DE HISTORIA NATURAL. 207 i n u n d a d o de la riera que destruí las térras, y molts las r e n u n ciaren per no haver de pagar los censos.» En otro documento se lee: «L'any 1427 sortiren boques de foch en un lloch que diuhen Loret Salvatje prop de Cellera, e lensaben pudor, e morien ausells si volaven sobre dites boques, e lensaben pedrés á Coll de G-rie, e moriren homes, e feren molt altre mal los terratremols, que enderrocaren montanyes e secaren lo riu: esas coses son dites per Pere Marcet.» Por los datos anteriores sé puede colegir la importancia de semejantes terremotos, que fueron acompañados y seguidos dé los efectos característicos,- como hundimientos de terrenos, aparición de grietas, desaparición de ríos, inundaciones, etcétera, etc., y además abertura de bocas que lanzaban l l a m a s / piedras y gases mortíferos. Sentado él hecho y su repetición, interesa investigar las causas locales que le originan, y éstas, á mi parecer, son tan claras y patentes, que no dejan lugar á duda alguna. Las comarcas del Nordeste de Cataluña forman una región eminentemente volcánica, con una multitud de cráteres y corrientes de basalto de fecha muy reciente, probablemente histórica; pero no debe atribuirse á estos efectos de la geodinámica interna el hecho que estudiamos, ya que ellos mismos no son más que un efecto, muy importante por cierto, de la causa general y local que les determina. Cuál sea ésta nos lo dice la constitución geológica de aquella región bajo sus aspectos dinámico y sedimentario. En efecto, las comarcas de Olot, Garrotxa, Ampurdán y La Selva, forman una región de hundimiento ó de menor resistencia, situada entre dos de resistencia máxima, como lo demuestra su forma y su constitución geológica. Su forma es la de un triángulo que encierra multitud de manifestaciones volcánicas, especialmente en dos de sus vértices. Esta forma triangular del conjunto viene determinada por las dos líneas dé resistencia máxima de terrenos graníticos y arcaicos que form'án el Pirineo por una parte y el Montseny, Guillerías y parte de La Selva por otra. Estos fueron los muros, por decirlo así, que bien cimentados desde las primeras épocas geológicas, se mantuvieron firmes, mientras las tierras que se depositaban en ellos se hundían en diferentes ocasiones, siguiendo la contracción general de la corteza terrestre. Así, la constitu-