Por Carlos Gomez Amat ------. Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) Madrileno de 1926, es critico musical, ensayista, universitario y musico. Ase­ sor de la Cadena SER y colaborador de diversos organismos oficiales y pri­ vados . Ha publica do una «H istorie de la Musica Espanola en et siglo XIX» y -Notss para conciertos tmeqinerios», entre otras obras. EI enfoque de la zarzuela como genero teatral, y p mente musical, plantea una serie de problemas cuya so es facil, aunque el paso de los aiios, que suelen poner en su sitio, los vayan aclarando. EI primero que se nos es fundamental y puede extrafiar a alguien: nos pregu forma parte de la gran musica espanola. La denominaci6 que tanto se ba utilizado, «genero lirico», tiene sus vent tambien sus inconvenientes. Mediante esas palabras parec en mucbas ocasiones, el castizo y tradicional nombre de « que, aun con todos sus apartados, tiene un signific definido. Cuando bablamos de zarzuela, 10 natural es que sepa a 10 que nos referimos, pero el vocablo ba tenid * BAJO La nibrica de «Ensayo», el Boletin Informativo de la Fundaci6n publica cada mes la eolaboraci6n original y exclusiva de un especiaLista sobr de un tema general. Anteriormente fueron objeto de estos ensayos temas r Ciencia, el Lenguaje, el Arte, la Historia, la Prensa, la BioLogia, la Psieologia Europa, la Literatura, fa Cultura en las Autonomias y Ciencia modem espaholes, EL tema desarrollado actualmente es «Teatro espanol contemporaneo», anteriores se han publicado ensayos sobre L8 investigaci6n teatraJ en Espai bisuui« de Ja esceas; por Andres Amoros, catedratico de Literatura Espanola sidad Complutense y crftieo teatral ; L8 critics teatraJ, por Luciano Garcia Lor tieo teatral e investigador cientlfieo en el Consejo Superior de Investigaciones cas; L8 semiologfa del testro; por Antonio Tordera Saez, profesor titular de 3 por horas», en el que se estab llamado «teatro Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) de sesi6n continua, con renovacion del publico cuatro veces cada tarde. Hay quien cree qu chico» es un terrnino simpatico, como la 6pera detalle, que nos muestra como la zarzuela pued bajo el aspecto de un fen6meno menor. Aunqu con carifio, no deja de ser producto de una nacida, simplemente, de la ignorancia. Pese a que la zarzuela nos da la fatal im cumplido su ciclo hist6rico, renace con nuevos b en que vivimos. No caere en el t6pico del ave genero no ha muerto, y, por tanto, no hay c renacer. Pero es cierto que, por una serie de repertorio ha sufrido un parentesis, con el cons del publico, causado sabre todo por las deficienci e interpretaci6n. La mejor obra del genero liri mucho si se escenifica, se canta y se toea chap 10 mismo puede suceder con la «Quinta» d version de una murga popular. No esta en mi Hispanica de la Universidad de Valencia; Atisptsciones teatra autor y critico teatral ; M Usics para el testro dec/amado. MU melo Bemaola, compositor y director de la Escuela de Mu Vitoria-Gas teiz; Teatro infsntil, en ls etem e eacrucijsds; por M soci61ogo y autor teatral; Mapa teetrzl, carte/era y publico, por A critico teatral y vocal del Consejo Nacional de Teatro; La srqui «sll« itslisas » en /a culture espsitol« moderns, por Ignasi de Sola la Escuela Tecnica Superior de Arqu itectura de Barcelona; Los c Perez Sierra, catedratico de Escena llrica en la Escuela Superior d ensei1anZJI testrsl en Espana, por Ricardo Domenech , catedratic Escuela Superior de Arte Dramatico y Danza de Madrid ; E/ s esceaogretie en nuestro testro; por Francisco Nieva, academico Espanola y profesor de Escenografia en Ia Escuela Superior de Art y En tomo a cincuents ai10s de testro hist6rico, por Mana Teresa Lengua y Literatura Espanola y directora del Departamento de Le latinas en la Universidad degli Studi de Milan. La Fundaci6n Juan March no se identifica necesariamente co das por