El Bloqueo Naval de Venezuela de 1902-1903

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Universidad de Los Andes
Facultad de Humanidades y Educación
Escuela de Historia
Sextas Jornadas de Investigación de los Estudiantes de Historia
El Bloqueo Naval de Venezuela de 1902-1903
-Aarón Eduardo Fuentes Rivas. 23.497.514
Cuarto semestre.
[email protected]
Profesor tutor: Emad Aboaasi
Resumen:
Los hechos particulares sobre el Bloqueo Naval ocurrido en los puertos
venezolanos durante los años 1902 y 1903, producto de la maniobra militar
ejecutada por Alemania, Italia y Gran Bretaña, ya han sido desarrollados de manera
concreta por la historiografía venezolana. Sin embargo, el objetivo de esta ponencia
consiste en analizar, desde la prensa de la época, las interacciones existentes entre
las distintas fuerzas históricas que intervinieron en el acontecimiento, asumiendo
consideraciones específicas y abarcando elementos tales como: el nacionalismo, la
geopolítica y la realidad histórica.
Palabras claves: Bloqueo, geopolítica, nacionalismo.
1
Aarón Eduardo Fuentes Rivas
El bloqueo naval a Venezuela de 1902-1903
Introducción
Venezuela, al igual que muchos países latinoamericanos, posee una historia
particularmente condicionada por ciertos caracteres de tintes nacionalistas. Según
Augusto Mijares1, por ejemplo, el contenido histórico de la otrora colonia y actual
República es contenido resultante de tales corrientes socio-culturales. En este trabajo,
cuyo punto central reside en los acontecimientos acaecidos a finales del año 1902 y
principios del 1903, se verá cuál es la vinculación que poseen tales elementos
estructurales de la conciencia histórica de Venezuela con un contexto mucho más
amplio, que indefectiblemente sumió a Venezuela dentro de su propia dinámica.
El movimiento histórico siempre ha tenido particulares fuerzas predominantes.
Los intereses económicos de las entidades políticas son grandemente determinantes en
su configuración. Venezuela, para principios del siglo XX, un país incipiente en todos
los aspectos excepto el histórico, se ve necesariamente involucrada en el conflicto a
escala global que es representativo de esa dinámica.
La manifestación ultima de ésta, estuvo expresa en las acciones militares
llevadas a cabo por tres países europeos sobre el país más equinoccial de la América
del sur. Sin embargo, las causas del enfrentamiento final, radican en la compleja
maraña geoestratégica del panorama mundial, además de los propios elementos
causales intestinos del país.
Generalmente se entiende al bloqueo naval de 1902 de los puertos
venezolanos como la consecuencia directa de las pretensiones imperialistas de los
países ejecutores. Esta afirmación, en síntesis, es cierta. No obstante, la posición de
Venezuela con respecto de tales potencias, así como sus políticas para manejar al
conflicto, contribuyó al deterioro de las condiciones que desembocaron en la
maniobra bélica. Cipriano Castro con su particular dirigismo caracterizado por su
“ferviente nacionalismo antiimperialista”, fue, a grandes rasgos, el artífice constructor
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Augusto Mijares. La interpretación pesimista de la sociología hispanoamericana
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de la respuesta que Venezuela daría al bloqueo, no como un gobierno representante
de los intereses propios y nacionales, sino como un Estado nacional integrado y
consciente de la coyuntura. Entiéndase bien, existen distintas facetas del conflicto,
determinadas, por supuesto, por la perspectiva de la que se parte. Lo cierto es que se
asumieron posiciones distintas con respecto al otro, condicionadas en parte por los
intereses particulares de los participantes y en parte por las maneras interpretativas
de asumir la situación. Podrían sintetizarse cada una de las posiciones de uno y otro
bando y en especial relación al otro, en los siguientes rótulos: Nacionalismo,
Imperialismo,
geopolítica
e
incapacidad
fiscal,
solo
entendiéndolos
como
denominaciones circunstanciales determinadas en última instancia por la interacción de
los demás elementos. Por ejemplo, el nacionalismo castrista resulta un fenómeno
complejo de analizar, suponiendo que es el resultado de mucho más que una
expresión de amor patrio o identidad nacional, sino que más bien representa la
respuesta política del representante de gobierno ante una situación crítica. Asimismo,
el imperialismo ejercido por las potencias europeas posee un cariz igualmente
complejo, particularmente ceñido por el juego geopolítico de un ya muy extenso
antecedente en Europa y en todo el mundo.
Las condiciones de Venezuela, así como la caracterización contextual de la
época, confluyeron en el hecho que, independientemente de su valoración histórica,
derivaron en una de las mayores crisis diplomáticas a las que se ha sometido nuestro
país.
Ahora bien, nótese que el presente trabajo de investigación constituye un
brevísimo comentario, sobre las causas del conflicto, asumiendo un punto de vista en lo
posible integral, y como se dice, holístico del hecho histórico, atribuyendo menor
importancia a las maniobras militares consistentes del bloqueo en sí mismo, así como
al resultado final del hecho. De igual manera, y por la integralidad inherente a su
naturaleza, el desarrollo narrativo será ejecutado en distintos planos de la
retrospectiva histórica, asumiendo consideraciones que, conceptualmente puedan
3
Aarón Eduardo Fuentes Rivas
El bloqueo naval a Venezuela de 1902-1903
parecer descontextualizas pero que por el contrario, cumplen con el desarrollo de un
esquema de trabajo particular. Tales consideraciones poseen, en esencia, vinculación
con todos los hechos históricos y con cada uno de sus elementos, formando, en lo
posible una imagen relativamente coherente, que se ajusta alternativamente y a
pesar de su esfuerzo holístico, a las perspectivas especificas propias del investigador,
aceptando el carácter indeleble que la subjetividad posee en el razonamiento
humano.
1. Contexto internacional y movimiento geopolítico.
La causa fundamental que se le atribuye al bloqueo naval venezolano de 1902
es de carácter exógeno. A fin de cuentas las hostilidades eran en principio de
naturaleza diplomática. Ulteriormente, al asumir ciertas consideraciones se adjudicó al
conflicto un origen mucho más amplio, que involucra de manera directa e indirecta a
numerosos países que no participaron expresamente en las maniobras navales. En
principio es necesario situar al bloqueo naval en los albores del siglo XX, cuya
entrada se llevó a cabo paralelamente con el proceso de desarrollo imperialista de
algunos países de Europa. Para finales del siglo XIX, Inglaterra estaba constituida en
la mayor y más poderosa potencia ultramarina con posesiones coloniales en inmensos
territorios en América, Asia, África y Oceanía. Asimismo la competitividad comercial
de los monopolios internacionales, estuvo manifiesto en el pujante y desmesurado
desarrollo de cierto número de países Europeos. Francia, Bélgica, Alemania y
Holanda también tenían amplia participación en el sistema de expansionismo colonial
y comercial, cuya declaración última resultaba en el expreso dominio imperialista.
