Las Falacias desde el punto de vista pragma-dialéctico Numa Tortolero Curso: Razonamiento Lógico Los argumentos en el marco de una discusión crítica Una discusión crítica es un proceso en el que interactúan por lo menos dos personas con el n de superar una diferencia respecto a una opinión. En este proceso se puede identicar a una persona que deende una opinión, que podemos llamar la protagonista, y otra que no acepta esa opinión. Es en este marco donde puede tener algún sentido una argumentación, entendiendo por argumento el total de actos realizados para alcanzar el objetivo de la discusión, que es la superación de una diferencia de opinión. En el contexto de una discusión crítica, un argumento es un proceso en el que se turnan los movimientos o intervenciones de los participantes de la discusión. Habrá movimientos o acciones en pro de una opinión y otros en contra de esa opinión. Entonces, un argumento reúne una serie de acciones, como pronunciaciones o anotaciones, que pretenden signicar algo. Para lograr su cometido, entonces las acciones realizadas no son arbitrarias sino que deben estar reguladas, deben estar sometidas a un conjunto de reglas que estipulan las condiciones bajo las cuales esas anotaciones o pronunciaciones adquieren el signicado que tienen. Esta circunstancia introduce el argumento en una dimensión pragmática donde el argumento puede ser considerado como un acto de habla complejo, pues por denición un acto de habla queda determinado al establecer las condiciones bajo las cuales es posible y cuando derivamos las reglas que determinan el exito de su realización a partir de esas condiciones. Una argumentación, desde el punto de vista de la dialéctica, es una discusión regulada dirigida a la superación de diferencias de opinión. Su éxito, la superación de la diferencia, depende de ciertas condiciones de las cuales podemos derivar justamente las reglas que deben regir el proceso argumentativo. Considerada desde este punto de vista, podemos denir entonces la 1 argumentación como un acto de habla complejo, constituido por una serie alternante de actos de habla simples que tiene lugar en el marco de una discusión crítica. Esta es la aproximación pragma-dialéctica a la teoría de la argumentación, de acuerdo a la cual, un argumento es un proceso dialéctico que, al estar regulado por una serie de reglas, puede ser considerado como una serie de actos de habla simples. van Emereen y Grotendorst formulan cuatro principios o premisas metodológicas que establecen cómo estudiar los argumentos y delimitan el marco conceptual de la teoría pragma-dialéctica de la argumentación. Son la base de la integración entre la dimensión descriptiva del discurso argumentativo en acto y la dimensión normativa de la argumentación como ingrediente esencial de la discusión crítica. Principios del enfoque pragma-dialéctico 1. Exteriorización : Un acto de habla se realiza con cierta intención comunicativa. El argumento supone compromisos que se establecen a través de acciones. De estas acciones abstraemos como irrelevantes las actitudes y las disposiciones psicológicas de quienes argumentan y contraargumenmtan; también abstraemos el proceso de razonamiento de los participantes. Se trata de identicar los compromisos creados durante la realización de actos de habla argumentativos en cierto contexto de desacuerdo. Acuerdo y desacuerdo no son tratados como estados internos sino como compromisos que se resultan de los movimientos realizados en el proceso de discusión. Las exteriorizaciones de los movimientos correspondientes al acuerdo o al desacuerdo deberán conducir a asumir compromisos que han de manifestarse a través del acto de habla cuya aceptación es la expresión verbal de lo que se ha asumido como compromiso. 