Vacían 484 tumbas en el cementerio por impago para dejar espacio a otros fallecidos El Ayuntamiento avisa a las familias que no pagan el alquiler de los nichos, algunas desde 1985, para renovarlos o llevar a los muertos a la fosa común. Se prevé trasladar a otros 1.500. El cementerio de Torrero no puede crecer físicamente pero continúa recibiendo nuevos fallecidos. El Ayuntamiento de Zaragoza está en pleno proceso de desalojo de 484 tumbas, cuyas familias no abonan el alquiler, algunas desde 1985, para facilitar espacio a los nuevos fallecidos. La consejería de Urbanismo no va a ampliar el terreno del camposanto sino que va a reutilizarlo con un ambicioso plan de reforma. Más de la mitad (un 57%) de los muertos son incinerados ahora y ya no se entierran. Aun así, de los 400.000 zaragozanos enterrados en Torrero, unos 12.000 no pagan las tasas de alquiler de las sepulturas, señala Pedro Villasol, administrador del cementerio de Torrero. La gestión de la reforma empezó en marzo para contactar con el primer centenar de las familias relacionadas con las tumbas que se desalojan. Una vez localizados los familiares, si no optan por renovar el alquiler de la unidad funeraria por el plazo de cinco años, el Ayuntamiento exhuma al fallecido y lo traslada a la fosa común. Ese espacio actualizado se pone en circulación para los nuevos fallecidos. Solo diez piden la renovación Hasta el momento, las brigadas municipales del cementerio ya han retirado restos de 90 fallecidos de los nichos y los han trasladado a la fosa común. Para distinguir el proceso se puede ver la pegatina que el Ayuntamiento coloca en todos las tumbas afectadas bajo el título: 'Nicho caducado'. Hay algunos cuyas lápidas ya han desaparecido porque se han desalojado y otros que se colocan encima como aviso a los familiares que visitan el cementerio. Aparece la fecha del aviso, la situación de la tumba (hasta ahora se trabaja en las manzanas 105 a 116, en distintos procesos) y se pide que pasen por la oficina municipal del cementerio, en la entrada antigua. «De las 400 familias con las que hemos contactado para renovar los derechos solo nos han contestado a favor unos diez para evitar que se retiren. Procuramos siempre localizar a las familias», señala Villasol. El administrador de Torrero no considera que la crisis tenga que ver con esta postura de los ciudadanos sino con la nueva cultura con los cementerios. «El coste de la renovación de las tumbas para cinco años es menos de 100 euros», explica. El listado de los nichos a los que afecta la renovación se ha comunicado de forma que se preserve la garantía jurídica del proceso. De la carta a la web municipal El Ayuntamiento envía una carta al domicilio de los afectados; publica una lista en las oficinas municipales del cementerio; avisa con una nota pegada en el nicho; aparece en el Boletín Oficial Provincial (BOP) y se puede consultar en la web www.zaragoza.es/ciudad/cementerio. «En el primer proyecto se han elegido las tumbas más accesibles con escalera, de la tercera y cuarta ampliación del cementerio. Pero ya hay otro plan previsto que afectará a 1.500 tumbas», apunta el administrador del camposanto. De cualquier modo, ya es visible este proceso de desalojo de los nichos. Por ejemplo, si el pasado miércoles se celebraron trece entierros en Torrero, uno de los muertos se enterró en la fosa común y en los doce restantes se reutilizaron los nichos desalojados en las últimas semanas. En todas las tumbas que se han exhumado los cadáveres para trasladarlos a la fosa común se sigue un expediente administrativo. En los primeros 90 se acordó iniciarlos en septiembre del año pasado, se publicó la subsanación en el BOP de enero y se acordó la extinción de los derechos funerarios el 24 de febrero. En otros 300 casos empezó la tramitación administrativa en mayo por la resolución del concejal delegado de Cementerios. El edil declara la extinción de los derechos «por vencimiento del plazo de la concesión de las unidades de enterramiento del cementerio municipal de Torrero».Una vez que quedan extinguidos los derechos se devuelven las tumbas de enterramiento al Ayuntamiento y se ponen a disposición «del libre tráfico jurídico» para otros fallecidos. El concejal ha ordenado ya la exhumación de estos restos inhumados y ha comunicado a las brigadas municipales para que proceda al traslado. Quince días para alegaciones El resto de tumbas afectadas por el desalojo se encuentran en trámite. El pasado 6 de junio se publicó en el BOP la última parte del listado de los fallecidos que van a ser retirados. Pertenecen a las manzanas entre 110 y 116. El método empleado es dar un plazo de quince días desde la publicación oficial para que los titulares o familiares interesados se personen en las oficinas del cementerio de Torrero para alegar. Los familiares pueden optar por subsanar el incumplimiento de todos los años sin pagar y actualizar la concesión, solicitar el traslado de restos a otra unidad de enterramiento o autorizar que los lleven a la fosa común. Si en ese plazo otorgado a los interesados o familiares no han subsanado las deficiencias, la solicitud, la renuncia o la autorización de traslado, continúa el proceso para la declaración del derecho funerario y la reversión de la tumba al Ayuntamiento. Abrir este proceso de actualizar el cementerio e informatizar sus datos ha servido para que el Ayuntamiento opte por actualizar el padrón de las unidades funerarias. Así, el Ayuntamiento avisará a los familiares sobre el final de los cinco años para la renovación en lugar de esperar otros veinte.