crónica de una muerte anunciada. gabriel garcía márquez.

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CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA. GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ.
LA NOVELA HISPANOAMERICANA DEL SIGLO XX.
¿Por qué CRÓNICA?. Pertenece al género narrativo, a pesar de su título, que incita a un
género propio del periodismo (la crónica periodística o de sucesos). Es una novela estructurada en
cinco capítulos sin denominación, de duración desigual y sin estructuración interna de ningún tipo.
Lo que le acerca a la crónica periodística,- género híbrido de información y opinión que recrea los
hechos desde una óptica personal del corresponsal enviado al lugar de los hechos-es la presencia de
un narrador, que ha conocido a los personajes o los ha entrevistado en un momento posterior, hasta
que la figura de este narrador se llega a identificar con la del propio autor de la novela, es decir, con
Gabriel garcía Márquez, alias GABO, quien encausa su novela entorno a un hecho histórico
acaecido en el año 1951 en Manaure (Departamento de la Guajira, en Colombia).
Su obra narrativa es una de las más representativas de la nueva novela hispanoamericana del siglo
XX. Destacan sus relatos (Relato de un náufrago, en el que recrea literariamente catorce crónicas,
escritas para un periódico de Bogotá, sobre un náufrago), los Cuentos (recogidos en los siguientes
volúmenes: Los funerales de la Mamá Grande (1962), primeras versiones de episodios de la novela
La mala; La increíble y triste historia de la cándida Eréndina y de su abuela desalmada (1972),
siete cuentos con el mar como nexo y un predominio de lo fantástico; Ojos de perro azul (1974), en
el que figura Isabel viendo llover en Macondo, cuento con que recoge muchos aspectos de la
prehistoria narrativa del autor; Doce cuentos peregrinos (1992) y, sobre todo, las novelas que
reseñamos a continuación:
La hojarasca (1955). En ella ya se diseña Macondo como espacio narrativo arquetípico de su
novelística. El coronel no tiene quien le escriba (1961), sobre el tema de la soledad del hombre. La
mala hora (1961), en la que aparece el tema de la violencia en Colombia. Cien años de soledad ,
(1967), su gran éxito, lo hizo famoso en todo el mundo y representa el modelo del llamado
realismo mágico. El otoño del patriarca, (1975), que versa sobre la problemática del poder
dictatorial. Crónica de una muerte anunciada, (1981), cuyo estudio realizaremos aparte. El amor en
los tiempos del cólera, (1985), exaltación del amor secreto y desgraciado. El general en su
laberinto, (1989), sobre la decadencia y muerte de Simón Bolívar, el libertador.
Aspectos de Crónica de una muerte anunciada
1. Introducción.
Fue publicada al mismo tiempo por cuatro editoriales. Hubo bastante polémica debido a
la tipografía de las distintas ediciones. Se trataba de una letra excesivamente grande,
para presentar como novela lo que sólo era un cuento. García Márquez la considera su
mejor obra, después de El coronel. La denominación de “Crónica” la conecta con un
subgénero de la Historia de larga tradición y presente en la literatura de este siglo con
títulos como Crónica del alba (R.J.Sénder) o Crónicas de Sochantre (Álvaro
Cunqueiro). Otras características son:
- cierta semejanza con la estructura de las novelas policíacas (se comete un crimen, se
juzga y condena a los culpables, se mantiene el enigma de la culpabilidad de Santiago
Nasar...)
- determinado parecido con las técnicas del periodismo de investigación ya que se funde
el reportaje con la ficción.
- conexiones con aspectos de la tragedia clásica por la presencia constante del “fatum”.
- Algunos paralelismos con textos bíblicos, ya que la persecución y muerte de Santiago
Nasar recuerda la persecución y muerte de Jesucristo.
- A pesar de la poca presencia de lo fantástico, tiene relaciones con otras obras del autor
(en especial con Cien años de soledad).
