El registro cinematográfico

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El registro cinematográfico
desde la cámara oscura hasta la cámara de cine
Naturaleza de la luz
Lo que denominamos luz es una porción del espectro electromagnético. Las radiaciones
electromagnéticas (denominadas así por formarse a raíz de campos eléctricos y
magnéticos combinados) son ondas, y por ende tienen frecuencia y largos de onda. Los
largos de onda caracterizan la onda y en el caso de las electromagnéticas, pasamos de
los largos más cortos con los rayos gamma hasta las ondas de radio en los largos de
onda más largos, pasando por los rayos x, ultravioletas, el espectro visible, los
infrarrojos y las microondas. El espectro visible es una parte muy pequeña del total del
espectro, con largos de onda entre los 400 nm (para los colores más fríos) y los 700 nm1
(para los más cálidos) aproximadamente2.
ondas de radio
microondas
infrarrojo
ultravioleta
rayos x
rayos gamma
visible
106
1
(largos de onda en m)
10-2
690 nm
10-8
10-10
10-14
430 nm
Las radiaciones tienen entonces un largo de onda (que en el espectro visible nos
caracteriza el color de la luz), una dirección y una amplitud, que nosotros podemos
interpretar como intensidad de la luz. Resumidamente, esta concepción ondulatoria de la
luz, se agrega a la teoría corpuscular, que utilizamos para interpretar como los fotones
que impactan contra la fotocelda de nuestro fotómetro generan una tensión eléctrica que
nos sirve para medir la intensidad de la luz, por ejemplo. El tercer modo de interpretar la
luz es al que nos referiremos de aquí en adelante: la óptica geométrica. Se trata de una
aproximación en la que damos por sentado que existe un frente de onda desplazándose
uniformemente en línea recta, y tomamos la dirección del desplazamiento de dicho
frente como rayo luminoso (principio de Huygens). Desde este punto de vista, para cada
punto de un objeto luminoso, tenemos una infinidad de rayos que parten de él en línea
recta y en todas direcciones. Esta aproximación es de duma utilidad para interpretar la
formación de imagen en el proceso del registro fotográfico, y por ende también
cinematográfico.
1
1 nm=0,001µm=0,000001 mm
Los límites del espectro visible son aproximados ya que dependen de la sensibilidad del ojo humano,
por lo cual se trata de un promedio entre distintos observadores que pueden diferir mínimamente en su
percepción. Además, la sensibilidad en los extremos del visible se reduce asintóticamente, con lo cual es
difícil establecer un límite preciso. Se tomaron 430 y 690 nm como límites por ser los largos de onda en
los que la sensibilidad del ojo humano se reduce al 1%, aunque se sigue percibiendo la luz como tal en
largos de onda por fuera de ese rango si es lo suficientemente intensa.
2
La cámara estinopéica
La cámara estinopéica, o cámara oscura representa el modo más simple de formación de
imagen fotográfica.
Consiste sencillamente en una caja cerrada, con un orificio en uno de sus lados y una
superficie fotosensible en la cara interior del lado opuesto. En principio, para una
representación práctica, podemos pensar en una cámara oscura con la forma de un cubo
con un orificio en el centro de una de sus caras. En la realidad una cámara oscura puede
tener cualquier forma siempre y cuando podamos situar el material sensible en una cara
plana opuesta a un orificio (la exposición sobre una superficie tridimensional puede dar
efectos interesantes aunque en principio se aleja de la representación tradicional). El
interior de nuestra cámara será negro para evitar cualquier clase de reflexión interna de
la luz, y deberá estar totalmente sellado.
En funcionamiento, la cámara oscura brinda una imagen invertida del sujeto hacia el
cual se está encuadrando. El tamaño de la imagen depende de la distancia entre la cara
sensible y la cara por la cual pasan los rayos de luz. El ángulo formado por los extremos
del material sensible y el orificio, es exactamente el mismo que representa que porción
del espacio estamos captando con nuestra cámara, es decir qué campo visual tenemos.
La formación de imagen se debe a que en teoría, el orificio por el cual pasa la luz, no
tiene dimensiones, aislando un único rayo proveniente de cada punto del sujeto
fotografiado. Dado que aceptamos que la luz traza líneas rectas, existe un rayo luminoso
único que una un punto del sujeto con un punto en el interior de la cámara sobre la
superficie sensible. Dado que esto es válido para cada punto del sujeto, y que cada rayo
proveniente de cada punto presenta diferentes intensidades y colores, la imagen
obtenida, va a tener entonces, la misma forma, color y proporción de luminosidad que el
sujeto.
