dice que la agresión es una respuesta a una situación frustante. - Agresiones del aprendizaje social: afirma que las agresiones pueden aprenderse por imitación de modelos agresivos. Visión globalizadora del comportamiento agresivo Normalmente, los niños responden agresivamente cuando se dan situaciones conflictivas: • Problemas de relaciones sociales. • Problemas por no querer cumplir órdenes. • Problemas al ser castigados. Ante cualquier situación de las ya anteriormente nombradas puede haber todo tipo de reacciones más agresivas que otras. Éstas reacciones dependerán de la experiencia que el niño tenga para reaccionar ante éstas situaciones. En el aprendizaje podemos distinguir entre: adquisición de la conducta agresiva y mantenimiento de la misma. * Adquisición de la conducta agresiva: Un niño adquiere el comportamiento agresivo mediante el modelamiento; es decir, mediante los comportamientos que el niño observa de su entorno. Un niño no sólo observa la acción agresiva, sino también, las consecuencias que esto trae consigo. El reforzamiento, que puede ser mayor o menor, incrementa las consecuencias de la acción agresiva. *Mantenimiento de la conducta agresiva: Para mantener la conducta agresiva de un niño, éste se somete a un nuevo proceso de reforzamiento. Éste referente puede observarse mediante: recursos materiales, admiración del entorno; y sobre todo, aunque parezca extraño, mediante la atención que le prestamos. Factores influyentes en la conducta agresiva El ambiente familiar al que esté sometido el niño es uno de los factores más influyentes en la conducta agresiva del mísmo. Es muy importante el tipo de disciplina que se le dé al niño, las relaciones entre los propios miembros de la familia y las expresiones que éstos utilicen. Otro de los factores que influye a la conducta agresiva del niño es el ambiente por el que se “mueva” y las formas de relacionarse que el propio niño vea entre su ámbito social. 3. EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA AGRESIVA Definición topográfica de la conducta En primer lugar, para identificar la conducta agresiva de un niño; primero hay que observar que métodos utiliza para el empleo del comportamiento agresivo y con qué intensidad, duración y frecuencia lo emplea. Definición funcional de la conducta Posteriormente, tenemos que analizar los antecedentes y los consecuentes del comportamiento agresivo. Como antecedentes, nos referimos a los factores y a al situación que se vive inmediatamente antes de que el niño emita la conducta agresiva; y como consecuentes nos referimos a las consecuencias que se producen después de haber emitido la conducta agresiva. Evaluación de la variable organismo Una vez, analizado todo lo anterior, tendremos que evaluar ahora las respuestas que el niño tiene a las situaciones conflictivas que se le pueden presentar. Al evaluar todo esto observaremos las condiciones personales del niño y también descubrir si éste pudiera tener algún tipo de deficiencia. Estrategias de evaluación Para evaluar el comportamiento agresivo de un niño, podemos utilizar técnicas directas (observación natural y observación análoga) y técnicas indirectas (entrevistas, cuestionarios y autorregistros). • Técnicas directas: - Observación natural: puede hacerse tanto en el hogar como en la escuela con la colaboración de padres y maestros. Es la forma más habitual. - Observación análoga: En éste método se somete al niño a un “juego de roles”; que consiste en la presentación mediante la narración o vídeo de situaciones interpersonales específicas y se le pide al niño, que actúe como si se encontrase en dicha situación. • Técnicas indirectas: - Entrevistas: sirve para obtener información que permita formular alguna hipótesis tentativa sobre las variables que controlan la conducta. - Cuestionarios: no sólo se le aplica al niño agresor, sino también, a padres y maestros. - Autorregistro: mediante éste método, se obtienen datos acerca de la duración, frecuencia, intensidad y latencia de la conducta. 4. TRATAMIENTO DEL COMPORTAMIENTO AGRESIVO Tras los resultados de la evaluación, hay que poner el tratamiento necesario para cada niño. Para ello, se siguen una serie de procedimientos que más adelante se explicaran. Procedimientos para controlar los antecedentes Para controlar los antecedentes, antes hay que manipular los estímulos que están alrededor de la conducta agresiva. Hay distintas formas de manipular los antecedentes: • Reducción de estímulos discriminativos: para controlar los antecedentes, basta con eliminar la presencia de estímulos discriminativos. • Modelamiento de comportamiento no agresivo: la conducta agresiva se la podemos facilitar al niño mostrándole como su comportamiento ha sido recompensado. • Reducir la exposición a modelos agresivos: debemos evitar