4. el fervor patriótico

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La guerra de 1941 entre Ecuador y Perú: Una reinterpretación I 47
4. EL FERVOR PATRIÓTICO
Luego de los primeros combates del 5 de julio, la población
reacciona organizando manifestaciones patrióticas el 6 de julio
en Quito. Eran manifestaciones que recorrían las calles céntricas
de la ciudad. desplegando la bandera y cantando el himno nacio­
nal. Los gritos eran contra los invasores peruanos y vivando al
Ecuador. El ambiente de ese día, expresa la efusión patriótica
que se vivía. El diario El Comercio de Quito, reseña:
,"Apenas desfilaba una manifestación de miles de personas por
la caJJe Guayaquil, desembocaba por otra caJJe una nueva mani­
festación y luego otra y otra que se organizaban en todos los ba­
rrios, hasta que en horas de la noche la ciudad se haJJaba inun­
dada por las manifestaciones pltrióticas que se sucedían a cada
momento.
Los manifestantes recibían a su paso las cálidas ovaciones y los
gritos de fervor patriótico con los que cooperaban a enardecer el
alma nacional herida en sus mas caros derechos, el elemento fe­
menino que llenaba ventanas y balcones.
Ese patriotismo latente siempre en el alma de todos los ecuato­
rianos, se puso de manifiesto en un solo grito y como un solo co­
razón, terminándose ipso facto cualquier diferenciación social y
política que hubiera podido mantener distanciados a los ciudada­
nos, uniéndose en un solo y tremendo bloque ante la inicua y
premeditada agresión. Cogidos de los brazos y en compactos
cordones y agitando en alto el emblema nacional, manifestantes
de toda edad y condición, atronaban el espacio entonando el
Himno Patrio. Era el espíritu nacional que nuevamente vibraba
valiente y emocionado como en las épocas de las gestas heroicas
en que el Ecuador llegó a rubricar con su sangre las páginas más
48 / Lo guerra de 1941 entre Ecuador y Perú: Uno reinterpretaclón
brillantes de su historia cuando tenía que mantener en alto su ho­
nor y su libertad de pueblo independiente.,,68
Se atribuye una actitud radical a las manifestantes femeninas,
que sobre todo expresaban los deseo/; de impulsar la confronta­
ción:
"Nosotros estaremos desde el primer momento alIado de los hi­
jos de la Patria que tienen que defender el suelo de nuestros ma­
yores y lavar con sangre en el campo del honor la agresión pe­
ruana, era lo que manifestaba el elemento femenino que corría
confundido en la" manifestaciones callejeras."
En general, las mujeres, estudiantes secundarias y universita­
rias, se ofrecen para marchar al frente como enfermeras. 69 Días
más tarde, y aunque no se precisa de que grupo social viene la
oferta, se habrían ofrecido mujeres guayaquileñas para formar
una unidad del ejército para combatir en la frontera. 70
Los intelectuales agrupados en la Sociedad Jurídico Literaria,
organizan reuniones y buscan dar su aporte, esperando conseguir
la solidaridad de los intelectuales de América. Desean dar una
versión de los hechos, para que la intelectualidad latinoamerica­
na tome conciencia de que el Ecuador ha sido agredido, a más de
que se divulguen las aspiraciones territoriales del país.
Otro sector contagiado por el fervor, es la niñez:
"Un grupo de niños de la capital, se acercó a nuestras oficinas
para en nombre de la niñez capitalina ofrecer sus servicios en el
-",,­
68 "El espíritu patriótico vihra indignado por la incalificable agresión peruana", El
Comercio, 7n!l941, Quito.
