Reflexología

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INTRODUCCIÓN
Como los métodos de investigación reflexológica han llegado al punto
de no poderse desarrollar más, el hombre tiene la necesidad de dar un viraje
debido a la desproporción que hay entre la inmersa tarea de estudiar la totalidad del comportamiento
humano y los escasos y modestos medios que existen para este fin.
En el presente estudio, se da a conocer dentro de una faceta general,
una breve síntesis histórica de la reflexología con algunos de los investigadores de la conducta, luego
hablamos sobre los mecanismos de reflejo y los métodos de investigación de Protopópov y Pavlov
principalmente, citando los planteamientos sobre la conducta de la psicología del comportamiento y el
mecanismo de reflejo en los humanos.
SÍNTESIS HISTÓRICA DE LA REFLEXOLOGÍA
En el año 1863, Sechenov publicó su obra "Los reflejos del cerebro", en la cual buscó explicar la conducta de
los sujetos como determinada en forma regular por estímulos externos, a los cuales el sujeto debía responder
forzosamente.
Para establecer las «bases fisiológicas de la actividad psíquica», Sechenov tuvo que objetar la larga tradición
originada en el paralelismo psico−físico de Descartes, quien había dividido la actividad del hombre en una
actividad inferior, explicada por leyes físicas; y una actividad superior o psíquica que suponía era voluntaria,
explicada por la parte espiritual del hombre. Sechenov estaba dispuesto a demostrar la idea revolucionaria de
que el psiquismo, en lugar de ser independiente del cuerpo era de hecho una función del sistema nervioso
central en general, y del cerebro en particular. Comienza su obra estableciendo el principio esencialmente
materialista de que el cerebro es el órgano del espíritu, es decir, un mecanismo que cuando entra en actividad
por cualquier causa, produce como resultado final la serie de fenómenos externos que nosotros caracterizamos
como actividad psíquica.
La obra de Sechenov constituye un intento de explicación de lo psiquico en función de los datos objetivos, es
decir, de las respuestas observables del sujeto a los estímulos del medio. De esta manera Sechenov se
constituye en el antecedente inmediato de la reflexología −teniendo este a su vez como antecedente a
Descartes−; disciplina fundada en sentido estricto por Pavlov y Bechterev, quienes posteriormente
desarrollarían experimentalmente los aportes de Sechenov.
Bechterev, que había sido discípulo de Wundt, se consideraba no obstante, continuador de Sechenov; y es
quien va a acuñar el término reflexología. Al publicar en el año 1910 su libro «Psicología Objetiva de la
Reflexología», la define como la ciencia que estudia la totalidad de las reacciones observables en los seres
vivos, vegetales o animales, tengan o no un sistema nervioso organizado. Esta concepción exageradamente
amplia, hay que verla como una reacción contra la psicología introspectiva, que lleva hasta sus últimas
posibilidades el pensamiento de Sechenov. No es, sin embargo, por esta concepción por lo que ha de
considerarse a Bechterev el fundador de la reflexología, junto a Pavlov, sino por ser quien descubrió los
Reflejos Asociados, que equivalen, sin ser idénticos, a los Condicionados, descubiertos por Pavlov
simultáneamente y por vía independiente.
En 1904, Bechterev ya tenía esbozado el plan de una Psicología Objetiva, que habría de sustituir a la antigua
psicología subjetiva; el tema de esta nueva ciencia serían las correlaciones objetivas existentes entre la
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personalidad y el ambiente inorgánico, orgánico y social. Esta suma de correlaciones fue denominada por
Bechterev actividad correlacionada. Pero la organización de esta nueva ciencia no sólo requería
proposiciones fundamentales sino también nuevos métodos de investigación. El método de la escuela de
Pavlov, que requiere intervención quirúrgica, era inadecuado para seres humanos; en ese sentido, el
procedimiento de la provocación de un reflejo motor, por estimulación eléctrica de la piel, pareció a Bechterev
más ventajoso que el método empleado por Pavlov, a causa de su inaplicabilidad a la experimentación
humana y de no responder al propósito de estudiar la actividad humana correlativa. El método de los reflejos
motores asociados se constituyó en uno de los recursos fundamentales de la investigación de la escuela de
Bechterev, en tanto que el de los reflejos condicionados secretorios quedó como base metodológica principal
de la escuela de Pavlov.
