Miguel de Cervantes Por Sara Rodríguez Éste que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro, los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande, ni pequeño, la color viva, antes blanca que morena; algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies; éste digo que es el rostro del autor de La Galatea y de Don Quijote de la Mancha, y del que hizo el Viaje del Parnaso, a imitación del de César Caporal Perusino, y otras obras que andan por ahí descarriadas y, quizá, sin el nombre de su dueño. Llámase comúnmente Miguel de Cervantes Saavedra. Fue soldado muchos años, y cinco y medio cautivo, donde aprendió a tener paciencia en las adversidades. Perdió en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parece fea, él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, será forzoso valerme por mi pico, que, aunque tartamudo, no lo será para decir verdades, que, dichas por señas, suelen ser entendidas. Cervantes según… Cervantes Descripción de si mismo en el prólogo de “ Novelas Ejemplares” Biografía Haz clic Curiosidades • -Aunque se tiene la idea de que el autor español y William Shakespeare murieron el mismo día, esto es mentira, pues Cervantes falleció el 22 de abril y fue enterrado un día después, en tanto que en Inglaterra funcionaba el calendario juliano y Shakespeare falleció un 3 de mayo de acuerdo al calendario gregoriano. • -Aunque todas las ilustraciones de Sancho Panza, compañero de Don Quijote, lo muestran como un hombre gordo, Cervantes nunca lo describe como tal a lo largo de la novela. Fue el grabadista francés Gustav Doré el primero en plasmar esa imagen. • -La famosa frase de “ladran, Sancho, señal que cabalgamos“, una de las citas más famosas de la novela, aunque es atribuida al Quijote, no aparece en ninguna de las dos partes del libro -Miguel de Cervantes era tartamudo; él mismo lo confiesa en el prólogo de sus Novelas Ejemplares, y fue una situación que lo afectó de manera social y anímica." Será forzoso valerme por mi pico, que, aunque tartamudo, no lo será para decir verdades, que, dichas por señas, suelen ser entendidas ". La primera traducción del «Quijote» a una lengua extranjera fue la versión inglesa de Thomas Shelton, I parte, traducida en 1612, II parte, traducida en 1620) Durante la Batalla de Lepanto, Cervantes recibió tres heridas de arcabuz, un arma larga de fuego antecesora del mosquete y muy utilizada en infantería. El plomo de dos disparos le fue a parar al pecho y el tercero le dio de lleno en la mano izquierda. Tras seis meses en el hospital, las heridas recibidas en el pecho pudieron ser curadas, pero la mano le quedó anquilosada a causa de un nervio que fue seccionado por un trozo de plomo, quedándole inutilizada de por vida. Pero jamás le fue amputada. Cervantes se había ganado unos cuantos ‘enemigos’ a lo largo de su vida, lo que propició que en ciertos círculos comenzara a ser llamado, como una burla intencionada, con el sobrenombre de ‘el manco de Lepanto’. Este hecho ha propiciado que, a través de la historia, finalmente hayamos conocido al genial dramaturgo por su nombre acompañado de ese mote Algunas de sus obras • La Galatea (1585) • El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605) • Novelas ejemplares (1613) • El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615) • Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617) Cervantes en el arte FIN