69 El Comercio, 7/711941, Quito.
70 El Comercio, J 1/7/1941, Quito.
La guerra de 1941 entre Ecuador y Perú: Uno reinterpretacíón I 49
puesto que se les designe, expresando al mismo tiempo, que de­
jaban constancia de su protesta por el ultraje del invasor."71
Al paso de las manifestaciones, surgían oradores que prove­
nían de partidos políticos y de instituciones que arengaban a los
manifestantes con proclamas y discursos patrióticos. Por ejem­
plo, Juan lssac Lovato, Secretario General del Partido Socialista
Ecuatoriano, expresó que había que postergar las diferencias,
puesto que:
"ante el real y positi vo hecho de defender la integridad territo­
rial, todos los ecuatorianos sin distinción de credo ni de doctri­
na debían ponerse en pie y aprestarse a la auténtica defensa de
nuestra nacionalidad."n
Las emisoras radiales, aparecen como un factor de informa­
ción e impulso de las manifestaciones. La ~adio Quito, emite in­
formaciones y proclamas del gobierno y difunde constantemen­
te el himno nacional. Los manifestantes se agolpan cerca del lo­
cal de la radio. Esto será muy importante en el desarrollo del
conflicto.
"Miles de personas que llenaban todas las calles adyacentes
a este Diario se congregaron ansiosas de ir conociendo los partes
que iba radiando la difusora "Quito'': por medio de un potente
aparato que se instaló en una de las ventanas del Diario "El Co­
mercio". Todas las mani festaciones que recorrían la ciudad ha­
cían breves altos en la esquina del edificio de "El Comercio" con
el fin de ir teniendo noticia de los hechos que se sucedían en el
71 El Comercio, 7nll 94 1, Quito.
72 "El espíritu patriótico vibra indignado por la incalificable agresión peruana", El
Comercio, 71711941. Quito.
50 / Lo
guerra
de J941 entre Ecuador y Perú: Uno reinterpretoción
centro de las operaciones bélicas en la frontera del sur y de las
actividades que desarrollaba el Gobierno ante hechos de tanta
magnitud para la vida del país.
El Himno Nacional que continuamente era ejecutado desde la
Estación radiodifusora era acompañado con el canto solemne de
la multitud que agitaba airosa el emblema patrio:'73
El día lunes 7 de julio, prosiguieron las manifestaciones de
rechazo al Perú. Aunque ya se evidencia una mayor organización
y presencia de los diversos grupos sociales. Los trabajadores y
los estudiantes son grupos claramente identificados, junto con
pobladores de los barrios y vendedoras de mercados. El Presi­
dente Arroyo del Río, dirige discursos a cada grupo diferencia­
do, exaltando su patriotismo. Todo esto debió servir para legiti­
mar a su gobierno. En todo el país, se hallaba 1 organizadas las
guardias nacionales, que eventualmente eran contingentes civiles
que podían ser movilizados. Se ofrecen muchos jóvenes o ex
conscriptos para ser movilizados a la frontera. Las clases altas se
hacen presentes con sus contribuciones económicas, y se efec­
túan colectas en dinero para sostener la guerra.7 4 Hay una per­
cepción de que va a ser un largo conf1icto. Posiblemente, este
imaginario de una guerra intensa y de larga duración, se vio ali­
mentado por las noticias yla información de la Segunda Guerra
Mundial.
Una réplica de las manifestaciones patrióticas, se produce en
las ciudades del interior y en pueblos, generalmente en las cabe­
ceras de parroquia. Quienes organizan las manifestaciones, son
73
IbíJ.
74 El Comercio. 8/8/1941, Quito.
La guerra de 1941 entre Ecuador y Perú: Una reinterpretación I 51
Jos curas párrocos, Jos maestros y los tenientes políticos, arengan
a los manifestantes y proveen de discursos patrióticos. Raramen­
te en las notas de prensa, hay alguna constancia del contenido de
esos discursos. ¿Cuáles son los discursos que circulan en las reu­
niones y manifestaciones? Se conoce generalmente que la gente
asiste a una manifestación, y allí escucha algo que tiene que ver
con temas patrióticos. En una manifestación en Cumbayá, el te­
niente político y el director de la escuela, "improvisaron discur­
sos sobre lo que es la Patria, y el peligro en que se encuentra."75
El párroco de Columbe, al concluir un desfile
"en brillante alocución supo enardecer a la concurrencia desper­
tando un fervor indescriptible por ir a la línea de fuego a casti­
gar al cobarde usurpador de nuestro territorio.',76
Los actos movilizadores, generalmente terminan c(·n una co­
Jecta destinada a la defensa nacional.