Bechterev concibió a la reflexología como una disciplina biosociológica, absolutamente independiente. «La
reflexología −decía− se asienta con un pie en la biología, y con el otro en la sociología, y debe ser, por tanto,
una disciplina científica independiente, vinculando los conocimientos biológicos y sociológicos, pero sin
confundirse con ninguno de los dos». Desde su punto de vista, la psicología es la ciencia de la vida
neuropsíquica en general, y no sólo de sus manifestaciones concientes. Su objeto debían ser los procesos
psíquicos en el sentido más amplio del término, incluyendo las condiciones biológicas de su manifestación. Si
bien consideraba que el campo de la psicología era el campo de los fenómenos exteriores del sujeto
objetivamente observables, esto no significaba que negara el papel de las condiciones internas del sujeto. Y
entendía que la conciencia, si bien no podía ser en esa época observable de manera objetiva, debía ser tenida
siempre presente como un problema fundamental de la ciencia psicológica. Esto marca una diferencia
fundamental con otra escuela objetiva, el conductismo, para quien la conciencia quedaba descartada. Para
Bechterev éste es un problema metodológico, y no de principio. Por su parte, Pavlov también se consideraba
discípulo de Sechenov. Descubrió que el método fisiológico clásico de experimentación sobre animales
anestesiados era inapropiado para trabajar sobre el complejo problema de la regulación nerviosa, ya que la
anestesia tenía un efecto distorsionante sobre las acciones reflejas del sistema nervioso. Tuvo éxito al eliminar
ese efecto y al dar su primer paso hacia el método de estudio de las funciones del organismo bajo condiciones
naturales. Desarrolló el acostumbramiento de los animales de experimentación a permanecer en la mesa de
operaciones, y soportar sin narcosis las manipulaciones de un experimento planificado, incidiendo la piel y
tejidos superficiales, para conectarles instrumentos de registro.
El método fue denominado «crónico» por su prolongada duración en el tiempo o acción continuada, en
oposición al «agudo», que llega rápidamente a una crisis a través de la cirugía drástica. El secreto del método
crónico residía en tratar al organismo como una totalidad, posibilitando de esta manera la investigación de la
correlación entre los órganos, y la función de un órgano o sistema de órganos.
En su trabajo sobre las glándulas digestivas, Pavlov descubrió que el jugo gástrico era segregado no sólo
cuando se introducía comida en la boca, sino también cuando se la veía a distancia. Designó a este fenómeno
«estimulación psíquica» de las glándulas gástricas y salivales. El término «psíquico» se utilizó para
diferenciar la acción a distancia a través de los órganos de los sentidos, de la estimulación directa de las
terminales nerviosas de la boca. Mientras prosiguió su trabajo sobre digestión, la «estimulación psíquica»
interfirió los experimentos, de manera tal que no pudo ignorar por más tiempo el fenómeno, ni pudo dejarlo
relegado al plano de la psicología introspectiva. El problema fue entonces: ¿Cómo debía enfrentar la fisiología
este fenómeno psíquico?. Encaró, de este modo, la necesidad de observar las cosas desde el punto de vista del
naturalista, concentrando su atención sólo en dos cuestiones: qué agentes del mundo exterior actúan y cuáles
son las reacciones visibles del organismo a estos agentes. De este modo se ubicó sólidamente con las ciencias
naturales, rechazando la posición idealista del alma, y aceptando plenamente la posición materialista según la
cual los fenómenos mentales están arraigados en procesos materiales y, por lo tanto, sujetos a la investigación
científica experimental.
La unidad y la integridad del organismo como un todo, junto con la adaptación del organismo a las
condiciones del ambiente, es el principio clave en su obra. Opina, en los dos aspectos de unidad y adaptación,
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que el sistema nervioso juega el papel principal y, en los animales superiores, es decisivo el papel de la
corteza cerebral como sitio donde se localizan los reflejos condicionados o temporarios.
El reflejo condicionado era un mecanismo adquirido, y por lo tanto, reproducible a voluntad en condiciones
experimentales. Pavlov cree encontrar aquí la clave para resolver dos incógnitas: el pasaje a la significación y
la actividad instintiva. Redefinía así: la materia de lo psíquico como el comportamiento, el objeto de lo
psíquico como la actividad nerviosa superior, y el método, donde ya no sólo el estímulo era observable y
medible, sino también la respuesta. Esta metodología de trabajo era más precisa que la de Bechterev, lo que le
permitió profundizar y desarrollar, más que aquel, el descubrimiento que ambos habían realizado por
separado.
Pavlov asignó un gran futuro a la psicología, pero sólo en estrecha relación con la fisiología. Los psicólogos
tendrían, según su enfoque, una base fisiológica sobre la cual proyectar la vida subjetiva del hombre. Ya no
habría una excusa para especular sobre la formación y el desarrollo de las cualidades psíquicas. A partir de
aquí tendrían que ser elaborados en conexión con los hechos y leyes de la actividad nerviosa superior.
