REAL JARDÍN BOTANICO D E M A D R I D . 1755-1781 variedad, procura el Jardinero formar un ramilletico de las más exquisitas y olorosas flores y escoger las más hermosas y sazonadas frutas, para obsequiar y complacer al huésped en la oferta, lisonjeándole en sus tres sentidos, vista, olfato y gusto. Si tal vez esta ofrenda se mancha con la nota interesada, no siempre es así, pues el origen de esta costumbre tiene más nobles pincipios y no menos que en los primitivos hombres que cultivaron la tierra. Parecíales que no cumplían con Dios si con una innata obligación respetuosa no sacrificaban al mismo Dios los primeros frutos de la tierra, como a primer Criador y Conservador del Universo. Dignóse V. M. entrar en el Real Jardín Botánico de Madrid, pero tan de paso y por tan poco tiempo, que no ha sido posible formar el ramillete de flores ni escoger y coger las frutas para ofrecer a V. M. no sólo como a huésped tan honrado, sino también como a dueño y conservador del mismo Real Jardín. Confieso, Señor, que como primer demostrador perdí ocasión tan feliz por estar ausente y me ha sido sumamente sensible el no haber cumplido con mi obligación, por el título de ser el primer Jardinero. Ahora, como tal, y para desempeñarla en parte, presento y ofrezco a V. M. un singular ramillete de flores, frutos y frutas en estos dos tomos de mi Flora Española. Con él se comprenderá abundantemente el Ramilletico que no pude tener la dicha de presentarle en su Real Jardín. Este sólo se compondría de vegetales nacidos en él. El que ahora presento a V. M. se compone de todos, o casi todos los que nacen y se crían en nuestra Península de España, y por lo mismo vasallos de V. M. (...)" En este jardín trabajó también durante muchos años Antonio Palau y Verdera, doctor en Medicina, de origen catalán, a quien se debe principalmente la propagación de las doctrinas de Linneo en España. Hombre modesto y sencillo, colaboró con Gómez Ortega muchos años, publicando varias obras en común. Llegó a ser catedrático segundo por oposición del Jardín Botánico el año 1773, médico de S. M., y perteneció a la Academia de Medicina de Madrid, a la de Ciencias y Artes de Barcelona y a la Sociedad de Medicina de Sevilla . A la muerte de Quer le sucedió por oposición Miguel Barnades, médico de Carlos III y botánico distinguido que había estudiado en Montpellier. Murió en 1771 y fue profesor de don José Celestino Mutis, cuya formación se hizo en este Jardín. Aquí comenzaron también las expediciones botánicas cuyos resultados serían recogidos en el nuevo Jardín del Prado, pues, efectivamente, pareciendo Migas Calientes poco importante "extramuros y distante de la Corte", por Real Orden de 25 de julio de 1774, comunicada al sumiller de Corps, duque de Losada, Carlos III decide el traslado del antiguo R. J. B. de Migas Calientes al Prado Viejo. Este nuevo Jardín se habría de costear con caudales sacados de las arcas del protomedicato, y con la venta del antiguo, que se efectúa, ya preparado el nuevo, en pública 43