En realidad, el orificio por el cual pasa la luz tiene un diámetro real, de hecho, puede ser
modificable si trabajamos con un diafragma regulable. Cuanto más abierto esté el
diafragma, mayor será la cantidad de luz que exponga el material, pero menor será la
definición de la imagen dado que estamos rompiendo con el principio básico de la
cámara: aislar rayos “únicos”
por cada punto, con lo cual, a
mayor apertura del diafragma,
mayor cantidad de rayos
pasan por él, con lo cual
aumentamos el diámetro del
cono que se forma entre un
punto del sujeto y el material
sensible, generando una imagen formada por
discos superpuestos (las bases de cada cono) en
lugar de puntos. Cuanto más cerrado esté
nuestro diafragma, más definida resultará la
imagen, pero menor será la luz que la forme3.
Para que nuestra cámara estinopéica sea operativa, tenemos que incorporar un obturador
que permita controlar el paso de luz, sólo mientras lo necesitemos.
El principal problema que presentan este tipo de cámaras (más allá de su poca
versatilidad), es que los tiempos de exposición son muy largos, ya que por su propio
principio de funcionamiento, es necesario limitar drásticamente la luz que forma la
imagen.
Comportamiento de la luz en medios ópticos diferentes. Las lentes.
Todos hemos notado que al sumergir parte de un lápiz en el agua, a nuestros ojos, el
lápiz parece quebrarse en dos en la línea de la superficie del agua. Esto se debe a que la
luz se desplaza a velocidades levemente diferentes en el vacío y en otros medios como
el aire, el agua, el cristal, etc. Se dice que los medios ópticos son diferentes y se
caracterizan por su índice de refracción
con respecto al del vacío (el índice de
refracción parte de la relación entre la
velocidad de la luz en dos medios
diferentes, por ende siempre se lo toma
con relación a algún medio,
normalmente el vacío4).
3
de todos modos, el diafragma se puede cerrar sólo hasta un cierto límite, dado que si el diámetro de la
apertura es demasiado pequeño, comienza a intervenir el fenómeno de difracción reduciendo a su vez la
calidad de la imagen de un modo equivalente a lo que se produce abriendo el diafragma.
4
a fines prácticos, los índices de refracción del aire y del vacío pueden asimilarse.
De acuerdo a los distintos
índices de refracción entre
dos medios ópticos, la luz
varía de dirección al atravesar
la dioptra (frontera entre
ambos medios). Como esto
tiene relación con el ángulo
de incidencia de la luz sobre
la dioptra, una superficie no
plana
generará
un
comportamiento no paralelo
en rayos paralelos.
Gracias a esto, existen las lentes. Las lentes están conformados en la mayoría de los
casos por superficies esféricas que permiten converger todos los rayos provenientes de
un mismo punto de un objeto, en un mismo punto de su imagen.
En muchas apreciaciones de óptica geométrica asumimos que las lentes son lentes
planas y delgadas. Planas porque, pese a contar con superficies esféricas, generalmente
se trata de esferas de gran diámetro en comparación con el diámetro de la superficie útil
del lente, por lo cual podemos aproximar la forma de la esfera a la de un plano.
Delgadas porque, pese a que el cristal tiene espesor, ese espesor es lo suficientemente
pequeño comparado a la distancia focal del lente, con lo cual podemos decir que ese
espesor es prácticamente nulo.
Las lentes reales utilizados en las cámaras (ya sean de foto, cine o video), están
compuestos por varios elementos internos para lograr una mejor calidad de imagen con
el mayor aprovechamiento posible de la luz y teniendo en cuenta costos, tamaño y peso
según los casos. Sin embargo, se obtendría una imagen equivalente (en cuanto a tamaño
y forma) con lentes de un solo elemento. De hecho, para prácticamente todas las
consideraciones que afectan a la utilización de las lentes en fotografía, cine y video (ya
sea cálculo de aumento lateral, tamaños de imagen, gráficos, angulaciones, etc.), no
tomamos en cuenta su tamaño real. Las interpretamos como lentes planas y delgadas de
un solo elemento.