Consideraciones críticas y Resumenes
La noción de reflejo condicionado ha proporcionado un retoño de vitalidad al asociacionismo, ofreciéndole, a
la vez, un modelo fisiológico preciso y una terminología renovada. Ahora bien, por actividad nerviosa
superior se pueden entender dos cosas: o bien la actividad psíquica; o bien, la actividad nerviosa de las partes
superiores del sistema nervioso: el encéfalo en general y la corteza en particular. Sostenemos que esta última
es la correcta forma de interpretarlo, dado que la primera forma supondría la identificación del
funcionamiento del sistema nervioso con el psíquico.
Así como el condicionamiento se ha mostrado particularmente eficaz en explicar los aprendizajes elementales
o hábitos, ha caido en una postura reduccionista al tratar de explicar todos los procesos sólo mediante una
complejización creciente de los sistemas reflejos. El reflejo condicionado es asimilado al elemento de lo
psíquico, que por combinación produce los fenómenos psíquicos. Este proceso es inferido, no demostrado, y
además no se deduce necesariamente de los hechos.
Si bien la reflexología rompió con el método introspeccionista de la psicología experimental de Wundt,
compartió con ella el elementalismo, es decir, la explicación del psiquismo por una combinación de sus
elementos primarios, sólo que para aquellos fue la sensación, mientras que para la reflexología fue el reflejo
condicionado. Buscar la base sustancial de lo psíquico en lo fisiológico implica, al menos, saber en qué punto
este objeto deja de ser fisiológico para ser psíquico; y este pasaje, que constituye el problema fundamental que
la psicología debe resolver, queda sin solución en los planteos reflexológicos. La solución que consiste en
hablar de funcionamiento neuropsíquico es una solución que no explica los hechos; a la vez que un apriori,
punto de partida de la explicación, y no su consecuencia lógica.
No se cree posible prescindir del sustrato orgánico, pero el funcionamiento de este sustrato no explica las
características de lo psíquico. Para poder explicarlo por lo fisiológico, habría que conocer primero el
funcionamiento de este sustrato orgánico, y en la reflexología este funcionamiento aparece como un punto de
partida, y no de llegada de la investigación. Para que las leyes del funcionamiento neurológico puedan
explicar el funcionamiento de lo psíquico, tendrían primero que poder explicar lo neurológico, y en este caso,
este funcionamiento está supuesto. Como se dijera anteriormente: no es deducido, ni demostrado.
El concepto de señal, al que la reflexología atribuyó el carácter explicativo para el pasaje de lo fisiológico a lo
psíquico es, como veremos más adelante, incorrecto. Este pasaje no constituye la base de la psicología, sino su
problema fundamental; y esto no le impide conocer la legalidad de su objeto, ni producir conocimiento
científico válido. Por otra parte, el hecho de la necesidad de regularidad en la presentación de los estímulos de
condicionamiento, lleva a pensar a los reflexólogos en la homogeneidad de los estímulos en la relación entre
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el individuo y su medio. Pero esto se trata más de una dificultad metodológica que de una realidad en sí
misma; es el funcionamiento de la inteligencia el que permite establecer la existencia de regularidades en el
medio y que posibilita la adaptación a un conjunto infinito de situaciones, y no las regularidades del medio las
que determinan el funcionamiento de la inteligencia. Podría decirse que si, en el reflejo condicionado, la
asociación a estímulos puede ser progresivamente refinada o «generalizada» −pero a condición de la
presentación regular de los estímulos condicionados con los incondicionados−, en la inteligencia la ley es el
refinamiento por una generalización progresiva de su funcionamiento, y no por una imposición del medio. La
supuesta homogeneidad de los estímulos, que subyace al concepto de señal, es, de este modo, un problema y
no una explicación. Es cierto también, que la reflexología no negó la subjetividad, ya que reconoce la
variabilidad de respuestas de un individuo a otro, como producto de diferencias del «medio interno». Sostuvo
que el cerebro actúa como mediatizador de los estímulos, a los cuales modifica, y que las respuestas aparecen
entonces no sólo en una relación unívoca con respecto al estímulo, sino también en función de las condiciones
del «medio interno»; pero de todos modos su método no le permitió reconocer la significación de los hechos,
significación sobre la que otras propuestas fundamentarían la delimitación de lo psíquico. Pero, si la
existencia de las conductas condicionadas es un hecho, su interpretación no implica necesariamente al
asociacionismo reflexológico, con el cual se las hace a menudo solidarias. Cuando un movimiento se asocia a
una percepción, allí hay algo más que una asociación; hay ya un juego de significaciones, pues la asociación
no se constituye sino en función de una necesidad y de su satisfacción. Un reflejo condicionado se estabiliza
solamente en la medida en que se lo confirma o sanciona; una señal asociada a una comida no da lugar a una
reacción estable si los alimentos reales dejan de ser presentados al mismo tiempo que ella. La asociación viene
a incorporarse así a una totalidad cuyo punto de partida es la necesidad y el punto de llegada, la satisfacción.