los autores de estos Ensayos. ~ 4 incluso descubrirla, ignorando quiza todo 10 q Colecciónparecen Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) escrito sobre el asunto. Es muy sencillo decir que se ha o que sus obras maestras han padecido alguna conspi silencio, 0 10 que, en el lenguaje polftico de epocas bien se llamaba un «contubernio inconfesable». La cosa n simple. Dejando aparte las piezas inmortales que est memoria de todos, y cuyas frases literarias 0 musicales presentes en la comunicaci6n normal y corriente, la decline por una interrupcion en la circulacion de su sa debida a la inadecuacion de los libretos y a la falta de los compositores. En su gran epoca, que abarca toda la mitad del siglo XIX y el primer tercio del XX, fue el es popular por excelencia. Tal como decia el gran Barbieri, el pueblo espafio siempre aficionado at teatro, y mas aun al teatro con m esencia de la zarzuela puede remontarse hasta el o nuestra escena, pero debemos pensar, con arreglo a u disposici6n no tanto musicol6gica como sociologica verdadera zarzuela, la que consideramos como tal en entomo de hombres modemos, es la que, con fundam viejos espectaculos cortesanos y en la tonadilla, toma vid epoca decimon6nica y adquiere su esplendor poco despues el genero grande se diera por muerto varias veces por mu como Rafael Mitjana, Luis Villalba 0 el hispanista Hen 10 cierto es que pudo reavivarse, ya en pleno siglo XX aciertos de Amadeo Vives y otros. Decia el buen Hilari que los tratadistas son «gente flematica y rnachucha». queria transmitir la idea de que quien teoriza u ordena va siempre a remolque del creador genial, entusiasta, q somete a las reglas establecidas. Con los musicologos mismo. Ante el florecimiento del genero chico, consider ahi estaba la decadencia de la zarzuela y su muerte po 5 Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) La zarzuela cumpli6 su misi6n social de popular durante muchos alios, en aspectos tan genero grande, en varios actos, con argumento d chico, en sus diversas vertientes de sainete, dr escena intrascendente 0 revista. Nos podemos p en nuestro tiempo un espectaculo que cumpla e misi6n. Quiza la zarzuela, como el teatro de ve el impulso de fen6menos de facil difusi6n, como y el deporte-espectaculo. Que sufriese un eclipse, y hasta una soluci6 gravisima por prolongada, no quiere decir qu pueda continuarse, con el mismo nombre 0 con denominaci6n tiene su importancia, aunque pu secundaria. Como muchas veces se ha repet palacio que, reconstruido, es hoy el hogar d Espana. La curiosa traslaci6n del nombre del teatral demuestra, entre otras casas, su inequivoco Las llamadas en un principio «fiestas de zarzue el gusto de la Corte por 10 que tambien di aunque en ellas encontremos temas mitol6gicos en el esplendor del barroquismo literario y en sus Quiza por su aire ligero 0 de diminutivo fa mente gracioso, la palabra «zarzuela- tuvo un desde que pas6 a designar un genero especific compositores que figuran en su historia aceptaro tal denominaci6n. Un ejemplo puede ser el de que siempre evit6 el vocablo, incluso en sus d mientras fue director del Conservatorio de entonces Escuela Nacional de Musica por cau comenzaron en tiempos de la Primera Republica zarzuela siempre fue la 6pera comica espanola 6 estan a respetarlos». Colecciónobligados Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) Muchos musicos posteriores -Chapi entre ellosindistintamente las denominaciones de 6pera c6mica 0 En algunos casos se lleg6 a la de drama lirico, que sefi otras, a una desigual obra maestra: Curro Vargas. A Miguel Marques a sus obras escenicas largas, que pueden los principios del zarzuelon indigesto, hermano de sa dram6n romantico. La influencia intemacional hace que se ahora nornbres como el de «comedia musical» 0 «m secas. Antonio Pefia y Goiii fue otro de los enemigos decla la palabra. Refiriendose