Planeación: el camino hacia la sustentabilidad

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DEBATE
Planeación: el camino
hacia la sustentabilidad
Este artículo es una respuesta al debate propuesto en VT núm. 15, enero-febrero 2012: “¿Vialidades sustentables?”
La sustentabilidad ambiental hace referencia a una administración eficiente y racional
de los recursos naturales que incremente el bienestar de la población actual sin comprometer
la calidad de vida de futuras generaciones. No obstante, los esfuerzos de conservación
han sido obstaculizados por problemas crecientes como la pobreza, el agotamiento
de los recursos naturales y el deterioro ambiental.
Norma Fernández Buces. Bióloga con maestría en Ecología y Estudios Ambientales y doctorado en Ciencias.
Fue asignada como representante del sector privado en México en el grupo “1.3.2: Tools for understanding climate change mitigation” de la PIARC, para el período 2012-2015. Actualmente funge como directora científica
en la consultora ambiental Grupo Selome, S.A. de C.V.
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de otros sectores. Tal planificación debe
ayudar a obtener la mejor ruta y óptimas
condiciones para la construcción de una
FOTO: ICA
i bien en la actualidad se ha
construido una gran cantidad
de caminos caracterizados por
el respeto al medio ambiente,
la mitigación de los impactos ambientales y la preservación de la flora y la fauna,
poco se ha logrado en términos de una
verdadera sustentabilidad ambiental de
los caminos. La causa principal de ello es
la existencia de un enfoque erróneo, que
genera medidas de “reparación o reducción de los daños” de manera aislada, en
lugar de evitarlos.
Ejemplo de ello son las medidas de
mitigación señaladas en el número 15
de esta revista, las cuales se plantean con
el objetivo de recuperar la estabilidad
mecánica de taludes y su protección
contra la erosión, cuando lo que se debe
buscar es reducir el daño ambiental y optimizar los beneficios de la construcción
de la carretera desde su conceptualización, lo que sólo se lograría mediante
una planificación consensada con todos
los actores involucrados, la cual permita
atender las necesidades y puntos de vista
carretera en términos ambientales y sociales; solamente entonces la obra lograría ser verdaderamente sustentable.
Otro problema al respecto es que se
busca hacer “carreteras sustentables y
ambientalmente amigables” siguiendo
un antiguo esquema de trazado que
emplea criterios prioritariamente eco-
Es un error considerar que la construcción de carreteras sustentables implica mayores costos.
Órgano oficial de la Asociación Mexicana de Ingeniería de Vías Terrestres, A. C. Número 17, Mayo-Junio 2012
FOTO: Matteo Festi/ Shutterstock
Planeación: el camino hacia la sustentabilidad | DEBATE Para lograr una verdadera sustentabilidad en los caminos se debe reducir el daño ambiental y optimizar los beneficios de la construcción de la carretera desde su conceptualización.
nómicos y topográficos (que sea lo más
rectilínea posible y con la menor ruta
de recorrido) en los que los aspectos
ambientales o sociales, en la mayoría
de los casos, no juegan un papel predominante.
Si lo que se quiere lograr es una verdadera sustentabilidad, la prioridad de estos criterios debe modificarse para trazar
carreteras ambiental y socialmente planificadas, y asumir el costo actual como
una responsabilidad ante generaciones
futuras. Si el resultado final es la conservación de los recursos naturales, sin
los que no es posible seguir existiendo,
cualquier ciudadano estaría dispuesto
a pagar el precio mediante recorridos
un tanto más largos y quizá menos rectilíneos.
A final de cuentas, una carretera ambientalmente mal planificada puede
presentar tantos problemas de deslave
y derrumbe que el tiempo de recorrido y
la velocidad de proyecto para los que
estuvo diseñada no se puedan cumplir
a causa de las numerosas y frecuentes
obras de estabilización que requerirá,
como ocurre con la Autopista del Sol
México-Acapulco, por citar un ejemplo.
Es un error considerar que la construcción de carreteras sustentables implica mayores costos. Si bien es posible
que en la inversión inicial sea necesario
cubrir estos costos ambientales, a final
de cuentas hay muchos ejemplos en la
construcción convencional de carreteras
en los que los costos “adicionales” que
implica estabilizar taludes y terraplenes
en una carretera sin planificación ambiental o social son mucho mayores, y no
son resueltos satisfactoriamente.
Ello sin agregar el valor de tierras
fértiles perdidas a causa de la erosión
promovida por cortes o desmontes de
una carretera; la reducción y pérdida
de servicios ambientales que brinda un
ecosistema; la reducción del tamaño
de poblaciones de fauna silvestre por
fragmentación de hábitat y atropello,
entre otras consecuencias que generan
pérdidas en los activos ambientales de
nuestro país.
Los costos de tratar de recuperar la
estabilidad mecánica de taludes y terraplenes, y su protección contra la erosión
una vez construida la carretera, ya sea
con revestimientos rígidos (concreto lanzado, repellado, piedra, enrocamiento,
etc.), flexibles (pasto en rollo, geomatrices con o sin hidrosiembra de especies
silvestres, etc.) o semirígidos (gaviones)
son costos que muchas veces no se
consideran en un inicio, y que podrían
rebasar los que hubiera implicado una
planeación que considerara criterios ambientales, además de que, en numerosas
ocasiones, las medidas aplicadas no resultan ser exitosas, lo cual causa que se
deba alternar de una a otra e implica un
derroche de recursos.
En la publicación número 15 de esta
revista se menciona el caso desafortunado de la autopista Cuernavaca-Chilpancingo, la cual no se ha podido revegetar
debido al clima y, en especial, al régimen
de lluvias y a la imposibilidad de mantener un riego permanente de los taludes,
ya que la combinación entre geomorfología, geología, suelos, vegetación y
clima no se consideró cabalmente en el
proyecto; ésta es la consecuencia. Otro
caso señalado como ejemplo es el nodo
de Lázaro Cárdenas en Guadalajara,
donde la población depreda las soluciones verdes utilizadas, lo cual ocasiona que la opción vuelva a ser el uso de
revestimientos rígidos (ya que posiblemente no se consideraron estas reacciones sociales y su relación ambiental) con
el costo que ello implica.
Si verdaderamente se quiere tener carreteras sustentables, se debe dejar de
etiquetar una carretera como “verde” sólo
por el hecho de que en ella se apliquen
medidas de reforestación del derecho
de vía. Una carretera sustentable implica
mucho más; implica un cambio en la concepción de las prioridades y los criterios
para definir rutas y especificaciones, así
como una participación interinstitucional y multidisciplinaria dentro de una
política de planeación en los niveles de
gobierno que competa. Actualmente se
considera cada vez con mayor frecuencia
una participación multidisciplinaria en
la planeación carretera, lo cual da como
resultado, además de una mayor sustentabilidad en las obras, una reducción considerable en los tiempos de resolución y
mayores probabilidades de aprobación
de proyectos carreteros por la autoridad
competente; sin embargo, aún falta una
mayor participación de otros sectores en
la planeación y diseño de carreteras en el
camino para lograr la sustentabilidad de
estos proyectos.
Uno de los principales retos que enfrenta México es incluir al medio ambiente como uno de los elementos necesarios para lograr el desarrollo económico
y social, sólo así se podrá alcanzar un
desarrollo que pueda denominarse sustentable
Órgano oficial de la Asociación Mexicana de Ingeniería de Vías Terrestres, A. C. Número 17, Mayo-Junio 2012
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