Ya no estamos hablando entonces de asociación, en el sentido clásico del término, sino más bien de la
constitución de un esquema de conjunto ligado a una significación. Además, si se estudia un sistema de
conductas condicionadas en su sucesión histórica, se advierte mejor todavía el papel de la totalidad. La
conducta condicionada no es aquí, pues, la simple transposición de los movimientos iniciales debidos al
reflejo simple, sino una acción nueva que alcanza la estabilidad sólo en virtud de una estructuración de todo el
conjunto.
La afirmación: «La actividad mental es un reflejo de la realidad», postulada por los representantes de la
reflexología, presenta un doble supuesto: 1) que la realidad puede ser conocida directamente; y 2) un acuerdo
pre−existente entre sujeto y objeto. Por el contrario, la realidad consiste en una construcción, mediatizada por
esquemas de conocimiento y posibilitada por una energética peculiar, que la integran progresivamente en
esquemas anteriores de actividad. Que éstos sean de orden reflejo, o de niveles más elevados, se trata siempre
de incorporación de la realidad en esquemas de asimilación, de tal manera que nunca el vínculo asociativo es
el simple calco de una relación dada en la realidad exterior. Es en la coordinación de las acciones y en el
conjunto de relaciones que se establecen con ella, como se constituye una realidad, cuya permanencia es un
punto de llegada, y no de partida, solidario a la construcción del sistema psíquico.
El privilegio del concepto de «reflejo» pero también su posible equívoco consiste en afirmar que toda
actividad mental debe corresponderse finalmente, para ser eficaz y adaptada, a lo «real»: pero una cosa es
corresponderse a él copiándolo sin más, y algo muy distinto es insertarlo en estructuras y organizaciones que
lo prolongan y respetan sus leyes. De este modo, una serie de movimientos que concluyen en la satisfacción
de una necesidad no puede interpretarse como una yuxtaposición de elementos asociados: los términos que la
componen carecen de significación si no es relativamente al acto que los ordena y a la consecución de ese
acto. No se trata de una asociación que se establece entre una imagen y un reflejo, sino de asimilación de un
elemento de la realidad. La asociación, en tanto que reflejo condicionado, no es más que una abstracción, un
momento artificialmente desprendido en la misma serie, que supone igualmente una necesidad inicial y una
satisfacción final.
Debe evitarse, de este modo, hacer del reflejo condicionado un nuevo elemento psicológico, a través de cuyas
combinaciones reconstruiríamos los actos complejos. En resumen, allí donde podemos hablar de reflejos
condicionados que se estabilizan bajo el efecto de la experiencia, advertimos siempre que un esquema de
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conjunto organiza el detalle de las asociaciones, confiriéndoles por ello mismo unas significaciones. La
acomodación y la asimilación combinadas, particulares de cada esquema, son las que aseguran su utilidad y lo
coordinan con los demás, y el acto global de asimilación y de acomodación complementarias es el que explica
por qué las relaciones de detalle que supone el esquema son confirmadas por la experiencia. En tanto la
reflexología considera a lo psíquico como un mecanismo de adaptación biológica, el método que aplica −al
igual que otras «escuelas objetivas», como el conductismo− es coherente y necesariamente extrapolado de las
ciencias naturales. Este énfasis en el método no es casual, sino que se encuentra doblemente determinado. Por
un lado por las dificultades generales de objetivación que lo psíquico presenta; y, por otro, por la confusión
que subyace con respecto al concepto de objetividad. En efecto, se confunde objetividad con eliminación de
toda forma de subjetividad, entendiendo a esta última como un fenómeno degradado, sin entidad suficiente
para su estudio; sin advertir que lo que se debería eliminar es la falta de rigor en la consideración de la misma
como fenómeno psíquico. Y es este el criterio para resolver la clásica antinomia objetividad−subjetividad,
recurrente en el desarrollo del conocimiento psicológico.
Pavlov creyó así solucionar el enigma del origen de la adaptación de los organismos a su medio. A través de
un enfoque determinista, buscó la solución del problema evitando la pre−determinación y remitiéndose a una
base estricta de causa−efecto. Realizó esto mediante la diferenciación de dos aspectos del medio y dos
diferentes mecanismos de adaptación a ellos, estrechamente ligados. Por otra parte, no adoptó una postura
especulativa sobre estos problemas, sino que intentó demostrarlos a través de la experimentación científica,
redefiniendo lo psíquico a partir de lo observable. Aparece, de este modo, una reducción de la objetividad al
campo exclusivo de los fenómenos «observables»; la investigación queda restringida a un campo de
fenómenos susceptibles de ser «manipulados» en condiciones experimentales, estudiando los hechos en estado
aislado, sin referencia al sistema que los produce y les da sentido.
