Alicante Más de 300 gaviotas y garzas aparecen muertas

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Alicante
Más de 300 gaviotas y garzas aparecen muertas
junto a la planta de basuras de Valencia
La Conselleria descarta que los fallecimientos se hayan producido por la gripe
aviar pero Aldaia activa las medidas de emergencia
J. ABIETAR ZAHONERO/ VALENCIA
Centenares de gaviotas
vuelan sobre un montón de
residuos en la planta de
tratamiento de basuras de
Valencia.
El hallazgo de 335 aves muertas en las inmediaciones de la planta de residuos
de Valencia ha obligado al Ayuntamiento de Aldaia a aplicar el protocolo de la
gripe aviar, aunque la Conselleria de Territorio ha descartado que se trata de
esta enfermedad. Según fuentes municipales, es una zona de riesgo puesto
que junto a las citadas instalaciones se concentran muchas gaviotas.
En principio y a falta de realizar los análisis, según señalaron desde la
Conselleria de Territorio, el motivo del fallecimiento de las aves se ha debido a
una intoxicación por algún alimento o líquido que hayan podido ingerir y que
estuviera en mal estado en las instalaciones de tratamiento de basuras.
La intención inicial era la de llevar los cadáveres de las aves al Centro de
Recuperación de la Albufera. Sin embargo, finalmente se descartó esta
alternativa puesto que en este centro hay muchas rapaces y otros animales
que podrían verse contaminados, según señalaron fuentes de Territorio.
Por este motivo se decidió no correr este riesgo y que las gaviotas muertas
permanecieran guardadas y encerradas. Algunas se sacarían para llevárselas
a examinar y el resto se dejarían en el mismo sitio hasta conocer el motivo
exacto de la muerte. Unos resultados que el conseller de Territorio, Esteban
González Pins, aseguró que se conocerán dentro de tres o cuatro días y que
determinarían la causa exacta de la muerte de las aves.
Entre las aves muertas hay de diferentes clases. En concreto se trata de 281
gaviotas reidoras, otra patiamarilla, cuatro garzas reales y 49 garcillas bueyeras
que han sido encontradas en los términos municipales de Aldaia, Torrent y
Quart de Poblet.
No todas las aves que fueron encontradas estaban muertas, también hay otras
18 enfermas, todas gaviotas reidoras, que están siendo tratadas de las
diferentes patologías que padecen. Los primeros síntomas del análisis de las
vísceras de los cadáveres de las aves determinan que se ha tratado de un
proceso diarreíco, según fuentes de la Conselleria de Agricultura.
Las gaviotas muertas están siendo analizadas en Valencia, estando previsto
que los primeros resultados fiables se den a lo largo del día de hoy.
El hallazgo
Según explicó la alcaldesa de Aldaia, Empar Navarro, las patrullas de la Policía
Local hicieron su habitual revisión junto a la planta de residuos de Valencia,
Fervasa, para comprobar que ésta seguía cumpliendo con la orden municipal,
refrendada por una sentencia judicial, que cerraba la parte de las instalaciones
que están en Aldaia.
En una de las rondas ‘‘detectaron que en las inmediaciones de la planta de
residuos habían algunas gaviotas muertas y otras que aún no habían muerto
pero estaban bastante mal’’, aseguró la alcaldesa.
Rápidamente, explicó Navarro, ‘‘avisamos al Centro de Recuperación del Saler,
a la Conselleria de Territorio y al Seprona para que fueran allí y ellos ya se
encargaron de las aves’’.
La gripe aviar nunca se ha detectado en aves
acuáticas
REDACCIÓN/ VALENCIA
Existen datos que cuestionan la posibilidad de que la muerte de estas 335 aves
se deba a la gripe aviar. El primero de ellos es que, hasta ahora, este virus
nunca se ha detectado en aves acuáticas y, además, las gaviotas suelen vivir
en colonias fijas, un factor importante para descartar la aparición de la
enfermedad.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las aves
acuáticas migratorias alojan de forma crónica el germen de la enfermedad,
pero a la vez son también las más resistentes a la infección. Las aves de corral
domésticas, en particular los pollos y los pavos, son las especies más
vulnerables a esas epidemias, y suelen enfermar tras estar en contacto con
aves acuáticas.
Las gaviotas viven habitualmente en colonias muy numerosas, de mil o dos mil
ejemplares. Por ello, de tratarse de un caso de gripe aviar el número de aves
fallecidas hubiera sido superior y, previsiblemente, se hubieran encontrado
muertas en muchos lugares diferentes.
El año pasado, el hallazgo de un somormujo muerto en un humedal de Vitoria
disparó todas las alarmas. Sin embargo, en 2007 el riesgo “es todavía menor”,
según explicó el director ejecutivo de la Sociedad Española de Ornitología,
Alejandro Sánchez.
En su opinión, el hecho de que no se hayan detectado casos en Alemania o
Francia, países desde donde más aves recibe España, la sitúan en mejor
posición de partida. Debido al retraso en la llegada del invierno, “los patos y
otras aves acuáticas de Europa están bajando muy tarde”, declaró.
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