La adhesión a la defensa del país, viene de la mayoría de gru­
pos sociales, especialmente de las clases medias y las clases po­
pulares, pero no están presentes los indios, y escasamente se
menciona a sectores rurales, aunque se dice que hay 1.000 ma­
cheteros de Yunguilla en Azuay, dispuestos a ir a la frontera.?7
Se difundió la versión de que el Perú, se hallaba vinculado a
Jos países del eje. Esta versión, se apoyaba en mensajes prove­
nientes de la prensa norteamericana que argumentaba que una
guerra o conflicto en América, favorecía los planes de expansión
75 El Comercio. 10/7/1941. Qúito.
76 "Población de Columbe contribuye a la Defensa Nacional", El Comercio.
30n /1941, Quito.
77 El Comercio, Isn /1941 . Quito.
52/ Lo guerra de 1941 entre Ecuador y Perú: Uno reinterpretoClón
nazi o japonés.n~ En la misma tónica, una nota del diario El Uni­
versal de México, atribuye a los intereses totalitarios el manipu­
lar elcont1icto entre Ecuador y Perú, con el objeto de quebrar el
frente interamericano. 79 También se asegura que el Perú "tiene la
inspiración "fecunda" de la hispanidad que le llega de Madrid,
según instrucciones de Berlín.,,80
Así mismo, se pensaba que el ejército peruano tenía asesores
y soldados japoneses en sus filas. Sin embargo, el mismo Ecua­
dor, mantenía contacto con el ejército italiano, que seguía vincu­
lado a las fuerzas armadas ecuatorianas, por Jo que oficiales de
la armada se hallaban estudiando en la Escuela Naval de Turín. g J
En la manifestación del 9 de julio, considerada la más gran­
de de las manifestaciones que se produjo, Gustavo Mortensen,
Presidente del Concejo Municipal de Quito, en su discurso afir­
mó que había un largo proceso de rencor y enemistad de los pe­
ruanos que se remontaba a los cont1ictos entre Huáscar y Ata­
hualpa. El discurso es en realidad una biografía de la nación que
viene desde el reino de Quito hasta el presente. La ocasión per­
mite asentar la biografía de la nación ecuatoriana. Reafirmando
también el derecho al río Amazonas.
"No importa que el hecho que ahora nos mueve sea la 'repetición
del pasaje bíblico de Caín y Abe!, Yque anotemos que este se re­
produce con asombrosa regularidad en nuestra vida dc nación.
El Perú, el país hermano, nos ofende, ya lo hizo hacc cuatro si­
7t1 "Comentarios de la prensa de EE.UU. sobre el conflicto ecualOriano peruano". F.J
Comercio, 17/7/1941, QUilO,
7"J El Comercio, 24/7/ J "J41, Quito,
gO "lmperialislllO ahsunJo", El Comercio, 24/7/1941, QuilO
81 El Comercio, 19/7/1941. QUiLO.
Lo guerra de 1941 entre Ecuador y Perú: Uno reinterpretación I 53
glos con la agresión contra Atahualpa, la rememoró en 1g29 Y
durante la vida republicana ha sido nuestro pan cotidiano.,,82
La actitud oficial de la iglesia católica, fue también la de re­
forzar el sentimiento movilizador. La opinión del Cardenal Car­
los María de la Torre, que aunque menciona la necesidad de una
conducta pacífica, tienen un contenido patriótko y justifican los
actos armados de movilización en la defensa de las fronteras.
"Nadie, empero, tome esta disposición magnánima del Ecuador
como indicio de impotencia o cobardía. El Ecuador ni es impo­
tente, ni es cobarde: allí eitá, como testigo irrecusable de su in­
domable valor, la gloriosa jornada de Tarqui.
