Carta de Asia-Economía Turistas y estudiantes: nuevos motores para el eje Europa-China Sergio Martín “Uno de los más importantes desarrollos, y sin embargo menos percibido, en los asuntos mundiales en los últimos tiempos ha sido el espectacular crecimiento de las relaciones entre China y Europa”: así comienza un interesante y reciente artículo de David Shambaugh en la revista Current History (que referenciamos en el presente número de Carta de Asia-Economía). Shambaugh es uno de los mejores especialistas en temas chinos. Durante años fue director de la prestigiosa revista The China Quarterly, y en la actualidad es profesor y director del programa de China en la universidad George Washington. Shambaugh analiza los factores en los que se ha cimentado la relación entre la Unión Europea y China: la ausencia de intereses militares o estratégicos de Europa en Asia, lo cual reduce los potenciales focos de conflicto; la menor relevancia que tiene para la UE el problema de Taiwán, en comparación con Estados Unidos; la coincidencia en la forma de analizar muchas de las grandes cuestiones de la política internacional (como ocurre con la política y el comportamiento de Estados Unidos), la complementariedad económica. Cara al futuro, hay dos elementos que van a contribuir a fortalecer esa buena relación sino-europea, dos elementos a los que España quizás debiera prestar una mayor atención: la afluencia a Europa tanto de turistas como de estudiantes chinos. La UE y China firmaron hace poco un acuerdo para facilitar que los turistas chinos puedan viajar a los países europeos. Los pronósticos apuntan a que en los próximos años, y al calor del aumento del nivel de vida, se va a registrar una enorme expansión del turismo emisor chino, un fenómeno que ya tiene una relevancia económica considerable para muchos países asiáticos. Dentro de 10-15 años, China será uno de los primeros países del mundo en cuanto a número de turistas que viajen al exterior. Según menciona Shambaugh en su artículo, responsables de la Comisión Europea estiman que en el año 2005 podrían visitar Europa unos 600.000 turistas chinos. Junto al turismo, el aumento del número de estudiantes chinos que vendrán a estudiar a Europa va a ser otro de los grandes factores que va a posibilitar un acercamiento social, profesional y cultural entre los pueblos de China y Europa, sentando las bases para potenciar la relación económica y política. Se estima que en el pasado curso 2003-2004 unos 100.000 estudiantes chinos estuvieron matriculados en universidades europeas. Es ya una cifra superior a la de los que estuvieron registrados en Estados Unidos, unos 60.000. 1 Las restricciones que Estados Unidos está aplicando en los visados de estudiantes causarán una reducción de al menos unos 100.000 estudiantes extranjeros en las universidades de Estados Unidos, muchos de los cuales, entre ellos los chinos, vendrán a estudiar a Europa. El turismo y la presencia de estudiantes chinos contribuirán a aproximar de manera sólida a la Unión Europea y China, y crearán una excelente base para desarrollar los lazos económicos. Dentro de muy pocos años, cientos de miles (o millones) de chinos habrán visitado Europa, habrán estudiado en sus universidades, hablarán lenguas europeas, estarán familiarizados con las costumbres y la tecnología europeas, se habrán acostumbrado a consumir productos europeos. ¿Y qué parte le puede corresponder a España en todo esto? En teoría cabría pensar que las oportunidades de España podrían ser muy importantes. España es desde hace mucho tiempo uno de los grandes destinos turísticos del mundo. Y, en lo que se refiere a la atracción de estudiantes, España cuenta con el gran activo que supone su lengua. España tendría pues mucho que ofrecer, y que ganar, en los dos aspectos. Pero la verdad es que, según la opinión de muchos profesionales de estos dos campos, el turismo y la enseñanza, España no ha logrado desarrollar hasta ahora un impulso significativo para posicionarse en ellos. Carta de Asia-Economía Número 83 – 22 de septiembre de 2004 2