Mateo 7,1-5 Jesús dijo a sus discípulos: no juzguéis y no os juzgarán; porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. No juzguéis, eso es lo que se debe hacer, eso es lo que hace bien No juzgar, y la recompensa es grande: no ser juzgado, ni condenado No juzgar y ganar una multitud de bendiciones, de amigos, de vida No juzgar y actuar en la misma forma que actúa Dios, amando. No juzgar y usar la medida del amor, y ser juzgado con esa medida Y usar la compasión con los demás al estilo como Dios lo hace conmigo Y gozar de dar perdón y la paz de poder ir por la vida haciendo el bien No juzgar y dejar que los otros usen la medida del amor conmigo. No juzgar y poder decir como Jesús: Padre, perdónalos, no saben… No juzgar y tener la mirada limpia para ver lo bello de la vida y del otro No juzgar y dejar al otro que me ayude a encontrar el camino justo No juzgar y descubrir que todo es más bello de lo que pensaba. No juzgar, porque Dios no me juzga, me ama y es misericordioso Y saber que todo puede ser mejor si tan solo uso la medida del amor.