David Pea Oscar Wilde (Se reproduce la siguiente edicin: David Pea, Oscar Wilde. Buenos Aires, Sociedad Editorial Argentina, 1922) Respuesta Qu me propongo trayendo al teatro la figura y la historia de Oscar Wilde? Es juicioso alterar el silencio Ðcomienzo de todo olvido- que empezaba a producirse en torno de su * vida? Con los propios elementos ciertos de su desgracia, yo he tejido este homenaje para unirlo al de sus amigos, los hombres de letras de varios pases, que lo trataron y que sobre l han escrito tantas y tantas pginas, movidos como ellos del propio sentimiento de simpata por su obra de artista y de lstima por su expiacin y su miseria. No puedo pretender, a lo Ibsen, utilizar el teatro para una obra de tesis cientfica, porque la enfermedad de Oscar Wilde no es susceptible de la escena. Pero s puedo valerme de su vida para llegar a la demostracin, de que, aun siendo culpa antes que enfermedad, la culpa obtiene la purificacin por el dolor. Este es un principio de religin y de legislacin que el arte debe esparcir. Dante es maestro en la enseanza. El vituperio castiga a su modo la monstruosidad. Pero, pasado su arrebato, es dado a la piedad humana, en cualquier sitio y a toda hora, remontarse a Jess, -el gran Modelo- para dejar caer la dulce recordacin de sus palabras de Misericordia, de Perdn y de Amor sobre todos los hombres de la tierra. D.P. Olivos, 1919 * Sin signos de apertura en el original. No se han agregado en ningún caso en que hayan faltado en la edición consultada. Personajes Oscar Wilde Vivian (9 aos) Marqus de Queensberry Francisco (Mayordomo) Lord Darlington Empleado de la Crcel N¼1 Roberto Ross Empleado de la Crcel N¼2 Dawson Mujer 1» El Capelln Mujer 2» Director de la Crcel Preso 1¼ William Salisbury Preso 2¼ Carlos Salisbury Preso 3¼ Wolsey Celador 1¼ Podgers Celador 2¼ Reverendo Decano Un idiota Alfredo Douglas (Bosy) Lady Salisbury El Administrador Master Princesa de Mnaco Un desconocido Duquesa de Berwick Parker (Mayordomo) Constanza Mar1a Un periodista Agatha Un empleado de Polica Helbia Cirilo (11 aos) Una criada Damas y caballeros de la aristocracia inglesa Ð Centinelas Ð Presos Ð Empleados de la Crcel Ð Mujeres Ð Hombres Ð Criaturas Ð Ayudantes del Capelln Ð Peones Ð Guardianes Ð Una seora Ð Una joven Ð Una bailarina Ð Orquesta interior Ð Un rgano. La accin en Londres y en la Crcel de Reading. poca contempornea. Breves apuntaciones acerca de lo fsico y lo moral de algunos de los personajes reales e imaginarios que figuran en la obra HOMBRES Oscar Wilde Primer acto En la poca que elijo, dcese que paseaba por Picadilly Street, a la hora de mayor luz, con una rosa encarnada en las manos, causando una sensacin de arte. La belleza de Oscar Wilde estaba acompaada de una distincin muy fina y muy sutil. Es el autor del secreto que sus obras guardan en el verso musical, en la prosa cincelada. Quienes lo han visto en esos aos cuntanme que era de una elegancia armoniosa en las lneas, en los movimientos, en el conjunto de todo su cuerpo. Si se recuerda que quien tal belleza posea conoca como nadie lo que la naturaleza ofrece al alma del artista, tendrse que al lado de esa serenidad de los seres superiores, sobresala el excepcional y delicado tipo del poeta, del escritor y del ¬causeur¬. La vida no lo ha amargado. No hay cansancios fsicos. La llama de la inteligencia brilla en todo su esplendor. Cae desde su frente, de su labio, de sus manos. Se la ve y aun toma formas y acentos hasta llenar la estancia y el ambiente donde l se halla. [27] Segundo acto La tempestad que lo amenaza ha desarreglado el juego de su conjunto armnico. Desatentado, incierto, dirase que su movimiento actual obedece al que le imprime su polea interior, sin energas nuevas, sin nuevos ni visibles impulsos. Durante la primera parte de este acto el poeta intenta una actitud de lucha; pero es muy grande su adversario (no hablo por cierto del Marqus de Queensberry, sino de la sociedad de Londres). l debe sucumbir entonces. El gesto, al caer, est lleno de sinceridad, pero el pobre Oscar Wilde no sospecha que antes del mundo moral, existe el que nos rodea. Tercer acto ÀQu nos ha quedado de aquel King of Life del primer acto? El Oscar Wilde que tenemos por delante es un preso sin nombre, que acude al llamado de una letra y de un nmero: C 33. Sin fulgores y sin esperanzas, apenas si sobreexiste en su naturaleza recndita una beata humildad. Todas las articulaciones de esta figura estn rotas. Dbil lmpara, danos sus ltimas palpitaciones, con angustia tan agitada, que basta a sealar cun intensa debi ser su luz anterior. Cuando sale de la crcel, el espectador debe creer que es una sombra y que sta pronto se desvanecer. Ah! las sombras! Lord Darlington Entre 45 y 50 aos. Bello ejemplar de observador manso, que la fealdad excluye y l a su vez a la fealdad. Tena que ser amigo de Oscar Wilde, desde lo ele[28]vado de su alcurnia, por razones de admiracin primero, de compasin despus. Su ttulo, su fortuna, su influencia estuvieron siempre al lado del poeta, pero mucho ms al comenzar para ste la catstrofe. Hay en las capas superiores de toda sociedad, almas que tienen el privilegio de acoger y sentir el dolor que los dems abominan. Esta figura no es precisamente histrica como la del protagonista, como la de Ross, como la de Douglas; pero yo la he creado y aun le he puesto el nombre de uno de los personajes de Oscar Wilde, porque adivino que en la hora de la prueba, dentro de la high life de Londres tuvo que existir algn miembro de ella parecido al que sealo. William Salisbury Es to de la duea de casa que figura en el primer acto dando hospitalidad a Oscar Wilde. Ocupa su puesto de pariente para auxiliar tan slo a la egregia duea en los honores de la recepcin sin subrayar el papel. Por consiguiente, es sobrio y breve. Carlos Salisbury Bonachn y abierto. Viene del çfrica, de caceras y estudios extraos. La sociedad de Londres no lo censura por cierta irreverencia a sus formas, porque su obra es noble como su abolengo y su criterio valiente como su corazn. Bien plantado, vse debajo de su frac la maciza contextura del explorador de selvas y bosques. Mr. Wolsey Enjuto, flaco, de pelo escaso, tiene unos ojos penetrantes, aunque pocas veces los emplea de derecho mo[29] do. No es envidia precisamente lo que mueve en contra de Oscar Wilde, sino maldad ingnita unida a una deficiencia en su aparato de comprensin. Es el eterno tipo adecuado para la apreciacin de lo vulgar, de lo consagrado por la mitad ms uno, sin que por lo mismo que no pasa de simple remedador, no intente de vez en cuando meterse en la paradoja ajena, a flor de insustancialidad. Mr. Podgers Me he apoyado en el personaje que figura en ÒEl Crimen de Arturo SavilleÓ, para trazar mi quiromntico, cuidando de que ste no caiga en la comicidad. Lo deseo pequeo pero pulcro y esmerado, con sus anteojos de patillas de oro que l endereza con ambas manos a cada instante, sobre sus orejas. Muy hecho a las grandes salas, su recato, sin embargo, lo mantiene en el lugar correspondiente. Tiene el talento de las circunstancias y lo lleva en su nariz, que olfatea bien. El ligero y fcil encurvamiento ante las damas y seores muestra al hombre de palacio. Mas, unida al personaje festivo de la genuflexin y de la cortesa perennes, asoma el posedo de la ciencia oculta, no exento de gravedad. Podgers es, con todo, leal, as en el chiste de buen tono como al interpretar la quiromancia, ramo que dice poseer. Su solemnidad es, pues, siempre sentida. Alfredo Douglas Tamao diminuto, pero proporcional. Hay en su rostro blanco, en sus ojos azules, en su belleza de adolescente, un espritu intenso. Slo me ha sido dado presentar su perfil en la rpida escena del segundo acto. [30] El Marqus de Queensberry Nervudo, brbaro, agitado, es el demoledor de estatuas a la manera de un Vercingtorix civilizado. Completa su ambicin de hombre, despus de planear el Cdigo de boxeo, el propsito de derrumbar a Oscar Wilde. Por este personaje ascindese a los que figuran en las leyendas sombras de la poca de los Ricardos y a los ltimos encerrados en la Torre de Londres. Director de la crcel Figura de contraste con el ex Director, muestra el actual una tendencia cristiana en el desempeo de su duro oficio. La disciplina no se halla reida con la Justicia, como sta no lo est con la Misericordia. l lo demuestra. MUJERES Lady Salisbury Hay en esta mujer aristocrtica la fuerza de la civilizacin secular del Reino Unido de la Gran Bretaa. Ella es, a idea del autor, como la propia alta sociedad inglesa: severa y lmpida, como una columna de mrmol. Mujer joven an, alta, erguida, de cabellera rubia, de ojos celestes, se acerca a la figura griega por la pureza de las lneas. Vestir de negro, pero sus encajes aliviarn su color. Es majestuosa sin artificio. Pasea y habla siempre como una soberana, precisa, a veces sobria. En la parte final del primer acto, no se har violencia en dominar la escena, como dominara una reina de verdad un tumulto en su palacio. [31] La Princesa de Mnaco La Princesa de Mnaco es grcil, suave, casi una expresin de mujer vaporosa, porque su andar le da el ritmo de ser alado. Entra al saln como una visin llena de gracia. El manejo de su impertinente bastara a sealar su donaire de gran seora si todos y cada uno de los detalles que forman su conjunto no estuvieran diciendo que es de origen real. Es lstima que el pblico no se acerque y vea sus ojos. Ojos infinitos, contienen en s la inmensidad que abarcan, cuando vierten su luz sobre todo el cuadro de la vida. Luz de inteligencia, radiante y de bondad inmarcesible, ilumina cualquier asunto, como debieron iluminar en la edad de las leyendas los ojos de las princesas, mezcla de vrgenes y hadas. Constanza Mara Constanza Mara es la representacin de la mujer nacida para sufrir. La hubiera querido dibujar de acuerdo a una frase inspirada por sus ojos: -ÒOjos hechos tan slo para llorar.