2. Socialización : la tradición lógica ve el argumento como un producto y se centra en el estudio de su validez, concebiéndolo como la derivación de una conclusión a partir de premisas. En esta concepción, el argumento no es sino la exteriorización de procesos mentales de los que pueden extraerse los elementos estructurales del razonamiento a partir del proceso comunicativo donde aparecen. Pero la argumentación no se reduce al proceso individual de sacar una conclusión: la argumentación, tal como la concibe la dialéctica, es parte de un procedimiento discursivo donde dos o más individuos que dieren en opinión tratan de llegar a un 2 acuerdo. Por eso, en la argumentación es posible distinguir roles entre un protagonista, que adelanta una idea u opinión, y un antagonista que la cuestiona. Se deben establecer entonces las precondiciones cuya satisfacción debe cumplir un hablante para que sus justicaiones puedan ser consideradas como soportadas. Esta socializacón la logramos extendiendo la noción de acto de habla al nivel del discurso argumentativo, y distribuimos los actos individuales dirigidos a soportar una opinión de acuerdo a los actos realizados y extrayendo de los roles en esa distribución los signicados de esos actos. 3. Funcionalización : la tradición lógica, además de ver el argumento como un producto de un proceso racional, lo estudia en términos estructurales, ocupándose de las relaciones entre sus proposiciones y haciendo abstracción de su propósito o función, a pesar de que es justamento esto, su función, lo que da sentido al argumento. El sentido del argumento es su función como proceso regulado dirigido a la resolución de alguna diferencia de opinión. Entonces es necesario, para alcanzar la funcionalización del proceso argumentativo, identicar las condiciones para que el proceso de argumentación como acto de habla complejo se leve a cabo en forma correcta. 4. Dialectización : Muchos análisis de los argumentos se reducen al estudio de la manera cómo se realizan, limitándose a un enfoque descriptivo, sin ocuparse de cómo debería realizarse para cumplir su función: resolver diferencias de opinión. Debería darse un conjunto de estándares críticos para una discusión crítica. Logramos esto si vemos la argumentación como una discusión gobernada por un proceso dialéctico válido, midiendo esta validez en términos de ecacia en la resolución de desacuerdos, excluyendo movimientos falaces y los que sean intersubjetivamente aceptables para las partes: hablamos entonces de validez resolutora del problema. Esto, la dialectización, lo logramos estableciendo un modelo ideal basado en reglas, a partir del concepto de discusión crítica, un modelo que ha de servir como referencia para nuestros estudios. Tenemos entonces que un argumento es un proceso que se lleva a cabo en el marco de una discusión crítica y que, siendo un proceso, podemos identicar en él fases. Además, como se trata de un proceso dialéctico, donde se realizan acciones reguladas por algún protocolo o código, podemos discernir las reglas que regulan la argumentación propiamente dicha. Como los movimientos que se producen en la discusión crítica son actos de habla que tienen como función la resolución de una diferencia de opinión, es posible establecer las condiciones propicias para que la discusión llegue a feliz término. Es a partir de estas 3 condiciones que enunciamos que enunciamos una serie de reglas que han de constituir el modelo ideal que nos ha de servir como referencia para la evaluación de los argumentos. Fases o estadios de la argumentación considerada como un proceso dialéctico El modelo de la discusión crítica especica varios estadios o faces en el proceso de resolución de desacuerdos vía discusión racional y los movimientos verbales llevados a cabo en cada una de las fases. En el proceso de la discusión crítica pueden distinguirse cuatro fases: (1) Confrontación: Se presenta una diferencia de opinión a través de la oposición entre un punto de vista y su no aceptación: es la coincidencia entre una opinión y su duda o contradicción, de manera que surja un desacuerdo real o potencial. (2) Apertura: Momento en el que se identica al protagonista y al an- tagonista por sus compromisos iniciales: el protagonista está obligado a defender su punto de vistan y el antagonista asume la obligación de responder críticamente a la defensa del protagonista. Esta fase corresponde al momento donde las partes maniestan que hay sucientes elementos comunes para un intercambio racional y fructífero. (3) Argumentación: El protagonista deende metódicamente su punto de vista frente a los ataques o respuestas críticas de su antagonista, llegando incluso a emitir nuevos argumentos para superar dudas del punto de vista de la otra parte; la otra parte reacciona a esos argumentos. Aducir argumentos y juzgar sus méritos es crucial para la resolución racional de diferencias de opinión. (4) Conclusión: los participantes