Más hidalgos, más caballerosos, más profundamente cristianos
son los sentimientos que le impulsan a ir en pos de la paz.
.Que si por falta de idénticos sentimientos de su adversario, fUL'
ra arrastrado a la guerra, no la rehuirá, por cierto; antes bien,
consciente de la justicia de su causa, descenderá tranquilo a la
arena, desnudará la invicta espada, y a cara descubierta y visera
levantada, defenderá hasta la muerte la inmaculada pureza de su
honor y la santidad irrefragable de sus derechos.,,83
Neptalí Bonifaz, presidente electo en 1932, y descalificado
tras la guerra de los cuatro días, acusado de tener nacionalidad
peruana -como para no dejar sombra de duda sobre su adhesión
al Ecuador-, hizo una donación de 5.600 sucres para un batallón
de guardias nacionales de Guayaquil. 84
82 "Discurso pronunciado por el Presidente del Concejo de Quilo en la grandiosa
manifestación realizada ayer", El Comercio, 10/7/1941, Quilo.
83 Carlos María de la Torre, "El Ecuador no quiere la guerra porque liene un cora·
zón magnánimo y generoso", El Comercio, 21/7/1941, QUilO.
84 El Comercio, 18/7/1941, Quito.
541 La guerra de 7947 entre Ecuador y Perú, Una reinterpretación
El contenido de los discursos de los abogados en las pobla­
ciones donde son requeridos, tienen que ver básicamente con ex­
plicaciones jurídicas del diferendo territorial. El Dr. José Vicen­
te TrujilJo, famoso abogado guayaquileño, dio una conferencia
en un teatro de Milagro, dirigiéndose a un auditorio de trabaja­
dores al que dijo que había que fortalecerse primero internamen­
te y armarse antes de enfrentar al Perú.
"Recomendó el conferencista no las algazaras callejeras, que a
nada conducen sino a exaltar las pasiones. Lo que necesitamos
es una acción lenta pero segura; necesitamos disciplinarnos, pa­
ra no ser la llama que se enciende y apaga; fortalecernos y poco
a poco llegar a armarnos. Solo el día en que estemos armados, El
Perú discutirá con nosotros.Las madres desempeñarán un gran
papel en esta campaña.,,85
Las emisoras de radio, son el medio principal para mantener
a la población enfervorizada sobre el conflicto con el Perú. En
Quito, las radios HCJB y Quito. En estas dos emisoras, intervi­
no una "Madrina de Guerra", la Señora Cleopatra Espinosa de
Santamaria, quien afirmó:
"Que, para el soldado ecuatoriano, nunca han existido las pala­
bras retirada, derrota, capitulación, pues, siempre ha sido fiel al
lema de morir antes que rendirse.
No hay porque tener temor al mayor número de enemigos pues,
cuatro mil bravos de Colombia hicieron morder el polvo a nue­
ve mil peruanos, en Tarqui; y veinte y cinco ecuatorianos derro­
l:l5 El Comercio. 2417119..) l. QUilO.
La guerra de 1941 entre Ecuador y Perú: Una reinterpretación / 55
taron a dos mil peruanos en un desfiladero. El ecuatoriano de
hoy no ha perdido sus virtudes, ni su valor, ni su patriotismo."S6
Durante el conflicto, se constata en el Ecuador la participa­
ción urbana de la población en la adhesión a la defensa territo­
rial. La movilización y la apelación al sentimiento patriótico al­
canza hasta las cabeceras de parroquia, desde donde llegan adhe­
siones más morales que efectivas a la defensa del país. Es muy
importante la transmisión oral y la persuasión personal en ámbi­
tos estrechos o pequeños de comunicación por parte de los pro­
fesores y los abogados que son requeridos para dar explicaciones
históricas y jurídicas del conflicto con el Perú a la población.
En los contenidos que se transmiten en esos días, se halla
profundamente consolidada la explicación del conflicto Huáscar­
Atahualpa como una guerra de liberación ecuatoriana contra el
imperialismo peruano.