La distancia focal
Dado que los lentes hacen converger los rayos provenientes de un punto real hacia un
mismo punto de su imagen, la imagen no está formada por rayos únicos punto por
punto, sino por un sumatoria de rayos que convergen en un mismo punto formando un
cono. Es indispensable entonces, para que la imagen de ese punto sea definida, que la
superficie sobre la cual se forma (ya sea la pantalla de un proyector, o la película en una
cámara), se encuentre en el plano sobre el que se forma la imagen. Dicho plano,
depende de la distancia entre el objeto y la lente. A raíz de esto es que acostumbramos
ver, en una imagen fotográfica, ciertos elementos “en foco” y otros “fuera de foco”. Lo
que ocurre es que la imagen de un elemento que no está en foco, se está formando por
detrás o por delante de la película con lo cual, la película corta el cono formado por los
rayos dirigidos hacia dicha imagen, generando un disco en lugar de un punto.5
Las lentes se caracterizan principalmente por su distancia focal. No debe confundirse
con la distancia para la cual estamos enfocando. Es fija e invariable para cada lente y
depende de su construcción. La distancia focal es la distancia entre el centro óptico de la
lente y la imagen de un objeto situado en el infinito. La distancia focal tiene estricta
relación con el ángulo que determina el campo visual de la lente y por ende, del tamaño
de imagen. La distancia focal es la que provee a todo encuadre de su aspecto básico: la
sensación de profundidad, la separación de los distintos planos del sujeto, la perspectiva
(también la profundidad de campo, pero esto depende también del diafragma y la
distancia entre los objetos y la cámara).
La existencia de las lentes soluciona el problema fundamental de la cámara estinopéica,
que es la falta de rapidez del sistema, pero además, resulta mucho más versátil dado que
se pueden intercambiar permitiendo distintas posibilidades ópticas con la misma
cámara.
Controles de la exposición
Mientras trabajamos con una cámara oscura, nuestro obturador, pese a ser
indispensable, no es un elemento de gran complejidad. Puesto que los tiempos de
exposición usuales son muy largos, el movimiento del obturador no requiere de gran
precisión (sobre minutos de exposición, errores del orden del segundo son
despreciables). Por el contrario, al utilizar lentes, los tiempos de exposición se acortan
drásticamente, y necesitamos una gran precisión (de hasta 1/8000 s como proveen
algunas cámaras).
5
Esto no ocurre con la cámara oscura que tiene profundidad de campo infinita: el total de los puntos que
forman la imagen se encuentran en foco, independientemente de las distancias a las que están situados los
objetos de donde provienen los rayos que forman dicha imagen.
El obturador nos provee de un medio para controlar el flujo de luz que llega sobre la
película, disminuyendo o aumentando el tiempo de exposición a la luz del material
sensible.
El otro medio del que disponemos es el
diafragma6. El diafragma es un “disco”7
de
diámetro
variable
situado
teóricamente sobre el plano en el que se
encuentra el centro óptico de la lente. Al
variar el diámetro de apertura, se reduce
la superficie utilizada de la lente, y por
ende el caudal de luz que recibe la
película.
Modos de visualización, el cristal esmerilado
Hasta este punto, la cámara funciona perfectamente pero como usuarios todavía no
sabemos qué es lo que estamos encuadrando.
En las cámaras de visor directo, disponemos de dos lentes, colocados lo más cerca
posible el uno del otro de modo tal que la imagen que forma uno sea la más cercana
posible a la del otro. Uno de los lentes es el que usamos para tomar la fotografía
propiamente dicha, mientras que el otro es el que utilizamos para visualizar y encuadrar.
Este sistema tiene como problema fundamental que lo que ven ambas lentes es distinto.
Algunas cámaras tienen la capacidad de desplazar la imagen a medida que se hace foco
sobre el sujeto, de modo tal que aproximan el encuadre de ambas ópticas de acuerdo a la
distancia a la que está situado el sujeto. Si bien mejora la situación, podemos decir que
este método nos asegura ver el mismo encuadre que se fotografía a una distancia, sin
tener en cuenta todo lo que se encuentra en profundidad.
