Países en desarrollo: la Comisión adopta un plan de

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IP/04/199
Bruselas, 12 de febrero de 2003
Países en desarrollo: la Comisión adopta un plan de
acción para ayudar a los países en desarrollo a
luchar contra la dependencia de los productos
básicos agrícolas y apoyar el desarrollo del sector
algodonero en África
La Comisión Europea ha adoptado hoy una serie de iniciativas para ayudar a
los países en desarrollo a mejorar los resultados de sus exportaciones y a
reducir su vulnerabilidad frente a la fluctuación de los precios de los
productos básicos agrícolas más importantes a escala internacional, como el
algodón y el café. Los objetivos fundamentales de estas iniciativas son
mejorar los ingresos de los productores de productos básicos en los países
en desarrollo y reducir la vulnerabilidad de la renta de los productores y los
Estados frente a la fluctuación de los precios. Las iniciativas son un plan de
acción global de la UE sobre dependencia de los productos básicos
agrícolas y una estrategia de gran alcance para apoyar el sector algodonero
en África. La Comisión propone también una simplificación de los criterios
que deben cumplirse para beneficiarse de FLEX, el instrumento de la UE para
compensar a los países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) por las
fluctuaciones a corto plazo de los ingresos de la exportación.
Poul Nielson, Comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria de la UE, dijo lo
siguiente: «Los problemas a los que se enfrentan actualmente muchos países en
desarrollo dependientes de productos básicos son graves y potencialmente muy
perjudiciales. Pueden resolverse, pero no hay fórmula mágica. Los países afectados
deben estar dispuestos a tomar la iniciativa y a dirigir la respuesta global que se ha
de dar al problema de la dependencia. La UE debe estar dispuesta a ofrecer todo su
apoyo. Con la propuesta de un plan de acción sobre los productos básicos hemos
esbozado una visión común de este apoyo, a la que ahora tendrán que dar
seguimiento los Estados miembros. Un primer paso concreto será la adopción del
instrumento FLEX revisado, en cooperación con los países ACP. Con ello se
pondría de manifiesto que la UE está dispuesta a ofrecer soluciones inmediatas a
los urgentes problemas de estos países.»
El Comisario de Comercio de la UE, Pascal Lamy, expresó su satisfacción por el
plan de acción presentado hoy y añadió lo siguiente: «Los países en desarrollo
dependientes de los productos básicos se encuentran en una situación de
especial desventaja para aprovechar los beneficios de un sistema comercial
internacional más abierto. El caso de los productores de algodón africanos es un
claro ejemplo de ello. El acceso a los mercados es importante y tiene que mejorar
en algunos grandes mercados, incluidos los de los países en desarrollo.
Sin embargo, es obvio que el comercio por sí sólo no es respuesta suficiente, como
se ha podido comprobar en el caso del algodón africano, que ya tiene pleno acceso
a los mercados en la UE. Debemos apoyar el desarrollo de la oferta y proseguir
nuestros esfuerzos por reducir las ayudas que distorsionan el comercio.
Se trata de objetivos fundamentales de las negociaciones en curso de la OMC que
deben reactivarse enérgicamente si se quieren obtener resultados propicios al
desarrollo como los mencionados.»
Algunos productos agrícolas comercializados internacionalmente, como el algodón,
el azúcar y el cacao, constituyen una fuente fundamental de empleo y de ingresos
para millones de personas en los países en desarrollo y una fuente de ingresos
principal para sus gobiernos. En la actualidad, 54 países en desarrollo dependientes
de productos básicos obtienen más del 20 % del total de sus ingresos de
exportación de tres o menos productos básicos agrícolas.
El sector algodonero de África es un ejemplo del problema de la dependencia de un
producto básico. Algunos países africanos obtienen del sector algodonero hasta un
39 % de sus ingresos de exportación. Sólo en África hay 15 millones de
trabajadores empleados en este sector.
El plan de acción adoptado hoy constituye la base de una respuesta global para los
países en desarrollo dependientes de productos básicos agrícolas, que, al no poder
frenar el fuerte descenso y la inestabilidad de los precios internacionales, se
encuentran atrapados en un círculo vicioso de disminución de la renta, disminución
de la inversión, estancamiento de la competitividad, persistencia de la pobreza y
dependencia.