a la construcci6n del teatro q ostentando ese nombre, consideraba una extravagancia elegido tal r6tulo. Segun su criterio, se debia haber refe 6pera c6mica, 0 mas bien, en una generalizaci6n que fav contenido, haberlo llamado «Teatro Lirico Espaiiol». EI caso es que el maIdito adjetivo «zarzuelero» tuv teniendo un significado. claramente despectivo. No se pu nada pear sobre alguna musica sinf6nica espanola que el calificativo de «zarzuelera», pues ella implica un sign calidad y de facil popularismo. Sin embargo, debemos p zarzuela en su sitio y con su nombre. Se trata de un tea popular igual 0 mejor a cualquier otro que se haya hec mundo a traves de Ia historia. Con el antecedente de la marca en 10 sonoro a Madrid, que es una ciudad c musical propio, como 10 pueden tener otros centros de cu He dicho alguna vez que 10 malo para la musica esp fue nunca la zarzuela, como pretendfan hombres de la de Pedrell, tan i1ustre como apasionadamente equivoc que los demas generos musicales no cumplieran su func esta la cumplfa. A veces se trata de atacar al genero 7 para ello-Juana March(Madrid) proclamar esa admiracion explicit Colección Ensayos.Fundación reprochado - po r Espla, por Julio Gomez y p entre ellos, no hace mucho, Francisco Nievasu deuda con el mundo de la zarzuela, y sob estilos de Chapi y Jim enez. La fidelidad a Pedre las virtudes de Falla, aunque a veces Ie emborro vas, fue la causa de ello. Tambien tuvo la zarzuela detractores en el Famoso es el caso de Pedro Antonio de Alarco eran feroces y llegaban a 10 pintoresco: «La como muri6 el genero andal uz, como muri6 C morira el mirifiaque». Repasemos brevemente. E al que se referia el gran novelista no habia mu apariencia, y resucit6 despues bajo otra forma. guera se muri6 , entre otras casas, porque era u homb res suelen ser mortales, pero su fantast execrado por los que tambien se declaraban enem oscuro, encontr 6 hace mucho tiempo su pues historia del arte espafiol. La del miriiiaque se ref a la moda. La desproporcion entre tales elemento pero tambien hay que decir que las modas reto aquellas sei'ialadas por el absurdo. La que tiene mas gracia es que Alarcon nuestro teatro musical partiendo del arte de M admire apasionadamente, y que luego ha resulta de vida mas corta que los zarzuelistas. Asi so aparatosa grandilocuencia no suele ser buena para el futuro. Por otra parte, no falto quien d habia hecho una especie de zarzuela en su pre sombrero de ties picos. Lo que hace a la zarzuela ser como es, den escenicos musicales -existe, realmente , una mus 8 subyuga a algunos artistas lIegados de lejos, como Boccberini, y muchos afios despues a Granados. Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) El fen6meno nacionalista se desdobl6 en un pr recepci6n y en otro de generosa devoluci6n. La liri recibia la cont ribuci6n del canto y la danza propios del hacia retornar hasta ese pueblo todo un tesoro de m ritmos que este aceptaba como suyos, asimilandolos sin di Poco importa que Gaztambide escribiera una zarzuela «h que ya, en tiempos relativamente cercanos, Sorozabal alca de sus mejores exitos con una zarzuela - aunque no lIeva nominaci6n- de ambiente ruso. Despues de la Guerra represent6 una obra de Jesus Romo titulada VoJodia el en la que el pobre Marcos Redondo sudaba 10 suyo v pieles hasta las cejas. Pues bien, la fidelidad al genero vista en cualquier caso. La 6pera nace en Italia y desde alii se universaliza el mundo como «opera italiana», dentro de la gran infl esa peninsula en Occidente, pero los paises realmente adoptaron el genero y le confirieron caracteristicas pr zarzuela, en cambio, nace en Espana y aqui se queda, c exce pcion del subcontinente americano, donde el influj permanece en lengua y costumbres. Gald6s calificaba a como «modesto», pero mas bien deberia decirse que es co», en primer lugar por el tono local de los libretos. mundial