Ó Esta mujer ha existido, y existido as, buena en su vida entera, como aparece en la brevedad de mi asunto. Tal es el tipo y tal la suma de la mujer a travs de todos los siglos: Misericordia y Amor. Quien no haya visto de cerca este ejemplar, hecho de esta abnegacin que lleva su grandeza en su propia inconsciencia, su virtud en su mutismo inalterable y misterioso, y su dolor acerbo en su insensible aspecto de esfinge humana, no sabe lo que significa la mujer propiamente dicha o sea la mujer de hogar a la que la humanidad debe sus mejores ejemplares. Una mujer de hogar tiene en la vida una funcin trascendental. Constanza Mara hubiera podido servir a Canova de modelo para la Piedad. [32] Agatha y Helbia Dos flores, casi en capullo. Agatha ha hecho su incursin por el mundo social. Helbia se inicia, en compaa de su padre. Muy finas, muy esfumadas, muy tenues, ambas son ajenas a la malicia de saln. Estn absortas con la personalidad de Oscar Wilde. Dotadas de inteligencia y de sensibilidad, viven en las rosadas nubes hechas para ellas por el eximio artfice. Slo en Inglaterra me ha sido dado hallar estos tipos de mujeres que tienen tanto del cisne, de la flor, del tul. Duquesa de Berwick Ligeramente entrada en aos, ya sus lneas de juventud no aparecen con la pureza de la estatuaria original. Las hebras de plata de su abundosa cabellera con tantas como las de color castao. Hay un dejo de perceptible decepcin mundana en cuanto dice la Duquesa. Ms que la sociedad en que vive dirase que su tinte de escepticismo le viene de su propio temperamento. No es amarga con todo, ni jams cruel. Est como en el umbral de la duda. Por lo dems, gusta mucho de cuanto se acerca a lo intenso y a lo que no se ve. [33] Acto primero Escena primera Gran sala de lujo. Dan a ella galeras iluminadas. Entrada principal, a la ochava izquierda del espectador. Huelga la descripcin: baste decir que se trata de una mansin inglesa de la ms alta aristocracia. Figuran Princesas, Lores y Sires. Tampoco me detengo a sealar las actitudes que corresponden a los artistas, hablen o no hablen. LADY SALISBURY. DUQUESA DE BERWICK. LADY AGATHA. PARKER (Mayordomo) ste a la entrada, junto al cortinado. DUQUESA Àòltima reunin de la temporada, Gladys? LADY SALISBURY S, Duquesa. [37] DUQUESA Y como ltima, de resonancia. LADY SALISBURY Se la da el asunto, no la escena. Hace tiempo que deseaba rendir a mi modo un homenaje a Oscar Wilde y he optado por reunir esta noche en honor suyo parte de mis amistades. DUQUESA Desde hace das, esta reunin es el tema de las conversaciones en todo Londres. LADY SALISBURY ÁOh! ÁLas frases consagradas! ÒTodo LondresÓ Es como cuando decimos Òtodo el mundoÓ. LADY AGATHA S, Gladys; tiene razn la Duquesa. No hay diario que no se ocupe de esta fiesta, y algunos, por cierto, no ocultan su discrepancia. LADY SALISBURY ÀMe critican? [38] LADY AGATHA A ti no. Se refieren a Oscar Wilde. LADY SALISBURY El nombre de Oscar Wilde est ya circundado de mucha luz. ÀCmo oscurecerle? PARKER (Anunciando) Lord Darlington y Miss Darlington. Escena segunda Dichos. LORD DARLINGTON y su hija HELBIA LADY SALISBURY Bienvenidos. LORD DARLINGTON Amiga ma. LADY SALISBURY ÁOh! Helbia. Lord Darlington: mucho placer en ver a ustedes en mi fiesta. [39] LORD DARLINGTON Duquesa, Lady Agatha. (Helbia y Agatha se saludan cariosamente) DUQUESA ÁPadre modelo! ÁSiempre con su joya! LORD DARLINGTON A esa condicin se me debe admitir, como al estuche. DUQUESA ÀTendremos el honor de saludar a la Princesa de Mnaco? LADY AGATHA ÀVendr? LADY SALISBURY Me lo ha asegurado. Naci de ella el deseo de concurrir a esta tertulia, apenas supo que estaba destinada a Oscar Wilde. [40] LORD DALINGTON Es conocido el aprecio de la Princesa por nuestro poeta y por sus obras. Las mujeres reales de todas las pocas siempre estimaron ms a los artistas que a los sabios. DUQUESA Yo creo que a todas nos pasa lo mismo, sin ser mujeres reales. ÀQu mujer va a cambiar a Byron por Newton? LORD DARLINGTON Admirable, Duquesa, admirable. ÁQuin fuera artista! DUQUESA Lo es usted ya É de la galantera. LADY SALISBURY (A Lord Darlington) ÀQuiere usted incorporarse a los caballeros que se han ido a charlar con Carlos y to William, hasta tanto lleguen los dems invitados? Pero, no. Siento que algunos vienen ya a hacernos compaaÉ (Rumor de voces en una de las galeras) [41] Escena tercera Dichos. SIR WILLIAM SALISBURY (60 aos), SIR CARLOS SALISBURY (35 aos), MR. WOLSEY (50 aos) y MR. PODGERS Quiromntico (40 aos). LADY SALISBURY Primo Carlos: aqu tienes a la seorita Darlington. (Los hombres saludan a la distancia a la seorita Darlington, quien contesta ponindose de pie y volvindose a sentar. Lord Darlington es recibido con aprecio y consideracin en la rueda de los recin llegados) WOLSEY (A Podgers) He aqu la ms extraa de las paradojas: Oscar Wilde amparado por las mujeres! PODGERS (A Wolsey) Usted siempreÉ DUQUESA (A Carlos) ÀY qu tal las entraas del çfrica? ÀContinan con sus costumbres molestas los leones y las serpientes? [42] CARLOS Con la ms bblica, Duquesa: con la de reproducirse. DUQUESA ÀMucho tiempo entre las selvas? CARLOS Ms de tres aos. De ah que regreso con tanta alegra como ignorancia: las dos cualidades ms parecidas y cercanas. LADY AGATHA ÁCmo! ÀLa alegra parecida a la ignorancia? CARLOS Como que son primas hermanas. Lo he comprobado. La sabidura no re. Asistan ustedes al Parlamento o a cualquier instituto. ÀSus miembros ren? No. En cambio, todo africano re y re bien. ÁCunto diera Londres por ser negro! DUQUESA Est usted hecho un Oscar Wilde. [43] CARLOS Ya son ese nombre. Desde que he llegado a esta ciudad tengo esas dos palabras en uno y otro odo: ÒOscar WildeÓ. En los peridicos, en las revistas, en las ruedas, en los teatros, en É ÀPodra alguien, y como un favor, darme esa vida en un prrafo: decirme quin es este pariente que me ha nacido en la casa durante mi corta ausencia? LADY SALISBURY Pero, Àhablas en serio? ÀNo sabes quin es Oscar Wilde? CARLOS En serio, prima. LADY AGATHA Acaso sea usted el nico ingls que lo ignore. CARLOS Por lo mismo, descorran pronto el velo. ÀQuin es Oscar Wilde? [44] WOLSEY ÀNada sabe usted de l? CARLOS ÁComo que los negros del çfrica Central no han merecido an la ayuda de Carnegie para fundar Bibliotecas! LADY SALISBURY Bien, pues; Oscar Wilde es nuestro primer actual escritor en verso y en prosa. Es, adems, un hombre bello. WOLSEY ÀEst usted segura de que Oscar Wilde responda al concepto de la belleza, Milady? LADY SALISBURY Como responde el arte. Todo l y cuanto nace de l, es bello. CARLOS ÀY esta reunin es en honor suyo? ÁAhora s que deseo conocerle! [45] PARKER (Anunciando) Mr. Roberto Ross. El Reverendo Decano de la Iglesia de Chichester y Sir Alfredo Douglas. (Sir William Salisbury se separa del grupo para recibir a los recin llegados.) Escena cuarta Dichos. MR. ROSS. EL REVERENDO DECANO DE CHICHESTER y SIR ALFREDO DOUGLAS. LADY SALISBURY Adelante, seores. Mr. Ross. Reverendo, en su casa. ÁOh! Sir Douglas. (Todos saludan a las damas con una reverencia.) REVERENDO ÁOh, Lady! ÁSeoras! (Inclinacin) LADY SALISBURY (A Ross) ÀSolos? (A Douglas) ÀPor qu solos? [46] ROSS Oscar Wilde pidi que nos adelantramos para informar a usted que l vendr apenas se separe de los escritores franceses que lo favorecen con su visita especial en estos momentos. DUQUESA Pocas veces los hombres de letras de Francia han dado mayor muestra de aprecio y admiracin como en este caso por un escritor ingls. LORD DARLINGTON La vinculacin se explica: Oscar Wilde es el Flaubert de Inglaterra. HELBIA ÀY quines son los escritores que han venido de Pars a verle? ROSS Uno de los hermanos Goncourt, Andrs Gide y Mauricio Barrs. [47] DOUGLAS Da a da concurren a algn acto alusivo a nuestro amigo, como que tres teatros, por ejemplo, se estn alimentando a la vez con producciones de su ingenio. LADY SALISBURY Presiento que la influencia de Oscar Wilde llegar hasta cambiar los rumbos de nuestra literatura. ÀSaben ustedes cmo se llama a s mismo? ÒRey de la vidaÓ. DUQUESA ÁArrogante vocablo! LADY SALISBURY ÁDe sujeto arrogante! DUQUESA Querra saber si hay filosofa en tanta soberbia. LADY SALISBURY Bstenos saber que hay verdad. [48] DUQUESA ÀNo piensa usted, Mr. Ross, que mi amiga ocupa el primer sitio entre las admiradoras de Oscar Wilde en todo el Reino? LADY SALISBURY Podra usted decir: Òen todo el mundoÓ. DUQUESA ÀTanto? (Los hombres se aproximan) LADY SALISBURY Creo tener la comprensin del arte, merced a este escritor que junta a un elevado concepto de las cosas, un don de elegancia en el idioma que lo hace incomparable. El dilogo ha hallado en l un nuevo empleo. La novela es tambin nueva en Inglaterra a partir de Oscar Wilde. REVERENDO ÀEst usted haciendo su juicio definitivo?[49] DUQUESA La duea de casa reproduce la generosidad de la Reina Elizabeth para con Shakespeare. Ha preparado esta reunin para que escuchemos a Oscar Wilde, y nos da por anticipado su juicio. Pero, oigamos tambin la impresin de los hombres. ÀCul es la suya, seor Decano? REVERENDO Yo tengo en alto aprecio las excelencias literarias de Oscar Wilde, Duquesa, si bien creo que el artista todo entero est en el conversador antes que en el escritor. Como narrador de sus cuentos, Oscar Wilde no ha hallado quien lo supere. Es casi sobrehumano. ÀNo es as, seores? PODGERS Ciertamente. WILLIAM Exacto. LORD DARLINGTON Desde luego.[50] DUQUESA ÀY cul es su concepto, Lord Darlington, acerca de Oscar Wilde? LORD DARLINGTON No se define lo que se admira. DUQUESA ÀY el de usted, Mr. Wolsey? WOLSEY Nunca admiro lo que comprendo. DUQUESA ÁAh! Es usted la paradoja andando. WOLSEY Imito a Oscar Wilde en su teora acerca de la sinceridad. REVERENDO Ms que novelista y poeta, ms que autor dramtico o conferencista, que todas esas facetas tie[51]ne, Oscar Wilde es superior y casi nico por la filigrana de su conversacin y de sus cuentosÉ LADY SALISBURY Ya ve usted, DuquesaÉ DUQUESA ÀDe modo que es completo? REVERENDO No he llegado hasta ah. En la cuna de Shakespeare y de Keats, de Byron y de Dickens, de Milton y de Shelley, la palabra ÒcompletoÓ no est grabada an sobre el cerebro de ningn escritor contemporneo. A Oscar Wilde le falta una gran nota: la nota del dolor. DUQUESA Y el dolor es fuente de verdad. REVERENDO Y de arte, Duquesa. Y de saberse es que el dolor no es sustituible por el talento. El alma que no ha sufrido es un instrumento imperfecto. [52] LADY SALISBURY ÀDe modo que es incompatible la felicidad y la gloria en el artista? ÀEs un obstculo ser feliz para tener inspiracin? LORD DARLINGTON Se vuelve muy interesante el tema. ROSS Casi una controversia. PARKER (Anunciando) Su Alteza la Princesa de Mnaco. LADY AGATHA ÁOh! La Princesa. (Movimiento general. Las seoras se ponen de pie. Los hombres participan de la misma expectativa) [53] Escena quinta Dichos. LA PRINCESA DE MîNACO PRINCESA ÀEn retardo? LADY SALISBURY (Avanzando) ÁAlteza! PRINCESA Seoras mas. SeoresÉ Ya veo caras conocidas y apreciadas. La Duquesa de Berwick. Lady AgathaÉ LADY SALISBURY Miss Helbia Darlington, hija de Lord Darlington. PRINCESA ÁOh! Conozco a su seor padre. (Observndola) Muy distinguida y muy bonita. LORD DARLINGTON (Avanzando) Princesa.