Por: Celsa Perez DESCUBRI QUE LAS CARRERAS ME DAN VIDA Y QUE LA VIDA ES IGUAL A LAS CARRERAS Quien iba a convencerme sino yo misma de lo terapéutico que resulta correr. Mi primera carrera la viví el 02/10/2012 en la Caracas Rock a tres meses de cumplir mis primeros 40 años. Días antes de la carrera alguien me dijo: “ya no estás para esos trotes”. Recordé que había leído algo como:”Ser viejo es actuar como viejo”, también recordé que había visto a señores admirables en las carreras quienes mágicamente son de una edad indefinible, y es que generalmente los corredores aparentan la edad que sienten y no la que cronológicamente tienen. Después de un año, sigo corriendo, convencida de que no voy a dejar de correr porque me ponga vieja, sino que me pondré vieja si dejo de correr. Ese día fue inolvidable, la corrí sin parar, me acompañó mi sonrisa # 45, esa que engancha, esa que contagia, estuve compitiendo conmigo misma, ganándole a todos los años que deje atrás, cargados de deseos e intención pero sin acción. La música, la gente, todo vibraba, todo inspiraba. Mis primeros 10K, no hallaba a quien dedicárselos, aunque primeramente se la dediqué a Dios por darme la liviandad para disfrutar el momento y por acompañarme, porque el Dios en el que creo usa zapatos ADIDAS, se mete en internet y hace lo que sea para estar a mi lado, al mismo tiempo se lo dediqué a mi gente querida y a mí por atreverme a experimentar la vida desde otro ángulo, desde la Caracas Rock. Un año ha pasado ,sigo corriendo, y sigo VIVIENDO, me paro más tempranito que el sol para entrenar, me inscribo en cuanta carrera puedo, me llaman loca, me lleno de energía, mis mejores monólogos han nacido cuando he estado corriendo, sigo viviendo, sigo sintiéndome ganadora aunque llegue casi de última, sigo saliendo y llegando a la meta con mi sonrisa # 45, sigo sintiendo respeto y admiración por los que llegan antes, igual y después que yo, y como las madres que dicen que cada hijo es diferente, afirmo que cada carrera es diferente, lo que si tienen en común es que con cada una me sigo empoderando, cada carrera me recuerda que la vida es para VIVIRLA. Uds. que me están leyendo, no me crean, vívanlo, si su condición física se lo permite y su corazón lo susurra, salgan a correr, estoy segura que van a poder, la experiencia les resultará familiar, porque correr es igualito a vivir: tienes un meta, arrancas a perseguirla, te cansas, crees que no llegas, te vuelves a proyectar, lloras, ríes, sudas, y finalmente llegas.