Las noticias de prensa mencionan constantemente sobre apo­
yos monetarios y en especie dirigidos hacia la guerra. Los secto­
res que más se adhieren a la guerra, son estudiantes, obreros y ar­
tesanos que piden ser incorporados. al ejército y enviados a la
frontera.
El conflicto de 1941, fue el gran momento para la educación
cívica, en múltiples ambientes y escenarios, se daban charlas y
conferencias históricas sobre el derecho territorial. Todo esto se
vincula con la cultura jurídica de la época. También se halla re­
lacionado con los mecanismos orales de transmisión del conoci­
86 "Todas las mujeres ecuatorianas se han consllluluo en Madrinas ue guerra", El
Comercio, 24/7/1941, Quito.
56 / La guerra de 1941 entre Ecuador y Perú: Una r"interpretación
miento del problema, dado que muy poca gente se informaba por
medio de la lectura de la prensa.
Aunque la utilización de la radio, y especialmente la posesión
de un receptor era en aquella época todavía inicial, ya jugaba un
papel importante en la difusión de la información. En las ciuda­
des, las noticias sobre el conflicto con el Perú que se recibían por
radio, se hacían agolpándose donde había un receptor disponible.
El General Rodríguez, quien dirigió el frente sur, dice que cuan­
do sus tropas se habían replegado a Chilla un pueblo situado en
la zona alta de la provincia de El Oro:
"había un buen radio con un altoparlante que el señor cura había
colocado para su pueblo en el pórtico de la Iglesia, donde se con­
gregaban los pobladores para oír noticias y distraerse con buena
música."S7
Unos datos sobre el acceso a la radio y los periódicos en el
Ecuador una década más tarde, son ilustrativos del contraste ur­
bano y rural. Los tres diarios que se publicaban en Quito, tenían
en su conjunto una máxima circulación de 20.000 ejemplares
diarios, o sea 1 por cada 10.5 habitantes. Pero los diarios capita­
linos difícilmente llegaban a ciudades y poblados del interior. En
un pueblo de 700 habitantes al norte de Quito, habían 7 recepto­
res de radio, y el único que recibía un periódico era el cura del
pueblo. 88 Esto permite hacerse una idea del contraste urbano ru­
ral en el acceso a medios de comunicación impresos y la radio.
L.A. Rodríguez, La agresión peruana. La campaña del Zarvmilla documenta·
da, p. 395.
88 Lilo Linke, Ecuador: country of contrasts, Royallnstitute of lntemational Af­
fairs, London, 1954, p. 40.
87
La guerra de 1941 entre Ecuador y Perú: Una rejnterpretación I 57
lo que abona a la existencia de una sociedad semi letrada donde
funciona básicamente la comunicación oral.
La actitud que cada país podía tener ante los países del Eje
durante la segunda guerra mundial, era objeto de sospechas mu­
tuas. Pero como siempre, los hechos reales suelen ser contradic­
torios. Hacia 1940, surgió en Perú una fobia antijaponesa carga­
da de rumores sobre una posible intervención nipona en Perú que
debería culminar con una invasión militar japonesa. El Perú. se­
gún esto, sería una hipotética cabeza de playa de una ocupación
militar japonesa en América del Sur. El 13 de mayo de 1940. se
produjeron en la ciudad de Lima incidentes contra los comer­
ciantes japoneses, cuando turbas de manifestantes destruyeron
negocios de propietarios japoneses y chinos, y ocasionaron diez
víctimas, lo que evidenciaba un sentimiento antijaponés de la po­
blación llmeña. 89 Un año más tarde, durante los días de la gue­
rra con el Perú. se alimentaba desde el lado ecuatoriano el rumor
de que habían tropas japonesas combatiendo junto al ejército pe­
ruano.