[54] PRINCESA Mylord, amigo mo. (Lady Salisbury presenta a los dems que se inclinan respetuosamente) LADY AGATHA (A Helbia) ÀNo te deca? HELBIA Encantadora. PRINCESA ÀDe qu hablaban ustedes? He interrumpido, Àverdad? De cierto que de Oscar Wilde. LORD DARLINGTON Llegaba Su Alteza en el momento mismo en que se planteaba una tesis literaria y psicolgica. Lady Salisbury pregunta: Àes necesario el dolor para tener inspiracin? PRINCESA ÀY quin contesta?[55] LORD DARLINGTON El Reverendo Decano pareca afirmarÉ REVERENDO que la obra de un artista no poda ser completa si no contena la expresin del sufrimiento, levadura de la vida. PRINCESA Muy grande el tema. ÀPor qu no continuarlo en presencia del interesado? ÀPor qu no ha venido Oscar Wilde? Esperaba encontrarle. LADY SALISBURY No tardar. Nos ha mandado decir que se presentar en seguida. PRINCESA Toda la ciudad est llena de su nombre; todas las gentes le brindan sus homenajes. ÀCul es el suyo, Gladys? [56] LADY SALISBURY Adems de la presencia de ustedes, le reservo una sorpresa. ÀMe permiten mantenerla en secreto respecto de ustedes mismos? PRINCESA Permitido. LADY SALISBURY Y el de Su Alteza, Àcul es? PRINCESA Tambin es un secreto, que dejar de serlo en cuanto l llegue. LADY SALISBURY A propsito del mo, pido se me deje averiguar si estn listos los elementos que lo constituyen. PRINCESA Comienza a interesarnos el tributo de Gladys. ÀNo es as, Duquesa? (Lady Salisbury se aproxima al umbral de la puerta, a la derecha del espectador. Se supone que desde all da sus rdenes. En seguida se incorpora a la reunin)[57] DUQUESA S, como todo lo que se rodea de misterio. PRINCESA No caigamos ahora en el pecado de imitar a las personas misteriosas. (Volvindose) Tanto ms, cuanto que aqu veo un descifrador de lo desconocido y de lo oculto. (Mirando al grupo de hombres) ÀNo es usted el quiromntico Podgers? PODGERS (Con una gran inclinacin) Un servidor de Su Gracia. PRINCESA ÁClaro que no poda usted faltar a una tertulia de Lady Salisbury, en homenaje a Oscar Wilde! PODGERS (Siempre reverente) Como que de ambos soy un protegido.[58] PRINCESA Pues esta noche lo emplazo para que me revele el misterio que me espera, porque entiendo que no descifra usted el misterio que pas É PODGERS (Con irona) Esa es tarea de nuestros historiadores, Princesa. Yo imito a los rabes: ellos leen en las estrellas y yo en las manos lo que guarda el porvenir. LORD DARLINGTON El Pasado es un muerto. El Presente un conocido. Lo que nos interesa conocer es lo que no conocemos. DUQUESA S; y apenas conocido, vuelta a empezar con lo que se ignora. La rueca eterna. PRINCESA ÀQuedamos en que me adivinar usted?[59] PODGERS (Nueva inclinacin) Soy un siervo de Su Gracia. PARKER (Anunciando) El seor Oscar Wilde. Escena sexta Dichos. OSCAR WILDE que entra envuelto en su propio esplendor de belleza y distincin. OSCAR WILDE Mil perdones, Lady Salisbury (le besa la mano). Princesa. Seoras (Al grupo de hombres) Caballeros. (A Lady Salisbury) Cunto agradezco esta acogida! (Salen de las salas interiores personas de ambos sexos, como si todas hubieran esperado la llegada de Oscar Wilde para acudir a la sala principal) LADY SALISBURY La merece usted sin duda. [60] OSCAR WILDE (A Lady Salisbury) ÀQu puedo hacer para demostrar mi reconocimiento? LADY SALISBURY Sentirlo. PRINCESA Para asociarme a este homenaje he trado una modesta ofrenda (Se dirige a una pequea mesa, donde dej un objeto al entrar). Mi retrato. OSCAR WILDE ÁAlteza! ÁCon dedicatoria! PRINCESA Que dice as: ÒAl verdadero arte, a Oscar WildeÓ. OSCAR WILDE ÀHa sonado entonces mi hora de apoteosis? Estoy fuera de m! (Besa la mano al recibir el retrato). [61] LORD DARLINGTON Estas demostraciones slo se tributan a los gloriosos cinceladores de imgenes. LADY AGATHA (A Helbia) Cincelador de imgenes lo llama. DUQUESA ÀY de dnde toma usted sus modelos? ÀDel mundo real o de su fantasa? OSCAR WILDE No hay ms que un mundo, Duquesa. ÀQuin podra sealar la lnea que separa el mundo que vemos del que no se ve? LADY SALISBURY (Presentando a su primo) Carlos: aqu tienes a Oscar Wilde. (A Oscar Wilde) No conoca a usted. Acaba de llegar del seno de las selvas de çfrica. [62] OSCAR WILDE (Tendiendo la mano a Carlos) Presentacin sin adjetivos (re). CARLOS (Estrechando la mano que se le ofrece) ÁCmo! Si es usted una celebridad, Àpor qu re? OSCAR WILDE (Contina riendo) Porque la buena risa es tambin un homenaje. (Se separan para hablar, como si fueran antiguos conocidos) LADY AGATHA Ha llegado nuestro turno. HELBIA ÀAcceder? LADY AGATHA S, valgmonos del Reverendo. (Agatha y Helbia rodean al Reverendo) [63] REVERENDO ÀDe qu se trata? LADY AGATHA De que interponga usted su influencia para que Oscar Wilde nos recite un cuentoÉ HELBIA O una poesa. REVERENDO Nada ms justo y oportuno. (Acercndose con las damas a Oscar Wilde) Estas seoras me han designado su representante para que pida a usted, con la venia de la duea de casaÉ OSCAR WILDE ÀQu? REVERENDO Mejor que hablen ustedes. [64] LADY AGATHA Un cuento, una parbolaÉ HELBIA Lo que usted elija; queremos el Oscar Wilde confidencial. OSCAR WILDE As lo soy siempre ante las almas blancas. PeroÉ LADY AGATHA Una poesa. HELBIA O un dilogo. REVERENDO Yo anhelo un cuento. OSCAR WILDE ÀUn cuento? ÁUna poesa! A no olvidar que la mejor de nuestras producciones es siempre la que espera en su claustro. Por lo dems Àa qu [65] hacerme cambiar el papel de espectador de este asunto por el de autor de otro que no lo aventajar? SuplicoÉ (Agatha y Helbia se vuelven al Reverendo, interrogndolo) REVERENDO Le acordaremos una breve prrroga tan slo. PRINCESA ÀPrepara usted algn libro o alguna obra de teatro en estos momentos, Oscar Wilde? OSCAR WILDE Todos los das surge un tema, Alteza, sin preparacin previa. Quizs en este mismo instante las clulas imprimen y guardan una imagen nueva sin que la voluntad intervenga. LADY SALISBURY ÀQu instrumento es el de su preferencia? ÀLa palabra hablada o la palabra escrita? OSCAR WILDE Las dos son incompletas, Milady. El mundo interior es infinitamente superior a la expresin ex [66] terna con que lo traducimos. Imaginmonos cunta belleza y cunto dolor quedan encerrados por no poseer la frmula! REVERENDO Pero la palabra es la relacin sonora entre los siglos muertos y los que an estn por nacer o por venir. ÁQu sera del mundo y de la vida sin la palabra humana! OSCAR WILDE Lo que importa es el pensamiento que la palabra conduce. Es entonces que se vuelve fuerza y rige como fuerza creadora. WOLSEY (Aparte a Podgers) Y bien; yo no creo en Oscar Wilde. Su obra es brillante, pero vana. PODGERS ÀPor qu vana? WOLSEY Porque ha hecho de la forma culto de orfebre. Es un poeta, un decorativo, un armonioso. Su pro[67]sa suena a flauta. Lo grave para l es que debajo de su literatura se esconde un enemigo de la sociedad inglesa. Y una sociedad es siempre invulnerable. Lo afirmo: Oscar Wilde ser vencido. OSCAR WILDE (Reanudando el tema con la Princesa) S, Princesa. Siempre ser necesario que en la mujer haya ternura. La dinmica lo exige. DUQUESA ÀY cuando la mujer engaa? OSCAR WILDE El engao es una forma de liberacin. LORD DARLINGTON (A Lady Salisbury) Y usted, Àno le interroga? LADY SALISBURY ÀCul es su lectura de preferencia, Oscar Wilde? [68] OSCAR WILDE Imito a Hamlet: el libro ms profundo para mi entendimiento es y ser siempre cualquiera tumba annima y oscura. LORD DARLINGTON ÀPensamientos lbregos? DUQUESA ÀTienen algn valor las tumbas, entonces? OSCAR WILDE Como las vidas, Duquesa. PODGERS (A Wolsey) Pero, Àqu va a preguntarle usted? WOLSEY Usted que todo lo tiene y todo lo da, Àpuede proporcionarme la receta de la felicidad sencilla? OSCAR WILDE (Pausa. Examinndolo) Hay frmulas distintasÉ [69] WOLSEY Comience usted por defenderme de los insomnios. Sufro mucho de insomnio. OSCAR WILDE Una noche de insomnio es la puerta que ms ancho se abre para entrar dentro de nosotros mismos. ÁAy, si la casa est desocupada! É WOLSEY (Rpido) No es mi caso. OSCAR WILDE ÁPero ay! tambin si la casa estuviera habitada por sucias alimaas! (Todos los hombres ren) WOLSEY Cmo le gusta a usted la profesin de hacer rer! OSCAR WILDE Quizs no. Antes que al bufn prefiero al mago. [70] WOLSEY (A Podgers, retirndose vencido) Desconfe usted siempre de quien no tenga ms facultad que el talento literario. REVERENDO Su conversacin encanta y ensea, pero aqu tiene usted un auditorio exigente, encantadoramente exigente. HELBIA La prrroga acab. REVERENDO Piden un cuento. HELBIA O una poesa. LADY SALISBURY ÀQuiere usted complacerlas? [71] OSCAR WILDE S, sin duda. Pero, inauguremos la velada con algo ms interesante. Recitar al final. ÀAceptado? Aqu est Mr. Podgers. l nos dir la buena o la mala ventura. (A Lady Salisbury) ÀLo permite usted? LADY SALISBURY ÁOh, s! OSCAR WILDE Comience, entonces, por m. (Extiende la mano, frmase un grupo animado y numeroso) Espero mi augurio. PODGERS Obedezco. (Se acomoda los anteojos y pone mucha atencin en el examen de la mano izquierda de Oscar Wilde) Dos seales muy claras. Lnea central: Plenitud gloriosa É Pero esta curva É (vacilando) OSCAR WILDE (Festivo) Siga usted. [72] PODGERS (Preocupado) Esta curva É OSCAR WILDE Contine usted. ÀVida breve? PODGERS (Rpido) ÁOh, no! OSCAR WILDE ÀEntonces? PODGERS Y bienÉ OSCAR WILDE Hable, pues. PODGERS Esta lnea se traducira as entre los griegos: ÒLa fatalidad te sigue de cercaÓ. [73] OSCAR WILDE (Re) Amigo mo. ÀNo ser yo quien va al encuentro de la Fatalidad? PODGERS