2. La historia.
En un pueblo colombiano se casan Bayardo San Román y Ángela Vicario. Al retirarse a su
casa los recién casados, el marido se da cuenta de que su esposa no es virgen e, irritado, la
repudia y la devuelve a su familia. Ángela, al ser preguntada sobre el causante de su
deshonra, acusa a Santiago Nasar, un vecino, y los hermanos de la ofendida lo matan. Éstos,
tras una breve condena en la cárcel de Riohacha, reemprenden su vida. Ángela se va a un
lejano pueblo, Manaure, en el que surge con fuerza en ella una gran pasión por el marido
ofendido. Le escribe muchas cartas de amor y al cabo de algunos años Bayardo se reúne con
ella.
Gran parte de esta historia se basa en un hecho real, conocido, publicado el 22 de enero de
1951. Se casan en el pueblo de Sucre, Margarita Chica Sales y Miguel Reyes Palencia. El
esposo descubre, en la primera noche de bodas, que su esposa no es virgen y a la mañana
siguiente la devuelve a su familia. A las pocas horas, un hermano de la novia da muerte a
Cayetano Gentile, al parecer causante de la deshonra de Margarita).
Lo más sorprendente en el desarrollo de la acción es una serie de aspectos relacionados con
el crimen. Son los siguientes:
- la inusitada publicidad que de él hacen sus ejecutores, los hermanos Vicario.
- El que se deba a una venganza por una cuestión de honor relativo a la virginidad
prematrimonial de la mujer.
- El hecho de que casi nadie intente hacer nada por impedir el crimen.
Otras dimensiones de la novela, como el viaje del obispo, la escena de la autopsia del
cadáver de Santiago , las idas y venidas de éste antes de encontrarse con los asesinos, las
descripciones de los ambientes familiares de los personajes y el final feliz, después de tantos
años de expiación, de Ángela y Bayardo, son de poca relevancia narrativa.
3. Desarrollo de la estructura interna.
Se perciben cinco partes, de extensión parecida, que a base de avances, retrocesos,
recurrencias y superposiciones, originan un complejo montaje de la trama.
La primera parte es una presentación del conjunto de los elementos narrativos. Sabemos
cómo, cuándo y a quién matan; se nos informa de las circunstancias que coadyuvan al
crimen, de la boda sonada de Ángela, de que el marido la repudia por no ser virgen, de que
ella implica a Santiago Nasar y del viaje del obispo. El eje vertebrador es Santiago Nasar y
su entorno familiar.
En la segunda parte el eje es Bayardo. Se nos presenta a su familia, su relación con Ángela,
los preparativos de la boda, los festejos y la retirada de los esposos a su nueva casa y un
final climático con la devolución de la esposa a su familia.
La tercera parte se centra en las circunstancias previas al asesinato. Ahora el eje
estructurante son los hermanos Vicario, en su búsqueda y castigo del presunto ofensor. Hay
un gran despliegue de voces testimoniales y el narrador describe a los Vicario.
En la cuarta parte el eje es la autopsia que se practica al cadáver de Santiago. A ello sigue
la ceremonia del entierro y la intranquilidad del pueblo por la posibilidad de que la
comunidad árabe, a la que pertenecía Santiago, trame una venganza. Esta parte es proléptica
con respecto a la siguiente. Otros motivos de la misma son: la marcha de los asesinos al
penal, la desaparición de Bayardo, el viaje a la soledad de Manaure, de Ángela. Es la parte
en la que está más presente lo desmesurado, lo fantástico (ref. El desmigajarse de la cara del
viudo Xius, las doce mil cartas en 16 años de Ángela a Bayardo y el insomnio de once
meses de Pablo Vicario).
La quinta parte, analéptica, pues es cronológicamente anterior a la cuarta, presenta como
núcleo narrativo la persecución y muerte de Santiago Nasar. Nos llaman la atención los
siguientes aspectos:
- el cúmulo de circunstancias adversas en relación con Santiago, como el hecho de que su
madre cierre la puerta de la casa creyendo que su hijo ya está dentro.