Plan de acción de la UE sobre cadenas de productos básicos
agrícolas, dependencia y pobreza
En el plan de acción de la Comisión se definen seis ámbitos de intervención
principales:
- Introducir el problema de los productos básicos en los programas de actuación:
ayudar a los países en desarrollo dependientes de productos básicos a elaborar
estrategias globales en relación con estos productos, que incluyan las partes
críticas de la cadena de los productos básicos, y a integrarlas plenamente en sus
políticas generales de mitigación de la pobreza. La UE participar también
activamente en la reforma de los organismos internacionales que se encargan de
los productos básicos, para que tengan más en cuenta los aspectos relacionados
con el desarrollo.
- Responder a la bajada de los precios: apoyar la puesta en práctica de estrategias
para los productos básicos. En el contexto de las negociaciones de los acuerdos
económicos y de asociación entre la UE y las regiones ACP, se propone también
apoyar iniciativas regionales en favor del desarrollo de los productos básicos,
como redes regionales de organizaciones de agricultores, servicios de mejora de
calidad, actividades de promoción de las inversiones u organizaciones sectoriales
de productos básicos. En total, se han asignado ya 600 millones de euros para
ayuda relacionada con el comercio en el marco de las negociaciones de los
acuerdos económicos y de asociación.
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- Gestionar los riesgos e incrementar el acceso a la financiación: apoyar nuevos
instrumentos financieros y planes de seguro frente a los riesgos de los productos
básicos, combatir el acceso inadecuado a la financiación y proteger contra las
fluctuaciones de los precios. Apoyar la creación de instrumentos de seguro a
escala macroeconómica para contrarrestar las fluctuaciones de los precios de los
productos básicos que reducen la previsibilidad de los ingresos fiscales y limitan
la capacidad de los países en desarrollo para llevar a cabo las reformas en favor
del desarrollo sostenible y la mitigación de la pobreza.
Por último, se simplificará el instrumento de la UE para compensar por las pérdidas
de ingresos de exportación (FLEX) de manera que llegue a quienes más lo
necesitan (véase más abajo).
- Apoyar la diversificación: la UE debe ayudar a los países en desarrollo
dependientes de productos básicos a tomar decisiones informadas para
promover la diversificación y apoyar la puesta en práctica de estas decisiones. Se
propone también conceder ayuda directa para la diversificación de los
productores locales.
- Integración de los países en desarrollo dependientes de productos básicos en el
sistema comercial internacional: la Comisión está dispuesta a promover este
objetivo en las conversaciones en curso de la OMC en el marco del Programa de
Doha para el Desarrollo, así como a través de la revisión de 2006 del sistema de
preferencias comerciales de la UE en favor de los países en desarrollo y en la
revisión en curso de las normas de origen de la UE. El reciente lanzamiento de
un servicio de asistencia técnica para los exportadores de los países en
desarrollo es también una contribución a este fin.
- Potenciar las prácticas empresariales sostenibles y las inversiones en los países
en desarrollo dependientes de productos básicos: hacer que las empresas
internacionales de productos básicos promuevan la responsabilidad social
empresarial y códigos de conducta sostenibles, y promover la colaboración entre
los sectores público y privado y la competencia internacional.
Estrategia de apoyo al sector algodonero de África
Inspirándose en las ideas expuestas, la Comisión propone también una estrategia
específica para la colaboración entre la UE y África en apoyo del sector algodonero,
basada en dos ejes de intervención complementarios:
- Obtener condiciones comerciales más justas en los mercados internacionales del
algodón: la UE apoya el llamamiento de los cuatro productores de algodón
africanos (Benín, Burkina Faso, Malí y Chad) para que se reduzcan las
subvenciones que distorsionan el comercio en el marco de la OMC. En particular,
en las negociaciones agrícolas del Programa de Doha para el Desarrollo, la UE
pide lo siguiente:
- (i) Mejora del acceso a los mercados para las exportaciones de algodón y
textiles de los países menos adelantados: los países desarrollados deben
dar acceso libre de derechos y de contingentes al algodón y los textiles
originarios de los países menos adelantados del mundo, de conformidad con
la iniciativa de la UE «Todo menos las armas». Se propone también tratar el
desgaste de las preferencias comerciales y la subida de los aranceles.