No. No. Esa es la lnea inmediata. Antes veo la pequea curva: es decir, la Fatalidad acecha. (Oscar Wilde re) PRINCESA Ahora estoy yo. OSCAR WILDE ÀNo teme los presagios, Alteza? PRINCESA Si estn en mi mano es porque estn en mi alma; me los diran mis sueos. OSCAR WILDE ÁOh, los sueos! [74] LADY SALISBURY ÀLo desea, Princesa? PRINCESA Lo deseo. (Extiende su mano izquierda a Podgers. Este lo examina). PODGERS Lneas continuadas y hondas. Su Gracia tiene una claridad difana en sus pensamientos y en sus acciones. Imposible que pueda sobrevenir una nube en el cielo de Su Alteza. PRINCESA ÁQu fortuna! ÁQu fortuna! Es usted, en realidad, un hombre misterioso Mr. Podgers. (Luego, dominndose, dice con su encantadora y sencilla gracia de mujer) Yo he descubierto ya el secreto de mi homenaje, que consista en mi retrato. Corresponde ahora develar el misterio de otra demostracin, la suya, Gladys. (Todos rodean a Lady Salisbury) LADY SALISBURY Es cierto. (A Oscar Wilde) Para hacer a usted grata esta velada, he proyectado el desfile de los [75] principales personajes creados por su fantasa de escritor, o sea de los hroes de sus obras, fsicamente trados a esta sala para que lo saluden con sus gestos de aparecidosÉ OSCAR WILDE ÁOh! LORD DARLINGTON Bella idea. LADY SALISBURY Cruzarn as el saln, como antes por la escena o entre el libro, Lady Windermere, con su abanico fantstico, salvador de una tragedia. Dorian Gray, hermoso y perverso como Belial, apualeando su corazn, y , frente a l, el espectro reconstruido del pintor Basilio o la figura virginal y doliente de la enamorada Sibyla Vane. OSCAR WILDE Á Sibyla Vane! É [76] LADY SALISBURY La noble Òmujer sin importanciaÓ, ÒEl marido idealÓ y tambin los personajes cmicos, empezando por el Seor Ernesto É Todos estarn esta noche a su lado como demostracin simblica de la inmortalidad del genio que los cre. Comencemos por la figura ms cara para m: va a saludarle una herona de verdad, una mujer que vivi sobre la tierra, pero que usted ha transportado por el arte a la excelsitud de la gloria eterna en marco de belleza. Seores: va a presentarse la imagen de Salom. No traer la cabeza del Bautista, pero ejecutar la Danza de los Siete Velos. Ya est aqu. Escena sptima Dichos y una Bailarina (Con la ltima frase aparecer una artista, que ejecutar la Danza de los Siete Velos, del drama SALOM de Oscar Wilde. Se acompaar de la parte musical que corresponde al baile, tomado de la pera de Strauss) (El espectculo es interrumpido por la entrada violenta del Marqus de Queensberry, que, presa de una gran agitacin, irrumpe en el saln en forma inesperada) [77] Escena octava Dichos y el MARQUS DE QUEENSBERRY QUEENSBERRY (Antes de aparecer, con voz estentrea) ÀDnde est mi hijo Alfredo? (Entrando) Alfredo Douglas, Àdnde est? LADY SALISBURY ÀQu es esto? TODAS LAS DAMAS ÁOh! DOUGLAS ÁMi padre! SIR WILLIAM ÀQu pasa? LADY SALISBURY ÁSeor Marqus de Queensberry! [78] QUEENSBERRY Perdone usted. Perdonen todos. S que falto a las conveniencias y que no estaba invitado a esta reunin social. ÁLo s! Pero yo soy padre y tengo todos los derechosÉ LADY SALISBURY Hable, pues. QUEENSBERRY ÁAqu se esconde un monstruo! ÀLo oyen bien todos? ÁUn terrible monstruo! LORD DARLINGTON ÀQu dice? PODGERS ÀDe quin habla? QUEENSBERRY Supongan una serpiente enroscada en el cuerpo de un nio. [79] LADY SALISBURY Seor Marqus. ÀEst usted loco o cuerdo? Tiene usted suspenso nuestro aliento de sus palabras. QUEENSBERRY Lo que yo tengo es una gran desesperacin. Aqu se ha introducido un monstruo. Est entre ustedes. ÁHa manchado la honra de mi nombre! ÁEste es: se llama Oscar Wilde! LADY SALISBURY ÁMarqus de Queensberry! QUEENSBERRY S; ya s que falto a los preceptos de nuestra propia amistad, Milady. Pero me haba propuesto desenmascarar a este hombre; realizar una venganza. LADY SALISBURY ÁJams en este sitio! ÁOscar Wilde es mi husped! [80] QUEENSBERRY Pero, usted es la expresin de la sociedad de Londres. ÁRepudie usted a Oscar Wilde! LADY SALISBURY ÁLa prueba! QUEENSBERRY (Desconcertado, vacilando) La tendr a su hora. OSCAR WILDE (Avanzando con serenidad) ÀVe usted, Milady? As es siempre la heroicidad de la calumnia. ÁTeatralidad sonora! El pobre Marqus ha confundido esta sala con pista de boxeo. LADY SALISBURY (A Parker) El carruaje del Marqus de Queensberry! (Pausa) QUEENSBERRY S, me alejo. (A Oscar Wilde) Pero sepa usted que el duelo ser a muerte. [81] OSCAR WILDE ÀA muerte? He ah una frase que nunca es elegante. Pero, la acepto. Empiece a defenderse. QUEENSBERRY ÀYo? OSCAR WILDE ÁUsted! LADY SALISBURY (Al mayordomo) Acompae usted al Marqus. (El Marqus sale de la sala. Lady Salisbury, con alta majestad, se vuelve al ncleo atnito de sus convidados) Seores, Áque prosiga la danza! (Llamando) ÁSalom! ÁSalom! (Vuelven a orse las notas de Strauss) TELîN Acto segundo Escena primera Elegante regio Escritorio-biblioteca, en casa de Oscar Wilde. Estufa encendida. Muchas obras de arte. Largas sillas bajas. Retratos grandes y pequeos, entre ellos el de Sarah Bernhardt. En lugar prominente el Hermes de Praxiteles. Puerta a la izquierda del espectador, que comunica con el hall e interior de la casa. A la ochava izquierda salida a la calle. Ochava derecha, un gran cortinado que comunica con el jardn. OSCAR WILDE. ROSS. DAWSON OSCAR WILDE ÁPobre Marqus de Queensberry! ROSS He aqu cmo la luz interior puede apagarse y producir la noche en el cerebro. La luz! que irradia hasta en el sueo! [83] DAWSON Debi parecer un loco. ROSS As se ha dicho, porque as se vio. OSCAR WILDE Ahora se ha dado vuelta la oracin como un pual. Ahora soy yo quien la esgrime. ÒDuelo a muerte!Ó El cielo sabe que la acusacin que le formulo es ante todo por mi mujer y por mis hijos. DAWSON ÀQu dice Constanza? OSCAR WILDE Se queja de que no le concedo la participacin debida en mi batalla. Vamos a invitarla a que nos haga compaa. (Toca un timbre elctrico) ROSS Una mujer buena es preferible siempre a nuestros mejores amigos. [84] DAWSON Constanza Mara se halla en el momento de la prueba. OSCAR WILDE (A una criada) Diga usted a la seora que venga, que estoy con los seores Dawson y Ross nicamente. (La criada vse) (Volviendo a Dawson) Y de esta prueba resultar como el acero para el resto de la vida. Y en cuanto a mi nombre, Roberto, ya est en el remolino. ÀDnde lo llevarn los vientos? ÁAh! Un nombre! Asmate a los siglos. ÀQu es un nombre? Bscame uno que sobrenade en el lgamo. ÀScrates? ÁTuvo infamia! ÀAlcibades? ÁTuvo infamia! ÀCsar? ÁTuvo tambin infamia! Escena segunda Dichos. CONSTANZA MARêA CONSTANZA ÀLlamabas, Oscar? [85] OSCAR WILDE S, querida. CONSTANZA (Saluda) Ross, Dawson. DAWSON Esos ojos acusan lgrimas, mi amiga. Y cuando se pelea no se llora, porque la vista se nubla y no se ve el pecho del adversario, para herirlo mejor. CONSTANZA Yo no prefiero herir. DAWSON Tampoco ser herida, Àverdad? Si la vida es una batalla, como ya lo dijo alguien hace apenas 33 siglos, -y desde entonces se ha perfeccionado un tanto la crueldadhabremos de aspirar a herir y no a ser heridos, a matar antes que nos maten, en esta brbara y elegante contienda incesantemente renovada. ÀNo es as? [86] CONSTANZA ÀEs este entonces el concepto de ustedes sobre la humana existencia? OSCAR WILDE Es mejor que no discurras con nosotros. Limtate a asomarte al fondo nuestro, y vers por l lo que es el mundo por dentro. CONSTANZA Pero si el mundo moral no ha mejorado, de cuarenta siglos ac, Àde qu se jacta el hombre? (Entra el mayordomo y da una tarjeta a Oscar Wilde. Este sale al hall. El mayordomo lo acompaa) DAWSON Hay gentes que han dejado a Dios el encargo de cuanto se relaciona con este mundo, querida amiga. Para tal empresa se ha fundado una cosa que se llama Religin. La cristiana se ocupa hace dos mil aos de volver bueno lo malo. Para ello su Iglesia tiene dinero, puestos polticos y prestigio social, aqu, sobre la tierra. ÁVaya usted a saber lo que dispone en el otro mundo! [87] CONSTANZA La Religin Cristiana es necesaria y hace lo que puedeÉ DAWSON No es mucho lo que ha hecho en veinte siglos en orden a la moral fundamental. El odio imperaÉ CONSTANZA Siempre hay manos que destejen su telaÉ (Oscar Wilde vuelve de la puerta del hall donde ha hablado con alguien) ROSS Para transformar lo malo, es menester ser mejor. Estar vecino a la perfeccin. ÀQuin arroja la piedra? OSCAR WILDE La gran frase: ÀQuin arroja la piedra? T lo has dicho. Ese es mi argumento bsico en mi acusacin contra el Marqus. ÀQuin es l para lla[89]marme a cuentas? ÀLo que soy yo para llamarlo a l! ÀQu l dispone de la opinin, de la conciencia pblica? Primo Hamlet; t te anticipaste: ÒPalabrasÓ! La conciencia pblica est formada de unidades. ÁDeshagamos la molcula! ÀEs la conciencia de los hombres la que yo he de temer? ÀDe qu hombres? ÁAh! ÁQue cada uno se interrogue! ÁS! ÁUno a uno É pero a solas! ÁVaya! ÁVaya! con la conciencia de las gentes de esta sociedad! CONSTANZA T extremas, Oscar, tus razonamientos, aunque nuestra situacin actual atene tus rigores. OSCAR WILDE ÀNuestra situacin actual? ÁNo se la cambio al Marqus por la suya, como se lo dije a Lord Darlington! ÀQuiso el Marqus el escndalo? ÁOh! en estos tiempos, como en los tiempos bblicos, el escndalo es la salsa de todo humano manjar! ÁSi me embravecen, he de llegar con mi pluma a los antepasados de estos seores aristcratas, bandidos y ladrones y he de historiar sus riquezas desde sus terribles orgenes! (Bebe). CONSTANZA ÁNo te exaltes! [89] OSCAR WILDE ÁTienes razn! La exaltacin cambia el rostro. Efigenia de vuelta la cara a su padre durante el arrebato. Me ha bastado sealar con el ndice al Marqus de Queensberry para ver los indicios del miedo en el codificador del box. DAWSON No te engaes. El Marqus no tiene miedo. Cuenta con la muchedumbre. ÁLo acompaa! Ahora intenta apoderarse del elemento social y aun llegar a las esferas del alto pensamiento. OSCAR WILDE ÁOh! no. Puede obtener la ayuda popular porque es oscuro de alma. ÁPero no puede acercarse a la naturaleza de mi asunto! DAWSON Dgote que el Marqus es temible. Para contrarrestar su nuevo plan hemos quedado en vernos con Lord Darlington ahora mismo en É [90] ROSS Yo recorrer algunas redacciones de peridicos. OSCAR