© 2016 Thomson Reuters. No claim to original U.S. Government

Anuncio
Vazquez Ortega v. Vazquez Ortega, 2011 WL 4007734 (2011)
2011 WL 4007734 (TCA)
Ernesto Juan VÁZQUEZ ORTEGA,
Demandante–Peticionario
v.
María Romualda VÁZQUEZ ORTEGA
Y Otros, Demandados–Recurridos.
EN EL TRIBUNAL DE APELACIONES
Civil núm. D PE2009–0945 (505)
KLCE201100698
En San Juan, Puerto Rico, a 23 de junio de 2011.
June 23, 2011.
Certiorari procedente del Tribunal de Primera Instancia,
Sala Superior de Bayamón
Sobre: Injuction, División de Comunidad Hereditaria
Panel integrado por su presidenta, la Juez García García,
la Jueza Varona Méndez y la Juez Gómez Córdova
SENTENCIA
VARONA MÉNDEZ, JUEZA PONENTE
*1 El peticionario, licenciado Jaime A. Torrens Dávila,
nos pide que revoquemos la Resolución del Tribunal
de Primera Instancia, Sala Superior de Bayamón en la
que dispuso no relevarlo como abogado de oficio del
Sr. Ernesto Vázquez Ortega (señor Vázquez), pese al
mandato de este Tribunal que le había ordenado relevarlo
de dicha responsabilidad.
Luego de revisar los argumentos del peticionario y
con el beneficio de la comparecencia del Sr. Ernesto
Juan Vázquez Ortega 1 , concluimos que se trata de una
situación en la cual esperar a la apelación constituiría
un fracaso irremediable de la justicia. Regla 52.1 de
Procedimiento Civil, 32 L.P.R.A. Ap. V, R. 52.1.
Considerado el recurso presentado a la luz de los criterios
para la expedición del auto de certiorari, a tenor de la
Regla 40 del Reglamento del Tribunal de Apelaciones,
determinamos expedir el auto y revocar la resolución
recurrida.
I.
En agosto de 2009, el señor Vázquez incoó una demanda
de interdicto y división de comunidad hereditaria contra
los demás comuneros de la Sucn. Vázquez Ortega. Para
mayo de 2010, la representación legal del señor Vázquez
solicitó que se le relevara de la representación legal.
El 2 de agosto de 2010, el señor Vázquez informó mediante
moción urgente al foro recurrido que sus gestiones para
conseguir representación legal gratuita habían resultado
infructuosas. Explicó que el programa Pro–Bono del
Colegio de Abogados había rechazado representarlo en
este pleito y que la Clínica de Asistencia Legal de la
Universidad Interamericana, a la fecha, no le había
contestado su solicitud. Además, hizo varias peticiones
al foro recurrido y expresó su interés de adquirir las
propiedades objeto del litigio y que se le nombrara
apoderado para acondicionarlas y una vez alquiladas, se le
concediera tiempo para pagarle a los demás coherederos.
Además, incluyó con su escrito copia de una demanda
sobre unos inmuebles propiedad de los comuneros.
Atendiendo su moción, el 10 de agosto de 2010 el Tribunal
de Primera Instancia dictó una orden para designar al
peticionario como abogado de oficio del señor Vázquez.
Ese mismo día el peticionario objetó la designación,
argumentando que había sido arbitraria, pues el foro
recurrido carecía de parámetros para realizarla. Adujo
que el foro recurrido como primer paso, tenía que referir
al señor Vázquez a las diferentes entidades que ofrecen
representación legal de forma gratuita. Si ninguna de ellas
aceptaba representarlo entonces procedía designarle un
abogado siguiendo el orden del Registro de Abogados
de la Práctica Civil. Una vez atendida su objeción a la
designación como abogado de oficio, el foro recurrido
denegó relevar al peticionario de la representación legal
del señor Vázquez.
Luego de varios incidentes procesales, el peticionario
acudió ante este Tribunal mediante solicitud de
certiorari 2 . En aquella ocasión este Tribunal expidió
el auto solicitado y revocó la Resolución y Orden del
Tribunal de Primera Instancia. En la Sentencia dictada,
un hermano panel dejó sin efecto la designación del
peticionario como representante legal del señor Vázquez
y le ordenó al foro recurrido referir al señor Vázquez a
los diferentes programas que ofrecen representación legal
gratuita en casos civiles a indigentes. Si ninguna entidad
asumía la representación legal del señor Vázquez, y de
quedar demostrada su indigencia, entonces se designaría
un abogado de oficio del Registro de Abogados de la
Práctica Civil.
© 2016 Thomson Reuters. No claim to original U.S. Government Works.
1
Vazquez Ortega v. Vazquez Ortega, 2011 WL 4007734 (2011)
*2 Una vez devuelto el caso al Tribunal de Primera
Instancia para que continuara los procedimientos según
ordenados por este Tribunal, el referido foro dictó una
segunda Resolución y Orden en la que mantuvo al
peticionario como representante legal del señor Vázquez.