que el niño, esté expuesto a ver comportamientos agresivos; porque así, la agresividad de dicho niño se reforzará. • Reducción de estimulación aversiva: por último, otro procedimiento para controlar los antecedentes, sería reducir la presencia de expresiones humillantes, etc. Procedimientos para controlar las consecuencias Los procedimientos a seguir para controlar las consecuencias de comportamiento agresivo, tiene como objetivo reducir dicho comportamiento; o bien, incrementar comportamientos alternativos a ala agresión. Éstos procedimientos pueden ser tanto positivos como negativos. Extinción El procedimiento de extinción, consiste simplemente en suprimir los reforzadores que mantienen la conducta agresiva; así conseguiremos que la conducta decaiga. Para ello, hay que tener en cuenta algunos aspectos: - Al principio la conducta tenderá a incrementarse, sin embargo, si las personas encargadas de retirar las recompensas son consistentes, acabará extinguiéndose dicha conducta. - La consistencia en el comportamiento. Éste método se debe aplicar constantemente; es decir, sin interrupciones. - Y por último, atendiendo más a las conductas aceptables que a las propias agresivas. Éste proceso de extinción, puede ser de gran ayuda al niño agresor, siempre y cuando se utilice correctamente. Procedimientos de castigo Hay dos tipos de procedimientos de castigo negativo: • Tiempo fuera: Es un procedimiento mediante el cual, durante un periodo de tiempo, el niño agresivo está apartado de las posibles fuentes de reforzamiento; éste método puede ser de 3 formas: de aislamiento, de exclusión y de no exclusión. Debemos tener en cuenta varios factores: se debe aplicar a niños entre 2 y 12 años, tiene q ser en un lugar aburrido y, a la vez, debe de estar controlado, etc. • Castigo físico: Es el método menos efectivo y no es aconsejable por varias razones: el niño tiende a imitar al agresor, aumenta su ansiedad e incrementan las conductas de evitación. • Reprimendas: Éste es otro de los métodos para evitar la conducta agresiva; el cual consiste, en elevar la voz (dar gritos, etc) sin la necesaria intervención del castigo físico. • Sobrecorección: Éste método tiene como finalidad corregir las consecuencias de la conducta agresiva y facilitar que el agresor asuma la responsabilidad de la conducta. Éste se suele aplicar cuando ninguno de los métodos anteriores han sido efectivos. La sobrecorección puede aplicarse de 2 formas: - La restitutiva: requiere que el niño restituya el daño que ha originado y sobrecorrija o mejore el estado original de las cosas. - La práctica positiva: consiste en la repetición de una conducta deseable. - Algunas consideraciones sobre el castigo en general El uso del castigo no debe depender de la conducta emitida. Al aplicar el castigo no lo debemos de hacer regañando, gritando, etc. No debemos aceptar excusas ni promesas. Hay que dar al niño una advertencia o una señal antes de que se le aplique el castigo. El tipo de castigo debe de evitar el fomento de respuestas emocionales fuertes en el niño castigado. Debe aplicarse conjuntamente el castigo con el reforzamiento. Es preciso saber que se obtienen efectos más rápidos si comenzamos a aplicar el castigo al principio de esa cadena de respuestas que en una fase posterior. - Cuando el niño es mayor, conviene utilizar el castigo en el contexto de un contrato conductual. Y por último, es conveniente que la aplicación del castigo requiera poco tiempo. Reforzamiento diferencial Consiste en reforzar otras conductas emitidas por el niño, excepto la que queremos eliminar. Pueden ser de 2 tipos: • Reforzamiento de omisión: reforzamos al niño cuando lleva un tiempo sin emitir la conducta agresiva. • Reforzamiento de conductas incompatibles: reforzamos al niño por emitir precisamente una conducta incompatible con la agresión. Ambos, permiten superar algunas de las consecuencias negativas que podría tener el uso de la extinción. Entrenamiento en Habilidades Sociales (HHSS) Mediante éste entrenamiento, se intenta entrenar al niño a interactuar de forma más efectiva con los demás en cierto tipo de situaciones. Componentes de las habilidades Dependiendo del tipo de habilidad, se entrenan una serie de conductas u otras. Si se trata de habilidades de juego cooperativo en niños, los componentes son: - Iniciación social: se refiere a conductas verbales utilizadas para entrar en juegos con otros niños. - Preguntar y responder: son conductas conversacionales que facilitan el desarrollo de las relaciones con los compañeros. - Saludos a los compañeros: son expresiones que indican que el niño reconoce al compañero - Jugar o participar en la tarea: se refiere a atender y participar con los otros cuando se lleva a cabo una actividad común. - Proximidad y orientación: es la cercanía física del