Presentación • Desde la recuperación democrática, el sistema

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Presentación
• Desde la recuperación democrática, el sistema medial chileno ha funcionando
bajo las condiciones del mercado de la información y la entretención, generando la
exclusión del discurso público de amplias porciones de la población, generalmente
asociadas con aquellos sectores más vulnerables. Tanto la sociedad civil como el
Estado han tenido una escasa participación en lo que está configurado en la
actualidad. Es el mercado, a través de los grandes conglomerados mediales y de
telecomunicación, el que ha regulado la producción y consumo de contenidos
informativos y culturales que circulan masivamente. El resultado ha generado -entre
otras cosas- una alta concentración en la propiedad de los medios de comunicación
que alcanza índices de hasta un 95%, los más altos de América Latina
• Si la situación ya había sido evidentemente desprolija durante los gobiernos de la
transición, que dejaron morir a todos aquellos medios de comunicación que habían
sido la voz crítica de la dictadura y su modelo de desarrollo neoliberal, la
administración de Sebastián Pinera terminó de empeorar las cosas. Esos cuatro años la
derecha amparó el crecimiento de los grupos económicos Saieh, Luksic y Bethia, todos
con intereses tanto en holding de medios de comunicación como en industrias de
retail, del sector inmobiliario y de la banca. También se permitió el ingreso y/o
fortalecimiento de capitales extranjeros como Time Warner(CHV) e Iberoamerican
Radio; empeños que se coronaron con la única decisión proveniente del poder político
en éste ámbito: la privatización del impreso de propiedad pública creado en 1917, el
diario La Nación, fortaleciendo el duopolio de la prensa escrita dominado por los
grupos Copesa y Edwards, que ya controlan completamente el mercado de diarios de
circulación nacional y regional.
• Es importante tener claro, que si bien hoy la Globalización neoliberal imperante
ha permitido que las nuevas tecnologías de información se extiendan y con ellas se
produzca prácticamente la instantaneidad de los mensajes, esto no necesariamente
redunda en mayor democratización comunicativa. Efectivamente la nueva
instantaneidad ha otorgado mayores posibilidades de información, pero las páginas
más consultadas no son precisamente informativas.
• Por ello, nosotros hemos insistido en la necesidad de avanzar en una discusión en
torno a la necesaria democratización de la institucionalidad mediática en Chile por vía
de amparar mayor pluralidad y garantizar la existencia de medios de carácter público y
sin fines de lucro, poniendo cota a la brutal concentración de la propiedad que existe.
El problema es que la falta de democratización del sistema de medios se reproduce en
una falta de democratización al interior de los medios de comunicación.
• La Concentración de la propiedad en el mundo de las comunicaciones, ha
generado una precariedad en el ámbito laboral para los periodistas y trabajadores de
este sector productivo. Esto ha generado una situación de precariedad laboral que ha
llegado a límites insostenibles.
• En un marco de elevado desempleo, las condiciones laborales precarias se ilustran
en fenómenos como el subempleo, la polifuncionalidad, el acoso laboral, los despidos
masivos, la brutal inequidad de ingresos, la dificultad de organización sindical y
horarios de jornadas extenuantes, haciendo uso abusivo del artículo 22. Lo anterior
tanto para el mundo privado como público donde, la excesiva y abusiva utilización de
los contratos a honorarios, permite a las empresas desligarse de las responsabilidades
de salud, seguridad y estabilidad para sus trabajadores.
• En este marco de realidad laboral precaria, queda claro que tal como hemos dicho
en el Colegio de periodistas, los periodistas al igual que los trabajadores de las
comunicaciones somos trabajadores y nuestra altísima precarización laboral es una
muestra más del modelo amparado por el actual código laboral. Por eso hemos dicho
que como Colegio estamos a favor del fin de ese código dictatorial, pero sin duda que
en el tránsito hacia ello entendemos que una reforma laboral que permita fortalecer a
los actores sindicales y evitar prácticas abusivas como las que hemos visto avanza en
ese sentido.
• Por hecho, se lo hicimos saber al ministerio del trabajo cuando anunciamos una
agenda de trabajo conjunta y lo reiteramos aquí: estamos por una reforma laboral que
contemple la titularidad sindical, el derecho a huelga efectivo, el fin al reemplazo en la
huelga, los pisos mínimos de negociación, la negociación Interempresas para los
trabajadores que tengan un mismo empleador.
• Por eso, como trabajadores, estamos esperando ansiosos que se cumpla el
protocolo de acuerdo y la reforma laboral ingrese cuanto antes a este parlamento en
el último cuatrimestre de este año. Sin perjuicio de ello, esperamos que aquellos
avances que se puedan hacer en los temas que no se encuentren contemplados en la
reforma y sean de interés para terminar con la precariedad y abusos de nuestro sector
sean patrocinados por esta comisión y el Ejecutivo.
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