En ésta, expresó que este Tribunal desconocía al dictar la
Sentencia que el señor Vázquez ya le había demostrado
al Tribunal de Primera Instancia que el Programa Pro–
Bono del Colegio de Abogados había rechazado ofrecerle
servicios y que la Clínica de Asistencia Legal de la
Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana no
le había contestado. Concluyó que este Tribunal no contó
con el beneficio de dicha información para llegar a su
decisión y hacer sus recomendaciones. Por ello, mantuvo
la designación del peticionario como representante legal
del señor Vázquez.
Ante la acción tomada por el foro recurrido, el
peticionario presentó ante este Tribunal bajo el caso
original KLCE201001429, un escrito intitulado Moción
informativa y solicitando cumplimiento de sentencia, en la
que solicitó que se pusiera en vigor el dictamen. Luego de
atender la Moción del peticionario, se dispuso mediante
Resolución lo siguiente:
En estricto derecho la Resolución
y Orden de 12 de abril
de 2011 constituye una nueva
determinación, aunque adolece
de los mismos elementos de
lo que ya resolvimos. Ya el
Tribunal de Apelaciones dispuso del
recurso KLCE201001429. La orden
para “cumplimiento” de nuestra
Sentencia se dispone con nuestro
Mandato. Se autoriza el desglose
de las copias presentadas, si fuera
solicitado como corresponde. Nada
más que disponer.
En virtud de lo anterior, el peticionario presentó
oportunamente un segundo recurso de certiorari en el
que le imputa al foro recurrido haber errado al dictar
una Resolución y Orden contraviniendo lo dispuesto
en el mandato de este Tribunal; al mantenerlo como
representante legal del señor Vázquez cuando dicha
práctica no está reconocida por nuestro ordenamiento; al
designarlo de forma arbitraria pues no existen parámetros
para guiar dichas designaciones; al no referir al señor
Vázquez a otras entidades que brindan servicios pro bono
como lo son la Corporación de Servicios Legales de
Puerto Rico, la Corporación de Acción Civil de Puerto
Rico o los programas de servicios legales de las restantes
escuelas de derecho antes de designar a un abogado de
la práctica privada; y al no obtener una determinación
de dichos organismos sobre su indisposición a asumir
la representación legal del señor Vázquez antes de
nombrarlo como su representante legal.
Antes de exponer el razonamiento de nuestra decisión,
repasamos el derecho aplicable a los hechos antes
relacionados.
II.
A. Mandato
El mandato se ha definido como “el medio oficial
que posee un tribunal apelativo para comunicar a un
tribunal inferior la disposición de la sentencia objeto
de revisión y para ordenarle el cumplimiento de lo
acordado”. Hiram A. Sánchez Martínez, Práctica Jurídica
de Puerto Rico: Derecho Procesal Apelativo, San Juan,
Lexis–Nexis, 2001, pág. 623. Véase además Pan American
v. Tribunal Superior, 97 D.P.R. 447, 451 (1969). Su
propósito principal es “lograr que el tribunal inferior
actúe en forma consistente” con los pronunciamientos del
tribunal de mayor jerarquía. Pueblo v. Tribunal de Distrito,
97 D.P.R. 241, 246–247 (1969). Esto quiere que una vez
recibe el mandato, el Tribunal de Primera Instancia vuelve
a adquirir jurisdicción sobre la materia para continuar
los procedimientos. Hiram A. Sánchez Martínez, Práctica
Jurídica de Puerto Rico: Derecho Procesal Apelativo,
supra, a la pág. 624.
*3 Ahora bien, el foro primario debe continuar los
procedimientos de forma tal que sus determinaciones no
resulten inconsistentes con lo ya resuelto por el foro de
mayor jerarquía. Esto busca evitar que los litigios resulten
interminables y que las decisiones de los tribunales
superiores tengan la autoridad de cosa juzgada. Melón
Hnos. & Co. v. R. Muñiz, Etc., y Villamil, Int., 54 D.P.R.
182, 188 (1939). Una vez recibido el mandato, el Tribunal
de Primera Instancia tiene que limitarse a cumplir con
lo allí ordenado, pues lo resuelto por el Tribunal de
Apelaciones constituye la ley del caso. Pan American v.
Tribunal Superior, supra.
III.
© 2016 Thomson Reuters. No claim to original U.S. Government Works.
2
Vazquez Ortega v. Vazquez Ortega, 2011 WL 4007734 (2011)
En el caso ante este nos, el Tribunal de Primera Instancia
mantuvo en vigor una orden que fue expresamente
revocada por este Tribunal mediante Sentencia. En su
Resolución y Orden el Tribunal de Primera Instancia
indicó que el 22 de junio de 2010 el señor Vázquez le
había informado que el programa Pro Bono del Colegio
de Abogados había declinado ofrecerle representación
legal gratuita. Luego, el 29 de julio de 2010, indicó que,
hasta esa fecha, la Clínica de Asistencia Legal de la
Universidad Interamericana no le había contestado su
solicitud. Concluyó que “por los fundamentos resueltos
por el Tribunal de Apelaciones, éste desconocía que el
TPI ya había realizado las gestiones recomendadas. 3 ” Por
consiguiente, mantuvo al peticionario como representante
legal del señor Vázquez.