de la Gran Via es una singular excepci6n. En contraposici6n a ese mundo, sin duda limitado, mimero de musicos, con plausible ambicion e intenci gastaron su entusiasmo y sus ilusiones en la creaci6n de espanola. Pefia y Gofii escribi6 su libro mas importan fin de demostrar que la 6pera espanola no existia, y te Muchos se han preguntad o cuales deben ser las caracte 9 10 hablado. LaMarch(Madrid) fortuna real no se consiguio, en Colección Ensayos.Fundación Juan que en la celebrada Manna de Arrieta, que in ciones mas esenciales. Se podria decir que la zarzuela, en el ambie espanola, en el de los intelectuales y el publ recuperado su gran puesto. Pero es mas cierto alcanzado un lugar que nunca tuvo. Aunque se meritos en el tiempo de esplendor , esta modalid menosprecio de los mas serios y sesudos music encima de su valor testimonial, de su significado su azarosa historia -una historia que adquiere cie con respecto al resto de la rmisica en Espan ejemplos de la zarzuela adquieren un autentico aplicar, porque 10 merecen, la condici6n de obra mejores frutos de los Arrieta, Barbieri, Caballero Chueca, Jimenez, Vives y tantos otros que, en n el pasado, pusieron fe y entusiasmo en el g algunas desconfianzas, y a veces con ciertas renun resultar pateticas. A proposito de esto no viene mal recordar Amadeo Vives, hombre del 98, culto, fino escrit he dicho otras veces, si hubiera compuesto una r nada a su talento, podria haber sido una figura cional. En los tiempos en que alcanzo su me «Dona Francisquita», el nuisico escribia unas r que, admitiendo al genera chico como sainete lir propia existencia del genera grande, en el que dio un nuevo impulso con ricas consecuencias. No sabemos si, bajo el punto de vista de un el nombre de zarzuela se puede rehabilitar. Hab la autoridad de Francisco Asenjo Barbieri, que, a mico de San Fernando -en la primera hornada 10 por su Juan intencion de continuar, de una form ColecciónTambien Ensayos.Fundación March(Madrid) con un lenguaje personal y actual, la tradicion musical En el campo de la opera, tan pobre en Espana aun cueste confesarlo, y aunque haya obras olvidadas 0 ine merecerian la revision, los tiempos recientes nos presentan diversos, desde los afortunados y originales intentos juv Angel Arteaga hasta la renuncia a la palabra cantada p de Tomas Marco, 0 el planteamiento de Luis de Pa responde a una concepcion precisa de los propios fun del teatro con rmisica, sin olvidar el trabajo personal Ramon Encinar. En todos los casos citados es importan el papel decisivo del libreto, que ya no puede ser, en e en que vivimos, un pretexto para hacer una musica mas bonita. El libretista, 0 tiene que ser un autentico dr -en el sentido recto de la palabra, no en el que ahora, se le da- 0 tiene que salirse por la tangente del es musical, sin base en su argumento 0 en una historia qu y con un enfoque bien pensado y elaborado. Hay quien cree todavia que una mala opera es superior a una buena zarzuela. La afirmacion es estra pero como nunca se plantea con tan diafana claridad, p en el fondo de muchos pensamientos. No hay que Tambien la opera se considero durante muchos afios, y en sectores, como un genero inferior a la rmisica pura, sin de camara, Ya Pedrell reprochaba a Anton Rubinstein al respecto, de las que se deducia que la opera represe mundo secundario dentro de la musica. No hay que recu genios drarnaticos, llamense Monteverdi, Gluck, Rossini, Verdi, Puccini 0 Berg, para comprobar la inmensa gran mas alto teatro musical. Mozart, en sus operas, es tan como en sus sinfonias, y 10 mismo puede decirse de ot los grandes en la historia del arte sonoro. 