Vigilia Mariana Evangelizados para Evangelizar Con Marí a Español IV ASAMBLEA GENERAL Salamanca, 24-28 julio de 2015 1. EVANGELIZADOS Las estrellas en la Medalla Milagrosa son un símbolo. Representan los doce apóstoles. En el evangelio de Marcos leemos: “ Después subió al monte y llamó a sí a los que él quiso, y vinieron a él. Designó entonces a doce para que estuvieran con él..." (Mc 3, 13-14). Antes de que los apóstoles comenzarán a hacer lo que Jesús les pidió, antes de que ellos comenzaran a evangelizar, ellos ya habían estado con Jesús, ellos lo habían conocido, estuvieron y aprendieron en Su Escuela, ellos crearon una relación personal con Él. La teología Cristiana encuentra en María el modelo perfecto de discípulo de Jesús. María acompañaba a Jesús, María estuvo presente en los momentos más importantes de la historia de la Salvación - La anunciación, nacimiento, bodas de Caná, La pasión de Cristo.... María estuvo con Jesús. El Papa Pablo VI presentó a la Madre de Jesucristo como una persona activa y dinámica que atiende la llamada de Dios con mucha responsabilidad... Solamente Dios y Su Misericordia pueden estar presentes en las personas y en los ángeles -pero sólo en caso de que estos le den un "espacio" y María dejó que este espacio fuera totalmente ocupado por Dios. Dios la llamó a través de las palabras del ángel: "no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo", (Lc 1, 30-32). María respondió la llamada del Señor diciendo: " Aquí está la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra"(Lc, 1,38) Dios a ti también te llama a evangelizar. Y Él espera tu respuesta, si tú le dices que SI, Él te llevara a su escuela y te enseñará lo mismo que le enseño a María y a los Apóstoles. Lo único que tienes que hacer es estar con ÉL, confiar en Él plenamente y amarle por sobre todas las cosas. "Al tercer día hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesús estaba allí, y Jesús y sus discípulos también habían sido invitados a la boda. En esto se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo, "Ya no tienen vino" (y) Jesús le contestó, "Mujer, ¿por qué me lo dices a mí? Mi hora aún no ha llegado", Dijo ella a los que estaban sirviendo, "Haced lo que él os diga." Había allí seis tinajas de piedra, para el agua que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada tinaja cabían entre cincuenta y setenta litros. Jesús dijo a los sirvientes "Llenad de agua estas tinajas." Las llenaron hasta arriba, y les dijo, "Ahora sacad un poco y llevádselo al encargado de la fiesta." Así lo hicieron, y el encargado de la fiesta probó el agua IV ASAMBLEA GENERAL Salamanca, 24-28 julio de 2015 convertida en vino, sin saber de dónde había salido. (Solo lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua), así que el encargado llamó al novio y le dijo "Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido bastante, sirve el vino corriente. Pero tú has guardado el mejor hasta ahora." Esta fue la primera señal milagrosa que hizo Jesús en Caná de Galilea. Con ella mostró su gloria, y sus discípulos creyeron en él." . (Jn 2, 1-11) Una celebración, una boda en Caná......Y “Ya no tienen vino”. María, siempre muy discretamente sensible a las necesidades de los demás, simplemente lo comunica a su Hijo. No hay suplica, ni siquiera se escucha una sugerencia útil de que podría Él hacer, Solo el hecho: "Ya no tienen vino", declaración en confianza plena, Madre a Hijo. Mujer, "¿por qué me lo dices a mí? Mi hora aún no ha llegado", El Hijo responde a la Madre. No había, hasta ese momento, "signos", su "gloria" no había sido vista, Pero María sabía que Su hora había llegado. Ella había estado esperando pacientemente, tranquilamente con fe, por esta manifestación, esperando desde el momento en el que el ángel la llamó "llena de gracia", esperando ese momento desde que ella lo "envolvió en pañales". ¿Era esta Su hora, allí en Caná? Ella dice a los sirvientes: "Haced lo que él os diga." Ella comparte su propia fe con los otros. Muestra a los sirvientes el misterio del Reino, dentro de esta relación Madre-Hijo, la esperanza que es su Hijo. Y los sirvientes responden. Llevan el agua y son retados a ofrecerla como vino al mayordomo!.. Sólo ellos comparten el secreto del milagro, el milagro cumplido a través de sus acciones cotidianas, a través de la obediencia a las palabras del Hijo. Las últimas palabras registradas de María - Que se nos dicen a cada uno de nosotros, que se nos dicen como Iglesia..... "Haced lo que él os diga."... …con amor …..con corazón abierto ……en el silencio de la oración IV ASAMBLEA GENERAL Salamanca, 24-28 julio de 2015 ......pacientemente, sensiblemente, con valentía ....... Con alegre generosidad ..….sin guardar nada Entonces.... nosotros también, confiados en que Su hora ha llegado, vemos los "signos" y testificamos Su gloria.. Nosotros, también, como María, nos entregamos, en fe, para que nuestras vidas sean transformadas ...... De agua..... al glorioso vino del Reino.. Gesto: Se te ha entregado un pedazo de papel. El papel que tienes tiene dos lados -Uno azul (agua) y el otro rojo (Vino). Escribe en el lado azul algo que quieras que Jesús cambie/transforme, algo que quieras poner en sus manos y como María - decir a Jesús "Haré lo que tú me digas". Una vez hayas terminado, escribe en el lado rojo del papel "Haré lo que tú me digas". Antes de ascender a los Cielos, el dio instrucciones a su cercano amigo Pedro, una persona en la que Él confió el liderazgo de Su Iglesia. ¿Qué Él le dijo?; ¿Cuales principios o reglas Él le enfatizó?, amor. Contrario a acusar a Pedro de haberlo negado, por haber hecho tantas promesas, hay sólo una pregunta que Jesús hace a Pedro. Jesús puede acusarnos por muchas cosas, muchas traiciones y promesas rotas, pero Él solo nos hace la misma pregunta que le hizo a Pedro... ¿Me amas?, Pedro entendió que solo el amor es lo que le importa a Jesús. ¿Con qué amor, con qué pasión hago yo lo que se llama ser Vicenciano, laico, hermana? ¿Está todo hecho con mi corazón?. 