Por otra parte, cabe resaltar que en su comparecencia
ante este Tribunal el señor Vázquez sometió varias
comunicaciones, que confirma la denegatoria del servicio
de representación legal gratuita. La primera tiene fecha
de 23 de junio de 2010, suscrita por el Lcdo. Alvin R.
Couto de Jesús, Coordinador Comunitario de Pro–Bono,
Inc., de la que surge que a éste se le ofreció un servicio
de asesoramiento y se le comunica que no se le ofrecería
ningún otro servicio. La segunda, de 30 de junio de 2010,
está suscrita por Brenda Negroni, Secretaria de la Oficina
Legal de la Comunidad, Inc., en la que se le notifica que su
caso fue rechazado por estar fuera de las prioridades del
Programa. Por último, sometió el rechazo de solicitud de
servicio de Servicios Legales de Puerto Rico, de 13 de junio
de 2011. Presentó además, copia de la primera página
de un caso de cobro de dinero y ejecución de hipoteca,
Firstbank Puerto Rico v. Librada Ortega Vázquez, DCD
2010–1828.
Ante nos, el señor Vázquez nos pide que no paralicemos
“otra vez” los procedimientos porque la demanda de
ejecución de hipoteca se encuentra en su etapa final y la
deuda sigue sumando, además de que el C.R.I.M. notificó
otro proceso de ejecución.
Reconocemos la situación que confronta el señor Vázquez
y su necesidad de que se atienda con premura su solicitud
para que se le nombre representación legal 4 . No obstante,
como vimos en la relación del derecho aplicable, una
vez este Tribunal dicta una sentencia y se remite el
correspondiente mandato al tribunal recurrido, éste está
obligado a actuar de conformidad con lo que hemos
resuelto. No queda al arbitrio del foro primario dejar de
poner en vigor lo ordenado, ni tiene discreción para pasar
juicio sobre la corrección de la sentencia dictada.
*4 En la parte dispositiva de nuestra Sentencia en
el caso KLCE2010001429 se determinó revocar la
resolución recurrida y se dejó sin efecto la designación
del peticionario como abogado de oficio en este caso.
Expedido el mandato, procedía relevar al peticionario
de la representación legal que ostenta y actuar de
conformidad con lo resuelto.
IV.
Por los fundamentos antes expuestos se expide el auto de
certiorari solicitado y se revoca la Resolución impugnada.
Se releva al peticionario como abogado de oficio del Sr.
Ernesto Vázquez Ortega.
La Juez García García concurre con el resultado sin
opinión escrita. La Juez Gómez Córdova no expediría
por entender que este asunto no está comprendido en lo
dispuesto por la Regla 52.1 de Procedimiento Civil, 32
L.P.R.A. Ap.V, R. 52.1.
Lo acordó el Tribunal y lo certifica la Secretaria del
Tribunal de Apelaciones.
Mildred Ivonne Rodríguez Rivera
Secretaria del Tribunal de Apelaciones Interina
Footnotes
El 31 de mayo de 2011 este Tribunal dictó resolución ordenándole al Sr. Ernesto Juan Vázquez Ortega que se expresara
1
2
3
sobre los méritos del recurso presentado por el peticionario. Éste compareció por derecho propio dentro del término
concedido.
KLCE201001429.
Cabe mencionar, sin embargo, que de la Sentencia dictada por el Tribunal de Apelaciones en el caso KLCE2010001429
se desprende que el hermano panel que la dictó tenía conocimiento de que el señor Vázquez había hecho gestiones
para obtener representación legal y sus resultados. Ver página 2 de la Sentencia, Apéndice 28 del Peticionario. Aun así,
la Sentencia concluyó que el TPI “referirá directamente el caso a las entidades que se dedican a representar indigentes
© 2016 Thomson Reuters. No claim to original U.S. Government Works.
3
Vazquez Ortega v. Vazquez Ortega, 2011 WL 4007734 (2011)
4
gratuitamente. De ninguna de ellas asumir la representación legal del demandante y quedar demostrada su indigencia,
el TPI designará un abogado de oficio del registro de abogados de la práctica civil”. Ver página 10 de la Sentencia.
[Énfasis nuestro]
Por otro lado, la controversia no debe conllevar la paralización del procedimiento, pues hasta tanto se le nombre un
abogado de oficio al señor Vázquez, éste puede solicitar que se le permita comparecer por derecho propio, según lo ha
hecho ante este Tribunal y en algunas instancias ante el foro primario.
End of Document
© 2016 Thomson Reuters. No claim to original U.S. Government Works.
© 2016 Thomson Reuters. No claim to original U.S. Government Works.
4
Descargar