- (ii) Eliminación de todo tipo de subvenciones a la exportación en este sector.
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- (iii) Reducción de las subvenciones nacionales que distorsionan el comercio:
la UE —que es un pequeño productor de algodón (2 % de la producción
mundial)— está discutiendo actualmente una reforma global del apoyo de la
UE a los productores de algodón comunitarios mediante la desconexión
parcial del apoyo con respecto de la producción, es decir, abandonando el
apoyo que más distorsiona el comercio.
- Apoyo a los países africanos productores de algodón a consolidar la
competitividad de su sector algodonero, incluyendo la puesta en marcha de
planes de desarrollo integrales para las regiones productoras de algodón;
refuerzo a las instituciones y políticas relacionadas con el algodón;
favorecimiento de la integración dentro de la cadena del algodón; mejora de la
capacidad de reacción a la evolución de los mercados y de las tecnologías; y
promoción del reconocimiento de la calidad.
- Se subraya el potencial de los Acuerdos de Asociación Económica para el
sector del algodón y el Plan de Acción incluye también medidas para mitigar el
impacto de las fluctuaciones de los precios incluyendo el acceso a mecanismos
de gestión de los riesgos relacionados con las ganancias así como la
compensación de pérdidas repentinas de los ingresos de la exportación a
través del instrumento FLEX de las UE.
Como primer paso concreto para coordinar las actividades, durante la primera mitad
de 2004 la Comisión prevé convocar un seminario internacional sobre el algodón
con la participación de todas las partes interesadas, es decir, los países africanos
productores de algodón, los Estados miembros de la UE e instituciones
internacionales como el Banco Mundial o el FMI.
FLEX – mejorar la compensación por las pérdidas de ingresos de
exportación
Otra medida concreta es la propuesta de la Comisión de ampliar y simplificar la
utilización del instrumento FLEX para compensar por las pérdidas de ingresos de
exportación.
FLEX se introdujo en 2000 en el marco de la cooperación UE-ACP para ayudar a los
gobiernos que tenían que hacer frente a pérdidas repentinas de ingresos.
Proporciona una ayuda presupuestaria adicional a los países ACP que han
registrado: (i) una pérdida de ingresos de exportación del 10 % (2 % en el caso de
los países menos adelantados); y (ii) un empeoramiento del 10 % del déficit público
programado. La experiencia demuestra que estos criterios de admisibilidad han sido
demasiado estrictos. Desde 2000-2002, sólo en 6 de cada 51 casos han cumplido
los países ACP ambos criterios. La ayuda de FLEX en los seis casos fue en total de
35,65 millones de euros.
Se propone ampliar a los países sin litoral y a los Estados insulares la cláusula
especial de pérdida de ingresos de exportación del 2 % que se aplica a los países
menos adelantados, y eliminar el umbral del 10 % de empeoramiento del déficit
público programado.
Si los criterios propuestos se hubieran aplicado a los 51 casos desde 2000-2002, los
países ACP habrían recibido 255 millones de euros a través del sistema FLEX, lo
cual habría representado un incremento del 600 % en la utilización del instrumento.
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Las modificaciones de FLEX deberán ser aprobadas por el Consejo de la UE para
que el Consejo de Ministros UE-ACP pueda adoptar una decisión final en mayo de
2004. Los cambios propuestos entrarían entonces en vigor en la primera mitad de
2004, aportando una respuesta oportuna y eficaz a la vulnerabilidad que conlleva la
fluctuación de los precios para los países productores de algodón y otros países en
desarrollo dependientes de productos básicos.
Para más información, consúltese:
http://europa.eu.int/comm/trade/issues/global/development/index_en.htm
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Datos sobre los productos básicos agrícolas, la dependencia y la
pobreza
Contexto
Los productos básicos agrícolas que se comercializan internacionalmente, como el
café, el cacao y el algodón son, directa o indirectamente, fuentes principales de
empleo y de ingresos para millones de personas en los países en desarrollo. A
través de la tributación y la redistribución, contribuyen de forma importante a la
prestación de servicios básicos, como los de salud y educación, en estos países.