11 ya periclitados. Por otra parte, la mejor fortuna Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) de los que se dedicaron, francamente y sin com con mayor poder de difusi6n popular: Serran Guerrero y algunos mas. En los tiempos del Madrid del primer tercio tiempos magnificos en muchos aspectos para l Sociedad Filarm6nica funcionando, con la Soci Miisica recorriendo nuevos caminos bajo el cr como Miguel Salvador y Adolfo Salazar, con Arb6s y la Filarm6nica de Perez Casas ejerc cultural extraordinaria, que reunia la atenci6n espanola con la estupenda informaci6n de 10 mundo, se produce un fen6meno curioso. A compositores, y sobre todo de la generaci6n d que se incluyen Conrado del Campo, Turina, Julio Gomez, encontramos un divorcio casi t excepciones, entre los artistas que dedicaban musica de mayor intenci6n estetica y los zarzue libre su natural impulso para llegar directament ultimos eran hombres de teatro cien por cien algunos de sus predecesores decimon6nicos, y nada - 0 querfan saber poco- de otros emp podian dar prestigio en el mundo intelectu posibilidad de comer caliente todos los dias situados, a su vez, menospreciaban olimpicamen de supuesta segunda fila, aunque en el fonda d tuviesen cierta envidia. Es entonces cuando el adj tan temido, adquiere su matiz mas virulento. EI resultado de todo esto es un tremendo rmisicos de mayores ambiciones querian hacer z de rebajar su alta inspiraci6n y de buscar 12 conocidos no responden a su talento artistico. Colecciónliricos Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) La apreciaci6n de los verdaderos valores es algo indis Mientras los rnusicologos espafioles se ensaiiaban con el quisimo Cbueca, Federico Nietzsche, despues de ver Via en Turin, observaba con visi6n certera el signif aquella obra, como muestra de todo un espiritu, Hacia u comparaci6n con Rossini y, quiza influido por la histor picaresca espanola, encontraba cierta solemnidad en la c de «los ratas», Es dificil prescindir de prejuicios y conven que, en este como en cualquier genero artistico, 10 ma generalizaci6n indiscriminada. Hay que separar 10 buen menos bueno, y desde luego rechazar 10 malo, que, si y olvido, es con plena justicia. A este respecto conviene los peligros de meterlo todo en el mismo saco. Recu recital de Pilar Lorengar en el Teatro Real, con una parte dedicada a la zarzuela, en el que la ilustre interpret6 paginas de Chapi y de Jose Serrano. Pues bie y Serrano son zarzuela, pero zarzuela muy distinta en la No es 10 mismo el acierto, con rasgos geniales, que se ad 10 mejor del gran maestro de Villena, que el faci l y a sentimentalismo de aquel intuitivo, con ingenio y habili fue el rmisico de Sueca. Desde Barbieri, que es a nues musical 10 que los grandes nacionalistas fueron a europea, hasta los que, ya casi en nuestro tiempo, se llevar por el flicil sonsonete a la moda, hay mucha dis no solo en las fechas. La comedia 0 el drama musical espafiol, incluso 10 puede corresponder al viejo sainete, puede tener un fut prueba esta en esas «operas rock», cuya rmisica, en gen bien poco, y que se han constituido en una especie de con alta rentabilidad. Algunas melodias pasan, como anta calle. Pero comunmente el espectaculo, aquejado de un 13 Colección Ensayos.Fundación como deJuan unaMarch(Madrid) sociedad. Los t6picos suelen s hechos. Hay que tener mucho cuidado con puris autenticidades. Son conceptos peligrosos, que no a rizar el rizo de la mixtificaci6n. Si la ma convirti6 en jir6n de ignominia, fue porque imprudencia y vana necedad, uniendola asi al d estaba en Chueca, sino en muchas otras cosas. por ese motivo es como matar al mensajero de l Se ha dicho que vivimos en un tiempo de concepto de crisis es relativo y se puede com utilizado demasiadas veces, incluso en epocas qu nos parecen florecientes. Esta claro que hoy aqui zarzuelas ni comedias musicales, pero tam las 6peras recientes que alcanzan exito en el m puede decirse de otros ambitos. La zarzuela escenarios, y el publico responde con entusias ofrece bien cantada y representada, y aun cu forma mediocre es algo comparable a 10 que oc de repertorio