Posterior a las crisis de la sobreproducción de 1873, los países capitalistas más
desarrollados de Europa exteriorizaron su propio alcance político, extendiendo sus
dominios, claros en distintas modalidades hacia la mayor parte de los territorio
dependientes e independientes, estableciendo colonias y semicolonias, configurando
las relaciones de dependencia económica con la mayor parte de los estados mayores
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y menores de los continente ajenos a la Europa occidental. Nótese el comentario de
Lenin en su libro, El Imperialismo, fase superior del Capitalismo:
…destaca el período de 1884-1900 como período de intensa "expansión"
(ensanchamiento territorial) de los principales Estados europeos. (…)
Inglaterra adquirió durante ese período 3.700.000 millas cuadradas con
una población de 57 millones de habitantes; Francia, 3.600.000 millas
cuadradas con 36,5 millones de habitantes; Alemania, 1.000.000 de millas
cuadradas con 14,7 millones de habitantes; Bélgica, 900.000 millas
cuadradas con 30 millones de habitantes; Portugal, 800.000 millas
cuadradas con 9 millones de habitantes. La caza de las colonias a fines del
siglo XIX, sobre todo desde la década del 80, por parte de todos los
Estados capitalistas, constituye un hecho universalmente conocido de la
historia de la diplomacia y de la política exterior.2
Y continúa:
Vemos tres regiones con un capitalismo muy desarrollado (…) Entre ellas,
tres Estados que ejercen el dominio del mundo: Alemania, Inglaterra y los
Estados Unidos. La rivalidad imperialista y la lucha entre ellos se hallan
extremadamente exacerbadas a consecuencia de que Alemania dispone
de una región insignificante y de pocas colonias.3
Véase además un fragmento de un artículo de un periódico venezolano en el
que se ilustran los alcances del proceso de expansión económica, vinculada al
ejercicio de la fuerza militar respecto al caso venezolano, muy particularmente
relativo a las maniobras navales:
La ostentación de poderío desenvuelto contra un pueblo materialmente
débil como Venezuela, por tres naciones fuertes y adiestradas en las
prácticas modernas de conquista, debe estimarse como la expansión del
drama odioso que pondrán en escena en el Nuevo Mundo, no hallando a
bastantes a satisfacer sus rapaces instintos las gastadas comarcas en las
comarcas del antiguo.
Extenuados ya África y Asia, y las naciones débiles que existen en Europa,
de uno u otro modo, bajo la presión de los fuertes, se busca en América
nuevo campo a las conquistas, y como para imponer miedo al coloso que
tiene por lema América para los Americanos, se ha apelado al recurso de
2Vladimir
3Ibídem.
Lenin. El Imperialismo, fase superior del Capitalismo. pág. 50
Pág. 65
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Aarón Eduardo Fuentes Rivas
El bloqueo naval a Venezuela de 1902-1903
una unión nefasta, en la cual hasta las razas se han confundido a favor de
la ambición, haciendo hoy causa común los antiguos pueblos antagónicos4
El desarrollo de este fenómeno global derivó indirectamente de distintas
maneras en Venezuela, puesto que siendo ésta un Estado político independiente, no
estaba sujeto a las pretensiones expansionistas de tales Estados europeos, por lo
menos no por vía legitima. No obstante, en el ámbito comercial, siendo un país cuya
situación económica era paupérrima, sí estaba sometido a las condiciones
contractuales de los vínculos comerciales que poseyera con las potencias europeas. La
justificación protagónica del bloqueo naval estaba sustentada sobre la sostenida
insolvencia en el pago de las acreencias que Venezuela mantenía con diversos países
de ultramar.
El insolvente vínculo comercial no fue, sin embargo, la causa fundamental de
las hostilidades hacia Venezuela, suponiendo que la mayor parte de los países
latinoamericanos estaban sujetos a las mismas relaciones de dependencia comercial
con países de Europa y con los Estados Unidos.5
En el desarrollo de conflicto, fue particularmente importante la participación
de Argentina, cuya Doctrina Drago, estuvo en clara oposición a las políticas
impositivas de las potencias extranjeras. Luis María Drago, el enunciante de la
doctrina, era para entonces el representante diplomático de Argentina, un país
sometido también al estrecho vínculo comercial monopólico que los países europeos
habían establecido con naciones potencialmente productivas latinoamericanas. A
continuación, Lenin plantea la caracterización de las relaciones coloniales que Europa
sostenía con distintos países, ejemplificando al caso particular argentino:
Puesto que hablamos de la política colonial de la época del imperialismo
Capitalista, es necesario hacer notar que el capital financiero y la política
internacional correspondiente, la cual se reduce a la lucha de las grandes
potencias por el reparto económico y político del mundo, crean toda una
4Unión
Continental. El Nacionalista. Pág. 2. Este comentario sintetiza casi en su totalidad la naturaleza
y las causas del bloqueo.
5 Carlos Alarico Gómez. La amarga experiencia. Pág. 36
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serie de formas de transición de dependencia estatal. Para esta época son
típicos no sólo los dos grupos fundamentales de países: los que poseen
colonias y los países coloniales, sino también las formas variadas de países
dependientes y políticamente independientes, desde un punto de vista
formal, pero, en realidad, envueltos por las redes de la dependencia
financiera y diplomática. Una de estas formas, la semicolonia, la hemos
indicado ya antes. Modelo de otra forma es, por ejemplo, la Argentina.
Y añade:
La América del Sur, y sobre todo la Argentina -- dice Schulze-Gaevernitz
en su obra sobre el imperialismo británico --, se halla en una situación tal
de dependencia financiera con respecto a Londres, que se la debe calificar
de colonia comercial inglesa “Según Schilder, los capitales invertidos por
Inglaterra en la Argentina, de acuerdo con los datos suministrados por el
cónsul austro-húngaro en Buenos Aires, fueron, en 1909, de 8.750 millones
de francos. No es difícil imaginarse qué fuerte lazo se establece entre el
capital financiero -- y su fiel "amigo", la diplomacia -- de Inglaterra y la
burguesía argentina, los círculos dirigentes de toda su vida económica y
política.6
Esta característica pone de manifiesto el punto central de los intereses
hegemónicos de Europa sobre Latinoamérica, pero pone además, mucho énfasis en la
situación Venezolana con respecto a los demás países americanos así como con sus
acreedores europeos.