Apareció una fuerte creencia acerca de la presencia de solda­
dos japoneses en las filas del ejército peruano. Las fuentes de es­
ta visión, son relatos que vienen del frente de batalla. También
corresponsales de prensa. aseguran haber observado a estos sol­
dados. Un oficial de los carabineros, dice
"hahcr visto oficiales y soldados japoneses en la línea de cam­
hale. quienes atacaron con ferocidad asesinando a los heridos
--_._--
H9
._-­
Luis Jochalllowill. Ciudadano Fujimori. La mnslrucción de un polílÍl'o. Ed.
PEISA. Lima. 1994..h ed .. p. 62.
58/ Lo guerra de 1941 entre Ecuador y Perú: Una reinterpretación
criminalmente ... (ljlle)cl observó a 25 metros de distancia, ljue
tanto los soldados como muchos oficiales eran japoneses, aña­
diendo que éstos combaten furiosamcnte, cn contraste con la ac­
titud de los otros sectores del Ejército invasor, formados cxciu­
si vamente por peruanos.,,90
Un escritor ecuatoriano, tomando una fuente antijaponesa pe­
ruana, la misma que sostiene que los migrantes japoneses exis­
tentes en el Perú en los años 30 podían ser un ejército civil clan­
destino del Japón, elucubra sobre la llegada de 10.000 inmigran­
tes japoneses anuales, con lo que habrían potencialmente
100.000 japoneses disponibles para convertirse en soldados. To­
do esto, sirve para la especulación sobre el Japón como aliado
del PerúYJ
Otro titular dice: "Japoneses que luchan en la vanguardia pe­
ruana se expresan en su lengua cuando son heridos en el comba­
te."92 Esto proviene del corresponsal de El Comercio de Quito
destacado en Arenillas. El entrevistó a algunos soldados que ha­
bían escuchado hablar y gritar a los soldados en japonés. Un ciu­
dadano orense, Luciano Platón Franco, que estuvo en Pasaje du­
rante la ocupación peruana, dice que los soldados que el vio, eran
hijos de japoneses y chinos. Que hablaban en chino.9 3
Esta fobia antijaponesa alimentada por la coyuntura de la se­
gunda guerra mundial, permitía encadenar el conflicto sobre la
90 "Oficiales y soldados japoneses secundan la agresión peruana a nueslros deslal:a­
menlos".EI Comercio. 251711 941, Quito.
91 Rougel d 'Lisie, "El:uador y Perú serán otra España rcvolul:ionada por la fuerza del
totalitarismo", El Comercio. 251711941, Quilo.
92 El Comercio, 2517/1941, QUilO.
93 El Comercio, 2H¡H¡llJ41.
La guerra de 1941 entre Ecuador y Perú: Una reinferpretación I
59
alianza de Alemania y Japón con el Perú. Por eso el Perú caía
dentro del ámbito totalitario.
"La Iinre determinación de los pueblos nunca podrá encontrarse.
se comenta, en medio de la convulsión e intromisión de una ra­
za peligrosa para el continente. Allá irá el Perú cuando se de
cuenta de que está cayendo bajo el dominio amarillo. Mientras
tanto el Perú, onedece a la "libre determinación" de los japone­
ses. del mismo modo conlo éstos pretenden imitar las teorías de
los alemanes. El Perú debajo del Japón y el Japón debajo de Ale­
mania. Eso es Lodo. Y no hay tal libre determinación del verda­
dero pueblo peruano a estas horas"' 94
Sin embargo, quien fuera corresponsal de El Comercio de
Quito en Julio de 1941, afirmará después en un libro de su auto­
ría que no habían soldados japoneses. Se había producido una
confusión. puesto que probablemente se trataba de descendientes
de antiguos migrantes chinos o japoneses:
"Pensando todas las relaciones que me hicieron quienes acaba­
nan de llegar del frente, las referencias de mujeres de las ponla­
ciones fronterizas que alcanzaron a contemplar desde los mon­
tes vecinos, la entrada de los invasores a las plazas. y las decla­
raciones que rindieron en Santa Rosa dos desertores peruanos.
llegué a la conclusión de que. en verdad. en la infantería atacan­
te no existía elemento amarillo. Quizá por el cruce peruano·ni­
pón, nuestros soldados creyeron vcr auténticos soldados japone­
ses cuando en realidad no eran sino peruanos hijos o nietos eso
.si de japoneses.,,95
"Colllenl¡lri"s sohre la posieión polílicil I'e ruall a". El ('onlerl'Ío. 2'8017/1941.