En la actualidad, 54 países en desarrollo dependientes de productos básicos
obtienen más del 20 % del total de sus ingresos de exportación de tres o menos
productos básicos agrícolas. En algunos –como Burundi–, la dependencia de un
solo producto básico rebasa el 75 % de las exportaciones totales. Las exportaciones
de tres o menos productos básicos primarios constituyen el grueso de sus ingresos
de exportación. Estos países se encuentran principalmente en el África
Subsahariana, pero también en el Caribe y en América Central, y muchos de ellos
son países menos adelantados, países sin litoral o pequeños Estados insulares.
Entre 1970 y 2000, los precios de algunas de las principales exportaciones agrícolas
originarias de países en desarrollo, como el azúcar, el algodón, el cacao y el café,
bajaron entre un 30 % y un 60 % (en dólares constantes). Aunque la tendencia
descendente a largo plazo de los precios reales obliga a los países productores a
revisar continuamente la competitividad de sus productos básicos, se trata de
países con pocos recursos para contrarrestar la situación.
Los mercados internacionales de productos básicos se caracterizan por tendencias
cíclicas: períodos relativamente largos (y cada vez más profundos) de precios bajos,
y períodos cortos de precios altos. Dentro de estos ciclos la inestabilidad es
considerable. Estas estructuras de precios generan vulnerabilidad, tanto para los
productores individuales como a escala macroeconómica. Desincentivan la inversión
y conducen a desequilibrios macroeconómicos: reducen los ingresos de
exportación, la capacidad de servicio de la deuda, las importaciones, la
disponibilidad de crédito, los ingresos fiscales y la prestación de servicios básicos,
como los de salud y educación.
La cadena de los productos básicos abarca una serie de pasos, que incluyen desde
el productor primario hasta el consumidor final, pasando por la recogida, el
procesamiento primario, la venta al por mayor, la exportación y la importación,
nuevas fases de procesamiento o envasado y la venta al por menor. Dentro de esta
cadena, los productores reciben un porcentaje muy pequeño de «valor añadido». Su
poder de negociación en los mercados dominados por grandes compradores (a
veces en régimen de monopolio) siempre ha sido escaso, y han tenido que hacer
frente a una demanda poco flexible y a fuertes oscilaciones de los precios atribuibles
a fluctuaciones del suministro. Muchos productores apenas tienen oportunidades de
ingresos alternativas, lo cual agrava aún más la repercusión de las bajadas de los
precios.
Con el abandono de la intervención en los mercados internacionales y las reformas
de los mercados nacionales en los años noventa, los productores de productos
básicos de los países en desarrollo se han encontrado en gran medida solos en su
lucha con las demandas del mercado. A menudo, los gobiernos no han introducido
políticas adecuadas de acompañamiento de la liberalización.
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En los países en desarrollo y en transición, el sector privado ha sustituido a las
organizaciones de comercialización de los productos básicos como las juntas de
comercialización. Sin embargo, las políticas de apoyo siguen siendo insuficientes:
los productores y los comerciantes encuentran grandes dificultades, por ejemplo,
para acceder a los créditos y otros servicios.
El entorno del mercado internacional también está cambiando. Antes, los productos
básicos eran homogéneos y el sector minorista se centraba principalmente en la
competencia de los costes. Más recientemente, las cadenas de procesadores y
minoristas están incrementando los márgenes al optar por un conjunto diversificado
de productos de marca y crear nuevos segmentos de mercado.
Las cadenas de procesadores y minoristas de productos básicos están cada vez
más integradas en la cadena de los productos básicos, para garantizar un acceso
estable al suministro, controlar mejor la cadena y poder seguir sus productos hasta
los niveles de producción. Se está produciendo también una importante
concentración: las empresas transnacionales dominan la mayoría de los mercados y
prefieren trabajar con proveedores a gran escala.