determinan si el punto de vista defen- dido por el protagonista ha sido defendido exitosamente contra las respuestas críticas del antagonista. En cada una de estas fases, los participantes observarán las reglas que rigen un procedimiento que constituye una discusión crítica. Reglas que rigen una discusión crítica Van Eemeren y Grootendorst estipulan un conjunto de diez reglas que establecen las condiciones bajo las cuales es posible la realización de una 4 discusión crítica, entendia como un proceso racional dirigido a la resolución de diferencias de opinión. Regla (1) Ninguna parte debe evitar a la otra presentar o poner en duda puntos de vista. Esto asegura que los actos realizados a favor o en contra de un punto de vista sean presentados libremente. Regla (2) Una parte que presenta un punto de vista está obligada a defenderlo si es interprelada por la otra parte a hacerlo. De esta forma se asegura que puntos de vista presentados y puestos en duda sean defendidos contra ataques críticos. Regla (3) Un ataque de una parte a un punto de vista debe estar en relación con ese punto de vista que ha sido presentado por la otra parte. Así se hace ver que en la fase de la argumentación el ataque está relacionado con el punto de vista original del protagonista. Regla (4) Una parte puede defender un punto de vista sólo presentando argumentos relacionados con ese punto de vista. Además de asegurar que sea correcta la relación de la defensa con el punto de vista defendido, esta regla asegura que dicha defensa tiene lugar sólo por medio de la argumentación. Regla (5) Una parte no puede renegar de una premisa que ha dejado implícita ni presentar como falsa una premisa que ha quedado sin expresar por la otra parte. Se asegura así que los puntos de partida de una discusión sean usados apropiadamente al atacar y defender puntos de vista, de manera que la argumentación pueda conducir a una resolución de una diferencia de opinión, cuando las conductas durante la discusión muestran dicha resolución como consecuencia de compromisos contraidos por las partes involucradas. Regla (6) Una parte no puede presentar como un punto de vista aceptado una premisa falsa ni negar una premisa que sea un punto de vista aceptado. Esta regla asegura que los puntos de partida de una discusión son usados apropiadamente al atacar o defender puntos de vista. Regla (7) Una parte no puede mantener un punto de vista como defendido conclusivamente si la defensa no tiene lugar a través de un esquema de argumentación apropiado que se aplique correctamente. De esta forma se logra que la argumentación pueda conducir a una resolución de diferencias de opinión cuando un protagonista y un antagonista concuerdan en un método de prueba de la solidez de argumentos que no son parte del punto de partida común. 5 Regla (8) Una parte sólo puede usar argumentos que son lógicamente válidos, haciendo explícita una o más premisas no expresadas. De esta manera una argumentación puede conducir a una resolución de una diferencia de opinión sólo si el razonamiento que presenta el argumento del protagonista es válido. Regla (9) Una defensa fallida de un punto de vista debe resultar en que la parte se retracte de su duda acerca del punto de vista. Asegura que el protagonista y el antagonista aciertan en una manera correcta acerca de cuál es el resultado de la discusión. Regla (10) Una parte no debe usar formulaciones que no sean sucientemente claras o que sean ambiguas y confusas; una parte también debe interpretar las formulaciones de la otra parte en una manera tan cuidadosa y precisa cómo sea posible. Esto evita mal interpretaciones que resulten de formulaciones ambiguas y vagas. Actos de habla que pueden contribuir en cada fase a la resolución de una diferencia de opinión En una discusión crítica pueden identicarse por lo menos cinco tipos de actos de habla. En la teoría pragmática del lenguaje, cada acto de habla se caracteriza por su fuerza ilocutiva, es decir, aquello que busca hacerse con el acto de habla. En este sentido, encontramos expresiones cuyo sentido es establecer un compromiso, otras donde el sentido es manifestar la voluntad de que se haga algo, como cuando se emite una orden. También van Eemeren y Grootendorst establecen cinco tipos de actos de habla que tienen lugar en el marco de una discusión crítica. (1) Actos asertivos (aseveraciones): El ejemplo típico de una asev- eración es una armación a través de la cual el hablante o excritor garantiza la verdad de la proposición que expresa: Yo armo que Simón Bolívar y Napoleón nunca se conocieron. Sin embargo, una aseveración no sólo está relacionada con la verdad de las proposiciones que expresan: también dan cuenta de su aceptabilidad en un sentido amplio. Una aseveración también puede referir no a la verdad sino a si la opinión de un hablante o escritor se ajustan a un evento o estado de hechos expresados en la proposición: Bach es el más grande de los músicos alemanes. También pueden considerarse aseveraciones a las suposiciones, negaciones y las concesiones. En una discusón crítica, las aseveraciones pueden expresar el punto de vista que está cuestionándose. 6 (2) Directivas: Órdenes que requieren una posición especial del hablante y su interlocutor: Ven a mi cuarto. Esta oración, cuando es pronunciada, sólo tiene sentido si el hablante está en una posición de autoridad sobre el oyente, sino es sólo una invitación o una solicitud. Otros ejemplos de directiva son la prohibición, recomendación, el pedido y el desafío. En una discusión crítica, el rol de una directiva es retar a la parte que ha introducido un punto de vista a defenderlo, o solicitar que una argumentación que lo soporte. Pero en la discusión, ninguna parte debería realizar órdenes unilaterales ni prohibiciones. (3) Compromisos: Empleamos la palabra compromiso como una trauducción de un término técnico de la pragmática lingüística: commisive, que es un acto de habla cuyo propósito es comprometer al hablante a realizar o no alguna acción. La idea es que con un compromiso el hablante asume el deber de seguir un curso de acción o de conducta. El prototipo de un compromiso es una promesa donde un hablante o escritor asume realizar o no algo: Prometo no tomar más. Entre los compromisos también tenemos el aceptar, el rechazo, el asumir cierta responsabilidad, el estar de acuerdo. En una discusión crítica, los compromisos juegan un rol impotante: a ) aceptar o no aceptar un punto de vista b ) aceptar o no aceptar una argumentación c ) aceptar el reto a defender un punto de vista d ) decidir comenzar una discusión e ) estar de acuerdo con tomar algún rol, bien sea como protagonista y como antagonista f ) estar de acuerdo con las reglas de una discusión g ) decidir comenzar una nueva discusión (4) Actos expresivos: actos por los que el hablante o el escritor expresa sus sentimientos acerca de algo, sea agradeciendo, revelando una molestia, etc.: Estoy contento de que estés bien de nuevo, Estoy harto de que estés perdiendo el tiempo. Entre los actos expresivos tenemos: conmiseración, la disculpa, el arrepentimiento, la felicitación. Aunque un acto expresivo no forma parte directamente en una discusión crítica, bien puede afectarla. (5) Actos declarativos: se usan para provocar cierta circunstancia en el interlocutor. La mera realización del acto de habla crea una realidad. 7 Si el director de un departamento dirije a uno de los empleados la frase Estás despedido, no está describiendo un estado de hechos sino que crea una situación real. Su principal uso es el de incrementar la comprensión del oyente o lector de otros actos de habla. Como ejemplos de actos declarativos tenemos las deniciones, las presiciones, las amplicaciones y las explicaciones. Al realizar alguno de estos actos, el hablante o escritor indica cómo debe ser interpretado un acto de habla que puede ser poco claro para el oyente o lector. En general, las declaraciones no juegan ningún rol en la resolución de una diferencia de opinión, debido a su dependencia de la autoridad del hablante o escritor en cierto contexto institucional. En el mejor de los casos, pueden conducir al establecmiento de una disputa. Las declaraciones acerca de utilización de algo, en cambio, no requieren interrelación institucional alguna, mejoran la comprensión de otros actos de habla, cumpliendo un rol útil en la discusión crítica y pueden ocurrir en cualquier estadio de la discusión. Falacias en el marco de la teoría pragma-dialéctica de la argumentación En esta teoría de la argumentación, las falacias son denidas como actos de habla que perjudican o frustran los esfuerzos por resolver una diferencia de opinión. Así que para detectar una falacia lo que se hace es