niño a los demás y orientación visual hacia ellos. - Cooperar/compartir: se refiere a hacer turnos y compartir algo durante el juego, la tarea, etc. - Responsividad afectiva: se refiere al talante emocional del niño durante su interacción con otros. - Elogio a los compañeros: dirigidos a los compañeros con quienes interactúa tras haber hecho algo bien. Si se entrena el comportamiento aservativo, se deben de entrenar las siguientes conductas: contacto visual, volumen de voz, expresiones gestuales, expresiones de comprensión, desacuerdo y petición de un cambio o propuesta de solución. Técnicas a utilizar Las técnicas utilizadas en el entrenamiento de HHSS son: - Instrucciones: para indicar al niño cómo debe comportarse ante una situación conflictiva. - Modelamiento: mediante el cual se muestra el comportamiento socialmente adecuado; y puede hacerse en vivo o en vídeo. - Ensayo de la conducta: a través del cual el niño pone en práctica lo que se le ha indicado a través de las instrucciones y el modelamiento. - Feedback: informamos al niño de lo adecuado de su ejecución. - Reforzamiento: para incrementar la probabilidad de ocurrencia de la conducta que está aprendiendo. ¿Cómo proceder? Se evalúa al niño en las diferentes conductas implicadas. Una vez evaluado, se entrena mediante las técnicas indicadas cada una de las conductas deficitarias. Entrenamiento en Habilidades de Resolución de Problemas A veces, la conducta agresiva puede ser el resultado de un déficit en habilidades para solucionar los problemas; por el contrario, el Entrenamiento en Habilidades de Resolución de Problemas intenta a ayudar al niño a superar éste déficit. El objetivo principal consiste en enseñar una manera general de actuar ante estas situaciones conflictivas. Fases a cubrir El niño que aprende estrategias de resolución de problemas, pone en práctica una serie de pasos: Primero, debe saber reconocer cuándo existe un problema y en qué consiste. Posteriormente, se induce al niño a que genere posibles alternativas para solucionar el problema. Después, debe elegir que alternativa poner en práctica teniendo en cuenta las consecuencias. Y por último, debe valorar el éxito o fracaso de la alternativa puesta en práctica. Procedimientos de autocontrol El entrenamiento en relajación, es una técnica muy útil para controlar el estado afectivo del niño ante situaciones conflictivas. Una de las técnicas más utilizadas es “La técnica de la tortuga”. Técnica de la Tortuga Es un método muy útil para eliminar respuestas agresivas y de rabietas en niños. Incluye, técnicas de relajación y de solución de problemas. Con ella, se enseña un medio de autocontrol por parte del niño. Tiene como objetivo principal enseñar a los niños a reaccionar ante los impulsos de agresión. Autoinstrucciones Es un comentario verbal que uno se hace a sí mismo y mediante el cual el propio individuo impulsa, dirige, mantiene o se prohíbe una conducta. Con éste tipo de entrenamiento, se reduce la conducta agresiva al tiempo que se da un incremento en la conducta prosocial; se enseña al niño las diferentes formas de enfrentarse a los diferentes problemas. Las fases por las que discurre el entrenamiento son las siguientes: - Modelado: el entrenador realiza una tarea de resolución de problemas, describiendo la estrategia en voz alta para sí mismo y para el niño. - Guía externa en voz alta: el entrenador instruye al niño sobre cómo realizar la tarea, mientras éste intenta hacerla. - Autoinstrucciones en voz alta: el niño lleva acabo la tarea mientras se habla a sí mismo en voz alta. - Autoinstrucciones en voz baja: el niño lleva a cabo la tarea de nuevo, mientras cuchichea las instrucciones para sí mismo. - Autoinstrucciones encubiertas: el niño guía su propio comportamiento mediante instrucciones internas. Procedimiento de autorregulación En este caso se enseña al niño a autorregistrar su conducta, a autoevaluarse y a suministrarse a sí mismo una consecuencia según haya actuado adecuada o inadecuadamente. 5. ¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES Y LOS PROFESORES PARA MODIFICAR EL COMPORTAMIENTO AGRESIVO DEL NIÑO? Defina la conducta En primer lugar, tenemos que observar en el niño que es lo que exactamente le está ocurriendo y que es lo que nos lleva a pensar que nuestro hijo tiene un comportamiento agresivo. Una vez observado todo, debemos de empezar a trabajar en la ayuda del problema. Determine la frecuencia de la conducta Una vez que ya sabemos cuáles son las conductas agresivas que emite nuestro hijo, lo siguiente que debemos de observar, es con qué frecuencia emite la determinada conducta e incluso en cuánto tiempo la emite. Define funcionalmente la conducta Después de haber observado todo lo anterior, nuestra siguiente obligación es analizar en que tipo de situaciones