Es decir, las acreencias no son una propiedad exclusiva de Venezuela, sino
más bien un elemento común en muchos de los países de la América meridional. Por
otra parte la insolvencia de tales acreencias, habían hecho de Venezuela un deudor
crónico7 y casi permanente de sus cobradores. La deuda que originó el conflicto
poseía un extenso antecedente que se remonta hasta las guerras independentistas.
La deuda sostenida con los países participantes en el Bloqueo poseía dos vertientes:
En principio la larga cadena de empréstitos tramitados por el ejecutivo nacional
durante todo el siglo diecinueve, particularmente los de 1822, 1824 y 18528.
Asimismo, el inacabado conflicto intestino, las querellas sociales, y los levantamientos
Vladimir Lenin. Ob. Cit. Pág. 49
Esta es la denominación que Manuel Rodríguez Campos atribuye a Venezuela, al ser un país
endeudado e insolvente durante la totalidad del siglo XIX.
8Deuda Pública y Deuda Pública (Conclusión).Agencia Maracaibo. Pág.2
6
7
7
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El bloqueo naval a Venezuela de 1902-1903
militares del siglo9 que acarrearon, según las propias demandas foráneas, agravados
daños a ciudadanos europeos inmersos en el sistema económico nacional.
Volviendo al panorama global, el proceso expansionista que ya tocaba su fin
a principios del siglo XX había derivado en el roce diplomático de varias de las
potencias más importantes. El elemento fundamental del conflicto es el resultado de la
carrera expansionista de las potencias, que en el caso venezolano involucraron a
Alemania, Inglaterra, Italia y los Estados Unidos. Como fue señalado más arriba,
Inglaterra poseía el mayor dominio territorial del mundo, mientras que Alemania,
Bélgica, Holanda y especialmente los Estados Unidos sostenían una pujante carrera
comercial por la homologación del potencial económico de cada una de las naciones.
La competitividad económica es una característica propia de la dinámica de las
potencias capitalistas monopólicas que extienden sus efectos indefectiblemente a los
países subdesarrollados.
Cada una de las directrices de los países contendientes satisface los intereses
propios. El expansionismo, que ya tenía largo antecedente en Europa, estaba
encaminando al enfrentamiento directo de las potencias, manifiestos en conflictos
bélicos directos o en hostilidades diplomáticas. Estados Unidos, aunque no participó en
el bando aliado que ejecutó el bloqueo naval, poseyó un rol determinante en su
desarrollo. Diversos historiadores venezolanos, como Carlos Alarico Gómez o
Armando Rojas Sardi sostienen que el bloqueo fue una maniobra estratégica de la
diplomacia europea para someter a prueba las capacidades hegemónicas de los
Estados Unidos sobre la América Latina. El origen de la querella estaba, desde la
perspectiva aliada, en la posición sostenida desde hacía ya mucho tiempo sobre los
países americanos, esclareciendo indirectamente la jurisdicción territorial que este país
sostendría en las áreas más meridionales, en detrimento del colonialismo europeo.
A este respecto Augusto Mijares, en la Interpretación pesimista de la sociología hispanoamericana,
refiere que la insostenibilidad de un sistema productivo en Venezuela es el producto de la constante
inestabilidad política, cuya manifestación cultural fue el caudillismo latinoamericano y venezolano.
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Este principio es el de la Doctrina Monroe. “La América para los americanos”
que caracteriza los actos de injerencia europea sobre América, sea de cualquier
índole, como políticas de manifiesta hostilidad hacia los Estados Unidos, que asumen
inicialmente en rol determinante en la carrera imperialista por el dominio colonial de
los americanos.
A continuación el enunciado de James Monroe, quinto presidente de los
Estados Unidos (1817-1825), ante el congreso norteamericano el 2 de diciembre de
1823:
En buena fe de los vínculos de amistad que nos unen a las potencias
aliadas, nos ponen en el deber de declarar que nosotros consideramos
PELIGROSA para nuestra tranquilidad y seguridad toda tentativa de parte
de ellas a extender su sistema político a una parte cualquiera de nuestro
hemisferio. El Gobierno de los Estados Unidos no ha intervenido ni
intervendrá en los negocios de las Colonias que las Naciones Europeas
poseen todavía en América; pero con respecto a los gobiernos que han
declarado su independencia, que las sostienen y a las cuales nosotros
hemos reconocido la emancipación después de madura reflexión y según
los principios de la justicia, nosotros no podríamos menos que considerar
como una manifestación de intenciones hostiles con respecto a los Estados
Unidos, la INTERVENCIÓN de un poder europeo cualquiera con el
propósito de oprimirlos o de contrariar de cualquier manera sus destinos.
Nuestra política consiste en no mezclarnos en los negocios interiores de
ninguna de las Potencias del Viejo Mundo: a considerar los gobiernos de
hecho como gobiernos legítimos con respecto a nosotros, a establecer con
los gobiernos relaciones amigables y a conservar relaciones por medio de
una política franca, firme y caracterizada, admitiendo sin distinción las
justas reclamaciones de todas las Potencias y no sufriendo las injusticias de
ninguna. Pero cuando se trata de nuestro continente las cosas cambian por
completo, porque si las Potencias Aliadas quisieren hacer prevalecer su
sistema político en una u otra parte de la AMÉRICA, ellas no lo podría
hacer sin que resulte un peligro inminente para nuestra felicidad y nuestra
tranquilidad: sería IMPOSIBLE que permaneciésemos espectadores
indiferentes de semejante intervención bajo cualquier forma que ella
hubiese tenido10
Resulta impresionante que en épocas tan tempranas los Estados Unidos
manifiesten tan tajantemente las condiciones de las relaciones que pretenden poseer
10James
Monroe. Doctrina Monroe. Agencia Maracaibo. Pág. 2
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El bloqueo naval a Venezuela de 1902-1903
con los pueblos latinoamericanos y con las potencias occidentales. Toda su política
exterior estaría encaminada, según dice Rojas Sardi, a la consolidación de los
intereses de la doctrina Monroe, cuyo principal escenario de acción era la América
Latina. Tales políticas tendrían plena vigencia durante los sucesos del conflicto, siendo
según los citados autores11, la causa fundamental de los roces diplomáticos y de las
manifestaciones hostiles de la carrera imperialista de las potencias europeas y
americana, que desembocarían a nuestro respecto en el bloqueo naval. Nótese tal
vigencia en las declaraciones de Theodore Roosevelt, presidente norteamericano
para el periodo de 1901 – 1909:
La Doctrina Monroe debería ser el principio básico de la política exterior
de las naciones de ambas Américas. En su espíritu, no pretendemos que los
demás Estados americanos tengan relaciones comerciales únicamente con
nosotros; tampoco pretendemos salvaguardar estas naciones en el caso de
que, si no proceden de manera lícita en su compromiso y obligaciones, se
les someta a alguna represalia, eso sí, mientras actos de esa naturaleza no
signifiquen un propósito de conquista territorial por parte de una potencia
no americana12
Los Estados Unidos de América, en síntesis, no se someterían a ningún tipo de
imposiciones europeas, entendiendo como tales, cualquier tipo de intervención política,
militar y comercial que atente de manera directa o indirecta contra los intereses de la
potencia americana en el resto de los territorios del continente. Esta posición derivaba
en la inevitable confrontación según las condiciones bélicas. En tal caso de que
Alemania e Inglaterra hubieran llevado a plena resolución sus particulares
proposiciones sobre Venezuela, los Estados Unidos y su doctrina se hubieran visto
comprometidos en el conflicto con Europa, suponiendo que la mayor parte de los
países latinoamericanos poseían deudas morosas con Europa. Es decir, esta última
poseería los derechos económicos y comerciales sobre los pueblos latinoamericanos
como consecuencia de las acreencias que éstos sostendrían con los primeros.13 Ello
Rojas Sardi y Carlos Alarico Gómez.