- El que nadie, excepto Cristo Bedoya, trate de ayudar a Santiago.
- El detallismo con el que se describe el asesinato.
Finalmente, teniendo en cuenta que la novela comienza anunciando el asesinato de
Santiago y acaba con su descripción, podemos decir que tiene estructura circular.
4. Aspectos temáticos.
Los temas más importantes son los siguientes:
La violencia. Sobresale la que se refiere al código de honor que rige la moral del pueblo,
para el cual la única respuesta a la presunta relación sexual, previa al matrimonio, de Ángela
con Santiago, era la obligación, por parte de los hermanos de la ofendida, de matarlo. Hay
en esto evidentes resonancias del honor calderoniano. Hay otras manifestaciones de la
violencia como: las alusiones a las guerras civiles y a la guerrilla, constante presentación de
objetos y utensilios violentos, el machismo y muchas de las expresiones y características
psicológicas de los personajes. Es este un tema, la violencia en Colombia, muy recurrente en
las novelas de García Márquez.
El honor. El pueblo no se pone de acuerdo en el tema de la honra, el cual, visto a su manera,
solo puede desembocar en tragedia. Santiago Nasar tuvo la desgracia de vivir en un pueblo
de valores invertidos poco razonables. Por ejemplo, el pueblo no censura la prostitución, lo
vemos en la buena consideración a la prostituta María Angelina que “acabó con la
virginidad de una generación”; otra inversión de la moral es la del materialismo
ejemplificado en Bayardo San Román que derrocha su dinero en una boda casi inverosímil,
pero también es revelador el hecho de que el viudo se niegue a venderle su casa aunque
Bayardo le ofrezca cantidades desorbitadas; el abogado de los hermanos Vicario defiende el
código popular del honor y sobre él fundamenta la defensa. El pueblo lo ac epta también
puesto que este hecho los exculpa de no haber impedido el crimen pudiendo haberlo hecho.
Los hermanos Vicario matan a Santiago Nasar por el hecho de cumplir el férreo código de
honor de esa sociedad, aunque realmente ellos no querían hacerlo, de hecho se nos dice en la
obra que “hicieron más de lo imaginable para que alguien les impidiera matarlo”, por eso se
consideran inocentes ante Dios y ante los hombres, porque simplemente cumplieron el
código de la honra. El juez instructor del caso que no entiende cómo tal crimen ha sido
posible e incluso rechaza que sea justificado, escribe en tinta roja en la sentencia “dadme un
prejuicio y moveré el mundo”; ahí se halla la voz de Gabriel García Márquez quien critica
irónicamente este código de honor que a la postre fue el desencadenante de los
acontecimientos trágicos de la obra.
La religión. Primero con el viaje del obispo y las expectativas fetichistas y milagreras que
crea en el ánimo de las gentes. Pero también, en la onomástica de los personajes y en la
semejanza del sacrificio Santiago-Cristo.
La superstición. Muy presente en la mentalidad de la mayoría de los personajes que hacen
continuas referencias a lo onírico, lo transreal y el más allá.
El destino. El tema principal es el fatuum, “el destino”, y cómo sus fuerzas se confabulan
contra el hombre para imponer sus designios. Lo que ocurrió tenía que ocurrir. Es un destino
trágico que pesa sobre Santiago Nasar en forma de una extraña acumulación de errores,
casualidades y odios (el viaje del obispo hubiera podido detener a los criminales, la madre
de Santiago cierra la puerta de la casa antes de que entre su hijo, muchos vecinos creen que
las amenazas de los Vicario son broma...) que llevan a que se consume el asesinato.
El amor. Se trata de una pasión amorosa que crece, paradójicamente, con la separación de
los amantes, con lo cual, Bayardo y Ángela pasan de ser víctimas a tener un final feliz.