<)lIilo.
95 Rafael Borja.EI descalabro dcl41. p. leD.
(j,1
60 I La guerra de 7947 entre Ecuador y Perú: Una reinterpretación
El modo en el cual fue vivido en el Perú el conllicto armado
sobre el Ecuador, permite advertir que se trata de una visión por
ia que el Ecuador era el país agresor. En efecto, los primeros in­
cidentes deIS y 6 de julio, se plantean como agresiones ecuato­
rianas que habían sido respondidas por el ejército peruano.9 6 Se
va a repetir la idea de que es el Ecuador el que inició de manera
ilegítima y cobarde las hostilidades en territorio legítimamente
peruano. Lo que habría hecho el Perú sería solamente responder
patrióticamente a estos ataques ecuatorianos, pues el Perú se
concibe como un país pacífico históricamente. 9 ?
En Lima las primeras manifestaciones de apoyo al ejército,
provinieron de estudiantes universitarios y secundarios. Desfila­
ron por la ciudad, terminando en la Plaza de Armas. En estos ac­
tos se canta el himno nacional. También el entusiasmo estudian­
til, se traduce en el deseo de ir a la frontera. Normalmente, hay
oradores estudiantiles y se produce alguna intervención del Pre­
sidente Prado. También se adhieren grupos populares. 98
Se organizan numerosas y vibrantes manifestaciones a lo lar­
go de todo el país. En Arequipa, la ciudad más importante del sur
peruano, ocurre una manifestación en contra de la "cobarde"
agresión ecuatoriana. Sonaron las campanas de la Catedral y de
la Iglesia de La Compañía para llamar a la gente a las calles. La
manifestación terminó en la Prefectura. Allí se dieron discursos
de apoyo a la valiente acción del ejército. Se hicieron también vi­
vas al presidente Prado y al Ejército. Participaron también en es­
ta manifestación los colegios. En Chincha una masi va manifes­
tación patriótica marcha por las calles y se detiene frente al mo­
96 El Comercio, Lunes 71711941. Lima.
97 El Comercio, 9171l941, Lima.
9g El Comercio, g171l941 , Lima.
Lo guerra de 1941 entre Ecuador y Perú: Una reinterpretación /61
numento a José Santos García un héroe de la Guerra del Pacífi­
co. Luego la manifestación se dirigió a la Sub-Prefectura, Hubie­
ron también espontáneos discursos patrióticos. 99
Todas las manifestaciones patrióticas que se desarrollan en
diferentes lugares del país, tienen un guión muy parecido y rei­
terado: manifestación, discursos, gritos, se canta el himno, se ha­
cen vivas a la patria, al ejército, al presidente. Son dirigidos por
las autoridades del lugar, desfilan por las calles y acaban en las
Plazas de Armas.] 00
Después de los combates del 23 al 25 de julio, ya hay una
sensación de victoria en la población peruana. El 25 de julio. hu­
bo una gran movilización de gente en protesta a las agresiones
ecuatorianas y de adhesión al Ejército, al Presidente Prado y a la
Patria: "Fue una imponente exteriorización de la inquebrantable
voluntad nacional de mantener incólume el honor y la integridad
territorial del Perú".