LOS MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN REFLEXOLÓGICOS Y PSICOLÓGICOS
(Protopópov).
La reflexología clásica se mantiene en sus investigaciones dentro de un principio científico universal
darwiniano; y es por este principio que la ciencia concreta del comportamiento humano le resulta imposible
limitarse a él.
Protopópov introduce una importante modificación en el procedimiento de la metodología única de
investigación del comportamiento humano, al decir que resulta más ventajoso elegir un criterio preciso, una
elección adecuada del aparato de respuesta (la mano), por ser este un sistema de respuesta más elaborado, más
adaptado que el pie a las reacciones de orientación a la influencia del medio ambiente. También considera que
el habla como un sistema de reflejos condicionados que ayuda a establecer una comunicación indudablemente
más amplia con el mundo que lo rodea, y que son evidentes las ventajas que proporciona el habla a la
reflexología para ampliar y profundizar el círculo de los fenómenos a estudiar.
Protopópov plantea que solo falta una cosa para que se fundan definitivamente la fisiología y la reflexología:
el interrogatorio del sujeto, su informe verbal sobre el curso de algunos aspectos de los procesos y las
reacciones, a los que los experimentadores no pueden acceder de otra forma más que a través del testimonio
del propio individuo objeto del experimento. Béterev (1923) dice que desde el punto de vista reflexológico, la
investigación subjetiva solo es admisible cuando se realiza sobre uno mismo. Sin embargo el interrogatorio
del sujeto es necesario precisamente desde el punto de vista de la integridad de la investigación reflexológica.
Béjerev muestra, tras Séchenov, que el pensamiento no es otra cosa que un reflejo inhibido, retenido, un
reflejo interrumpido en sus dos terceras partes, concretamente en el pensamiento con palabras, que es el caso
más frecuente del reflejo verbal contenido. Por tanto, o renunciamos a estudiar el comportamiento de la
persona en sus formas más trascendentales o introducimos obligatoriamente en nuestros experimentos el
control de esos reflejos no manifiestos. La reflexología está obligada a tener también en cuenta los
pensamientos y la totalidad de la psique si quiere comprender el comportamiento, ya que los reflejos no
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existen aisladamente, ni actúan de una manera dispersa, sino que se estructuran en complejos, en sistemas, en
complicados grupos y formaciones que determinan el comportamiento del hombre; y es por esto, que la
psicología científica del comportamiento tiene graves problemas.
El Mecanismo del reflejo según protopópov
El mecanismo del reflejo sería: en un reflejo cualquiera, su propia parte reactiva (movimiento o secreción) se
convierte en excitante de un nuevo reflejo del mismo sistema o de otro sistema. Puede considerarse que la
propia relación entre reflejos está sometida a todas las leyes de formación de los reflejos condicionados. De
acuerdo con una ley de los reflejos condicionados, un reflejo entra en conexión con otros convirtiéndose, en
determinadas circunstancias, en un excitante condicionado. Esta es la primera ley, evidente y fundamental, de
la relación entre los reflejos.Este mecanismo es el que permite comprender a rasgos muy aproximados y
generales el valor (objetivo) que pueden tener para la investigación científica los testimonios verbales de los
sujetos en una prueba. Los reflejos no manifestados (habla silenciosa), los reflejos internos, inaccesibles a la
percepción directa del observador, a menudo pueden hacerse manifiestos indirectamente, de forma mediada, a
través de reflejos accesibles a la observación respecto a los cuales desempeñan el papel de excitantes. A través
de la presencia del reflejo completo (la palabra) establecemos la del correspondiente excitante, que en este
caso desempeña un doble papel: el de excitante respecto al reflejo completo y el de reflejo respecto al
excitante anterior.
El informe del sujeto no constituye en modo alguno un acto de introspección. El sujeto no adopta en modo
alguno la posición de observador ni ayuda al experimentador a buscar reflejos ocultos. El examen se mantiene
hasta el final como objeto del experimento, pero tanto él como el propio informe se introducen mediante las
preguntas algunas variaciones, transformaciones, se introduce un nuevo excitante (una nueva pregunta), un
nuevo reflejo que aporta elementos de juicio sobre las partes no esclarecidas de las anteriores preguntas.