Rojas Sardi. Los Estados Unidos y el bloqueo de 1902. pág. 62
13El Conflicto Venezolano y la Doctrina Monroe. Agencia Maracaibo. Pág. 2 y 3. La Cuestión
internacional y la Doctrina Monroe. Agencia Maracaibo. Pág. 3
11
12Armando
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derivaría necesariamente en el ejercicio de la Doctrina Monroe en su más extremista
modalidad.
Es difícil valorar la maniobra militar como una manifestación más de la
competitividad hegemónica de las potencias imperialistas, considerando el carácter
interpretativo que posee tal afirmación. No obstante, sí podemos considerar este
aspecto como un elemento determinante en el desarrollo y la resolución de conflicto,
sustentándonos en el rol de amplia participación que poseyó los Estados Unidos en el
preludio y en la consecución del Bloqueo Naval.
También podemos encontrar esta propiedad en la naturaleza de las
demandas de los acreedores europeos. Diversos diarios venezolanos contemporáneos
al hecho14, refieren la vaguedad con que son realizadas tales exigencias, así como la
insustentabilidad de las mismas. Como se dijo, la deuda posee dos orígenes. La que
derivó de los empréstitos decimonónicos y la que resultó de los de los daños
agravados acontecidos a los súbditos europeos en nuestro país. Examinemos las
segundas, por ser, en esencia, las causales predominantes por sobre los créditos
extranjeros.
Los llamados
súbditos, son personas o empresas
particulares
que
desarrollaban actividades comerciales o económicas de cualquier índole en
Venezuela, y que resultaron, según dicen las reclamaciones, gravemente perjudicados
por la permanente inestabilidad política generada por las constantes revueltas
intestinas del país. Tal declaración, al menos en su último punto, es cierta. La mayor
parte del siglo XIX resultó saturado de guerras y guerrillas internas que terminaron
por abrir paso al siglo XX y a la Revolución Restauradora de Castro. Incluso para las
fechas del bloqueo todavía persistían los focos de insurrectos que alteraban el orden
nacional, especialmente cabe señalar a José Manuel “El Mocho” Hernández y Manuel
Antonio Matos. Tales revueltas, agravaron las condiciones del sistema productivo
14
Los citados para los efectos de estas investigación.
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venezolano afectando de alguna manera a los participantes europeos de nuestra
economía.
Las reclamaciones, por tanto, estaban fundamentalmente constituidas por el
pago y la retribución de los daños sufridos por los súbditos de los países de Europa,
dejando en segundo plano, las acreencias acumuladas por los empréstitos. Tales
reclamaciones resultaron según se tiene noticia15, en la especulación por parte de los
demandantes, así como en la insostenibilidad argumentativa de los mismos.
Cabe citar tres casos particulares, en que tres individuos cobijados bajo las
condiciones diplomáticas de entonces, se asumen como acreedores del Estado
venezolano argumentando el mismo asunto. Estos son los señores Olcott, presidente
de la Orinoco Shipping, una firma norteamericana, Lorenzo Mercado y Sebastián
VialeRigo. Es muy particular que los dos últimos, ciudadanos venezolanos, asumen el
amparo de las reclamaciones alemanas presuntamente como objeto de los agravios
resultantes de la guerra civil.
16
Como en el caso de Olcott, las reclamaciones
estaban ligadas la violación (por la guerra) de los contratos materializados entre el
estado y determinadas empresas trasnacionales, denotando la vinculación de estas
últimas con sus respectivos Estados nacionales. Esta característica está manifiesta en el
caso de la New York and Bermúdez Co., una empresa norteamericana que se había
adjudicado una concesión de exploración y explotación petrolera en el entonces
estado oriental de Bermúdez. Tal empresa había adquirido la concesión no
directamente del Ejecutivo Nacional, sino mediante la participación de un
intermediario.17 La trasnacional poseyó conflictivas relaciones con el gobierno
venezolano de Castro, siendo incluso, cooperadora de las revueltas de Matos. La New
York and Bermúdez poseería posteriormente un rol protagónico en la historia
petrolera venezolana. De igual manera, el Estado norteamericano había puesto de
manifiesto su interés sobre la estabilidad de las relaciones económicas que la New
Véase la cita siguiente.
inaudito! La Restauración Liberal. Pág. 2
17Ramón Rivas y Bernard Mommer. El negocio del petróleo,1918-1945 Pág. 16
15
16Lo
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York and Bermúdez poseyera en Venezuela18.Véase un comentario de Lenin acerca
de la naturaleza de tales corporaciones:
La particularidad fundamental del capitalismo moderno consiste en la
dominación de las asociaciones monopolistas de los grandes empresarios.