vericar si, en el contexto de una discusión dirigida a la resolución de diferencias, se ha realizado algún acto de habla que sea una de las normas que rijan el proceso de discusión en una fase especíca. Si este es el caso, se determinará qué tipo de violación fue cometida y a partir de esto se podrá determinar qué tipo de falacia se ha cometido. Falacias que violan la regla (1): • Ad baculum • Ad hominem • Ad misericordiam Falacias que violan la regla (2): • Ad verecundiam • Ad ignorantiam 8 Fase Rol del acto de habla en la resolución ASEVERACIONES confrontación expresar un punto de vista argumentación introducir un argumento conclusión sostener o retractarse de un punto de vista conclusión establecer un resultado COMPROMISOS confrontación aceptación o no, sostener la no aceptación de un punto de vista apertura aceptar el reto a defender el punto de vista apertura decidir comenzar argumentación decidir comanzar una discusión; acuerdo acerca de las reglas de la discusión conclusión sostener o retractarse de un punto de vista conclusión aceptación o no, sostener la no aceptación de un punto de vista ÓRDENES apertura reto a que se deenda un punto de vista argumentación solicitud de que se argumente confrontación - conclusión solicitud de uso de una declaración DECLARACIONES DE UTILIZACIÓN confrontación - conclusión denición, presición, amplicaión, etc. Cuadro 1: Distribución de los actos de habla en la discusión crítica 9 Falacia que viola la regla (3): • Generalización apresurada (accidente inverso) Falacias que violan la regla (4): • Ignoratio elenchi • Ad populum • Ad verecundiam Falacias que violan la regla (5): • Negar una premisa no expresada (por el protagonista) • Magnicar una premisa no expresada (por el antagonista) Falacias que violan la regla (6): • Pregunta compleja • Petitio principii Falacias que violan la regla (7): • Variantes de ad verecundiam • Variantes de ad populum • Generalización apresurada • Falsa analogía • Ad consequentiam • Pendiente resbaladiza Falacias que violan la regla (8): • Armación del consecuente, negación del antecedente • División • Composición Falacia que viola la regla (9) • Ad ignorantiam Falacias que violan la regla (10): • Ambigüedad 10 • • • • Equívoco Anbología Composición División Algunas falacias Ad consequantiam (dirigido a las consecuencias Una falacia ad consequentiam consiste en armar que un argumento de alguien es erróneo sólo porque las consecuencias indirectas reales o intuidas del mismo se consideren negativas o inaceptables. Tiene la estructura: 1. A arma B. 2. B tiene como consecuencia C, que es algo negativo o indeseable. 3. Por tanto, B es falso. O en el caso opuesto: 1. A arma B. 2. B tiene como consecuencia C, que es algo positivo o deseable. 3. Por tanto, B es verdadero. No todos los argumentos ad consequantiam son negativos. Es posible argumentar que algo es cierto por tener consecuencias consideradas positivas. Ad consequantiam es falaz cuando se aplica a la deducción sobre las consecuencias, y no a la evidencia (o premisa) de un razonamiento. Ejemplos: "Tiene que haber algo después de la muerte. Si no, la vida no tiene sentido." El hecho de que la vida pudiera perder sentido si no hay nada después de la muerte, no invalida por sí mismo este argumento. "No, no puede ser que el Presidente esté implicado en eso. Perderíamos las elecciones." El hecho de que la implicación del Presidente en algún asunto turbio pudiera suponer efectivamente perder las elecciones, no invalida la armación de que lo esté. 11 Pendiente Resbaladiza (Slippery Slope ) Esta falacia ocurre si, cuando se quiere demostrar que una proposición es inaceptable, se arma que una secuencia de eventos crecientemente inaceptables se seguirán de ellos. Una pendiente resbaladiza es una composición ilegítima del operador condicional si ... entonces .... Por supuesto esto debería diferenciarse de apuntar una cadena de consecuencias causales a partir de una elección o posición. La diferencia es que en una falacia del tipo de la pendiente resbaladiza las conexiones causales intermedias no han sido demostradas. Ejemplos: Si aprobamos las leyes en contra de las armas nucleares, entonces no pasará mucho tiempo antes de que aprobemos las leyes contra revólveres, y luego comenzaremos por restringir otros derechos y nalmente terminaremos viviendo en un estado comunista. Así que