Humor. Marca una anticlimática distensión con la violencia y lo macabro del crimen. Un
humor en pequeñas dosis, pero que asoma por acá y por allá un humor que alcanza lo
grotesco y lo esperpéntico, a veces decididamente negro y en otros casos absurdo y
desaforado. Por ejemplo, Plácida Linero es afamada intérprete de sueños, pero hay que
contárselos en ayunas.
Por último, hay en esta novela una no disimulada celebración de dos placeres: el sexo y la
comida.
5. La caracterización de personajes .
No hay mucha profundización debido a que se acumulan bastantes en pocas páginas.
Sabemos como son por lo que hacen, lo que dicen, la onomástica, lo que dicen unos de otros
(esto origina un intenso multiperspectivismo . Así, por ejemplo, de Nasar, se dice: “fue el
hombre de mi vida” (Plácida Linero); “No ha vuelto a nacer otro hombre como éste”
(Divina Flor); “Era idéntico a su padre: una mierda” (Victoria); “Imagínate: bello, formal y
con fortuna propia a los veintiún años” (Margot) y, sobre todo, por lo que nos dice el
narrador.
Podemos agruparlos, según su importancia, por niveles.
Nivel primero.
Santiago Nasar. Acusado de la ofensa a Ángela Vicario, pertenece a la comunidad árabe y,
aunque guarda respeto a su novia, Flora Miguel, se le atribuyen mañas de mujeriego,
heredadas de su padre, que sufren Divina Flor y Victoria Guzmán. Tiene dos funciones: la
de ofensor, mantenida en toda la novela en la incertidumbre; y la de víctima , pues en él se
realiza la venganza de honor por parte de los Vicario.
Ángela Vicario. Hermosa, pobre, obligada a un matrimonio de conveniencia, tiene una gran
capacidad de cambio (personaje redondo, al revelarse en ella, súbitamente, la pasión por el
marido burlado con el que se había casado sin estar enamorada. Por otra parte, el paso de
pueblerina asombrada a “garza guerrera”, resulta un tanto inexplicable).
Bayardo San Román. Se nos describe en una línea de ascenso-ocaso-equilibrio, que se
corresponde, respectivamente, con: la prepotencia en su relación con Ángela por su fortuna
y por ser hijo de general, el declive, que le hace huir al verse burlado, y la estabilidad
anímica por su decisión de volver con Ángela.
Hermanos Vicario. Son los antagonistas .Aunque tienen diferenciación sicológica, se pueden
estudiar juntos. En el momento de los hechos tienen 24 años. En ellos recae el peso de la
ofensa y se ven obligados, por el código de honor, a matar al ofensor. Son asesinos a su
pesar. Y, pese a que se sienten prestigiados ante los demás por el crimen, sufren una quiebra
interior que se percibe en el insomnio que padecen.
Nivel segundo.
En él estarían encuadrados todos los testigos, cuya función es la de ser coadyuvantes de la
información que el narrador pretende ofrecer sobre los pormenores del crimen. El Padre
Carmen Amador , es el párroco de Manaure. Como tenía conocimientos de medicina, el
Coronel Aponte (alcalde) ordena realizar la autopsia del cadáver de Santiago Nasar, aunque
su certificación no tenga ningún valor forense.
Lázaro Aponte decomisa los cuchillos a los hermanos Vicario, pero demasiado pronto,
pues los gemelos tienen tiempo de reponer las armas y cumplir el destino de Santiago Nasar.
Acelera las pesquisas del asesinato.
Plácida Linero, esposa de Ibrahim Nasar y madre de Santiago Nasar, el protagonista, tiene la
facultad de interpretar los sueños siempre que se los cuenten estando en ayunas. No es capaz
de anticipar la muerte de su hijo y asiste horrorizada al asesinato a las mismas puertas de su
casa. En el onirismo (intérprete de sueños) de este personaje reside una nota de “realismo
mágico”, al igual que en las miles de cartas sin respuesta que Ángela Vicario escribe a
Bayardo San Román.