nuestro hijo se comporta agresivamente; y por lo tanto, debemos de analizar los antecedentes y los consecuentes de dicha conducta. Decida qué procedimientos va a utilizar para modificar la conducta de su hijo En primer lugar, debemos de conseguir dos objetivos: - Disminuir las respuestas agresivas. - Aumentar las respuestas alternativas deseables. Nosotros mismos, debemos de controlar los antecedentes y los consecuentes que dependen del comportamiento agresivo de nuestro hijo. Aparte de los procedimientos para reducir la conducta como: extinción, tiempo fuera, coste de respuesta y sobrecorección, los cuáles son procedimientos de control de consecuencias; hay otros procedimientos para reducir el comportamiento agresivo, los cuáles manipulan los antecedentes de los mismos: - Debemos de ser conscientes de las situaciones en las que un niño agresivo puede sacar provecho y actuar consecuentemente. - Reduzca el contacto con modelos agresivos, porque podría facilitar la imitación del comportamiento agresivo. - Conviene suministrar al niño modelos de conducta no agresiva. - Y por último, reduzca los estímulos que provocan la conducta. Existe un método muy útil para dejar muy claras al chico las consecuencias que puede tener su comportamiento; se trata del contrato de contingencias. Es un escrito entre padre-hijo o maestro-alumno, o terapeuta-niño; en el que se indica las conductas que se comprometen a emitir las dos partes del contrato. Éste tipo de contrato es más adecuado para niños a partir de 9 años; para que funcione debe de seguir una serie de reglas: - Los reforzadores deben estar especificados en el contrato. - Los contratos iniciales deben buscar y recompensar pequeñas aproximaciones a la conducta deseada. - Las recompensas deben de ser frecuentes y en pequeñas cantidades. - El contrato debe de ser justo y debe de estar claro. - Y por último, se debe de llevar un registro continuo del nivel de comportamiento y ponerlo en un lugar visible para ambas partes. Ponga en práctica su plan Una vez que ha determinado el plan hay que llevarlo a cabo. Hay que luchar por la mayor objetividad posible; y por supuesto, debemos de avisar a las personas que se relacionan con el niño del plan que llevamos a cabo. Hay que mantener una actitud positiva; y por último, nos debemos de ir fijando en los progresos que vaya teniendo el niño, al igual, que en los fallos que cometa. Evalúe los resultados del programa Nosotros hemos formulado una hipótesis, y de ella ha surgido un plan de intervención; por lo que, ahora es el momento de evaluar dicha hipótesis. Durante la fase en la que hemos evaluado la frecuencia de la conducta del niño, hemos obtenido “La Línea de Base”, la cuál, se refiere al estado en que se encuentra dicha conducta antes de intervenir. Prepárese para desvanecer el programa Por último, una vez que, poco a poco, estamos obteniendo los resultados que pretendiamos alcanzar, no debemos de dejarlo rotundamente; sino todo lo contrario, poco a poco con el paso del tiempo. 6. ¿CÓMO SE PUEDEN PREVENIR LOS COMPORTAMIENTOS AGRESIVOS EN LOS NIÑOS? Tenemos que distinguir 3 tipos de prevención: - Primaria: tiene como objetivo evitar la aparición del trastorno. - Secundaria: tiene como finalidad acortar la duración y disminuir el efecto de un trastorno dado mediante las intervenciones terapeúticas. - Terciaria: el objetivo es ayudar al individuo a llevar una vida tan útil como sea posible. Nosotros nos concentraremos en la primaria; la cual para prevenir dicho comportamiento, lo mejor es disponer el ambiente de modo que el niño no aprenda a comportarse agresivamente. OPINÓN PERSONAL A mí, personalmente, éste libro me ha servido para interiorizar y aprender más sobre los comportamientos agresivos que nosotros mismos realizamos. Al emitir una conducta agresiva, no nos damos cuenta de todos los antecedentes y todos los consecuentes que ello conlleva; sino todo lo contrario, simplemente la emitimos y nos quedamos satisfechos por el resultado positivo que conseguimos al emitirla. Ahora bien, una vez que he leído el libro, me he dado cuenta de que todo (de una forma u otra) tiene solución, siempre y cuando, todos (tanto el mismo afectado como los que le rodean) pongan de su parte. También me ha servido, para saber tratar e una manera más adecuada a las personas que se comportan de manera agresiva y, ahora, ya he aprendido a responder de forma adecuada a sus comportamientos. En realidad, yo me creía que éste libro no me iba a servir para mucho, tan sólo, pensaba leerlo como una obligación impuesta por el profesor; pero ahora, me alegro mucho de haberlo leído porque, a parte de haber sido muy interesante y haber aprendido muchas cosas, también he sacado muchas cosas positivas que en mi vida personal me afectaban directamente y ahora sé como tratarlas.