Celsius 232.77 - carle

Celsius 232.77
Ana Lilia
Amezcua Ferrer
http://carle.itam.mx/moodle/Justicia/
Contexto
Discurso para pronunciarse en la apertura de la Feria del Libro de
Guadalajara del 2013, por cualquier escritor que defienda la libertad de
pensamiento. El público idóneo es aquel que se atreva a cuestionar lo
establecido como necesario y verdadero en la sociedad en la que vive.
Tiene que haber algo en los libros, algo que no podemos
imaginar para hacer que una mujer permanezca en una
casa que arde en llamas. Ahí tiene que haber algo. Uno no
se sacrifica por nada.
Ray Bradbury1
E
sas son las palabras del bombero Montag, cuando
conoce a una mujer que prefiere quedarse en su casa y
convertirse en la misma ceniza que sus libros a
abandonarlos al calor del olvido. Quise comenzar con esta
cita porque creo que ilustra a la perfección la importancia de
las ideas. En el planteamiento de la novela, poseer libros era
1
Argumento de autoridad.
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ilegal, por lo que el trabajo de los bomberos consistía en
quemarlos. En esta historia, era muy poca la gente que
estaba inconforme con dicha prohibición, ya que sus vidas
eran bastante cómodas y predecibles como para querer
perder ese estatus en pos de un montón de hojas de papel
que contenían los desvaríos de hombres desconocidos.2
Sin embargo, quienes elegían los libros veían la
importancia de poder pensar libremente. Comprendían que
la única existencia concebible ausente de ideas era la de las
plantas y las rocas y preferían morir como hombres de carne
y hueso, con corazón y con alma3 que vivir como piedras
talladas conforme al molde único hecho por algún artífice
externo y despreocupado que sólo fabricaba al mayoreo.
Entendían que es el pensamiento auténtico y regio lo que
convierte al hombre en un ser tan especial en el mundo, es
lo que nos define, lo que nos permite ver más allá de lo que
nuestros ojos pueden mostrarnos. Es a través del
pensamiento que somos conscientes de existir, de desear, de
amar, de soñar.
Todo lo que vemos y escuchamos son ideas hechas
realidad. Piensa por un momento cuál es la cosa más
asombrosa que se te ocurre, y ya sean las pirámides de Guiza,
La Quinta Sinfonía, el satélite, la imprenta o el trasplante de
corazón, todas estas magníficas obras empezaron como
simples sueños en la mente de alguna persona. La Teoría
Atómica, la de la Relatividad y la de la Evolución tampoco
estaban dadas en la Tierra como objetos, sino que fue
necesario que gente aguda y observadora decidiera que no le
bastaba ser un simple transeúnte en un escenario4 conocido
grosso modo, sino que quisiera aprender y aprehender5 la
realidad.
Quizás aunque todo esto nos suena conocido, también
nos parece ajeno a nuestra vida; intentemos pensar en ideas
más cercanas a nuestra cotidianeidad como nuestra casa,
nuestra ropa, el celular que tenemos en el bolsillo, la película
que vimos el fin de semana, ¡todas esas cosas son ideas! Lo
más maravilloso del pensamiento es que el único límite que
tiene es el que él mismo se impone. Una mente libre no
conoce fronteras y mientras exista un Shakespeare que nos
recuerde que estamos hechos de la misma sustancia que los
2
Argumento de ejemplificación con historias.
Énfasis.
4 Metáfora.
5 Paronomasia.
3
2
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sueños,6 mientras haya un Bécquer que ofrezca un mundo
por una mirada y un cielo por una sonrisa, mientras alguien
esté dispuesto a viajar por el universo entero en busca de una
flor,7 siempre habrá ideas nuevas que hagan cambiar al
mundo de curso.
Es claro que estas ideas no tendrían ni una décima
parte del valor que ahora les adjudicamos si hubiesen
permanecido en la mente de sus creadores, pues dar a
conocer un pensamiento es traerlo a la vida.8
Sabemos que aunque una mente puede trabajar sola,
dos piensan mejor que una y ¿quién tiene el derecho de
prohibirle a una persona saciar el deseo de cultivarse, de
mejorarse y de intentar mejorar a los demás a través del
pensamiento?, ¿quién puede jactarse de tener ideas tan
excelsas que no son mejorables en ningún aspecto?,
¿¡quién!? Nadie prudente y sesudo9 lo haría; no obstante, la
historia de la humanidad siempre ha tenido dos estelas que
corren paralelas: la de las ideas y la de la ignorancia. Algunas
veces las ideas son más poderosas y logran imponerse sobre
la ignorancia, pero en muchos casos es la ignorancia la que
triunfa sobre la razón. Testimonio de esto son los miles y
millones de personas que en algún momento han reclamado
el derecho de imponer sus opiniones como absolutas,
sancionando de las formas más absurdas a quien ha osado
contradecirlos; actuando siempre en nombre de algo
superior, llámese cultura, estado, patriotismo, buenas
costumbres o cualquier otro sustantivo que se utilice para
ocultar la palabra “miedo”, miedo a lo diferente, al cambio, a
estar equivocados, a no ser la máxima autoridad.