Nivel tercero. El personaje colectivo: el pueblo anónimo. Todos son sabedores de la
amenaza de muerte que se cierne sobre Santiago Nasar, proferida en alaridos por el pueblo
por los propios asesinos, los hermanos Vicario .Los personajes de origen árabe se muestran
solidarios y tolerantes, son los únicos que reaccionan humanamente ante los acontecimientos
trágicos. Los colombianos, en cambio, aparecen como mezquinos e insolidarios por su
pasividad y autoexculpación ante el anuncio y la posterior ejecución del asesinato.
La temporalización.
En relación con el tiempo de la historia, hay varios indicadores indirectos (alusiones a las
guerras civiles, a la guerrilla...) que sitúan la época de los hechos que se narran en torno a
1950. En cuanto a la duración, la parte del relato que se refiere al crimen está contada con la
técnica del tiempo reducido .Dura desde la mañana de un domingo -en que se celebra la
boda- hasta el amanecer del lunes en el que los Vicario matan a Santiago- Llama
poderosamente la atención la fijación tan minuciosa -cronológicamente hablando- de gran
parte de los sucesos (Santiago se levanta a las 5´30, sale de casa alas 6´05, lo matan a las
7´05...)
No obstante, si consideramos las expansiones, posteriores al crimen, que tiene la historia, la
duración es muchísimo mayor: la autopsia es el lunes por la tarde, el sumario judicial se
comienza doce días más tarde, el juicio a los Vicario se celebra tres años después; el
narrador encuentra a Ángela en Manaure, pasados veintitrés años y, pasados veintisiete, a la
madre de Nasar. Así que, si tenemos en cuenta todo lo que se nos refiere, la acción dura unos
veintisiete años.
La dirección del tiempo del discurso no se corresponde con la del tiempo de la historia, por
lo que la acción no es lineal. Esto se debe a las constantes anacronías de las que las más
frecuentes son: las prolepsis y analepsis (aparecen muy amenudo e, incluso, ocupan grandes
unidades narrativas, las partes, como ocurre en la cuarta con respecto a la quinta) y la
simultaneidad que surge cuando el narrador hace coincidir las voces de diferentes testigos en
un mismo momento temporal.
La cantidad del tiempo del discurso es mucho menor que la del tiempo de la historia. Esto
se debe a que el narrador utiliza continuamente los resúmenes y las síncopas temporales
(días entre la autopsia y el sumario). Debido a esto, el tempo narrativo es lento.
6. El espacio
Aunque una parte de la novela se localiza en Manaure y Riohacha, todo lo referente a la
historia principal sucede en un espacio que no se cita,probablemente Sucre, de él se ofrecen
varios subespacios, interiores ( la casa de Santiago, la quinta del viudo de Xius...) y
exteriores (la plaza , el río...) La función primordial de estos es la de localizar los distintos
puntos en los que se desarrolla la acción.
7. Los modos de composición.
El diálogo suele ser breve, fragmentario, de base coloquial, casi siempre en estilo directo y
con pequeñas acotaciones del narrador. Sus funciones son la caracterizadora (de personajes)
y la informativa (aspectos de la historia que se cuenta y de la realidad de Colombia).
La descripción es bastante frecuente. Si se trata de personajes, casi siempre son topografías
(Ej.: “llevaba un traje de lienzo de color trigo, botines de cordobán con los cordones
cruzados, y unos espejuelos de oro prendidos con pinzas en la cruz de la nariz y sostenidos
con una leontina en el ojal del chaleco. Llevaba la medalla del valor en la solapa y un bastón
con el escudo nacional esculpido en el pomo”, con la que presenta a Bayardo San Román).
Su función es la caracterizadora.
Hay también frecuentes descripciones de ambientes familiares, de espacios -que suelen ser
sucintas-, y de paisajes. En estos casos la función puede ser caracterizadora e informativa.