Dichos monopolios adquieren la máxima solidez cuando reúnen en sus
manos todas las fuentes de materias primas, y ya hemos visto con qué furor
los grupos internacionales de capitalistas dirigen sus esfuerzos a arrebatar
al adversario toda posibilidad de competencia, a acaparar, por ejemplo,
las tierras que contienen mineral de hierro, los yacimientos de petróleo,
etc.19
En Venezuela las empresas trasnacionales que desarrollaban un actividad
productiva o comercial continuada constituían los representantes económicos de sus
respectivos países, tal como se pone de manifiesto en las actuaciones de la New York
and Bermúez con respecto al gobierno de Castro y a los Estados Unidos. La
vinculación entre los capitales internacionales y los intereses nacionales de las
potencias poseías un carácter latente. Asimismo los llamados súbditos, que no son más
que firmas internacionales de menor rango, se amparan bajo la figura jurisdiccional
de las potencias europeas, que a su vez reclamaban expresamente las determinadas
acreencias de los venezolanos. Cabe citar, las demandas especulativas llevadas a
cabo por las autoridades belgas. Según noticias de principios de 1903, un conjunto
de súbditos reclamaban la cancelación de 10 millones de bolívares, cuya inicial
demanda estaba por el orden de los 3 millones, denotando la exorbitante y no
argumentada reclamación de las comisiones belgas20
Este elemento refiere dos características de las reclamaciones. En primer lugar
la desmesurada desproporción con que los comerciantes y demás empresas
trasnacionales en Venezuela, realizan sus propias exigencias, adjudicando derechos
ilegítimos con respecto a su participación económica en el país y en relación a los
posibles daños sufridos por la guerra civil, siendo amparados bajo las reclamaciones
Armando Rojas Sari. Ob. Cit. pág. 43
Vladimir Lenin. Ob. Cit. pág. 54
20Pues no va mal el negocio! El Correo de Carúpano. Pág. 2
18
19
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de las entidades nacionales formuladas, según se dice, con base en el Derecho
Internacional que poseen las potencias sobre la deuda contraída por Venezuela.21 En
segundo lugar, el poco interés que existe de parte de tales potencias por concretar el
origen y la consistencia de las reclamaciones. Estos dos aspectos de la interacción
diplomática platean la posibilidad sostenida por los autores que respaldan esta
investigación22, sobre el genuino interés de las demandas europeas sobre Venezuela,
es decir, sobre la competitividad monopólica imperialista sostenida por las potencias
en relación con los Estados Unidos de Norteamérica. 23
El juego político desarrollado por estos países poseyó una fuerza histórica
magna en relación con la capacidad política que Venezuela tenía entonces. No
obstante, nuestro país, así como distintos países latinoamericanos introdujo sus influjos
propios en la resolución del enfrentamiento. La expresión más clara de ello reside en
la política exterior de la República Argentina, que pese a su situación
económica24manifestó su oposición diplomática a las directrices de las potencias
europeas, fundamentalmente a través de la Doctrina Drago. Ésta, elaborada por Luis
María Drago, canciller de la República, propugnaba el derecho de autonomía
económica y política que los países independientes debían poseer, y que habían
asumido por lo demás, por su propia lucha histórica25. La formulación circunstancial de
ello fue la negación a las tentativas del cobro compulsivo de acreencias por parte de
las potencias foráneas, así como el respeto inviolable que estas debían profesar a las
Es importante hacer la distinción entre los capitales grandes y los pequeños. Estos últimos no eran
más que pequeños comerciantes o artesanos que constituían pequeñas colonias extranjera en territorio
venezolano y que nada tenían que ver con los capitales mayores, que sí sostenían relaciones con las
potencias reclamantes, y que en última instancia, tendrían amplia participación en el desarrollo del
conflicto.
22 Véase la bibliografía.
23El Conflicto Venezolano y la Doctrina Monroe. Agencia Maracaibo. Pág. 2 y 3. La Cuestión
internacional y la Doctrina Monroe. Agencia Maracaibo. Pág. 3. Estos artículos ponen de manifiesto que
el conflicto posee una intencionalidad geopolítica sustentada sobre reclamaciones económicas, como
parte estructural de la interacción entre las diversas potencias imperialistas de entonces.
24 Argentina era un país notablemente desarrollado para entonces cuyas condiciones estaban lejos de
la precariedad, No obstante como se dijo, poseía vínculos de dependencia económica con Europa. Pese
a ello, también poseía un figura institucional autónoma afirmada en su independencia política
25 Armando Rojas Sardi. Ob. Cit. Pág. 82
21
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naciones latinoamericanas, no abusando de la fuerza impositiva ni de las
reclamaciones especulativas que iban en detrimento del desarrollo nacional de estos
países. De alguna manera, la Doctrina Drago poseía características muy similares a su
homóloga norteamericana, reiterando la no injerencia de las potencias europeas
sobre la América Latina. No obstante, Drago se amparó bajo los planteamientos
norteamericanos considerando la ilegitimidad de las reclamaciones europeas, pero
asumiendo también una posición conservadora con respecto a las pretensiones
estadounidenses.
Fue notable también el rol diplomático que Argentina desempeñó en las
negociaciones concernientes a la cuestión venezolana, siendo particularmente
importantes, sus ofrecimientos respecto a la cancelación de las gastos llevados a cabo
en el litigio.26
Mencionemos ahora el resultado final de las extensas jornadas diplomáticas, que
establecieron, en última instancia, el orden de las reclamaciones internacionales sobre
Venezuela. Inicialmente, Alemania estableció, para el 31 de diciembre de 1901, un
total de 1.718.815, 67 Bs correspondientes a 22 reclamantes. Por su parte, Gran
Bretaña con 7 súbditos reclama, para el 20 de febrero de 1902, la suma total de
36.401 Bs. Mientras que Italia con 123 reclamantes y para el 19 de abril de 1902
demanda el monto de 2.810.255, 95 Bs. para formar un total de 4.575.472,72 Bs. y
152 reclamantes. Nótese, que la principal forjadora del Bloqueo Naval27, Inglaterra,
es la que posee la menor suma con respecto a las demás potencias participantes en
las maniobras navales, caracterizando de manera reiterada el dudoso origen de la
intencionalidad de su actuación diplomática
26Prensa
Extranjera, La opinión de los europeos. La Restauración Liberal. Pág. 2
Inicialmente, solo Alemania e Inglaterra ejecutarían el bloqueo, para que de manera ulterior se
adhiriera Italia. Las condiciones primigenias del sitio a los puertos venezolanos consistirían en la
repartición equitativa de los territorios marítimos entre las dos potencias. Luego de ello Italia
contribuiría con el traslado de dos fragatas hacia las costas venezolanas.