En algunas cámaras (de gran formato principalmente), tenemos la opción de ver la
imagen formada exactamente en el mismo lugar donde se coloca la película. La imagen
se proyecta sobre esa superficie, del mismo modo que la proyección de una sala de cine;
en nuestro caso, la diferencia radica en que el espectador no se encuentra del mismo
lado de la pantalla que el proyector (ya que en una cámara, eso significaría estar dentro
de la misma), sino del lado opuesto. Entonces es necesario ver la imagen por
transmisión desde fuera de la cámara. Imaginemos que queremos proyectar una
diapositiva hacia una ventana de vidrio transparente y limpio, obviamente no veremos
nada, pero sobre el vidrio colocamos un papel calco por ejemplo, veremos claramente la
6
Además también podemos controlar la exposición mediante el uso de filtros de densidad neutra, cuya
función es reducir la intensidad de la luz que los atraviesa sin modificarla en ningún otro aspecto.
7
Lo ideal sería que se tratara de discos, en realidad, por necesidades de su construcción, habitualmente
los diafragmas son polígonos, cuantos más lados tengan, obviamente más cercanos a un círculo están,
aunque los hay de sólo tres lados
imagen proyectada desde ambos lados de la ventana. Del mismo modo, en las cámaras
de esta clase, tenemos un cristal esmerilado (es decir con una superficie que transmite la
luz de modo difuso). Cada partícula del cristal, al ser impactada por un rayo de luz, se
ilumina con el color y la intensidad del rayo, con lo cual, para todas las partículas del
cristal, formamos la misma imagen que formaríamos sobre la película. Este sistema,
tiene como desventajas que requiere colocar el material fotosensible después de haber
encuadrado, y por otro lado, la imagen se verá invertida.
Finalmente, se creó el sistema reflex,
que incorpora un espejo entre la lente y
la película de modo tal que mientras no
estamos exponiendo, el espejo refleja la
imagen que se formaría sobre la película
hacia un cristal esmerilado o dépolie,
situado a la misma distancia del espejo
reflex que la película. Sobre este cristal,
la imagen formada es la misma que la
que se formaría sobre la película de estar
el obturador abierto y el espejo
levantado, con la diferencia de que se
encuentra invertida, a raíz de la
reflexión. De acuerdo a los distintos
diseños y formatos de cámaras, la
imagen que se forma sobre el dépolie es eventualmente luego ampliada, redirigida y/o
enderezada, por distintos sistemas ópticos hasta llegar al ojo del operador. La imagen
que vemos entonces a través del ocular de una cámara reflex es la proyección sobre el
dépolie, de la imagen que registraría la película. Cualquier modificación que hagamos
sobre esta imagen, como cambiar la dioptría del view-finder por ejemplo, no tiene
ningún efecto sobre la fotografía en sí.
La cámara de cine
La formación de imagen en la cámara de cine es equivalente a la que se produce en la
cámara fotográfica. De hecho, se trata del mismo fenómeno repetido a una cierta
frecuencia. La imagen cinematográfica es una sucesión de fotogramas que no son sino
fotografías. Cada fotograma cumple un ciclo que consta del transporte de la película
hasta el posicionamiento sobre la ventanilla con su correspondiente fijado, la exposición
y el transporte fuera de la ventanilla con la consiguiente entrada de un nuevo fotograma.
La frecuencia a la que se repite este ciclo, es decir, la velocidad de cámara, es lo que
determina el modo según el cual se verá la imagen proyectada. Puesto que la película se
proyecta siempre a la misma velocidad de 24 fps (frames per second o cuadros por
segundo), una escena filmada a otra velocidad de cámara se ralentará o acelerará en
proyección. Como caso general tenemos que una escena filmada a x fps, y proyectada a
24 fps, estará ralentada si x>24, y viceversa8. En suma, la cámara lenta en realidad
representa una velocidad de cámara rápida y viceversa.
La cámara cinematográfica requiere entonces, de un sistema de transporte sincronizado
con el obturador, de modo tal que cada fotograma esté fijo durante su tiempo de
8
Por ejemplo, si filmamos a 48 fps, en un segundo de filmación habremos expuesto 48 fotogramas, que
en proyección duran 2 segundos.
exposición. En principio el tiempo de exposición está relacionado con la cadencia de
filmación.
Los obturadores de las cámaras de cine son rotativos, inscriptos en un arco de disco, de
modo tal que al girar el obturador, su parte opaca tapa la película, y el resto del tiempo
la película se expone. Habitualmente los obturadores son semidiscos, de modo tal que la
mitad del ciclo la película está expuesta y la otra mitad el obturador está cerrado para su
transporte. En algunas cámaras, es posible modificar la porción del disco que está
cubierta para controlar el tiempo de exposición, lo que de otro modo es imposible a
menos que modifiquemos la velocidad de cámara y así cambiemos radicalmente el
modo en que se verá la escena.