Las cuestiones relacionadas con los productos básicos han vuelto a incorporarse al
programa de actuación internacional. Las consecuencias de las recientes caídas de
los precios para la pobreza han llevado a la comunidad internacional a asumir
compromisos generales de actuación (por ejemplo, la Tercera Conferencia de las
Naciones Unidas sobre los Países Menos Adelantados, celebrada en Bruselas en
2001; la Declaración de Doha de noviembre de 2001; la Conferencia sobre la
Financiación para el Desarrollo, celebrada en Monterrey en 2002; la Cumbre
Mundial para el Desarrollo Sostenible, celebrada en Johannesburgo en 2002; la
Asamblea General de las Naciones Unidas de 2002). Más recientemente, dos
grupos de países dependientes de los productos básicos (África Occidental/Central
y África Oriental) han llevado la atención de las conversaciones en curso en la OMC
hacia su difícil situación y han propugnado medidas especiales para mejorar su
situación.
La situación específica del algodón
La reciente caída de los precios mundiales del algodón ha tenido una grave
repercusión en diversos países de África Occidental y Central, donde el algodón es
la principal fuente de ingresos para una población de unos 10 millones de personas.
En algunos de los países menos adelantados, el algodón es el principal cultivo con
fines comerciales y la mayor fuente de ingresos de exportación y de ingresos
fiscales. Por ejemplo, en el período 1999-2000 el algodón representó el 79 % de las
exportaciones de Malí, el 65 % de las de Benín y el 56 % de las de Chad.
Para abordar el problema desde su base, deben señalarse los diversos factores de
que depende el precio del algodón en el mercado mundial: el nivel mundial de
producción y consumo, el precio de la fibra sintética, el nivel de subvenciones
ligadas a la producción en los principales países exportadores de algodón y el nivel
de protección de las fronteras.
Aunque todos los factores mencionados influyen, la significativa disminución de los
precios del algodón en los últimos años ha estado claramente determinada por la
demanda. El porcentaje del algodón en el consumo de fibras en todo el mundo, en
disminución gradual desde los años sesenta, ha caído hasta poco más del 40 % del
consumo total de fibras (respecto a un nivel del 65 % en los años sesenta).
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¿Cuál es la función de la UE en el mercado del algodón?
La influencia de la UE en los precios mundiales del algodón es insignificante por las
razones siguientes:
-
El mercado de la UE está muy abierto a las importaciones de algodón,
incluidos los productos textiles y de confección: la UE aplica un arancel nulo a
las importaciones de algodón originarias de los países ACP, así como a las
procedentes de los 49 países más pobres del mundo (países menos
adelantados).
-
La UE es el mayor importador mundial de algodón. Entre el 20 % y el 80 % de
las exportaciones de algodón de Malí, Benín, Burkina Faso y Chad tienen
como destino la UE.
-
La UE asume los precios, no los fija: Puesto que la UE no es un exportador
neto de algodón, sino el mayor importador de algodón del mundo, tiene poca
influencia, si es que tiene alguna, en los precios mundiales.
-
La producción de la UE representa menos del 3 % de la producción mundial,
mientras que las exportaciones de la UE representan sólo el 4 % de las
exportaciones mundiales de algodón. La UE es un importador neto de algodón.
-
La UE no subvenciona las exportaciones de algodón.
-
Las subvenciones nacionales que se conceden en la UE a los cultivadores de
algodón europeos están sujetas a un tope máximo de producción: si se rebasa
esa cantidad, la cuantía de la ayuda disminuye. La ayuda que proporciona la
UE está destinada principalmente a pequeños cultivadores de algodón de
zonas rurales de Grecia y España.
Datos sobre el comercio mundial de algodón
2001-2002
‘
Mundo
‘ Exportaciones
Producción
000
toneladas
%
producción
mundial
‘
Importaciones
Exportador neto
‘
‘
21414
‘
‘
‘
‘
1098
5,1%
801
16
785
Otros ACP
283
1,3%
183
5
178
UE
563
2,6%
295
784
-489
Brasil
766
3,6%
147
55
92
China
5313
24,8%
74
98
-24
EE.UU.
4421
20,6%
2395
5
2390
India
2678
12,5%
13
381
-368
Pakistán
1807
8,4%
35
218
-183
Uzbekistán
1067
5%
740
0
740
697
3,3%
664
0
664
2721
12,7%
966
4850
-3884
África Occidental
y Central
Australia
Resto del mundo
Fuente: Foreign Agriculture Service (FAS)-en línea
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