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Aarón Eduardo Fuentes Rivas
El bloqueo naval a Venezuela de 1902-1903
2. Política exterior de Castro. Situación Interna.
Para cuando Castro entró en Caracas en 1899, la situación económica del país no
era de las mejores. Después de un siglo de continuas guerras internas el sistema
productivo de la nación no estaba en condiciones ventajosas para enfrentarlas
reclamaciones que las potencias aliadas harían. Tal como dice Manuel Rodríguez
Campaña, Venezuela era un deudor crónico, acosado consecutivamente por sus
acreedores internos y externos y menguado también por la improductividad de su
sistema económico. La actividad agrícola, el principal sustento del país, fue en gran
medida impracticable debido a la estela dejada por la guerra civil. Este conflicto, al
que Castro hizo frente y terminó por erradicar, acarreó graves consecuencia al país
que, en conjunción con las presiones extranjeras, terminaron por detonar al conflicto
armado. Tales secuelas son de carácter fiscal y están caracterizadas principalmente
por la insolvencia fiscal del tesoro público, con respecto, repito, a las necesidades
internas y externas.
Para el año de 1901, los ingresos totales del país estaban por el orden de los
38.646.463,72 Bs., mientras que los gastos ascendían a los 34.646.465,72 Bs.28.
Asimismo, solo para 1890 la deuda interna se aproximaba a los 38.245.153,15 Bs.,
la externa originada por los empréstitos decimonónicos ascendía a 87.388.462,50 Bs
mientras que la deuda diplomática ascendía 4.310.532,40 Bs29. La deuda externa
clasificada por acreedores estaba expresada de la siguiente manera para 1896:
-Deuda inglesa: con el 3% de interés y con 66.614.550 Bs
-Deuda española: con el 3% y con 2.794.773,47 Bs
-Deuda francesa: con el 3% 4.960.866,67 Bs
Manuel Rodríguez Campos. Venezuela 1902, la crisis fiscal y el bloqueo. Pág. 58
Como ya fue expresado, las reclamaciones internacionales estaban constituidas en la deuda
diplomática, es decir, en la deuda causas por los agravios generados por la guerra, y no por la
acreencia morosa arrastrada desde los empréstitos del siglo anterior.
28
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Sextas Jornadas de Investigación de los Estudiantes de Historia
-Deuda alemana: con el 3%, 7.000 Bs.
-Deuda estadounidense: con el 2 ½ % y 466.247,14 Bs.30
Sumando un total de 74.783.457,27 Bs. Para el mismo año la deuda interna
rondaba los 126.540.296,68 Bs.31 Una de las principales medida del Ejecutivo
Nacional fue destinar una tercio de los derechos aduaneros de todos los puertos
venezolanos a la cancelación de la deudas diplomáticas, lo cual fue juzgado noble
pero insatisfactorio, como se lee en las siguientes notas:
La prontitud con que Venezuela ha tenido para efectuar la primera
erogación de los créditos de honor de Alemania (ilegible) facción en los
círculos oficiales; se ve en eso la prueba de la sinceridad de Venezuela.
Ese pago constituye en cierto modo la aprobación de sus actos.32
Y en otro artículo:
Berlín.- Castro ofrece el 30% de las recaudaciones de impuestos para
pagar la deuda. Resulta insuficiente. El representante de Venezuela pide
condiciones de igualdad en la Haya (…) Hay otros reclamantes. Mr.
Bowen, representante de Venezuela propone ceder el 30% del rendimiento
aduanero con la condición de que el bloqueo sea retirado. Es rechazado.
Las potencias exigen un tratamiento privilegiado. Se somete la cuestión al
Tribunal de la Haya. Inglaterra constituye el principal obstáculo para la
resolución del conflicto33
Seguidamente y ya agotadas las negociaciones previas, durante el bloqueo la
mitad del presupuesto público fue destinado a las operaciones militares de defensa,
por los menos durante ese año. Asimismo el sistema productivo, que en tal caso era
improductivo, entorpecía la capacidad de respuesta de Venezuela frente a las
exigencias de los aliados. La morosidad en el pago de la deuda por agravios en los
súbditos fue una consecuencia de esta circunstancia. Resulta conveniente, o mejor
dicho, inconveniente, el intransigente nacionalismo de Castro, que de alguna manera,
30Deuda
Pública y Deuda Pública (Conclusión).Agencia Maracaibo. Pág.2
31Ídem
El buen nombre de Venezuela, Impresiones del Extranjero. La Restauración Liberal. Pág. 2.
internacional. Agencia Maracaibo. Pág. 2. Evidentemente, esta nota extraída de un diario
alemán y publicado en Venezuela posee un perspectiva independiente de los intereses de Alemania
32
33Conflicto
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El bloqueo naval a Venezuela de 1902-1903
y según la opinión de Carlos Alarico Gómez, terminó por detonar el enfrentamiento
final. Cuando éste se dio, Castro no tenía más de tres años en el poder, mientras que
las solicitudes “compulsivas” de los acreedores se habrían extendido desde 1889. No
obstante, es la posición de Castro la que cataliza las presiones externas y exacerba
los roces diplomáticos. Previamente a la maniobra naval, Venezuela había mantenido
una disputa con el Imperio Británico por la colocación de la línea limítrofe con la
colonia inglesa, en la que Castro había insistido firmemente a favor de los intereses
nacionales. Diplomáticamente, los Estados Unidos también sostuvieron diversos
inconvenientes con el representante del Ejecutivo Nacional, particularmente con
respecto a la ya referida querella entre Venezuela y la New York and Bermúdez Co.
Las políticas de Castro resultan, para el ya referido par de autores,
representativas de un nacionalismo ingenuo y poco consciente de los riesgos que su
irreflexiva posición suponía para la crítica situación internacional.34 Éstas
generalmente giraban en torno a dos pilares: las medidas que asumió internamente
con respecto a las tensiones internacionales y la política diplomática. Esta última
estuvo representada en el desempeño de Herbert Bowen35 que en este particular no
vamos a referir por no ser de nuestro objeto de estudio.36
Por otra parte, el nacionalismo propugnado por Castro ejerció su propia influencia.
Véase a continuación la proclama oficial que el Presidente de la República emitió al
tener conocimiento del inicio de las hostilidades (9 de diciembre de 1902):
Así como se le juzga de intransigente, también se le atribuyen altas facultades de estadista. Es una
cuestión interpretativa desde los recursos de los que disponemos.
35 Curiosamente, Herbert Bowen fue el segundo embajador de Estados Unidos en Venezuela durante el
gobierno de Castro. Bowen fue comisionado por este último, y con el consentimiento de Washington
para desempeñarse como representante venezolano en las negociaciones llevadas a cabo con las
potencias reclamantes.
36 Las negociaciones de Bowen resultaron infructuosas debido en parte a la inflexibilidad de ambas
partes. No obstante, realizó grandes contribuciones al no ceder a las exorbitantes reclamaciones
europeas. Los protocolos firmados en Washington y que darían final al bloqueo fueron redactados en
base a los intereses, en mayor o menor medida, de las tres partes. Los Aliados, Venezuela y los Estados
Unidos de Norteamérica.