Dado que los obturadores están inscriptos en un disco, modificando el ángulo que marca
la porción del disco que se encuentra cerrada, estamos posibilitando disminuir el tiempo
de exposición de cada fotograma. Por
ejemplo, dado que un disco cubre
360º, el obturador normal tiene una
apertura de 180º 9, entonces, un
obturador de 90º nos provee de la
mitad del tiempo de exposición, uno
de 45º de la cuarta parte, etc. No es
posible abrir el obturador más allá del
semidisco dado que ese tiempo es
requerido para que la película se
desplace10.
Cambiar el ángulo del obturador nos permite fijar más o menos cada fotograma. Si
estamos filmando un movimiento rápido tal que 1/48 s de exposición brinda una imagen
movida, podemos reducir el tiempo de exposición para fijar dicha imagen. El ojo está
acostumbrado a leer ciertas imágenes pese a que cada fotograma por sí solo se encuentra
movido (al menos en parte). Definir más o menos una imagen de algo en movimiento es
principalmente una decisión estética11.
En las cámaras cinematográficas reflex, el espejo reflex está situado exactamente sobre
el obturador, y, obviamente, gira con él, por lo cual, al igual que en las cámaras
fotográficas reflex, durante la exposición, no hay imagen en el ocular. Pese a ser
exactamente el mismo encuadre por tratarse de un sistema reflex, lo que vemos por el
ocular, es lo que no estamos filmando.
9
en la mayoría de las cámaras, aunque hay algunas, como la Arri II, que tienen un obturador en otro
ángulo (algunos modelos a 120º, la mayoría a 160º).
10
Existen sí algunas cámaras que tienen un obturador de 200º.
11
Por ejemplo, si filmamos una ducha, podemos verla de un modo más realista, o más cercano a como la
vemos en la vida cotidiana si mantenemos un tiempo de exposición normal. Sin embargo, cerrar el
obturador nos permite marcar las gotas individualmente de un modo que no acostumbramos ver en la
realidad.
La mayoría de los sujetos son lo suficientemente estables para que no notemos ninguna
diferencia entre lo que vemos y lo que se imprime en el negativo 1/48 s después. Sin
embargo, algunos fenómenos son lo suficientemente rápidos para que esto haga una
diferencia. Por ejemplo, el disparo de un flash; la duración del estallido es de 1/1000 s,
con lo cual, a menos que podamos sincronizar de algún modo el flash con la cámara, el
flash puede encontrarse en el período durante el cual el obturador está cerrado. En este
caso la película no registrará el flash, pero sí lo verá el camarógrafo.
Del mismo modo, fenómenos periódicos sostenidos como las luces de descarga (tubos
fluorescentes, HMI, etc), pueden generar un problema que tiene el mismo origen. Si la
frecuencia de filmación no es proporcional a la frecuencia de lo que se está filmando
(los tubos por ejemplo), ocurrirá una desincronización de modo tal que algunos
fotogramas se expondrán con más encendidas de los tubos que otros generando una
diferencia en la exposición de alguna área de la imagen que llamamos “fliqueo”12. Para
empezar, es indispensable que el motor de la cámara cuente con un control cristal. Los
cristales de cuarzo conectados a un circuito electrónico, mantienen un ciclo que no varía
su período por años, con lo cual proveen un excelente métodos de control de sistemas
periódicos, como los motores de las cámaras de cine. Si la cámara no dispone de un
motor cristal, será muy probable que falle el sincronismo con algún otro sistema
periódico (sencillamente, una pequeña baja en la carga de la batería, o el mayor peso de
la película en el rollo expuesto pueden generar una pequeña baja en la velocidad de
cámara). Es entonces indispensable en este tipo de situaciones, contar con un motor
cristal. Por otro lado, existe el problema de diferentes frecuencias entre la cámara y el
sujeto filmado.
La frecuencia de la cámara está sincronizada con la frecuencia de la luz. Se exponen dos
encendidas por fotograma, una de tensión positiva y otra negativa (otras dos ocurren con el
obturador cerrado).
12
En realidad, la palabra correcta sería parpadeo, “fliqueo" viene del inglés fliquering
Con una velocidad de cámara superior, se desincronizan ambos dispositivos y, en este caso, el
primer fotograma registra dos encendidas, mientras que el segundo sólo una.
La solución a este problema consiste en resincronizar la cámara con el parpadeo natural
de las luces: lo logramos ajustando la velocidad de cámara proporcionalmente a la
frecuencia de las luces, o, si disponemos de la posibilidad, ajustando el ángulo del
obturador de modo tal que el tiempo de exposición sea proporcional al parpadeo de las
luces, logrando una solución equivalente. Es muy habitual utilizar una velocidad de
cámara de 24 fps, con un ángulo de obturación de 172,8º; es el ángulo necesario para
filmar a 24 cuadros por segundo utilizando luces de descarga conectadas a una red de 50
hz como utilizamos en Argentina13. De hecho, 1/24x172,8/360=0.02 lo que es igual a
1/50 s, es decir un tiempo de exposición proporcional a 50 hz.
Al cerrar el ángulo del obturador con la misma velocidad de cámara, reducimos el tiempo de
exposición, de modo tal que volvemos a mantener un ciclo parejo con la luz (en este ejemplo
las bandas celestes representan el tiempo extra que mantenemos el obturador cerrado al
cambiar el ángulo).14
13
Por el mismo motivo, las cámaras con obturador variable también cuentan habitualmente con una
marca de 144º, que es el ángulo necesario para filmar en una red de 60 hz como en Estados Unidos por
ejemplo.
14
Ninguno de los dos casos en que la velocidad de cámara no es proporcional a la de la luz, son
representativos de un ejemplo real. Normalmente, el fliqueo suele notarse en varios fotogramas, así como
la resincronización mediante el obturador es constatable en una escala de tiempo mayor.
Técnicamente, el transporte de la película en la cámara se realiza por medio de las
perforaciones del material. La pieza que desplaza la película se llama grifa y, según las
cámaras puede variar en diseño y cantidad. La mayoría de las cámaras cuentan además
con una, o varias, contragrifas, que fijan la película sobre la ventanilla durante la
exposición, mientras las grifas se desplazan retiradas de las perforaciones, a enganchar
nuevamente y arrastrar la película para colocarla en posición de exponer un nuevo
fotograma.
La película dentro del
cuerpo de cámara se
desplaza a una velocidad no
uniforme. A cada fotograma
se detiene y vuelve a
arrancar hasta el fotograma
siguiente. Por el contrario,
en el chasis, la película se
mueve de modo uniforme,
con lo cual, cíclicamente, la
película se junta y se estira
antes y después de la
ventanilla
según
el
fotograma está siendo fijado
o desplazado. El bucle de
película al cargar la cámara
es fundamental, dado que si no tiene las proporciones correctas, el material podría
tensarse demasiado y tironear sobre la película al fijarse restándole fijeza, o
amontonarse y rallar contra alguna pared interior del cuerpo de cámara15. En la mayoría
de las cámaras, el bucle se hace en el chasis de modo tal que tras ser cargado, es
invariable. En algunos modelos (como la Arri 16 st, o Arri 535), el bucle se cierra
dentro del cuerpo de cámara, resultando la carga del chasis menos comprometida, con
un bucle que se puede modificar a voluntad.
La oferta de cámaras cinematográficas es muy variada. No sólo por las firmas que las
fabrican, sino también por las posibilidades que proveen cada una. Para empezar,
tenemos los diferentes formatos de película: 16 mm, 35 mm, 65 mm y el super 8 que se
continúa utilizando, con renovados materiales y laboratorios. Además tenemos cámaras
insonoras, de alta velocidad, cámaras con intervalómetros, con o sin video-assist, con
time-code, distintas monturas que aceptan distintos lentes, distintos tamaños y pesos
para utilizar como cámara de estudio, en mano o en steadycam, con la posibilidad de
incorporar ciertos controles digitales, etc. Las necesidades específicas de cada
filmación, balanceando con el presupuesto, son las que nos indicarán que cámara elegir.
P.G.
Información más detallada puede encontrarse en:
• Física, Halliday y Resnick, Cia Editorial Continental
• The camera, Ansel Adams, Little, Brown & Company
• Isuro, Piere Marie Granger, Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina
15
También puede golpear levemente, lo que a la alta velocidad que lleva el material durante el
funcionamiento de la cámara puede provocar una exposición por impacto mecánico. Además, si el bucle
queda largo puede engancharse y trabar la cámara y/o el chasis, así como si queda corto puede tironear y
romper alguna perforación. Los problemas de una carga incorrecta de cámara pueden manifestarse de
distintas formas.
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