La Corte Penal Internacional La Corte Penal Internacional con sede en La Haya (Países Bajos) es un nuevo instrumento del Derecho Internacional para la punición del delito de genocidio, de delitos de lesa humanidad y de crímenes de guerra y, por lo tanto, también para la prevención de estos delitos. El Estatuto de Roma para el establecimiento de la Corte Penal Internacional, aún en fase de conformación, entró en vigencia el 1ro. de julio de 2002. Hans-Peter Kaul, juez alemán, integra la Sala de Instrucción. Alemania es el mayor contribuyente económico y desde el principio fue uno de los mayores impulsores de la Corte Penal, ya que • • • en el futuro los responsables de guerras y persecuciones ya no podrán ampararse en la soberanía nacional ni sustraerse de la sanción que les corresponda, los criminales ya no se sentirán seguros en ningún lugar, la Corte Penal ejercerá una acción positiva sobre los sistemas jurídico-penales nacionales y difundirá convicciones jurídicas. Los delitos más graves contra el Derecho Internacional, que afectan a la comunidad internacional en su totalidad, en el futuro también serán punibles a nivel individual. Se trata de un avance significativo en el esfuerzo de consolidar el dominio del Derecho en las relaciones internacionales. Papel desempeñado por la República Federal de Alemania y perspectivas La República Federal de Alemania ha participado activamente en la elaboración del Estatuto, cooperando estrechamente con sus socios. Conjuntamente con el grupo de los "Estados concordes", cofundado por la parte alemana, ha promovido de forma continuada el establecimiento de una Corte Penal Internacional lo más eficaz, funcional e independiente posible y, por ende, dotada de la mayor credibilidad posible. Es de constatar que el Estatuto incorpora numerosas propuestas y consideraciones presentadas por Alemania. Por ejemplo, la actual lista de tipos penales que concretan los "crímenes de guerra" en el Artículo 8 del Estatuto es principalmente fruto de dos reuniones informales a nivel de expertos celebradas en Bonn en junio y octubre de 1997 (documento de trabajo de Bonn sobre los crímenes de guerra). Las distintas propuestas presentadas por Alemania en aras de una jurisdicción efectiva se tradujeron en la inclusión del principio de la jurisdicción automática en el Estatuto. La posición relativamente fuerte del Fiscal, que en virtud del Artículo 15 puede iniciar de oficio una investigación, es el resultado de una propuesta de compromiso presentada conjuntamente por Alemania y la Argentina. En el ámbito de la sistemática procesal Alemania ha contribuido, por ejemplo con propuestas relativas a la práctica de las pruebas, a la adopción de compromisos que también asumen adecuadamente las tradiciones jurídicas del derecho continental europeo. En el ámbito de la cooperación internacional y la asistencia judicial la parte alemana contribuyó con éxito a que las obligaciones de los Estados Partes en el Estatuto sean mucho más amplias de lo que suele ser norma en los acuerdos de asistencia judicial entre Estados. Tras la aprobación del preceptivo proyecto de ley del Gobierno por el Bundestag Alemán y a continuación por el Bundesrat en otoño de 2000 y la reforma del Artículo 16 de la Ley Fundamental (Constitución), necesaria a efectos de la extradición de nacionales alemanes a la Corte, la ley sobre el Estatuto fue promulgada el 4 de diciembre de 2000 y publicada a continuación en el Boletín Oficial Federal. El representante permanente de la República Federal de Alemania ante las Naciones Unidas en Nueva York depositó el instrumento de ratificación el 11 de diciembre de 2000. Con ello la República Federal de Alemania queda obligada por el Estatuto. Paralelamente se iniciaron los trabajos preparatorios de la correspondiente ley alemana de ejecución del Estatuto de Roma, que regula los detalles de la cooperación de los tribunales y autoridades alemanes con la Corte Penal Internacional, y de un Código Penal Internacional (VStGB), que entre otras cosas incorpora al derecho penal sustantivo alemán los tipos penales regulados en el Estatuto de Roma. Ambas leyes pasaron el trámite parlamentario en la primavera de 2002 y entraron en vigor el 1 de julio de 2002. El Gobierno alemán seguirá contribuyendo por todos los medios a su alcance a que la Corte Penal Internacional pueda iniciar su labor lo antes posible. Abriga el convencimiento de que la Corte puede asumir un gran protagonismo en la lucha por la justicia y contra la impunidad de los crímenes más graves de trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto.