El acuerdo de la Junta de Tratamiento de 29.8.97 denegatorio del permiso solicitado por el recurrente se basa en falta de garantías, lejanía de las fechas de cumplimiento (3/4 partes en mayo del 2.001 y el total en Octubre del 2.006) e iniciación de expediente disciplinario por falta grave luego impuesta, cometida el 12.8.97, que se cancelaría el 8.1.98. En cuanto a este último motivo hay que destacar que cuando el interno solicitó el permiso, en Julio de 1997, no consta que tuviera ninguna sanción impuesta ni que hubiera cometido ninguna falta, por lo que en ese momento no había obstáculo en este sentido para la concesión del permiso. Es cierto que cuando la Junta estudió la solicitud ya existía la sanción y que entonces no procedía la concesión por ese motivo, pero podía habérselo reconocido aunque retrasando su disfrute al momento en que la falta se hubiera cancelado, toda vez que cuando fue pedido el permiso no consta que subsista esta causa de denegación, pues la sanción se canceló en Enero de 1.998, por lo que igualmente ha desaparecido esta razón de denegación. Por lo que respecta a los restantes motivos alegados por el Centro Penitenciario, según el informe de la Junta de Tratamiento al interno le fue concedida la libertad condicional en Octubre de 1.993 y revocada en diciembre de ese mismo año por la comisión de un nuevo delito. Después de esto disfrutó de dos permisos concedidos por el Juez de Vigilancia Penitenciaria y progresado a tercer grado por auto de 15.3.95, tras lo cual fue regresado a 2º grado en Septiembre de 1.996 tras resultar condenado por los hechos cometidos en libertad condicional. De estos datos se desprende que el interno, con un procedimiento en curso y la posible imposición de una nueva condena –como así ocurrió -, disfrutó de permisos y estuvo en tercer grado, situaciones en las que el riesgo de quebrantamiento podía ser alto al contar con evidentes oportunidades para ello. Transcurrido casi un año desde la regresión de grado, el riesgo de hacer mal uso del permiso por la lejanía de cumplimento de la condena es claro que existe pues nunca hay certidumbre de lo contrario, pero probablemente sea menor que cuando se encontraba en libertad o se enfrentaba a otra posible condena. Con tales antecedentes se entiende que procede la concesión del permiso solicitado por el interno en la extensión y con las condiciones que en el fallo se establecen, y por ello procede la estimación del recurso. AUTOS 1346/98 13.11.98 JVP Nº 2 EXP 999/97