Pareciendo que el experimento tiene un doble objetivo. También la propia conciencia o la toma de conciencia
de nuestros actos y estados debe ser interpretada como un sistema de mecanismos transmisores de unos
reflejos a otros que funcionan correctamente en cada momento consciente. Cuando mayor sea el ajuste con
que cualquier reflejo interno en calidad de excitante provoque una nueva serie de reflejos procedentes de otros
sistemas y se transmita a otros sistemas, más capaces seremos de rendirnos cuentas a nosotros mismos de
nuestras sensaciones, de comunicarlas a los demás y de vivirlas.
La conciencia como problema de la psicología del comportamiento.
Nuestra literatura científica elude insistente y intencionalmente el problema de la naturaleza psicológica de la
conciencia, como consecuencia los sistemas de psicología científica lleva implícitos una serie de defectos
orgánicos:
• Al ignorar el problema de la conciencia, la psicología se está cerrando a si misma el camino de la
investigación de problemas más o menos complejos del comportamiento humano. Y con esto, resulta
imposible formular aún principios universales basados en el material reflexológico y lo simple que resulta
extraer las leyes de otras ramas del saber y aplicarlas a la psicología.
• La negación de la conciencia y la tendencia a construir el sistema psicológico sin este concepto; conduce a
que los métodos se vean privados de los medios más fundamentales para investigar esas reacciones no
manifiestas ni aparentes a simple vista Y, sin embargo, el comportamiento del individuo está organizado de
forma que son justamente los movimientos internos poco conocidos los que le orientan y dirigen.
Careciendo de medio alguno para investigar estas reacciones internas.
• Se borra radicalmente toda diferencia entre el comportamiento del animal y del hombre, con esto se estudia
el comportamiento del hombre como el de cualquier mamífero y al hacerlo se ignora de nuevo la conciencia
y la psique al comportamiento humano.
• La exclusión de la conciencia del campo de la psicología deja en gran medida intacto el dualismo y
espiritualismo de la psicología subjetiva anterior. Caracterizando los fenómenos subjetivos o conscientes
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como fenómenos de segundo orden, específicamente internos.
• Al eliminar la conciencia de la psicología nos encerramos definitivamente en el círculo de lo
biológicamente absurdo. Por lo cual es imposible estudiar el comportamiento del hombre y las complejas
formas de su actividad, independientemente de su psique.
• La falsa concepción de que el comportamiento humano es una suma de reflejos, porque este
comportamiento no constituye en modo alguno un saco de cuero lleno de reflejos, ni su cerebro un hotel
para los reflejos condicionados que casualmente se alojen en él.
Lo que hay que estudiar no son los reflejos, sino el comportamiento: su mecanismo, composición y estructura.
Como afirma certeramente Vágner (1923), los reflejos constituyen los cimientos, pero partiendo únicamente
de ellos no se puede decir todavía nada acerca de lo que se va a construir encima.
La psicología científica no tiene que ignorar los hechos de la conciencia, sino materializarlos, trasladarlos a un
idioma objetivo que existe en la realidad y desenmascarar y enterrar para siempre las ficciones,
fantasmagorías, etc. Sin ello es imposible todo trabajo de enseñanza, de crítica y de investigación.
Tomando un enfoque fuera de la psicología, en sus formas principales todo comportamiento del animal consta
de dos grupos de reacciones: los reflejos innatos o no condicionados. Los reflejos innatos constituyen el
extracto biológico de las experiencias hereditarias colectivas de toda la especie, y los adquiridos surgen sobre
la base de esta herencia hereditaria a través del cierre de nuevas conexiones, obtenidas en la experiencia
particular del individuo. En tanto que el hombre, tiene una amplia experiencia heredada comparándola con la
animal. El hombre no se sirve únicamente de esta experiencia, toda la vida el comportamiento se basa en la
amplísima utilización de la experiencia de las generaciones anteriores, de una experiencia que no se transmite
de padre a hijos, y que llamaremos experiencia histórica. Junto a esta experiencia histórica situaremos la
experiencia social, que constituye un importante componente del comportamiento del hombre, y que tal
experiencia no la poseen los animales. El hombre a diferencia también de los animales no se adapta a
pasivamente a su medio, el hombre adapta activamente el medio a sí mismo, construyendo previamente su
obra en la cabeza, para después duplicarla en un objeto o material, o en alguna situación. Denominando esta
nueva forma de comportamiento experiencia duplicada.
En cuestión a la vertiente fisiológica, Pávlov resume de sus experimentos con perros que: el mencionado
reflejo a una excitación externa no sólo está limitado y regulado por otro reflejo simultáneo externo, sino
también por toda una masa de reflejos internos, asó como por la acción de todos los posibles excitantes
internos (químicos, térmicos, etc.).