Los manifestantes desfilaron por las calles de Lima cantando
el Himno Nacional y se dirigieron al Palacio de Gobierno. Lue­
go, el Presidente Prado dio un discurso patriótico respondiendo
a los oradores de la manifestación. En esta manifestación parti­
ciparon estudiantes, obreros y empleados. Rindieron homenaje a
las Fuerzas Armadas y sus héroes por la defensa del territorio. La
manifestación empezó en el Parque Universitario, en donde se
hicieron cantos, se entonó el Himno Nacional y se portaban ban­
deras. Fue encabezada por estudiantes de San M arcos, de la l' ni·
versidad Católica, de la Escuela Nacional de Ingenieros y de
99 El Comercio, 9/7/41, Lima.
100 El Comercio, Sábado 12/7/1941. Lima
62 1 La guerra de 1941 entre Ecuodor y Perú: Una reinterpretoción
Agricultura y además colegios nacionales y particulares. Estu­
vieron también presentes miembros del Cabildo, Monseñor Far­
fán, Catedráticos de universidades, Alcaldes de Lima y Callao y
Jefes y Oficiales de las fuerzas armad.as. La manifestación se di­
rigió a Plaza San Martín en donde se unieron los obreros y em­
pleados.AI paso de la manifestación, las casas de embanderaron
y cantaron vivas a las manifestantes que llevaban carteles que
decían "queremos enrolamos". En la Plaza de Armas se dieron
vivas al Presidente ya las Fuerzas Armadas. Los estudiantes gri­
taban: "guerra, guerra", "queremos ir al frente".El Presidente
Prado dio un mensaje acentuando la idea que el Perú fue ataca­
do vilmente por el Ecuador cuando al mismo tiempo decía PAZ.
Los ecuatorianos tendrían intenciones de amputar Túmbez, Jaén
y Mainas al territorio peruano, territorios que son indiscutible­
mente peruanos. Terminado esto, se cantó el Himno Nacional y
la gente se esparció gritando hurras.' OI
La celebración de la victoria peruana, habría sido masiva, al
reunirse el 16 de agosto más de 100.000 personas en el Estadio
Nacional de Lima. Entre fervorosas demostraciones de patriotis­
mo, se realizó el homenaje al Jefe del Estado, a los caídos y a las
fuerzas armadas. La multitud aclamó al Presidente de la Repúbli­
ca y a "nuestras victoriosas fuerzas de tierra, mar y cielo" guar­
dando un minuto de silencio por los muertos en defensa del Pe­
rú. La bandera y el Himno Nacional solemnizaron el acto. El
Presidente agradeció el impresionante homenaje.Algunos carte­
lones en lo alto proclamaban la peruanidad de Túmbez, Jaén y
Mainas y la decisión que permanezcan en la patria. El Presiden­
te estaba acompañado por el Arzobispo de Lima y su casa mili­
101 "La grandiosa manifestación patriótica de ayer", 1':1 Comercio, 2617141, Lima.
Lo guerra de 1941 entre Ecuador y Perú: Uno reinterpretación / 63
lar. Colocó una corona en honor a los caídos. Se exhibieron tam­
bién algunos trofeos conquistados al enemigo por las fuerzas ar­
madas (cañones, banderas, fusiles, etc.)I02
Esta fue la celebración de victoria más importante y la mejor
organizada. En ella podemos ver muchos elementos juntos: el
agradecimiento y adhesión al Presidente Prado y al Ejército, la
idea del territorio legítimamente nacional (en los carteles de
Túmbez, Jaén y Mainas), el homenaje a los caídos, elc. Sería la
celebración que consolidó la victoria del Perú y que logró ade­
más reunir a distintos sectores de la sociedad peruana. Todos
mostrarían hasta este momento la adhesión y apoyo al gobierno
peruano.
5. NARRATIVAS DE LA GUERRA
Los ecos que la guerra del 41 han tenido en la narrativa, in­
troducen temas no tratados en la historiografía. Todas las refe­
rencias literarias provenientes de escritores peruanos y ecuatoria­
nos, son ilustrativas de la dimensión del confliclo y la temática
étnica. Revelan de algún modo la vinculación entre los idearios
nacionalistas y la condición social de los personajes literarios.
Un relato de Julio Ramón Ribeyro, "Los moribundos", tiene
como contenido la dimensión local de la guerra del 41 en la re­
taguardia. Se desarrolla en Paita, en el norte del Perú, donde ha­
102 '"La grandiosa manifestación patriótica de anochc"'.EI Comercio. Domingo
17/8/41, Lima.
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