Tal vez la restricción a la libertad de pensamiento
suene como algo lejano y retrógrado pero todavía hoy, en el
civilizado mundo del siglo XXI, existen muchos Sócrates, y
muchas Hipatias de Alejandría10 que son castigados por
mantener determinadas creencias. Tomemos un par de casos
actuales entre los miles que existen como ejemplo.
Marcos Maiquel Lima Cruz, periodista cubano, se
encuentra en prisión cumpliendo una sentencia de tres años
acusado de “insultar los símbolos de su tierra natal”. ¿Qué
6
Aliteración.
Anáfora.
8 Personificación.
9 Sinécdoque.
10 Antonomasia.
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pudo haber hecho este hombre para ultrajar los símbolos de
su país?, ¿quemar una bandera?, ¿difamar a un funcionario
público?, ¿escribir un artículo en el cual criticara
injustamente al régimen? ¡No! Su delito fue hacer una fiesta
en la que se escucharon canciones que criticaban la falta de
libertad de expresión en Cuba y, como de costumbre, el
gobierno tomó la decisión más democrática y racional que
pudo para arreglar el problema.11
Yendo más lejos, Nurmuhemmet Yasin, reconocido
novelista chino, escribió un cuento llamado Palomo Silvestre
que trata de un ave que es atrapada y prefiere morir a vivir
en una jaula que le permitía ver el cielo que nunca podría
alcanzar.
Decir que su cuento hacía referencia al gobierno chino
es un asunto bastante subjetivo, sin embargo, las autoridades
optaron por considerarlo un ataque al Estado y decidieron
encarcelar al escritor. Su condena fue de diez años, no
obstante, Yasin no la cumplió más que por seis, ya que en el
2011 murió por falta de atención médica. No sabemos cuáles
fueron los cuidados que no le fueron procurados ni por qué
razón los requirió, pero, al menos, ya se ha dado a conocer la
noticia de su muerte… DOS AÑOS después.
Exigimos el derecho a pensar y con la misma
vehemencia exigimos el derecho a vivir sin miedo, sin tener
que hablar en voz baja, sin temer al encender un fósforo en la
oscuridad pues ¿para qué nos sirven un pensamiento vacío,
una libertad prisionera, una vida muerta?12
Por supuesto no pedimos una libertad total, ya que si
queremos mantener la paz en nuestra sociedad debemos
establecer ciertas pautas. Es importante saber dónde trazar
los límites de la libertad: no después de la línea del respeto,
pero tampoco antes de la línea de la dignidad. Una sociedad
debe proteger el derecho a elegir de las personas y ayudarlas
a ampliarlo, pues se puede hacer mucho más en conjunto
que en aislamiento.
El hecho de que es posible castigar a alguien por sus
ideas es bastante claro, pero que sea correcto hacerlo, sin
lugar a dudas genera polémica. Quienes opinan que sí se
apoyan principalmente en cuatro motivos.
11
12
Ironía.
Oxímoron.
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ANA LILIA AMEZCUA FERRER
El primero es la inmoralidad de las ideas. Esta es una
tesis difícil de sostener ya que la moral es algo que varía de
época a época, de nación a nación y con mayor razón de
persona a persona13 y no sería coherente afirmar que la
moral correcta es la del más fuerte si lo que estamos
intentando probar es que la censura no se debe al gusto de
una persona que se encuentra en posición de autoridad, sino
a la adecuación de un pensamiento a una institución más
elevada y sólida como lo es la moral. Es decir, si vamos a
apelar a una entidad trascendental como fuente de validez,
entonces no podemos usar nuestra subjetiva valoración de la
realidad como pauta de acción. Si queremos imponer nuestra
moral personal como la única válida, entonces tenemos que
reconocer que no estamos actuando en nombre de la verdad,
sino en nombre de nuestros propios intereses.
El segundo motivo es que hay ideas que son contrarias
a la tradición. Este es el argumento más interesante de todos.
La tradición se define como “las costumbres conservadas en
un pueblo por transmisión de padres a hijos”14 y hay que
respetarla ya que es un símbolo de la sociedad, una marca
que da orgullo, dignidad y sentido de pertenencia a sus
miembros. La tradición nos eleva sobre los animales que sólo
actúan por instinto, nos da razones no egoístas para operar;
en fin, fomenta la unidad entre personas a través de la
creación de una identidad comunitaria.
Yo no puedo negar todo esto, pero a pesar de que la
tradición es algo muy poderoso y enraizado en la historia de
la humanidad, esto no quiere decir que tenga un valor
intrínseco. La tradición vale porque es importante para
alguien. Somos nosotros quienes la creamos, quienes
podemos aceptarla, cambiarla o negarla. Nosotros somos
quienes decidimos si queremos convertirla en parte de
nuestras vidas o no.