El principio fundamental de coordinación de los reflejos, como explica en las investigaciones Sherrington,
consiste en la lucha que se establece entre distintos grupos de receptores por un campo motor común. El
resultado de esta lucha depende de causas muy complejas y numerosas; con lo cual, el comportamiento es
pues un sistema de reacciones triunfantes, y es una lucha que no se interrumpe ni por un minuto.
Pávlov (1950), compara los grandes hemisferios cerebrales con una central telefónica, donde se produce el
cierre de nuevas conexiones temporales, entre los elementos del medio y reacciones concretas.
La ley más elemental y más importante, la ley general de conexión de los reflejos puede formularse así: los
reflejos se enlazan entre sí según las leyes de los reflejos condicionados; es decir, la parte de respuesta de un
reflejo (motriz, secretora) puede convertirse en condiciones adecuadas en un excitante condicionado (o
inhibidor) de otro reflejo al conectarse con el extremo sensorial de este último. Entonces, darse cuenta de algo
significa justamente transformar unos reflejos en otros. Los inconscientes, los psíquico, implica que los
reflejos no se transmiten a otros sistemas. Caben infinitas variedades de grados de conciencia, es decir la
interacción de sistemas incorporados al mecanismo reflejo que actúa. La conciencia de las propias sensaciones
no significa nada más que su posesión en calidad de objeto (excitante) para otras sensaciones.
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La Psicología debe pues plantear y resolver los problemas de la conciencia en la perspectiva de considerarla
como interacción, reflexión, excitación recíproca de diferentes sistemas de reflejos.
La conciencia se reduce por completo a unos mecanismos transmisores de reflejos, que actúan según las leyes
generales, así es que cabe admitir que en el organismo no hay más procesos que las reacciones.
La percepción interna, la introspección son posibles únicamente gracias a la existencia del campo
propioceptivo y de los reflejos secundarios relacionados con él.
En el hombre hay un grupo de reflejos fácilmente identificables cuya denominación correcta sería la de
reversibles: se trata de reflejos a excitantes que pueden a su vez ser creados por el hombre. La palabra
escuchada es un excitante, la pronunciada, un reflejo que crea ese mismo excitante, aquí el reflejo es
reversible, porque el excitante puede convertirse en reacción y viceversa. Estos reflejos reversibles, que crean
la base del comportamiento social, sirven de coordinación colectiva del comportamiento. En el amplio sentido
de la palabra es en el lenguaje donde se halla precisamente la fuente del comportamiento social y de la
conciencia, siendo por un lado, un sistema de reflejos de contacto social.
El método instrumental en psicología
Resultado del desarrollo del método instrumental.
• En el comportamiento del hombre surgen una serie de dispositivos artificiales dirigidos al dominio de los
propios procesos psíquicos, estos dispositivos se les denomina herramientas o dispositivos psicológicos.
• Esta denominación no abarca todos los aspectos que denomina la analogía de herramientas o dispositivos.
• Los instrumentos psicológicos son creaciones artificiales; estructuralmente son dispositivos sociales y no
orgánicos o individuales; están dirigidos al dominio de los procesos propios o ajenos.
• Como ejemplo de instrumentos psicológicos y de sus complejos sistemas se encuentra el lenguaje, formas
de numeración, simbolismo algebraico, por mencionar algunos.
• Al encontrarse en el proceso de comportamiento, el instrumento psicológico modifica globalmente la
evolución y la estructura de las funciones psíquicas, y sus propiedades determinan la configuración del
nuevo acto instrumental.
• Se distinguen dos formas de comportamiento, artificiales o instrumentales, los primeros surgieron y se
desarrollaron como mecanismos especiales a lo largo del proceso de la evolución y son comunes al hombre
y a los animales superiores; los segundos constituyen un logro superior de la humanidad, un producto de la
evolución histórica y son la forma específica de comportamiento del hombre.
• Los actos artificiales (instrumentales) no deben ser considerados como sobrenaturales o supranaturales,
creados según determinadas leyes nuevas, especiales. Los actos artificiales son precisamente esos mismos
actos naturales, que pueden ser descompuestos hasta su fin y reducidos a estos últimos. Lo artificial es el
resultado de una combinación (construcción), y es a lo que tiende la sustitución y el empleo de estos
procesos naturales.
En el recuerdo natural se establece una conexión asociativa directa (un reflejo condicionado) A − B entre los
dos estímulos A y B. En el recuero artificial ,mnemotécnico, de esa misma huella a través del instrumento
psicológico X, en lugar de la conexión directa A − B se establecen dos nuevas conexiones:
A − X y X− B, cada una de las cuales es un reflejo condicionado, que está determinado por las propiedades
del tejido cerebral, lo mismo que la conexión A − B. Lo nuevo, lo artificial, lo instrumental viene dado por el
hecho de la sustitución de una conexión A − B por dos: A − X y X − B, que conducen al mismo resultado,
pero por otro camino. Lo nuevo es la dirección artificial que imprime el instrumento al proceso natural de
cierre de la conexión condicionada, es decir, la utilización activa de las propiedades naturales del tejido
cerebral.