2. PARA EVANGELIZAR Las estrellas en la medalla Milagrosa también nos recuerda que nosotros debemos ser apóstoles, que debemos de buscar a las personas indiferentes y faltos de fe, para así guiarlos hasta Jesús con María. El Evangelista Mateo escribe que Jesús envió a sus Apóstoles con las palabras: "Id y anunciad que el reino de los cielos está cerca. Sanad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad de IV ASAMBLEA GENERAL Salamanca, 24-28 julio de 2015 su enfermedad a los leprosos y expulsad a los demonios. Gratis habéis recibido este poder: dadlo gratis" (Mt 10, 7-8) Jesús también me envía a mí y a ti al mundo y el quiere que llevemos la buena noticia a todo el que esté a nuestro alrededor. Quiere que los llevamos a Él, y amarlo en Él. El papa Benedicto XVI dijo: "Queridos amigos, nuestro tiempo requiere cristianos que han sido aferrados por Cristo, que crezcan en la fe a través de la familiaridad con las Sagradas Escrituras y los Sacramentos. Personas que sean casi como un libro abierto que narra la experiencia de la vida nueva en el Espíritu, la presencia del Dios que nos sostiene en el camino y nos abre a la vida que no tendrá fin". Los obispos reunidos en el sínodo dedicado a la Nueva Evangelización nos dieron este mensaje: Guiar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo al encuentro con Jesús, a encontrarse con Él es una urgencia que afecta a todas las regiones del mundo. Nos corresponde a nosotros hoy, mostrar experiencia de una Iglesia concretamente accesible, para multiplicar los bienes donde los hombres y mujeres sedientos, son invitados al encuentro con Jesús, ofrecer oasis en los desiertos de la vida. Comunidades Cristianas y, en ellas, cada discípulo del Señor es responsable por esto: un testimonio irremplazable que ha sido confiado a cada uno, así que el Evangelio pueda entrar en la vida de todos. Esto pide de nosotros que vivamos una vida santa. El papa Francisco dijo que el problema de que la evangelización de hoy en día no sea efectiva, es que los mismos evangelizadores fallan. No tenemos que hacer grandes cosas, es suficiente con, por ejemplo, estar interesado el uno en el otro. No solo en cómo alguien le va en el trabajo, cómo está en términos de salud, sino también en cómo les va en sus vidas con Jesús. Debemos invitarnos los unos a los otros a visitarnos no solo en las celebraciones o a una copa de vino sino también para una conversación sobre el evangelio del domingo, también a ser valientes y proponer hacer una oración en algunas de esas reuniones. El papa Francisco dice en su exhortación apostólica: Con el Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está María. Ella reunía a los discípulos para invocarlo (Hechos 1, 14), y así hizo posible la explosión misionera que se produjo en Pentecostés. Ella es la Madre de la Iglesia evangelizadora y sin ella no terminamos de comprender el espíritu de la nueva evangelización. IV ASAMBLEA GENERAL Salamanca, 24-28 julio de 2015 María fue capaz de convertir un establo en un hogar para Jesús, con unos pobres pañales pero con mucho amor. Ella es la esclava del Señor que canta sus maravillas. Ella es la amiga que siempre estará atenta a que no falte vino en nuestras vidas. Ella es la mujer cuyo corazón fue atravesado por una espada y que entiende todo nuestro dolor. Como madre de todos, ella es un signo de esperanza para los que sufren los dolores de parto de la justicia. Ella es la misionera que va cerca de nosotros y que nos acompaña en nuestras vidas, abriendo nuestros corazones a la fe por medio de su amor maternal. Cómo verdadera madre, ella camina a nuestro lado, comparte nuestras luchas y constantemente nos rodea con el amor de Dios. La actividad evangelizadora de la Iglesia tiene un carácter Mariano. Cuando miramos a María podemos siempre creer una vez más en el revolucionario poder de la ternura y el amor. Entonces caminamos con María y oramos: (leemos todos) Virgen y Madre María, tú que, movida por el Espíritu, acogiste al Verbo de la vida en la profundidad de tu humilde fe, totalmente entregada al Eterno, ayúdanos a decir nuestro «sí» ante la urgencia, más imperiosa que nunca, de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús. Tú, llena de la presencia de Cristo, llevaste la alegría a Juan el Bautista, haciéndolo exultar en el seno de su madre. Tú, estremecida de gozo, cantaste las maravillas del Señor. Tú, que estuviste plantada ante la cruz con una fe inquebrantable y recibiste el alegre consuelo de la resurrección, recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu para que naciera la Iglesia evangelizadora. IV ASAMBLEA GENERAL Salamanca, 24-28 julio de 2015 Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados para llevar a todos el Evangelio de la vida que vence a la muerte. Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos para que llegue a todos el don de la belleza que no se apaga. Tú, Virgen de la escucha y la contemplación, madre del amor, esposa de las bodas eternas, intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo, para que ella nunca se encierre ni se detenga en su pasión por instaurar el Reino. Estrella de la nueva evangelización, ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio, de la fe ardiente y generosa, de la justicia y el amor a los pobres, para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz. Madre del Evangelio viviente, manantial de alegría para los pequeños, ruega por nosotros. Amén. Aleluya