WILDE Yo ir al Club. Quiero ir al Club. DAWSON (A Ross) ÀVamos? (Sale con Ross) ROSS (Saliendo) Fuerza tiene una enemiga que la disminuye: opongamos a la Fuerza su adversaria la Fortuna. OSCAR WILDE ÁAh! ÁLa Fortuna! (Constanza ha seguido esta parte del dilogo con gran ansiedad) Escena tercera OSCAR WILDE y CONSTANZA OSCAR WILDE Mis guantes, querida. Voy al ÒAlbermarle ClubÓ. [91] CONSTANZA (Dulcemente) Antes yeme. ÀSabas que el jardinero se ha marchado esta maana, de improviso? OSCAR WILDE ÀEl jardinero? ÀPor qu? CONSTANZA Nadie se explica. OSCAR WILDE Es extrao. (Pausa) Y bien, se buscar otro. (Pausa) Pero t, Àa qu atribuyes? CONSTANZA No lo s. ÀLe das importancia a este hecho? No tardar en procurar informes si t quieresÉ OSCAR WILDE S, aclara, inquiere É Es extrao É Y repentinamente É Alcnzame los guantes É el bastnÉ (Sale Constanza. Oscar Wilde se dirige a la mesa [92] de los licores. Bebe. Al alzar la copa ve ante sus ojos a la Princesa de Mnaco cubierta con un velo. La aparicin de la Princesa, Àes un hecho cierto o una aparicin? ÀEs que ha entrado una imagen real a la escena o es nicamente una fantasa creada por el alcohol? El autor desea que esta duda est reflejada en Oscar Wilde para que se trasmita al pblico. Oscar Wilde aplica a la imagen todos sus sentidos) Escena cuarta OSCAR WILDE y la PRINCESA DE MîNACO OSCAR WILDE ÀQuin? ÀUna mujer? PRINCESA S. Una mujer que viene a traer a usted alientos para la lucha. OSCAR WILDE ÀPara la lucha? ÀCon quin? ÀCon un hombre? ÀCon un concepto actual de moral? ÀCon la moral de una determinada sociedad? [93] PRINCESA ÁCon quien sea! OSCAR WILDE ÀY qu tiene que ver un hombre con su propio espritu? ÀUn hombre con su obra? ÀQu tiene que ver la criatura con su obra? ÀQu tiene que ver la criatura fugaz y transitoria con É ÀSe salvar mi obra? PRINCESA Por los siglos, porque es casta. OSCAR WILDE ÀNo la contaminar mi desgracia? PRINCESA El artista ha de sufrir, como el mrmol sufre el golpe, como sufre el bronce el fuego. Sufra su carne, Oscar Wilde, hasta el desgarramiento. Sufra su corazn hasta quedar sin sangre. As gime toda doctrina. Toda luz es dolor. [94] OSCAR WILDE Lo s. ÁPor eso ha costado tanto la belleza alcanzada! Pero yoÉ PRINCESA No pronuncie usted el yo. OSCAR WILDE ÀQu debo hacer? PRINCESA Subir su Glgota. OSCAR WILDE ÀQuin me habla de este modo? PRINCESA ÀQuin? Su sombra. (Al intentar acercarse Oscar Wilde, la sombra desaparece) OSCAR WILDE (Muy excitado) ÁNo! ÁNo! ÀMi sombra? ÀAcaso la Princesa? Su vozÉ ÁNo responde! É ÀSe fue? ÀSueo? ÁNo! [95] ÁElla ha sido! Ella es. ÀQu es esto? ÀRealidad? ÀAlucinacin? Escena sexta OSCAR WILDE y CONSTANZA (Constanza trae el sombrero, el bastn y los guantes) OSCAR WILDE (Al ver entrar a Constanza, dice agitadamente) ÁQuin! (Luego cambia de tono, dominndose) ÁAh! ÀEres t? CONSTANZA Naturalmente. ÀQu te pasa? Oye: acaba de llegar tu administrador y pide hablar contigo con apremio. Tambin espera un sujeto que dice tener inters en verte por algo que te conviene ms a ti que a l. OSCAR WILDE ÁOh! Yo no estoyÉ CONSTANZA Ambos invocan urgencia. (Con dulzura) Te aconsejo atraer y no alejar a nadie en estos momentos, Oscar. [96] OSCAR WILDE Quizs tengas razn. Que espere entonces el desconocido hasta tanto despacho a mi administrador. Dile a ste que pase (Sale Constanza) Escena sptima OSCAR WILDE y el ADMINISTRADOR OSCAR WILDE ÀQu novedades, Masters? ADMINISTRADOR No muy buenas, seor. OSCAR WILDE Hable usted. ADMINISTRADOR Los empresarios celebran en estos momentos un ÒmeetingÓ para resolver por unanimidad É desistir de seguir representando las obras de Oscar Wilde. OSCAR WILDE ÁQu! ÀQu dice usted? ÀPor qu causa? ÀY sus contratos? [97] ADMINSTRADOR Convienen en someterse a la Justicia. Temen al pblico. OSCAR WILDE ÀY ha consultado usted? É ADM INISTRADOR S, seor. El abogado me ha dicho que esto se llama Fuerza mayor y que los empresarios ganarn el pleito. OSCAR WILDE ÁPero esto es injusto! ÁPor lo pronto es mi ruina moral! É ADMINISTRADOR Solamente he cobrado el importe de los ltimos derechos. Aqu est el cheque: Ásesenta libras! (Dejando el cheque sobre la mesa) OSCAR WILDE ÁOh, irona! [98] ADMINISTRADOR Como consecuencia de la actitud de los empresarios, se ha producido honda agitacin entre los artistas. Todos alegan daos. OSCAR WILDE Ello no me incumbe. ADMINISTRADOR S. Pero sirve de excusa para que el nombre de Oscar Wilde sea maltratado por los cmicos. Los mismos labios que antes lo ensalzabanÉ OSCAR WILDE Los cmicos no estn hechos de materia distinta a la de los otros seres. No sea usted injusto. Y bien É ADMINISTRADOR Nada ms, seor. Avisar lo que ocurra. (Oscar Wilde acompaa al Administrador hasta el hall y desde la puerta dice al desconocido): [99] OSCAR WILDE ÁPase usted! Escena octava OSCAR WILDE y el DESCONOCIDO (Personaje mal entrazado, de cara viciosa, ligeramente borracho) OSCAR WILDE (Examinndolo) ÀQuin es usted? DESCONOCIDO Un hombre. OSCAR WILDE ÀQu desea? Le pido brevedad porque mi tiempo es escaso. DESCONOCIDO ÁOh! Ser breve como dicen las tablillas norteamericanas É que no sirven para nada. Vengo a hablarle de un negocio. OSCAR WILDE ÀA m? Ningn negocioÉ [100] DESCONOCIDO Hay negocios y negocios. Se trata de que compre usted una cosa muy cara y muy buena, por muy poca plata. La cosa se llama: El honor de Oscar Wilde! OSCAR WILDE ÀMi honor? DESCONOCIDO ÁSu honor! Ya ve usted que tiene que agradarle. OSCAR WILDE ÀY est en sus manos? DESCONOCIDO Como en las de otros. Pero yo tengo el honor escrito, el honor que se prueba, y se lo vengo a vender a usted. OSCAR WILDE Hable usted claro y pronto. ÀQu quiere usted de m? [101] DESCONOCIDO ÁPlata! OSCAR WILDE ÀPor qu? DESCONOCIDO Por la carta que usted ha escrito a Lord Douglas, por la que su padre me ofrece cincuenta libras. Le doy preferencia a usted si alza la oferta. OSCAR WILDE ÀCarta a Douglas? DESCONOCIDO ÀTendr que recordrsela? (Haciendo memoria) ÒJacinto, Corazn mo; Dios joven, Dulce y rubio; tus ojos son la luz del marÓ. ÀNo cree usted que esta carta divertira mucho a los jueces? OSCAR WILDE ÁDeme usted ese papel! Ah tiene sesenta libras. (Le da el cheque que est sobre la mesa) [102] DESCONOCIDO Del empresario Smart. ÁBuena firma! (Saca de su inmunda cartera un sobre y del sobre una carta que Oscar Wilde examina febrilmente) ÀConforme? OSCAR WILDE (Sealndole la puerta) ÁPuede retirarse! (El desconocido hace un saludo ceremoniosamente cmico, saliendo como persona importante. Al dar el primer paso se encuentra con Ross y el Periodista. Este lo mira y sonre). Escena novena OSCAR WILDE, ROSS y el PERIODISTA ROSS (A Oscar Wilde) ÀQuin es ese individuo? (Al periodista) ÀPor qu sonre usted? (A Oscar Wilde) El seor es el redactor en jefe de ÒAtlanticÓ. PERIODISTA (Saluda a Wilde como persona conocida) En mi oficio conocemos mucha gente. ÀEste es el pobre diablo de la carta? [103] OSCAR WILDE (Sorprendido) ÁCmo! ÀSaba usted? PERIODISTA Nos la ha enseado en la redaccin pretendiendo vender una fotografa del original. OSCAR WILDE ÀQu dice usted? PERIODISTA Debe haberlo conseguido ya de alguno de los peridicos partidarios del Marqus. OSCAR WILDE De modo que este originalÉ PERIODISTA Es un documento de segunda mano; carece de importancia. OSCAR WILDE ÁOh! [104] ROSS (Que ha estado revolviendo papeles y cuadros en la habitacin, se aproxima y dice) El seor viene a buscar el retrato de tu madre y los que t le quieras dar de tu infancia y juventud, como asimismo datos de familia e informacin de tus estudios, etc. Conviene que accedas. Har una nota generosa. Escena dcima Dichos y CONSTANZA CONSTANZA (Desde la puerta) Oscar: te recuerdo lo del Club. OSCAR WILDE S. ÀQuieres acompaarme, Ross? (A Constanza) ÁOye! Suministra al seor lo que te pida. Necesita retratos de familia e informes sobre mis primeros aos. Vuelvo en seguida. (Sale con Ross) Escena undcima CONSTANZA. EL PERIODISTA. Luego la CRIADA CONSTANZA ÀEn qu puedo serle til? [105] PERIODISTA Datos generales acerca de su esposo. (Se prepara a tomar apuntes) ÀSu marido naci? É CONSTANZA En Dublin, 1856. PERIODISTA ÀQu ms? CONSTANZA Su madre, Elgee Wilde, mujer de espritu, escribi mucho tiempo en un peridico revolucionario. Es la que ha popularizado el pseudnimo de Esperanza. PERIODISTA (Escribiendo) ÒEsperanzaÓ. CONSTANZA Mi marido comenz sus estudios en Enniskillen. Obtuvo la medalla de oro por el griego. Despus se inscribi en el Colegio Magdalena de Oxford. Viaj [106] por Italia y Grecia. Ha dado conferencias en Norte Amrica. Sus gneros literarios son: É PERIODISTA ÀCundo public su primer libro? CONSTANZA En 1881. Un volumen de poemas. PERIODISTA ÀSu primera obra teatral? CONSTANZA Vera. PERIODISTA ÀCundo se cas? CONSTANZA En 1884. PERIODISTA Ruego a usted decirme la fecha de algunas de sus producciones. [107] CONSTANZA 1887: El Crimen de lord Arturo Savile1, La esfinge sin secreto y El millonario modelo. 