Véase un ejemplo de descripción paisajística: “la luna estaba en el centro del cielo, y el aire
era diáfano, y en el fondo del precipicio se veía el reguero de luz de los fuegos fatuos del
cementerio. Del otro lado se divisaban los sembrados de plátanos azules bajo la luna, las
ciénagas tristes y la línea fosforescente del Caribe en el horizonte”.
8. El narrador y el punto de vista.
Se trata de uno de los aspectos más complejos de la técnica narrativa de esta novela. El
narrador es externo y, al mismo tiempo, testigo y personaje secundario, pues participa en algunos de
los acontecimientos de la obra. Pero como narrador externo deja paso, con frecuencia a otras voces,
que nos dan información también para la reconstrucción de los hechos. Se trata de los que
presenciaron la tragedia: los testigos.
Por otra parte, este narrador se sitúa en diferentes niveles de temporalidad , y, unas veces está
dentro de la historia que cuenta, y otras está fuera (narrador diegético y extradiegético,
respectivamente).
Cuando está fuera , si es pasado lejano, evoca, y si es próximo o inmediato, le sigue la pista a
través de los testigos y documentos que le proporcionan informaciones que dan a la crónica una
impresión de verosimilitud (excepto en lo fantástico), pero que no logran despejar la incógnita más
importante: la culpabilidad o no de santiago Nasar en la pérdida de la virginidad de Ángela Vicario
(algún crítico sostiene que el causante de la misma es el propio narrador). En resumen, el narrador
utiliza para la reconstrucción de los hechos las siguientes fuentes de información:
– La correspondencia de su madre.
– Documentos como el informe jurídico de la autopsia.
– Sus recuerdos, por la condición de personaje secundario.
– Las manifestaciones de los testigos, las cuales están presentes en el discurso narrativo de
varias formas: con frases en estilo directo, producto de la conversación del narrador con el
testigo; citas textuales de fragmentos de documentos, como el sumario; a través del diálogo,
con mínimas acotaciones del narrador.
En cuanto a la MODALIZACIÓN, si el narrador se sitúa en un nivel extradiegético (cuando
utiliza lo que sabe o recuerda), se distancia a través de la 3ª persona y adopta un enfoque
omnisciente (omnisciencia neutral), sobre todo en la narración y en la descripción. Únicamente
consigue ser objetivo en mínimas partes narrativas y descriptivas (especie de acotaciones) y cuando
hace uso del modo dramático.
Cuando el narrador se presenta en un nivel intradiegético, formaliza su presencia a través de “un
yo plural” que lo hace partícipe y testigo a la vez: “Santiago Nasar y yo, con mi hermano Luis
Enrique y Cristo Bedoya, nos fuimos para la casa de...”
En algunos casos también hace uso de la forma autobiográfica a través de la narración subjetiva,
expresada en 1ª persona: “En el curso de las indagaciones para esta crónica recobré numerosas
vivencias marginales...” Se trata de un narrador testigo y personaje secundario. En ocasiones ese
“yo plural” aparece combinado con la distanciación de la tercera persona narrativa: “Bayardo San
Román se había hecho muy amigo nuestro...”
El hecho de que esta novela haya sido considerada modelo de relato behaviorista( objetivo) se
debe al hecho de ser una crónica, en la que tiene poca presencia lo fantástico y en la que el narrador
se repliega para dar paso a otras voces. Este enfoque polivisional (continuo entrecruzamiento de
pun tos de vista del narrador -ya como personaje secundario, ya como informador cronista-, de los
testigos, de los protagonistas y de las fuentes escritas (por vía de informes o por vía epistolar) hacen
de la “crónica” un modelo de relato perspectivístico. Esta circunstancia implica un modelo de lector
activo que sea capaz de relacionar todo lo que se ha ido presentando a lo largo de la novela. Pero
tras una operación de síntesis quedará todavía la duda de quién fue el que deshonró a Ángela
Vicario.
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