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• En este esquema se recoge la esencia del método instrumental y la singularidad que supone este enfoque
sobre el comportamiento y su desarrollo respecto a los otros dos métodos científico−naturales de estudio
del comportamiento con los que en ningún momento interfiere, y a los que tampoco rebate: unas veces
estudiaremos el comportamiento humano como un complejo de sistemas de procesos naturales cuyas leyes
rectoras pueden ser desveladas. Otras veces la estudiaremos desde el punto de vista de la utilización de los
procesos psíquicos naturales que le son propios y de las formas que adopta esa utilización, tratando de
comprender cómo maneja el hombre las propiedades naturales de su tejido cerebral y cómo controla los
procesos que tienen lugar en él.
• El método instrumental establece un nuevo punto de vista sobre la relación entre el acto de la conducta y el
fenómeno externo. Dentro de la relación general estímulo−reacción (excitante−reflejo), que plantean los
métodos científico−naturales en psicología, el método instrumental distingue dos tipos de reacciones entre
el comportamiento y el fenómeno externo: este último, el estímulo, en unos casos puede desempeñar el
papel de objeto hacia el cual se dirige el acto de comportamiento para resolver una u otra de las tareas que
se le plantean al individuo; mientras que en otros casos puede jugar el papel de medio, con cuya ayuda
dirigimos y ejecutamos las operaciones psíquicas necesarias para resolver esas tareas. La naturaleza
psicológica de la relación entre el acto de comportamiento y el estímulo externo es esencialmente distinta
en ambos casos: el estímulo determina, condiciona y organiza el comportamiento de forma diferente por
completo y mediante procedimientos totalmente singulares. En el primer caso, lo correcto sería denominar
al estímulo objeto y en el segundo, herramienta psicológica del acto instrumental.
• La singularidad del acto instrumental, cuyo descubrimiento es la base del método instrumental, estriba en la
presencia simultánea en él de estímulos de ambas clases, es decir, del objeto y de la herramienta, cada uno
de los cuales desempeña distinto papel cualitativa y funcionalmente.
• La inclusión del instrumento en el proceso de comportamiento provoca en primer lugar la actividad de toda
una serie de funciones nuevas, relacionadas con la utilización del mencionado instrumento y de su manejo.
En segundo lugar, suprime y hace innecesaria toda una serie de procesos naturales, cuya labor pasa a ser
desempeñada por el instrumento. En tercer lugar, modifica también el curso y las distintas características
(intensidad, duración, secuencia, etc.) de todos los procesos psíquicos que forman parte del acto
instrumental, sustituyendo unas funciones por otras.
• La naturaleza de conjunto del acto instrumental determina la singularidad de su estructura interna, cuyos
aspectos más importantes han sido enumerados anteriormente (el estímulo−objeto y el
estímulo−instrumento). En términos de la psicología científico−natural podemos definirlo por sus
componentes como una función compleja, globalmente sintética (sistema de reacciones), pero que es al
mismo tiempo el fragmento más simple de comportamiento con el que se enfrenta la investigación a la vez
que la unidad elemental del comportamiento desde el punto de vista del método instrumental.
CONCLUSIÓN
Según los planteamientos acá expuestos, algunos estudios
de psicología arrojan que la conciencia, como parte del comportamiento humano es ignorado,
imposibilitando de esta forma un estudio muy rico en cuanto al peso que le daría a la investigación del
comportamiento Humano, y con esto, haciendo casi imposible la formulación de principios universales
basados en el material reflexológico.
Se plantea la situación de que no hay que estudiar el reflejo (siendo este algo importante)
y que hay que abocarse sólo al comportamiento, entrando de esta forma, a una
serie de contradicciones entre uno y otro investigador de la materia, cuando, al analizar detenidamente lo
expuesto por cada uno de ellos, nos vemos en una situación en
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donde descubrimos que cada estudio y cada planteamiento es importante, obviando por supuesto las
contradicciones en que cae uno y otro.
Finalmente, es importante tomar en cuenta y respetar cada uno de los planteamientos
Y puntos de vista, tanto de quienes defienden el estudio del comportamiento de la persona como aspecto
principal, o de quienes defienden, por otra parte, el estudio del reflejo por sobre el comportamiento humano.
BIBLIOGRAFÍA
• http://www.argiropolis.com.ar/documentos/investigacion/publicaciones/sitematizacion/3.htm)
• http://www.fortunecity.com/campus/lawns/380/reflexologia.htm
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