Mi nuevo papel en Casa de los Amigos Es interesante que, a veces, cosas se necesiten desarrollar. Durante mis primeras semanas aquí, La Casa me dio la bienvenida, y aprendimos el uno del otro. Sabía un poco acerca de los programas de La Casa antes de llegar, pero no estaba seguro como me involucraría yo mismo aparte de simplemente asistir. Querría involucrarme y entender más profundamente esta organización única y asombrosa que yo había seleccionado para mi sabático. Sabía que ser voluntario de tiempo completo, yo necesitaría hacer un compromiso de 40 a 45 horas por semana y un compromiso de 9 meses. Porque yo no quería una posición a tiempo completo en La Casa, hice una propuesta que me alegro decir estaba aceptado. Mi nuevo papel será uno de voluntario de proyectos especializados en lo cuál de que yo y La Casa podemos servir uno del otro. El 31 de agosto, en mi nuevo papel, empecé la orientación de tres semanas para los voluntarios nuevos. Estoy recibiendo la introducción profunda a La Casa que yo había esperado. Como nuevos voluntarios, estamos aprendiendo de las complejidades de migración en México y de la economía solidaria (los dos temas necesitan sus propios artículos). Y nosotros visitábamos uno de los cooperativos que La Casa apoya. Además de recibir una buena introducción a la cooperativa, limpié unos canales de agua y me moví un poco de tierra. También, estoy aprendiendo sobre las tareas rutinas de preparar el desayuno una vez a la semana y estar a la recepción para dar la bienvenida al amplio rango de huéspedes que se quedan en La Casa. Asisto las reuniones mensuales a las que me dan más acceso a los proyectos de servicio en migración y justicia económica. Respecto a los proyectos especializados, trabajé a resolver un conflicto con un huésped de La Casa y voy a facilitar las reuniones cada quince días para los voluntarios. Tengo más noticias buenas. Como parte de mi propuesta, pregunté si podría facilitar un grupo semanal que llamo Charla Espiritual. Esto era aceptado entusiastamente. Cada semana, proporciono el tema y lo introduzco en la forma de preguntas. El primer tema era “Dios” y ofrecí las siguientes preguntas: “Para ti, ¿Qué o quién es Dios?” ¿Existe Dios?” y “¿Tienes dudas?” Para la segunda semana, el tema era “El Sufrimiento” y pregunté “¿Por qué sufren las personas?” “¿Qué piensas tú?” Anuncié la Charla Espiritual a los huéspedes que se quedan en La Casa, al personal de La Casa, a la comunidad cuáquera que apoya La Casa, y la charla era anunciada en Facebook. Me complace decir que 16 asistieron la primera semana y 17 la segunda. Las ideas compartidas eran diversas y profundas. En los siguientes meses, espero con interés compartir más de los específicos de los programas de La Casa. De la orientación, he aprendido la historia de servicio de sesenta años de La Casa de los Amigos, que, conjunto con los valores cuáqueros fundamentales, ha significado un largo y significante papel en la comunidad de la Ciudad de México. A resumir, no estaba cierto cómo iba a pasar mi tiempo en Casa de los Amigos, pero ahora es claro que yo no podría crear este papel para yo mismo antes de venir. A través de nuestro llegar a conocerse unos a otros, estoy encantado con cómo he encontrado una manera a contribuir que satisface mis necesidades y las de Casa de los Amigos. Con un corazón agradecido, Jeff