34
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Venezolanos!!! La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado
suelo de la Patria. Un hecho insólito en la historia de las naciones cultas, sin
precedentes ni posible justificación. Hecho bárbaro porque atenta contra
los más rudimentarios principios del derecho de gentes, hecho innoble
porque es fruto del contubernio inmoral y cobarde de la fuerza y la
alevosía. Es el hecho que acaban de realizar en la rada de La Guaira
hace pocos momentos las escuadras alemana e inglesa. Sorprendieron y
tomaron en acción simultánea y común tres vapores indefensos de nuestra
armada que habían entrado en dique para recibir reparaciones mayores
(…) Y puesto que éstas no pueden ser grande y poderoso sino en el
ambiente de la confraternidad de sus hijos y las circunstancias reclaman el
concurso de todos estos, en nombre de aquellos mis sentimientos y de estos
mis necesidades, abro las puertas de todas las cárceles de la República
para los detenidos políticos que aún permanecen en ellas, abro asimismo
las puertas de la patria para los venezolanos que por algunas razones se
encuentran en el extranjero y restituyo el goce de las garantías
constitucionales, las propiedades de todos los revolucionarios que estaban
embargadas por razones de orden público, más todavía si sobreviviere a
los acontecimientos y fuere preciso para la salud de la patria despojarme
del elevado carácter con que me han honrado los pueblos y con el cual voy
a la lucha, estoy listo para mi separación a la vida privada quedando
siempre mi espada, por supuesto, al servicio de la República y podéis estar
seguro de que me retirare satisfecho sin sentir las nostalgias del poder,
porque mi aspiración mayor es ver a mi patria grande, próspera y feliz.
Venezolanos!!! El sol de Carabobo vuelve a iluminar los horizontes de la
Patria, de sus resplandores surgirán temeridades como la de las Queseras
del Medio, sacrificios como los de Ricaurte, asombros como el del pantano
de Vargas, heroísmos como el de Ribas y héroes como los que forman
nuestra gran constelación de grande epopeya37
Tal como se ve, el General Castro cede ante las presiones internas en
beneficio de la integración nacional frente al conflicto externo, llegando a disponer
incluso, ya sea en vano o no, de su propio cargo. A este respecto, uno de los
principales caudillos opositores de Castro le toma la palabra:
Liberales nacionalistas: os habéis enaltecido a los ojos de la nación y
merecido el aplauso universal al deponer vuestras armas y vuestros
sentimientos ante el representante ejecutivo (sic) de Venezuela en los
momentos solemnes de nuestro grave conflicto. Os habéis hecho creadores
del respeto público al confundiros luego en un solo abrazo fraternal con el
ejército activo apercibido a la magna empresa de rechazar al invasor
extraño, pero que la obcecación de algunos compatriotas hizo
dolorosamente necesario lanzar contra ello y sus huestes engañadas hasta
37Cipriano
Castro. Venezolanos!!! El Correo de Carúpano. Pág. 1
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Aarón Eduardo Fuentes Rivas
El bloqueo naval a Venezuela de 1902-1903
reducirlas a la impotencia de hacer el mal o aniquilarlas para toda otra
rebeldía38
Y añade en otro comunicado del 19 de diciembre de 1902:
Venezolanos!!! Estamos hoy sobre el umbral del porvenir. Desde tal sitio ya
no será posible convertir la mirada atrás; marcharemos adelante. Esta es la
ley social del progreso humano salvador de las naciones y de las
democracias. Cumplámosla! Esforcémonos con la doctrina y con la obra en
la reconstrucción de la patria. Exigua casi, atribulada y mísera. Para ello
basta el voto y el ejemplo de los buenos ciudadanos de aquello que fueron
siempre guías en la sociedad austera y del pueblo laborioso39
Es característica la integración que las dos principales fuerzas políticas del
momento asumen en beneficio de los intereses comunes, o mejor dicho, contra un
enemigo común. El propagandismo nacionalista efectuado por Castro fue su principal
herramienta para la sostenibilidad defensiva de la nación, así como para la
regulación de la tradicional inestabilidad política reinante en el país. Cabe resaltar el
importante papel desempeñado por Juan Vicente Gómez en las operaciones militares
tocante a la inacabada guerra civil, particularmente con la insurrección de Matos y
otras revueltas menores. El control militar que éste ejerció sobre el espacio nacional
fue la base armónica para las operaciones militares y diplomáticas que Castro
desarrollaba en el bloqueo naval. He aquí una de las manifestaciones de
propagandismo patriótico nacionalista llevado a cabo después del levantamiento del
bloqueo:
Cuando en diciembre del año próximo pasado recibisteis el cablegrama en
el cual el General Cipriano Castro os anunciaba la felonía de los vapores
ingleses y alemanes, profundamente indignados nos excitasteis al
másexacto cumplimiento de nuestros deberes secundando con entera
decisión las órdenes terminantes recibidas de Caracas...
El Hecho de haber rechazado por tres veces las pretensiones de tan
poderosos enemigos constituye una página de gloria en vuestra carrera
militar, que como venezolanos y como compañeros desearíamos
38José
Manuel Hernández. Manifiesto.El Correo de Carúpano. Pág. 2
Manuel Hernández. El Gral. José Manuel Hernández a los Venezolanos y a los Nacionalistas. El
Correo de Carúpano. Pág. 1
39José
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Sextas Jornadas de Investigación de los Estudiantes de Historia
inmortalizarla describiéndola con pluma maestra y con los sublimes tintes
de la epopeya gloriosa40
Y otro:
La defensa nacional, en la ocasión del ataque violento que dirigieron
contra Venezuela, Alemania, Inglaterra e Italia, alevemente ligadas para
deprimir al débil, registran acontecimientos brillantes que reclaman
monumento de inmortalidad levantado en la conciencia pública (…) ha
tenido efecto una de esas escenas grandiosas en que el patriotismo levanta
a los hombres hasta la cumbre de lo sublime, y por el quedan consignada
en páginas de oro en el libro de los anales patrios (…) Y como por allí
andan diseminados los proyectiles con que la obra de destrucción fue
vilmente ejercida a favor de la superioridad y la distancia, y son ello
elocuentes pregoneros de la ruindad del atentado y de la grandiosidad de
la defensa, quisiéramos que eso trofeos fueran recogidos en el museo del
estado, en donde unido al relato de los hechos también consignados allí en
literario momento conservarían de generación en generación el recuerdo
de tanta gloria 41
Son de especial interés las posiciones que los distintos participantes del
conflicto poseyeron con respecto a las políticas castristas. Para finales de 1902, el
Embajador Hellenben de Alemania, transmitió una nota confidencial al gobierno de
los Estados Unidos manifestando las intenciones alemanas de ocupar los puestos
venezolanos. Castro, al enterarse, exigió que tales informes fueran tratados
directamente con las autoridades venezolanas, a los que Hellenben contestó que las
mismas no eran más que instrumentos de las políticas tiránicas de Castro. A esto el
presidente calificó de desmesurada exageración las reclamaciones alemanas además
de la carestía de argumentos que las respaldaran. Alemania convino en que la única
solución viable para la resolución del conflicto era someter el asunto al arbitrio del
Tribunal de la Haya, lejos de la intrusiva jurisdicción del Presidente venezolano.42 Por
otra parte, son sumamente interesantes las manifestaciones que determinados grupos
financieros dirigieron a Castro. Tales consistían en la proposición de la cancelación de
la deuda diplomática que Venezuela sostenía con las potencias aliadas, y que
40Al
heroico defensor de la honra nacional. La Restauración Liberal. Pág. 2
de Patriotismo. La Patria. Pág. 2.