1888: El prncipe feliz y otros cuentos. Al ao siguiente: El retrato de W. H., La decadencia de la mentira y El criterio considerado como artista. Despus: La Casa de las granadas, Intenciones, El alma del hombre bajo el socialismoÉ PERIODISTA ÀY El retrato de Dorian Gray? CONSTANZA Fue publicado en 1890. PERIODISTA ÀY Salom? CONSTANZA Salom fue escrita en francs para Sarah Bernhardt. La prohibi la censura. PERIODISTA 1 Sin doble ele en el original. ÀQu otras obras teatrales? [108] CONSTANZA El Abanico de Lady Windermere, Una mujer sin importancia, Un marido ideal y La importancia de ser serio. PERIODISTA S. Las obras que por hoy ocupan los carteles de Londres. ÀSu obra ms estimada? CONSTANZA l dice siempre que es su Vida. En sus obras ha puesto su talento. En su Vida ha puesto su genio. PERIODISTA S; frase suya. La conozco. ÀQu ms seora? El tiempo apura. Perdneme usted. Estos datos son para la edicin de la noche. ÀQu obra tiene en preparacin? CONSTANZA ÒSanta CortesanaÓ. PERIODISTA ÀSus hijos? [109] CONSTANZA Dos varones, once y nueve aos: Cirilo y Vivian. PERIODISTA Bien, seora. Mi tarea ha terminado por hoy. Quedo agradecido. Vuelo a la imprenta. (Recoge los apuntes y sale apresuradamente) Escena duodcima CONSTANZA, la CRIADA. Despus el MAYORDOMO. CRIADA ÁSeora! CONSTANZA ÀQu ocurre? CRIADA El cocinero y el mucamo acaban de retirarse. No quieren continuar sirviendo. CONSTANZA ÀQu dice usted? [110] CRIADA Han exigido del Mayordomo que les ajuste sus sueldos y se han ido. ÀQu dispone la seora? CONSTANZA ÀPero, a qu obedece esta confabulacin? CRIADA No dan a conocer el motivo. CONSTANZA Llame usted a Francisco. (La criada va a salir cuando entra Francisco) CRIADA Ya est aqu. CONSTANZA ÀQu ha pasado, Francisco? MAYORDOMO Debo comunicar a la seora que algo extraordinario est aconteciendo con nosotros. Desde ayer [111] han suspendido sus servicios los encargados de las provisiones. Me he quejado, pero ha sido en vano. He debido proveerme de otras casas a fin de que los seores no se apercibiesen ni los nios pudieran sufrir. CONSTANZA ÁEs inaudito! MAYORDOMO No es esto todo, seora. El portero acaba de despegar de la puerta un cartel con inscripciones sucias. ÁEsto no se ha visto nunca en Londres! CONSTANZA ÀUn cartel? MAYORDOMO S, seora. Con leyendas indelicadas. Mucha gente se detiene frente a esta casa. CONSTANZA ÀPero qu puede ser, por Dios? Mi marido no tena un solo enemigo hasta ayer. [112] MAYORDOMO Una gran tormenta parece prepararseÉ CONSTANZA Yo espero poder contar con la lealtad de ustedes. CRIADA y MAYORDOMO ÁOh! S, seora. CONSTANZA Entretanto, no deseo que mi esposo sepa nada de lo que ha ocurrido. MAYORDOMO La seora ordena. CONSTANZA (A la criada) Ya sabe usted. CRIADA S, seora. [113] CONSTANZA Debo esperar que se despeje su espritu. Despus todo se averiguar debidamente. ÀMe han comprendido ustedes? CRIADA y MAYORDOMO S, seora. CONSTANZA Continen ustedes ayudndome. Procuren que la institutriz no se informe de lo sucedido. Yo hablar con ella en todo caso. Pueden ustedes retirarse. (Los criados se van. Constanza queda sola. Hunde su cabeza entre las manos.) ÁQu vergenza! (Llora) Escena decimotercera CONSTANZA. DAWSON. LORD DARLINGTON DAWSON ÁCmo! ÀVolvemos a las lgrimas, Constanza? ÀQu le pasa a usted? ÀQu ha sucedido? [114] CONSTANZA ÁOh! ÁNada! ÁNada! DAWSON Aqu tiene usted a Lord Darlington. LORD DARLINGTON ÀCmo est usted, Constanza? DAWSON (A Constanza, aparte) ÀAlgo de importancia? CONSTANZA Nada, Dawson. Es el estado propio de mi espritu. LORD DARLINGTON Me dice Dawson que su marido no tardar. CONSTANZA Pronto regresar, en efecto, Milord. Dejo a ustedes en libertad. ÀPuedo ofrecerles brandy? ÀUn poco de t? [115] LORD DARLINGTON Gracias. Gracias. DAWSON Aqu tenemos whisky. Escena decimocuarta LORD DARLINGTON y DAWSON LORD DARLINGTON No s qu sombras trgicas rodean este cuadro. La mansin de Oscar Wilde ha cambiado desde mi ltima visita. ÁHay que conjurar la crisis! DAWSON ÀPor qu habla usted as? ÀLa considera prxima? LORD DARLINGTON Inminente. ÀEn qu mundo viven ustedes? Todo Londres se ha poblado, en horas, de leyendas a [116] cual ms fantstica y atormentadora para el nombre de Oscar Wilde. Esto infecta el ambiente y llega a la justiciaÉ DAWSON Pero la justiciaÉ LORD DARLINGTON S, es un invento. Lo s. Pero he necesitado poner en juego todas mis influencias para impedir que aparecieran ediciones propiamente escandalosas. ÁAh, qu pronto se convocan y se encuentran las fuerzas destructoras de una reputacin! (Mirando hacia afuera) ÁOh, Londres! ÁCun implacable es tu sereno odio! ÁCmo sabes disimular el hervidero de tus pasiones! ÁTu hipocresa es igual a tu soberbia: inmensa! (Volvindose) ÀQu plan actual tienen ustedes? ÀQu han hecho? DAWSON Todo lo posible, todo lo necesario se ha hecho ya. Oscar Wilde ha asumido el papel de acusador. El proceso est a sentencia. Hemos movido los peridicos, tocado influencias, contrarrestado en fin todo el prestigio de que goza el padre de Douglas. ÀNo ser dado esperar el retiro de la acusacin de parte del Marqus? [117] LORD DARLINGTON Imposible. ÁNo la retirar! DAWSON Si contsemos entonces con esos factores que se llaman la juventud, el elemento religioso, las clases conservadorasÉ El caso de Oscar Wilde ofrece una faz social de grande trascendencia porque afecta la moral de nuestro pas. Esto por un lado; por otro, Àno cree usted que lo individual se desvanece ante la obra literaria que perdura? Por ello le hablaba a usted de la juventud, eternamente generosa y de los elementos religiosos, obligados a velar por la verdadera salud del Reino. LORD DARLINGTON ÁAh, Dawson! ÀCmo tiene usted fe en este salvataje literario? DAWSON ÀQuiere usted, entonces, que cedamos el campo a la inmundicia reclutada en los bajos fondos de Whitechapell? [118] LORD DARLINGTON Siento voces. Llega Oscar Wilde. DAWSON Veamos qu dice. Escena decimoquinta Dichos. OSCAR WILDE y ROSS LORD DARLINGTON ÀQu cara es esa, dear? OSCAR WILDE ÁOh! Lord Darlington. (Ross habla aparte con Dawson) LORD DARLINGTON ÀQu impresiones trae usted? [119] OSCAR WILDE Malas, Milord. Mi estrella se eclipsa. ROSS Es un accidente É ÀPara qu? É OSCAR WILDE No. Lo debo decir. Al penetrar al ÒAlbermarle ClubÓ se produjo un murmullo entre todos los presentes y Lord Chapman se levant de su asiento y abandon el recinto. LORD DARLINGTON Acaso coincidencia. ÀUsted cree? É OSCAR WILDE Y al salir del club, al pasar por una de las libreras ms centrales de Londres, en cuyo escaparate estaba mi retrato, me ha tocado presenciar É ROSS Pero, Oscar É [120] OSCAR WILDE Un espectculo cruel. Una agrupacin estulta, un montn de gente, esa! la que nace, anda y vive sin saber por qu, ha despedazado el escaparate y ha hecho aicos mi retrato. LORD DARLINGTON ÁOh! DAWSON ÀEs posible? OSCAR WILDE ÁDentro de lo inconsciente, lo terrible! LORD DARLINGTON (Agitado) Bueno, pues. No perdamos un instante. ÁRoss, Dawson! Vengan ustedes inmediatamente conmigo. Pronto. Los necesito É DAWSON y ROSS Vamos. [121] LORD DARLINGTON Y en cuanto a usted, calma, Ácalma, querido! ÀQuiere usted un consejo? Salga del fondo de su yo y mrese por fuera. Sea su propio espectador. OSCAR WILDE Comienzo a sentir en m las impresiones que ha creado mi fantasa para algunos de mis personajes. Pero Ácun distinto es el dolor cuando cambia de sujeto! (Vanse todos) Escena decimosexta OSCAR WILDE, solo, abatido y perplejo. OSCAR WILDE ÁLa duda! ÁLa duda! No es tan brbaro el arrebato del viento o el bramido de las olas como el de este obscuro y silencioso tropel que sacude mis ideas. ÁLa duda! Jugamos al amor, a los negocios, a la gloria y aun a la amistad. [122] De pronto lo trgico juega con nosotros. El juego cambia solamente de nombre: se llama el fantasma, la crcel, la muerte. ÁAy! ÁTambin se llama el olvido! Escena decimosptima OSCAR WILDE y ALFREDO DOUGLAS, que asoma entre el cortinado del fondo y que se supone da al jardn. DOUGLAS ÁOscar! ÁOscar! OSCAR WILDE ÁQuin me llama! ÁAh! Eres t, Bosy. ÀNadie te ha visto? DOUGLAS Nadie. Ni el jardinero estaba. OSCAR WILDE Es cierto. (Cierra la puerta de comunicacin con el vestbulo) [123] DOUGLAS ÀPor qu te encuentro triste? ÀCrees que el fallo? É Faltan muchos das. Adems É ÀTienes presentimientos? OSCAR WILDE Est para dictarse la sentencia. Y tu padre puede mucho. Tu padre puede todo. DOUGLAS No. No puede todo. Yo he pensado en ti y en m, adelantndome a los sucesos. Mira, Oscar. Aqu est el resultado de mi consagracin activa. OSCAR WILDE ÀQu es ello? DOUGLAS Debemos salir hoy mismo de Londres. Estos son los pasajes de Constanza y de tus hijos para Suiza. En seguida que t los embarques, este es el tuyo para Pars y este es el mo. Yo te espero en la estacin Waterloo. [124] OSCAR WILDE ÀQu dices, Bosy? DOUGLAS ÁAh! Este es un plan mo. Mientras tus amigos han agitado sus ideas, yo he pensado en este recurso que ellos no han previsto, porque yo soy distinto a los dems. OSCAR WILDE ÀMe propones la fuga? DOUGLAS Te propongo nuestra liberacin. Hay que burlar el odio. OSCAR WILDE ÁAh, Bosy! Yo no puedo volver hacia atrs. Djame arrostrar el peligro en su hora trgica. Hay que sufrir algo nuevo y algo grande. DOUGLAS Sufre conmigo. Solos. En la inmensidad de lo annimo. Frente a la sombra y en la sombra É [125] Vmonos al extranjero. All producirs, como produce la noche en unin con el silencio. Has nacido clsico. Vive en la opulencia de tu gusto. S como Ctulo. Vuelve a la antigedad. OSCAR WILDE ÁQu hermoso es lo que expresas! DOUGLAS Vamos, Oscar. No hay tiempo que perder. OSCAR WILDE ÀY qu dirn de m? DOUGLAS ÁLo que digan! T no tienes ninguna interdiccin para salir del pas. No es una fuga. Has usado de tu libertad. Es el ejercicio de un derecho. Vmonos, Oscar. Mira que nos espera la felicidad. OSCAR WILDE ÁOh, Bosy, cmo me hablas! [126] DOUGLAS Porque soy el nico que te comprende. OSCAR WILDE ÀY est todo listo? DOUGLAS Todo. Hasta los hoteles de los primeros meses. Aqu estn los pasajes. OSCAR WILDE Bueno, Bosy, har tu voluntad. DOUGLAS ÁOscar! OSCAR WILDE ÀY ahora? DOUGLAS Nadie me ver salir, como nadie me ha visto entrar. Cerrar de nuevo el jardn. Tienes dos horas. Aprovchalas. En Waterloo te espero. [127] OSCAR WILDE ÁAdis! DOUGLAS Hasta luego. (Vse) OSCAR WILDE (Oscar Wilde reflexiona breves instantes y luego abre la puerta de comunicacin con el vestbulo, diciendo a media voz:) ÁConstanza Mara! ÁConstanza Mara! Escena decimoctava OSCAR WILDE y CONSTANZA OSCAR WILDE ÀTe acuerdas de lo que hablamos una vez de la conveniencia de salir de Londres? CONSTANZA S, recuerdo. [128] OSCAR WILDE Este es el momento. CONSTANZA ÀCmo? OSCAR WILDE Este es el momento. CONSTANZA PeroÉ OSCAR WILDE S, querida. La sentencia podra ser adversa. ÁClaro! Di a la institutriz lo que convenga decirla. Se trata de un paseo, de una ausencia momentnea. El mayordomo quedar encargado de todo. ÁPronto! Nada ms que lo indispensable. Trae aqu las malas2. Debemos salir dentro de dos horas. CONSTANZA ÀDe dos horas? [129] OSCAR WILDE S. Te explicar despus. ÀDnde estn mis manuscritos de la ÒSantaÓ? ÁAh! ÁYa! Los tengo en este cajn. Hazte traer la maleta especial para mis papeles y mis libros. Reunamos aqu todo el equipaje para sacarlo por la puerta del jardn. ÀMe entiendes? CONSTANZA PeroÉ OSCAR WILDE 2 Así en el original. ÁYa ves que se cumplen tus deseos! Vas a pasear por Suiza. Ginebra te espera. All los nios É Mas, no perdamos tiempo. ÁMira que los minutos pasan! ÁPor favor, Constanza! ÁUrge! ÁUrge! CONSTANZA Est bien, Oscar. ÁNo