en todos los paises cultos. El teat por otra parte, triunfa en toda la linea, aunqu obra pueda fallar ante los espectadores a quiene sus temas 0 sus desarrollos. El secreto del ex rmisica, a la que me he referido, sino en la argumentos y del lenguaje. Es decir, en la a libretos. Es posible, en Espana, un genero musical representa la revista al uso, generalmente pobr hecha para publicos complacientes. No hay par espectaculo que se produce sin ambiciones estetic desear otra cosa que venga a llenar un vacio e esfuerzos que se han hecho, algunos muy meritor 14 que encontraba Barbieri en la zarzuela era la c Colecciónmeritos Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) de escuchar la musica aplicada a la lengua castellana. L bilidad del texto es siempre importante, pero sobre to teatro musical popular. Nuestros cantantes se han acostu cuidar la respiraci6n, la emisi6n, el color, pero no las p incluso cuando hablan, estas se pierden muchas veces. Y de todo es que el publico se ha acostumbrado a no en responder al alarde vocal con sus aplausos, aunque quedado in albis. En el antiguo Conservatorio de Madrid se ensei estilos internacionales, pero no se descuidaba 10 espafio ello se utilizaba, naturalmente, la zarzuela. Hoy, nuestra sopranos cantan zarzuela como una gracia -muchas gracia ninguna- de propina en recitales 0 como una ligera. En general, el texto castellano se maltrata. Se por ahi tonadillas de Granados en las que no se sabe s es timido, discreto 0 tonto de remate. Algo parecido los hombres que, ademas, exhiben a veces un gusto dud eleccion de los mimeros. S610 en representaciones zar muy preparadas, de muchas campanillas y con visos de puede admirar a primeras figuras. Las que no 10 son, a voces sean excelentes, desconocen el estilo tradicional, q tener sus inconvenientes, pero muchisimas ventajas. El los primeros era una expresi6n exagerada, que caia muc en extremos ridiculos. Siempre recuerdo la respuesta de Galindo, el popular periodista y dibujante, cuando en u vista le preguntaron que hubiera querido ser de no hab que era: «Baritono de zarzuela, de esos que salen ve husar y ligan una nota con una carcajada», Pero esa exp cuando se dosifica bien, cuando se mide con la necesar lidad, puede dar resultados extraordinarios. Ese es el secreto de Placido Domingo, que desde 15 - detalle zarzuelistico. Por eso puede ofrecer populares sin ese engolamiento poco soportable en.otras gargantas. Placido tiene el don de 10 n directarnente y responde a una linea antigua, que p No hay por que hablar de esas compafiias, que mantienen el repertorio zarzuelistico a tran Se justificaria la subvenci6n si esta ayuda s necesaria dignidad en los resultados. Con alguna vez en cuando, la dignidad no aparece, y el simplemente, porque no Ie dan otra cosa mejor las obras le gustan. Pero al fin y al cabo, es un causa de la zarzuela. Afortunadamente, nos podemos encontrar en con la reconversi6n del Teatro Real, que cumpl los que fue construido, y la eonsiguiente liberaei la Zarzuela, tambien edificado por gentes ilustre intenci6n que responde a su nombre. El teatro calle de Jovellanos debera acoger al genero lirieo estupendos medios y el buen criterio que 10 vien en temporadas completas y con amplia visi6n, tan actual. No debe convertirse en un centro cultura un verdadero micleo de irradiaci6n, par medio d admirar la buena lirica en toda Espana. Es perfe la existencia de varias compaiUas que, con b acnien en los teatros del pais, muchos de los rehabilitando. La infraestructura estara pronto debemos olvidar que el Teatro de la Zarzuela de caracter nacional. El acierto en la politic bacer volver los viejos tiempos de difusi6n y ex el habito y con el esfuerzo, volveremos a ap zarzuela como debe ser. Y entonces, segurame nuestros musicos y nuestros posibles libretistas. Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) 16