El sentido común y la historia nos muestran que no
porque algo sea viejo es bueno, ni que porque sea aceptado
por varias personas es aceptable. Hay tradiciones
antiquísimas que pueden ilustrar este punto: el canibalismo,
la mutilación genital femenina, los sacrificios humanos y
tantas otras.15 Esto no significa que toda tradición sea mala,
sino que debemos aprender a discriminar los consejos que
recibimos basándonos en qué dicen, y no en de dónde
13
Gradación.
Definición.
15 Catáfora.
14
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provienen. Somos seres pensantes y, como tales, debemos
fundamentar nuestras acciones en la razón y no en la
imitación.
El tercer motivo es que hay ideas que amenazan la paz
social y éste va de la mano con el cuarto que dice que ciertos
pensamientos desafían la autoridad del gobierno. Este un
buen punto: ¿es justo sacrificar el bienestar de varias
personas por defender el derecho de expresión de una sola?
Stuart Mill saltaría de un puente antes de contestar
afirmativamente,16 pero antes de tomar decisiones tan
drásticas, analicemos la pregunta desde otro ángulo: ¿cómo
es posible que el solo hecho de que una persona diga lo que
opina termine con el bienestar de su comunidad? Yo puedo
afirmar las cosas más horribles del mundo y esto no va a
poner en riesgo la felicidad de mis conciudadanos, a lo
mucho suscitará su desaprobación moral hacia mí, pero sin
importar cuán espantosa sea mi idea, no es posible que eso
afecte la bienandanza de los otros. Si decido poner mi
pavorosa reflexión en marcha, es algo muy distinto a que
sólo la exprese, por lo que mientras manifestemos nuestros
pensamientos de forma pacífica, no podemos ser acusados
de ocasionar la vorágine de una comunidad.
Es manifiesto que las ideas pueden separar o unir a las
personas, pero eso no sucede porque les sean impuestas, sino
porque las entienden y comparten. Si coartamos la libertad
de alguien a decir lo que piensa, no sólo estamos violando el
derecho de uno a hablar, sino el derecho de los demás a
escuchar.
¿Y si esas ideas incitan a cuestionar al gobierno? Si es
un buen gobierno, pasará la prueba de calidad y no tendrá
ningún problema. Pero si la crítica es verdadera y acertada,
entonces sí que fomentará el descontento de la gente, mas
esto no será culpa de quien lo denuncie, sino de la autoridad
que no cumple con sus funciones adecuadamente.
Sea como fuere, estos cuatro argumentos tienen algo
de razón: así como las ideas pueden usarse para bien,
también pueden servir para mal.17 La guerra, los campos de
concentración, el terrorismo, el crimen organizado, la
tortura, todos ellos son ideas también; ideas terribles y
reprobables, pero ideas a fin de cuentas.
16
17
Hipérbole.
Antítesis.
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Una idea debe ser manejada con tanto cuidado como
un medicamento.18 Nadie en su sano juicio se tomaría una
pastilla que le dieran sin explicarle qué es, para qué sirve,
qué efectos tiene, de dónde viene ni cuándo caduca. Las
medicinas pueden ser muy útiles y benéficas, pero no sería
sabio aceptar cualquiera que nos ofrecieran. De igual
manera, una idea puede traer mucho provecho a nuestras
vidas, pero antes de consentir tomar una, debemos tener
ciertas reservas.19
Antes de concluir sólo les pido que intenten imaginar
dónde estaríamos si no se hubiera abolido la esclavitud, si la
igualdad ante la ley para hombres y mujeres no hubiera sido
declarada, si no hubiéramos terminado con la Inquisición;
¿qué pasaría si aún estuviera prohibido contradecir tal o cual
libro?, ¿si las teorías científicas fueran todavía consideradas
abyectas?; en fin, ¿cómo sería nuestra vida si determinadas
personas no hubieran tenido el valor de oponerse a su
realidad, de denunciar los errores de su tiempo y de
proponer soluciones para mejorar la calidad de vida de las
personas?20
Conozcamos y disfrutemos nuestro mundo, pero no
olvidemos que tenemos la posibilidad de hacerlo un lugar
más bello y justo. A lo largo de la historia hombres y mujeres
han dado todo de sí para demostrar que las cosas pueden
cambiar, que es la realidad la que debe amoldarse a nosotros
y no nosotros a ella; que hay cosas por las que vale la pena
luchar y que la libertad de pensamiento es una de ellas.
La sociedad siempre será perfectible y nunca perfecta,
pero no dejemos de navegar hacia la estrella polar, pues si
bien nunca podremos alcanzarla, nos ayudará a encontrar
tierra firme cuando nuestro bote haya perdido el rumbo en el
océano.21
Leído en el módulo I de la materia
Investigación y Redacción Jurídica.
ITAM, México D.F., Semestre Primavera
2013
18
Símil.
Argumento de analogía.
20 Interrogación retórica.
21 Alegoría.
19