comprendo! ÁNo comprendo! Pero se har como t dices. OSCAR WILDE Entretanto, voy a dejar mis instrucciones por escrito al mayordomo. [130] (Se sienta a escribir con visible agitacin. Saca su libreta de cheques y llena uno que agrega a la carta. Constanza ha comenzado ligeros arreglos, guardando retratos y objetos diversos. Llama a la criada con el timbre, y cuando sta aparece, le da rdenes en voz baja.) OSCAR WILDE (A la criada) Llame usted al mayordomo. (La criada sale) CONSTANZA ÀLe pondrs dos lneas a tu madre? OSCAR WILDE Mejor que ella me suponga en Londres. No s cmo no he pensado antes en este viaje, el ms sencillo medio de resolver lo complicado. (La criada y el mayordomo conducen un pequeo bal. El mayordomo se dirige a Oscar Wilde, quien le da un pliego y le habla en voz baja. La criada trae mantas de viaje y correas, mientras Oscar Wilde y Constanza hablan. Los dos criados se apuran en llenar el bal, en cerrarlo y preparar el resto del equipaje). [131] OSCAR WILDE ÀY los nios? CONSTANZA Ya he mandado decir a la institutriz que los prepare. ÀPor qu no das tus instrucciones al Administrador, en lo que concierne a los teatros? OSCAR WILDE Lo he hecho ya. (Se siente una fuerte algaraba en la calle) CONSTANZA ÀQu rumor es ese? ÀSientes, Oscar? (Abre una ventana) OSCAR WILDE S, alguna manifestacin callejera. (El rumor aumenta) CONSTANZA ÁOye! ÁEs en nuestra puerta! ÁTu nombre, Oscar! ÁTu nombre! ÁEsa gente te insulta! (Cerrando precipitadamente la ventana) [132] OSCAR WILDE ÀQu dices? CONSTANZA ÁAh! ÁEs en contra de ti! Oscar, esto es horrible. ÁNo oigas lo que dicen! OSCAR WILDE ÁOh! ÁLa canalla! (Se debe ir aumentando el oleaje popular. Voces inarticuladas, pero gruesas y sonoras, de insultos confusos, deben llegar a la escena) CONSTANZA ÁOscar, no salgas! ÁNo te expongas! OSCAR WILDE ÁMiseria, annima! ÁPlebe inmunda! (Sigue el vocero y de pronto se oye el fragor de cristales rotos violentamente. Dos nios entran sobrecogidos de espanto.) [133] VIVIAN (de 9 aos) ÁMam! CIRILO (de 11 aos) ÁPap! CRIADA ÁSeor! ÁSeor! (Anunciando) La Polica. CONSTANZA ÀQu hacemos, Oscar? ÁHuyamos, huyamos! (Constanza toma a los dos nios e intenta salir por el fondo) OSCAR WILDE ÀHuir? ÁJams! Aqu me hallar de frente la propia Fatalidad. Escena decimonovena Dichos y el EMPLEADO POLICIAL EMPLEADO ÀEl seor Oscar Wilde? [134] OSCAR WILDE ÀQu pasa? EMPLEADO Le intimo orden de arresto. OSCAR WILDE ÀPor qu causa? EMPLEADO Por el asunto Queensberry. CONSTANZA ÁDios mo! OSCAR WILDE Heme aqu. ÁTodo entero! (Entregndose) CONSTANZA ÁLa crcel! ÁÁEs ms grande que tu culpa!! ÁLa crcel! É [135] OSCAR WILDE ÀLa crcel? Puede tambin resultar asunto de arte. ÁVamos! TELîN [136] Acto tercero Escena primera Rotonda de la crcel. Despacho del Director. EL DIRECTOR. EL EX-DIRECTOR. EL CAPELLçN. Empleados. Centinelas. Presos. (Antes de levantarse el teln se oye el comienzo de un coro religioso. Al levantarse el teln el coro prosigue. Es cantado por el Pastor Capelln de la crcel, que acaba de decir la misa en la rotonda, rodeado de sus ayudantes, empleados de la prisin y por los presos, que, asomados a la reja de los pabellones que dan a las ochavas, aparecen uniformados y vigilados por guardianes y centinelas) (Terminado el coro, el Capelln se separa de quienes lo acompaan y dice, dirigindose a los presos:) CAPELLçN Os exhorto en este da de paz y de descanso al recogimiento, dentro de vosotros. [137] No os llenis de amargura, sino de resignacin. Sed jueces de vosotros mismos. No tengis para vuestro compaero otro sentimiento que el de la compasin. Pensad que sufre ms que vos. Os repito una vez ms el consolador versculo que dice: El dolor no es un castigo. El dolor es una prueba. Y aquel que sabe soportarlo ser recompensado. Con vuestra buena conducta podis abreviar la jornada en esta crcel y la pena en vuestros hogares. Hoy es da de fiesta. Que lo sea tambin en vuestros corazones. Pensad conmigo y pensad siempre que Dios est sobre todas las voluntades de los hombres. Tened disciplina y esperad justicia del nuevo Director que ha venido a gobernar la Crcel de Reading. (Terminada la ceremonia, el Capelln se retira con sus ayudantes y el personal inferior que ha acudido a la misa y a la pltica. Los presos vuelven a sus celdas, dirigidos por los celadores de cada pabelln) [138] Escena segunda (Un empleado coloca varios legajos y cuadernos en la mesa del Director. Un idiota hemiplgico atraviesa la escena, arrastrando una cuerda. Nadie se cuida de l) DIRECTOR He tenido que improvisar aqu tambin mi despacho por causa de las refacciones de la crcel. ÀNo me deja usted ninguna recomendacin particular? EX DIRECTOR No. Gracias. Me retiro muy cansado de este puesto. No es divertido tener tratos con esta canalla. DIRECTOR Pero habr unos desgraciados menos malos que otros. EX DIRECTOR Para m fueron siempre todos malos. Todos igualmente malos. [139] DIRECTOR ÁOh! EX DIRECTOR Cuando tenga usted mis aos de lucha, sabr lo que son estos miserables. (Atraviesa un preso leyendo un libro) Ese es de los pocos que no ha estado en la celda obscura. (Con tono de misterio) Ese es Oscar Wilde. Escena tercera Dichos. OSCAR WILDE. EMPLEADO 1¼ DIRECTOR ÁOscar Wilde! Deseaba conocerle. (Llamando con voz autoritaria, pero blanda) ÁC 33! (Oscar Wilde se detiene) EX DIRECTOR (Con voz dura) C33. El nuevo Director quiere hablarle. OSCAR WILDE (Con humildad) Seor É [140] DIRECTOR Ya sabe que hoy sale usted en libertad. OSCAR WILDE S, seor. Espero mi familia. DIRECTOR ÀCunto tiempo ha durado su condena? OSCAR WILDE (Con dolor) ÁDos aos! (Cuatro hombres cruzan transportando a otro en una silla. Los gua el Empleado 1¼) DIRECTOR ÀQu es eso? EMPLEADO 1¼ Un enfermo. El A 52. Lo llevamos a la enfermera (Vase) [141] DIRECTOR (A Oscar Wilde) ÀQu libro lee usted? OSCAR WILDE Sfocles. La Direccin me ha permitido É DIRECTOR (Tomando el libro) ÀY lee usted el griego? OSCAR WILDE S, seor. DIRECTOR ÀY qu ha escrito usted en esta crcel? OSCAR WILDE Muy poco, seor. Escena cuarta Dichos y el CAPELLçN CAPELLçN (Saludando a Oscar Wilde) Buenos das É (Oscar Wilde besa la mano del Capelln) [142] CAPELLçN Hoy es su gran da, amigo mo. ÁSu gran da! DIRECTOR Pero Àqu ha escrito usted? OSCAR WILDE Una poesa para consolar a un compaero desesperado porque qued ciego en la celda obscura. Luego mis cartas a los amigos que me quedan y É DIRECTOR Y su salud Àes buena? OSCAR WILDE S, seor. DIRECTOR ÀPrepara usted algn otro trabajo? OSCAR WILDE Un libro de dolor, como libro de crcel. [143] DIRECTOR Y para el teatro Àqu hay dentro de esa cabeza? OSCAR WILDE ÁAh! Todo eso acab. (Se lleva las manos a los ojos y solloza) DIRECTOR ÁVamos! ÁVamos! No se enternezca usted. CAPELLçN ÀQu es eso, amigo mo? (Colocando su mano en su hombro) OSCAR WILDE Es que mi alma ya est rota para siempre. CAPELLçN El alma no se rompe. OSCAR WILDE (Al Capelln) Perdneme usted. Disclpeme, seor Director. Pero ya no soy lo que fui. Slo es grande mi desgracia. [144] CAPELLçN Slo Dios es grande, amigo mo. En momentos de su libertad no debe usted sentirse desfallecer. Lo espera a usted una nueva vida. (El Director habla aparte con el exDirector, mientras firma en su escritorio) OSCAR WILDE ÀVerdad que no se ha olvidado usted de mi splica? ÀMe despedir usted hacindome or mi trozo preferido? CAPELLçN No me he olvidado, no. ÁQu grande amiga es la msica! ÀNo es cierto? OSCAR WILDE S, seor. La ms confidencial. DIRECTOR (Separndose del exDirector) Ya he firmado su orden de salida. ÀEst usted pronto? [145] OSCAR WILDE S, seor. (Se oyen voces alteradas y una, de protesta, que se destaca) DIRECTOR ÀQu es eso? EX DIRECTOR De seguro que es un husped. Todo preso nuevo grita como se. DIRECTOR (Al Empleado 1¼ que regresa) ÀPor qu esas voces? ÀQuin vocifera de ese modo? EMPLEADO Un preso recin llegado. ÀSe le pone en la celda subterrnea? EX DIRECTOR (Re) ÁEs el gran calmante! [146] DIRECTOR (Al Empleado) No, seor. Ya he dicho lo que debe hacerse en estos casos: bao, Ábao tibio! EX DIRECTOR ÁCmo! ÀNo utiliza usted la celda obscura? Es rpido. Apretado entre paredes y sin luzÉ DIRECTOR Eso enloquece y no es cristiano. EX DIRECTOR Lo que no es cristiano es gritar como un chancho. DIRECTOR ÀQuiere usted que se cante? La impresin de una crcel deprime o exalta, segn el temperamento. EX DIRECTOR ÁOh! ÁUsted no conoce al preso! [147] DIRECTOR Pero conozco al hombre. EX DIRECTOR Todo preso es un pillo. DIRECTOR Todo preso es un desgraciado. (Un empleado conduce a una seora vieja y a otra, joven, a la sala de la derecha, de espera. Al pasar, dice al Director:) EMPLEADO La madre y la esposa del 59, que hoy sale en libertad. Vienen a llevarlo. DIRECTOR ÁAh, s! Que pasen. Tome usted la orden. (La toma de su mesa) (El Capelln y Oscar Wilde se aproximan) [148] EX DIRECTOR (Al Capelln) ÁEl famoso 59! ÁSe le va a usted! CAPELLçN ÁDesdichado! EX DIRECTOR Y mat a un obrero para robarle (Con irona) ÁDesdichado! CAPELLçN ÁUsted siempre implacable! ÀNo tiene usted lstima? EX DIRECTOR ÁOh, las palabras! ÁLstima! ÁLstima! ÁPalabras! Voy a utilizar el mnibus para alcanzar el tren. Quiero estar pronto en Londres. ÁReverendo! ÁBuena suerte! ÁCrcel de Reading: hasta nunca! (Da la mano rudamente. A Oscar Wilde ni lo mira. Vse acompaado del Director) [149] Escena sexta OSCAR WILDE y EL CAPELLçN CAPELLçN (A Oscar Wilde) ÀQu me dice usted? OSCAR WILDE (Sonre) ÁNo tiene imaginacin! (Seis peones del Establecimiento, vestidos de blanco y guiados por un guardin, atraviesan con una camilla. En ella un muerto, cubierto con un manto negro) CAPELLçN ÀUn enfermo? GUARDIçN3 No, seor; un muerto. CAPELLçN ÁUn muerto! ÀQuin es? ÀPor qu no se me ha dicho? [150] 3 Este personaje no ha sido anticipado en la introducción de la escena. GUARDIçN Porque se le ha hallado muerto en su celda. Se ha suicidado. CAPELLçN ÁUn suicida! ÀCmo? ÀCon qu arma? GUARDIçN (Levanta un extremo de la manta) Se ha degollado con un hilo de seda. (Verase la cabeza del muerto) OSCAR WILDE (Mirando el cadver) ÁOh! CAPELLçN ÁQu horror! ÁQue Dios lo haya perdonado! (Llevan el cadver) (Oscar Wilde muestra una honda impresin) (PAUSA) CAPELLçN ÁMisericordia! ÁOh, Dios! ÁMisericordia! [151] OSCAR WILDE Yo tambin É Yo tambin he