De bombazos y otras historias Israel Tonatiuh Lay Arellano1 Al más puro estilo de nota roja, nos enteramos el día 8 de agosto que un artefacto había hecho explosión en el interior del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, conocido popularmente como Tec, campus Estado de México, ubicado en el municipio de Atizapán de Zaragoza, y donde habían sido lesionados dos profesores del plantel. Más tarde se supo que la bomba de fabricación casera había sido enviada como paquete dirigido a uno de esos profesores, y que había detonado al momento de abrirlo. Las especulaciones no se hicieron esperar, y en los medios de comunicación, incluso en las columnas y blogs de diversos comunicadores, se comenzaron a señalar las hipótesis de si se trataba de un ajuste de cuentas, y de si los profesores tenían vínculos con el crimen organizado, lo que fue una discusión muy ad hoc al contexto de violencia en el cual vivimos actualmente los mexicanos, sin embargo, la autoría de esta acción fue adjudicada no por un cartel, sino por el autodenominado “Individualidades Tendiendo a lo Salvaje”, que se dice estar en contra de la tecnología, particularmente del desarrollo de nanotecnología, y que ya había hecho explotar un dispositivo similar en la Universidad Politécnica del Valle de México, ubicada en el municipio de Tultitlán, Estado de México, a mediados de abril de este año. De acuerdo con el manifiesto de este grupo anarquista, que se puede encontrar en http://feartosleep.blogspot.com/2011/05/mexico-individualidades-tendiendo-lo.html, la investigación y desarrollo de esta ciencia está ligada al sistema de dominación capitalista que de paso ha acabado con el ecosistema en pos del desarrollo de los más poderosos, pero tanto las ideas como la redacción no deja de asemejar cuestiones que más que referenciales a nuestra realidad, lo hacen a la ciencia ficción de diversas películas hollywoodenses, 1 Profesor invitado del Centro de Estudios de las Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. paradójicamente, una de las industrias que verdaderamente lleva la ideología de la dominación a través de la cultura. Individualidades Tendiendo a lo Salvaje señala no sólo que el desarrollo de la nanotecnología sólo beneficia a unos cuantos y no a toda la humanidad, sino que a partir de esta ciencia se pueden crear mecanismos más complejos que podrían adquirir consciencia propia y dominar a los propios humanos. Esta idea, que de entrada suena fanatizada y enajenada, ha sido el argumento de cintas taquilleras como la saga de Terminator y de Matrix, así como la de Yo Robot, entre otras, donde en la primera ante el futuro inminente del desarrollo de tecnología que en el futuro dará vida al sistema Skynet, que se vuelve contra sus creadores y casi los aniquila, por lo que los protagonistas de la cinta intentarán a toda costa eliminar en el presente la amenaza del futuro. Matrix desarrolla una historia donde la dominación de las máquinas sobre el hombre se ha consumado, pero para diluir esta relación y que los humanos sean esclavos sublimes, entonces las máquinas juegan con la mente, haciendo creer que la humanidad está en la cúspide de la civilización capitalista, mientras que sólo unos cuantos saben acerca de la verdad. Por su parte, Yo Robot es una cinta cuya trama consiste en la rebelión de una súper computadora que a su vez controla a las máquinas y organismos cibernéticos, y que desde su propia visión dicha rebelión obedece a proteger a los humanos incluso de ellos mismos. Con todo lo anterior esta situación, ridícula para algunos y grave para otros, sí tiene repercusión en al menos tres aspectos relevantes, y que pueden ser materia para un análisis a mayor profundidad desde el campo de la comunicación: Primero. Individualidades Tendiendo a lo Salvaje, considerado como verdadero terrorista en algunos ámbitos locales en Europa, logró desviar la atención de la “otra” violencia, ejercida por los grupos delictivos en México. No estamos con esto restando importancia a acciones que ya han causado lesiones en ciudadanos mexicanos, sino subrayando el hecho del desvío de atención, aunque no tan fraudulenta ni difundida como la del Hada de Guadalajara2, cuyo manejo mediático fue enorme. 2 A principios del mes de agosto, un drogadicto en rehabilitación despertó el interés de los medios de comunicación y de una parte de la ciudadanía al afirmar que había capturado a un Hada. Quien quisiera ver el cuerpo del mitológico ser, dentro de un contenedor con supuesto formol, debía de pagar tres pesos, o si se quería imágenes del mismo, el precio aumentaba a cincuenta. Más de tres mil ciudadanos acudieron y un El segundo punto tiene que ver precisamente con esta cuestión, pues aunque logró desviar la atención momentáneamente, los medios de comunicación no profundizaron en el análisis y “editorialización” de la situación ¿Por qué un fenómeno de violencia, con claras características terroristas, y con actores visibles no se dio a conocer de manera más amplia? Desprendido de lo anterior, el tercer aspecto cuestiona no sólo el propio interés de los medios en la temática, sino la posible autocensura, ya que se trata de un tema donde la violencia no es ejercida entre bandas rivales de criminales ligados al tráfico de drogas, sino de un grupo que realiza atentados terroristas con bombas caseras en universidades de nuestro país, y con mayor precisión, del Estado de México, ya que la investigación y desarrollo en nanotecnología se realiza en muchas otras instituciones de educación superior. En otras palabras, ya no se trata de acciones ejecutadas entre grupos rivales, sino, en este caso, hacia académicos y quienes estén a su alrededor: alumnos. En este mismo sentido, ya veremos qué sucede con el manejo de la información de la “balacera” afuera del estadio Corona, en la ciudad de Torreón, Coahuila, el pasado 20 de agosto, que obligó a la cancelación del partido entre los equipos de Santos Laguna y Morelia. De la misma manera, no se trata de actos entre criminales, sino de terrorismo contra la sociedad en general. Para estos efectos, cabe señalar que el terrorismo no implica directamente la lesión o muerte de ciudadanos, aunque esto ocurra, sino el causar miedo entre los ciudadanos y que éstos pierdan la confianza en las instituciones encargadas de la seguridad pública, pero sobre todo se pierde la certeza en la libertad de tránsito. No es lo mismo la incertidumbre que provoca este tipo de acciones a las amenazas que podamos encontrar en la red, por ejemplo como la de Anonymous contra la popular red social de Facebook3. No es lo mismo estar en riesgo de perder la vida en atentados con bombas o intercambio de disparos de arma de fuego, que perder la información contenida en los perfiles de las redes cibernéticas a causa de un ataque hacker. porcentaje afirmó que el Hada era real. Poco después el propio individuo confesó que se trataba de la figura de plástico de un personaje de la serie X-Men. 3 También a principios de agosto, este grupo activista acusó al sitio de vender la información de sus usuarios a agentes gubernamentales, por lo que Anonymous ha amenazado con hackear y desaparecer Facebook el día 5 de noviembre del presente año.