42El Memorándum Venezolano .La Crónica. Pág. 2.
41Trofeos
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El bloqueo naval a Venezuela de 1902-1903
caerían sobre la responsabilidad de entidades bancarias americanas, alemanas,
francesas e inglesas bajo condiciones contractuales no especificadas. Evidentemente
tal proposición nunca se llegó a materializar43
En síntesis, el desempeño diplomático y político que Castro poseyó en el
desarrollo de las negociaciones y del mismo conflicto bélico, estuvo siempre
condicionada por las actuaciones de los diversos participantes, tales como los bancos
o las potencias, pero siempre redirigiendo sus políticas hacia el conservadurismo de
los intereses inflexibles propios frente a las pretensión extrañas. También se adjudicó
Castro, el apoyo sostenido de otros países latinoamericanos, fundamentalmente de la
Argentina, que mediante sus disposiciones colaboró ampliamente en la resolución del
conflicto.
Véase también, para cerrar, un fragmento de las declaraciones posteriores
del General Castro respecto a los hechos acaecidos relativos al bloqueo naval de
1902:
“Hoy hace un año que os anuncié con todo el verbo de mi arrogancia
patriótica, que me declaraba en campaña para ahogar la anarquía y
restablecer el orden constitucional y aquí me tenéis de regreso trayéndoos
lo que entonces os prometí. No me envanece la gloria de tantos prodigios
realizados, no me marea la altura en que me han colocado las
heroicidades del ejército constitucional ante el conflicto interno y la cordura
y patriotismo del pueblo venezolano ante el conflicto internacional. Aspiro
asentar mi orgullo en el buen uso que hagamos de esas victorias en la
necesaria de administración y de progreso que hemos de levantar en
concierto de todos los venezolanos y en las batallas que debemos librar
provechosamente en los campos del trabajo de la civilización, de la ciencia
y de las artes”44
43Venezuela
y Colombia. La Pluma. Pág. 2.
Cipriano Castro. El Presidente Constitucional de la República. A los Venezolanos! El Correo de
Carúpano. Pág. 2
44
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Conclusión
La crisis fiscal interna, además de las presiones diplomáticas y militares
exógenas a las que Venezuela estuvo sujeta en los primeros años del siglo XX,
constituye uno de sus mayores y más críticos trances históricos. La valoración que se le
debe atribuir a tal hecho, debe poseer consideraciones implícitas que abarquen la
totalidad del panorama mundial contemporáneo al bloqueo. Sus orígenes poseen una
estrecha vinculación con el desarrollo del capitalismo monopolista, así como con el
expansionismo de las mayores potencias occidentales. Venezuela se vio sometida a
los embates internacionales a causa de su propia situación interna. La clave causal del
bloqueo se encuentra en la extensa lista de hechos acaecidos durante el siglo
independentista que, según Augusto Mijares, pueden sintetizarse como un periodo de
tremenda inestabilidad política y social. La falta de preparación que Venezuela
poseía para sí, no contribuyó en ninguna medida, a menguar las duras condiciones
coyunturales de la situación. Sus políticas, grandemente restringidas, no tenían mejores
posibilidades. Tal como se ha dicho, no se puede atribuir la eclosión del conflicto a la
responsabilidad de un solo hombre, puesto que la misma no corresponde siquiera a
las realidades integrales de un país entero, sino que se desarrollan continua y
ampliamente condicionadas por los influjos de la política internacional que
conjuntamente configura las relaciones entre cada una de las entidades políticas. No
obstante, es a partir del bloqueo naval, y en parte, gracias al célebre desempeño de
Castro, que Venezuela asume un nuevo escalafón en cuanto a su autoridad
diplomática, puesto que, nuestro país no poseyendo recursos económicos o militares
que respaldaran su autoridad, pudo asumir su propia autonomía política frente a las
pretensiones extremistas impositivas del extranjero.
Sin embargo, tal juicio resultaría aún precoz, puesto que solo si
consideraríamos las consecuencias económicas que el hecho de 1902 acarrearía al
país podríamos obtener una valoración holística mucho más completa y satisfactoria.
El presente trabajo, bastó para presentar el rango de posibilidades en la cadena
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Aarón Eduardo Fuentes Rivas
El bloqueo naval a Venezuela de 1902-1903
causal de un acontecimiento tan importante para la historia nacional. Por lo demás y
para la consolidación de tal conocimiento, serían necesarios más amplios esfuerzos
historiográficos.
Fuentes de consulta
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HERNÁNDEZ, José Manuel: El Gral. José Manuel Hernández a los Venezolanos y a
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Honradez Administrativa. La Pluma. Sucre. 16-07-1903. Pág. 1 y 2
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La Cuestión Internacional y la Doctrina Monroe. La Voz del Estado. Sucre. 09-051903. Pág. 3
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La Paz se impone. La Voz del Estado. Sucre. 24-04-1903. Pág. 2
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Lista de reclamantes!!! El Constitucional. Caracas. 10-06-1903. Pág. 1 y 2.
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Oportunas consideraciones. Ecos de Bermúdez. Sucre. 28-09-1904. Pág. 2
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Pues no va mal el Negocio!. El Correo de Carúpano. Sucre. 16-09-1903. Pág. 2
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Reclamaciones. El Correo de Carúpano. Sucre. 17-08-1903. Pág. 2
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RIVAS, Ramón y Bernard Mommer. El Negocio del Petróleo, 1918-1945. Mérida.
Talleres Grafico Universitarios. 1982. 37 pág.
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Caracas. Ediciones de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV.
1977. 453 pág.
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26
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