pensado en el suicidio! Pero É Áhay que saber sufrir! A m me ha salvado la piedad. CAPELLçN ÁNo se impresione usted! OSCAR WILDE Un cadver vale ms que un ser vivo. Un ser vivo pasa desapercibido a nuestro lado. Un cadver nos detiene siempre. ÁYo! ÀQu soy? ÀSoy un ser que vive o un cadver? ÁYo! ÁHe pronunciado lo eternamente vulgar! ÀPor qu digo yo? Porque ya no soy creador de arte. En arte no hay yo. ÀQu ha hecho la crcel de m? ÁUn despojo humano! ÁUn harapo! ÁUna sombra! CAPELLçN Entrguese usted a Dios. ÁDios es la Bondad inacabable! [152] OSCAR WILDE ÁAh, s! Ál me dejar volver a vivir! Pero, Àpodr ejercer sobre la vida mis poderes de creacin? (Pausa. Reaccionando) ÀPor qu morir? No quiero que me sorprenda la muerte en el momento que diviso el mundo desde este punto que es el ms alto de la vida. Esta es como otra puerta Eterna. Tambin leo en ella la inscripcin desesperante: ÒPer me si va ÉÓ (Aparecen presos de derecha e izquierda custodiados por guardianes que se asoman a la reja del fondo. Del otro lado o sea el exterior un grupo numeroso de mujeres, algunas ancianas, hombres de toda edad y condicin, nios, algunos de meses, levantados en alto por las madres. Y entre los dos grupos, - los presos y sus familias- se produce un doloroso rumor de voces inarticuladas que es imposible definir. Es la conversacin de unos con otros, en forma agitada y variada. Solamente ellos se entienden respectivamente en el infernal bullicio) CAPELLçN Vea usted qu tema para su pluma. Y es un punto imperceptible de la vida. [153] OSCAR WILDE ÁUno de los crculos del infierno, Maestro! CAPELLçN No, no soy Virgilio, pero usted puede ser Dante. Contemplemos. (Desde un rincn observan el abigarrado montn humano. De pronto un guardin hace sonar un silbato clamoroso y el rumor se contiene. Ha terminado la ÒvisitaÓ. Pero en este momento se oyen voces claras de adentro y de afuera, es decir de presos y mujeres u hombres que les contestan. Se oirn tambin algunos gritos de nios. Los presos se retiran en fila; las familias lenta, dolorosamente) MUJER 1» Cudate. MUJER 2» Falta poco. PRESO 1¼ ÁTabaco! ÁTabaco! NIO 1¼ ÁPadre! [154] PRESO 2¼ ÁAdis, mi alma! É ÁNo puedo ms! PRESO 3¼ ÀEst enferma? MUJER 2» No me lo preguntes. ÁEspera! NIO 2¼ ÁPapasito! ÁPapasito! NIO 1¼ Hasta el domingo. PRESO 2¼ ÁNo puedo ms! ÁNo puedo ms! PRESO 3¼ ÁAdis, madre! É [155] EMPLEADO ÁBasta! ÁBasta! ÁMarchen! (La columna de presos vase en silencio. Las familias despejan ante otro guardin. Durante esta escena sale el preso N¼ 59 con su madre, su mujer y su hija. Al pasar frente al Capelln ste le da la mano. Tambin se despide de Oscar Wilde) OSCAR WILDE ÁTodo se desvanece! ÁVuelven al silencio! CAPELLçN ÁCun breve es la felicidad de estos seres! OSCAR WILDE ÁS! ÁCun breve! ÁVuelven al silencio! ÁQu terrible es el silencio! CAPELLçN Vaya usted a ponerse su traje de salida. No se haga esperar. [156] OSCAR WILDE ÁOh! Estoy listo en un instante. A mi familia, que me aguarde. Srvase usted decrselo. Vuelvo en seguida. (El Capelln queda mirndolo compasivamente. Vase Oscar Wilde) Escena sptima DIRECTOR (Apareciendo) He confirmado todas las informaciones relativas a Oscar Wilde y a sus parientes. En esta crcel ha tenido una conducta ejemplar. CAPELLçN De ello soy testigo. DIRECTOR He advertido que el ex Director no le tena buena voluntad. CAPELLçN Como a ninguno. Es el primer ejemplar humano que he hallado ajeno a todo sentimiento. [157] DIRECTOR Vea usted qu epigrama del destino. (Aludiendo a unos peridicos que tiene en sus manos) En estos momentos anuncian los peridicos que se est representando Salom en Pars. CAPELLçN ÁSalom! ÁEn Pars! ÁLa obra proclamada obra de arte! DIRECTOR S. ÁCuntas gentes ignorarn que el autor es el Preso C. 33 de la crcel de Reading! CAPELLçN ÁEl autor de arte es un espritu, una entidad impalpable, incorporado a la belleza eterna! DIRECTOR ÀCree usted que la crcel habr salvado lo que queda de Oscar Wilde como escritor? [158] CAPELLçN Temo que no. Habr devuelto un ser fsico a la normalidad, pero su mente sale obscurecida. El escritor no modelar su frase con su antiguo cincel. El mundo ha perdido un obrero intelectual extraordinario. DIRECTOR ÁQuin lo sabe! ÁLa regeneracin moral alcanza en sus efectos a la inteligencia misma! Quiz la soledad que le aguardaÉ CAPELLçN El cielo tiene sus designios. Esperemos É DIRECTOR Rugole mandarlo en seguida. Es hora de que parta. CAPELLçN As lo har. Y cumplindole una promesa formal, voy a despedirlo con la sonata de su preferencia artstica. ÁSer como el adis de esta casa! (El Capelln vase) [159] Escena octava El DIRECTOR solo (Se sienta delante de su mesa a leer los peridicos. El loco idiota reaparece arrastrando su cuerda en puntas de pie y haciendo muecas a la espalda del Director, quien no se da cuenta de l) Escena ltima EL DIRECTOR y OSCAR WILDE que aparece con aire ms franco DIRECTOR Y bien; el ltimo mnibus est para salir. OSCAR WILDE S, seor. S, seor. Ya estoy listo. A falta de mi esposa, -que no existe- ha venido mi madre a acompaarme. Mi madre debe hallarse en la sala de espera. ÀPodra el seor Director permitirme que se la presente? ÁDos aos que no veo a mi madre! [160] DIRECTOR ÀSu madre de usted? OSCAR WILDE S, pues, Lady Elgee Wilde, ms conocida por su pseudnimo de Esperanza. Es una mujer de mrito. Est en la sala de esperaÉ Claro que s. Una madre es siempre madre. Ella quera que saliramos juntos cuando llegara este daÉ ÁY este da ha llegado! ÁElla har las veces de mi pobre y malograda Constanza Mara! DIRECTOR Es que É OSCAR WILDE ÀDuda el seor Director? ÁOh! ÁClaro! No conoce la energa de mi madre. Nada ni nadie la hubiera podido contener. Ella tiene por m un amor casi salvaje. Perdneme el seor Director. Es una forma de decir las cosas para definir una inmensa afeccin. S, casi salvaje. DIRECTOR Su madre de usted É no ha venido. [161] OSCAR WILDE ÀNo ha venido an? ÀEst seguro el seor Director? DIRECTOR S, seguro. OSCAR WILDE ÁOh! ÁQu extrao! Y ella saba. Yo se lo hice saber (Con afliccin) ÀEstar enferma? ÁAh! Si as fuera, yo esperara su restablecimiento, pues es un voto que tengo formulado de que saldr de esta crcel acompaado de mi madre. DIRECTOR No. No est enferma. Pero su madre Éno vendr. OSCAR WILDE No comprendo É ÀQu quiere decir el seor Director? DIRECTOR ÀNo lo adivina usted? [162] OSCAR WILDE (Con atormentada desesperacin trata de adivinar en el semblante del Director) No É S É (Con la faz muy alterada y voz ronca dice: ) ÀAcasoÉ seor Director É mi madre? É (El Director baja su vista) OSCAR WILDE ÁSeor! ÁQu! É ÀNo contesta usted? ÀMi madre ha muerto? É ÀMi madre ha muerto? É ÁOh! qu cosa terrible! É ÁÁMi madre!! É Seor ÉÁÁ Mi madre!! ÁÁYo amaba a mi madre!! Dgalo usted claramente. (Breve pausa) ÁYa lo ha dicho! ÁÁS!! ÁÁYa me lo ha dicho!! (En forma muy dolorosa pronuncia esta frase, dejndose caer en un banco, mientras llora intensamente) ÁÁMi madre ha muerto!! É ÁOh, Dios! ÁÁLa muerte de mi madre, como una herida, reabre el recuerdo de la muerte de mi esposa!! DIRECTOR Haba orden de no decrselo a usted. Reanmese ahora porque la muerte de los seres que amamos nos obliga a una fortaleza mayor. Vaya usted a regar esas tumbas con su llanto. La memoria de esos seres lo proteger. Alce usted (Pausa) [163] OSCAR WILDE S, es cierto. Ahora empieza otra vida para m. Bajo el amparo del recuerdo, yo me reconstruir. Perdneme el seor Director. (Pausa) ÁAh! Mi vida É La vida É ÀQu vida? ÁAhora s que mi tragedia es cierta! ÁOh! ÁMi tragedia! (Llora. Pausa) S. Tena que suceder. Debo conformarme con mi racin. ÁEra mucho salir con mi madre! ÀQu me queda? ÁMis hijos! Aunque pequeos puedo apoyarme en ellos. ÁEsta es mi racin! (Pausa. Volvindose con aire de humildad e inconsciencia al Director) ÀDnde estn, seor Director? ÀDnde estn? ÀHan venido, verdad? DIRECTOR ÀLos hijos de usted? OSCAR WILDE S. ÀCon quin han venido? ÁPobres nios! ÁAcudir a una crcel para conducir a su padre hacia la libertad! ÁPara entrarlo de nuevo al mundo! ÁDe nuevo al mundo! ÁPero la sociedad ya no tendr un sitio para m! (Pausa. Con acento de resignacin y de extraa energa) Y bien, que vengan! ÁQue vengan a llevarme! Ya es la hora. Ya es la hora. (Pausa. El Director queda inmvil. Pausa [164] Los dos hombres se miran. De pronto Oscar Wilde, obedeciendo a un acto primo, se incorpora y se coloca muy cerca, casi tocando con su rostro la cara del Director. Con voz inarticulada, rugiente, exclama: ) ÀEs que tambin? É DIRECTOR (Con serenidad) ÁNo! ÁLos hijos de usted viven! OSCAR WILDE ÀViven? ÁGracias, Dios mo! ÁGracias! Y bien É DIRECTOR Pero É Los ha perdido usted para siempre. ÁSe les ha privado de su nombre! OSCAR WILDE ÁQu! (Esta expresin debe ser de indefinible angustia) DIRECTOR ÁUsted no tiene hijos! [165] OSCAR WILDE ÁÁCielos!! ÀQu oigo? DIRECTOR La ley lo manda. OSCAR WILDE ÁQue ya no tengo hijos! É ÁQue no llevan mi nombre! ÁQue no pueden pertenecerme! ÁYo! ÁMis hijos! ÀHa sido roto mi corazn entonces? ÁEs demasiado para la medida de mi vaso! (Pausa. Comienza a orse en el rgano las notas de la msica del Capelln) DIRECTOR Decdase usted. Debe usted salir. OSCAR WILDE Salir É S. Debo salir. Debo irme. ÀPero con quin? ÀCon quin me voy? ÁYa no tengo madre, ni esposa, ni hijos! ÀMe voy conmigo entonces? ÁPero si en este momento me he vuelto algo como [166] una cosa hueca, vaca, sin nada adentro! ÁTengo miedo de salir con tanta soledad! É ÁNo! ÁNo! ÁNo! (Sollozando. Pausa. Con vacilante paso se dirige a la puerta de salida. En este instante Oscar Wilde ve la figura de Jess en una tela o cristal transparente. Se reanima) ÁJess! Artista blando y manso, dame tu mano invisible. Echame sobre mis hombros tu piedad. ÁComienzo a sentir que me transformo en sombra! ÁYa no soy! ÁYa no ser! ÁAdis! ÁPor siempre, adis! Pero antes, ÁOh! ÁJess! te pido que intercedas por que este dolor intenso y cierto purifique y salve para siempre la obra de mi vida, la obra de mi espritu! ÁSeor! ÁSlvala! ÁÁSlvala!! ÁÁÁSlvala!!! (Los sollozos de Oscar Wilde deben entremezclarse a las notas del rgano. La manera de salir queda librada al actor. Pero me permito recordar lo que dije en mis ÒBreves apuntacionesÓ al respecto. Pgina 28 Tercer Acto) TELîN LENTO