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Con la muerte en los talones
Con la muerte en los talones
Siete nuevos refugiados colombianos, amenazados de muerte en su país, descansan en Gijón de las persecuciones
gracias a un programa solidario
La lucha contra la violación de los derechos humanos es una batalla constante en la vida de muchos colombianos y no
entiende de kilómetros de distancia. Que se lo digan si no a los colombianos que acoge el Principado de Asturias a
través del «Programa Asturiano de Derechos Humanos». La Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo y el
Ayuntamiento de Gijón financian el programa, coordinado por la ONG Soldepaz-Pachakuti, en el que se ofrece asilo,
por seis meses, a activistas y sindicalistas colombianos perseguidos por guerrillas, paramilitares y el Gobierno.
Desde 2001, 61 personas han descansado de las amenazas y persecuciones a las que se ven sometidas en Colombia en el
Principado. Siete de ellos están ahora en Gijón. El regreso a su país está coordinado por el Gobierno colombiano y la
cancillería española, que despliegan todos los sistemas de seguridad necesarios para que los refugiados vuelvan a casa,
corriendo el menor peligro posible. Hasta ahora sólo uno de los acogidos, Luciano Remero, ha sido asesinado a su
regreso. Otros han tenido que buscar asilo en Suiza, Argentina, Canadá o Venezuela. «Son muchos los médicos,
abogados, campesinos, estudiantes y sindicalistas que están amenazados de muerte o han sufrido algún atentado sobre
su persona en Colombia. Todos necesitan ayuda para sobrevivir y para informar al mundo de lo que está ocurriendo»,
explica el coordinador del programa y sindicalista colombiano Javier Orozco. Manuel Jara es un buen ejemplo, dice.
«Llegó hace unos días a Asturias como refugiado. Es un dirigente de un sindicato de campesinos. El Ejército
colombiano bombardeó y quemó su casa hace unos meses. Ahora está ingresado en el Hospital de Jove por culpa de una
crisis derivada de estos hechos».
«Colombia vive una crisis humanitaria que afecta al ámbito político, económico y social», explica Osvaldo Morelo,
refugiado que trabaja con personas desplazadas. «Todos nosotros luchamos en pro de los derechos reflejados en nuestra
Constitución. Por eso nos persiguen y amenazan, por denunciar que existen 5 millones de desplazados de su hogar».
«Aunque Uribe dice que estamos en un país de seguridad democrática, no es cierto. Hay más hambre, más pobreza, más
desplazados y más violaciones de derechos», reconoce Nelcy Gómez, miembro de la junta directiva de un sindicato del
sector de la salud. Han sido víctimas de atentados, intentos de asesinato, extorsión, matanzas de familiares, intentos de
secuestro, desplazamientos forzados, detenciones... Pero en ningún momento han pensado en dejar de luchar.
«Estamos luchando por los derechos que recoge la Constitución colombiana y que no se cumplen»
Osvaldo Morelo
«En Arauca hubo más de 300 asesinatos el año pasado. Menos 62 personas, el resto eran civiles»
«Por defender los derechos laborales fuimos perseguidos, desplazados y asesinados»
Nelcy Gómez
«En mi familia sólo quedamos dos personas luchando, al resto los han asesinado o secuestrado»
Raquel NOGUEIRA
La Nueva España
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