no deberíamos prohibir las armas nucleares. Nunca deberás apostar. Una vex que empiezas lo encuentras difícil de detener. Pronto estás gastando todo tu dinero en la apuesta y eventualmente cometerás un crimen para soportar tus deudas. Si hago una excepción para tí, entonces tengo que hacer una excepción a todos. Para probar esta falacia, hay que identicar la proposición que está siendo refutada e identicar el evento nal en la serie de eventos. Luego demostrar que este evento nal no necesita ocurrir como una consecuencia de la proposición. Armación del consecuente, negación del antecedente La armación del consecuente y la negación del antecedente son falacias formales, es decir, se caracterizan por estar basadas en asumir como válida una argumentación que no se adapta a una forma válida de inferencia. En el caso de la armación del consecuente, nos encontramos con un error en la construcción de una inferencia basada en la gura de inferencia del modus ponens. La forma del modus ponens es: Si A entonces B A es el caso Por lo tanto B es el caso. 12 Ejemplo de modus ponens : Cuando va a llover, el cielo se nubla. Ahora la ciudad se ha nublado de repente; probablemente hoy va a llover por acá. Se trata de una forma de inferencia lógica reconocida como válida. La armación del consecuente ocurre cuando asumimos como válida la siguiente variación del modus ponens Si A entonces B B es el caso Por lo tanto A es el caso. Como podemos ver, y lo podemos comprobar construyendo la tabla de verdad respectiva, en una forma argumental como ésta la verdad de la conclusión no se deriva necesariamente de las premisas. Esta fugura sólo nos da un argumento contingente, no un argumento lógicamente válido. Ejemplo de falacia por armación del consecuente: Generalmente, las personas que nos destacamos en nuestro trabajo somos reconocidos en las empresas y recibimos benecios adicionales. José debe ser uno de los trabajadores más destacados de su empresa, porque goza de muchos benecios y, además, lo han ascendido recientemente. La lógica nos dice que, en este caso, no podemos deducir que José es un trabajador destacado de la empresa a partir del hecho de que fue ascendido recientemente. La falacia por negación del antecedente resulta en un equívoco en una inferencia basada en la gura del modus tollens. El modus tollens es una gura de inferencia que tiene la siguiente forma: Si A entonces B B no es el caso Por lo tanto A no es el caso. La negación del antecedente ocurre cuando asumimos como válida la siguiente variación del modus tollens, donde concluimos que el consecuente de un condicional no es el caso a partir del hecho de que el antecedente del condicional no es el caso. 13 Si A entonces B A no es el caso Por lo tanto B no es el caso. Ejemplo de falacia por negación del antecedente: Generalmente, las personas que nos destacamos en nuestro trabajo somos reconocidos en las empresas y recibimos benecios adicionales. José no debe haber sido ascendido nunca porque nunca se ha destacado en la empresa donde trabaja. Falsa analogía Una analogía es muy útil cuando se quiere explicar algo, por ejemplo: ¾Que sucede cuando un empleado incumple sus obligaciones en la empresa? Los empleados en una empresa son como los órganos de un cuerpo, cada uno cumple un rol particular y cuando uno falla, todo el organismo se enferma. También existen argumentos aceptables basados en analogías: El pensamiento es una operación experimental con pequeñas cantidades de energía, exactamente igual que un general mueve guras en miniatura sobre un mapa antes de enviar sus tropas al combate. - SIGMUND FREUD, Nuevas conferencias introductorias al psi- coanális Sin embargo, puede incurrirse en falacia si sacamos conclusiones comparando dos situaciones como si fueran similares sin tomar en cuenta las diferencias existentes. Ejemplo: "El examen de física está muy fácil. Si yo pude aprobarlo, tú también puedes hacerlo". Acá, el hecho que una persona haya aprobado el examen, no quiere decir que el examen sea fácil como tal, por lo tanto no se puede tomar como analogía relevante para demostrar la facilidad del examen el hecho de que una persona que lo haya aprobadono le haya parecido fácil, sin considerar otras circunstancias que realmente ayuden a aprobar el examen y que sí serían relevantes para conformar un razonamiento por analogía aceptable. 14