La ciudada afrancesada y sometida

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6 Artes & Letras HERALDO DE ARAGÓN 10 de octubre de 2013
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Un espíritu creativo. Grabados. María
Cristina Gil Imaz. Palacio de Montemuzo
del Ayuntamiento de Zaragoza. Hasta el 14
de noviembre.
GRABADO
Continua
búsqueda
de lo bello
El grabado era su pasión. María Cristina
Gil Imaz (Tudela, Navarra, 1957- Zaragoza, 2011) se dedicó al estudio y ejercicio de
esta disciplina a lo largo de más de veinte
años. Ahora una exposición en el espacio
municipal del Palacio de Montemuzo recorre su trayectoria. La cuidada selección
de las obras, pertenecientes a los fondos
de la familia, ha corrido a cargo de Maite
Ubide, quien la inició desde su magisterio
a conocer la técnica y sobre todo a amar
el grabado. Después vendrían otros maestros que le abrieron las puertas a nuevos
procedimientos que le permitieron seguir
avanzando con ácidos y texturas con los
que desarrolló una gran fuerza expresiva.
Cristina escribió mucho sobre grabado y
grabadores, y dedicó monografías a algunos de ellos como Natalio Bayo.
La muestra ordenada temáticamente
exhibe una veintena de obras fechadas
desde finales de los ochenta a dos mil siete, que dejan traslucir su carácter siempre
ARTES
HISTORIA 200 AÑOS DEL FIN DE LA OCUPACIÓN FRANCESA Y SUS AVATARES POLÍTICOS
La ciudada afrancesada y sometida
MISCELÁNEA
Aragón y la
ocupación francesa
1809-1814’. Coordinación:
Pedro Rújula. Museo Ibercaja
Camón Aznar. Hasta el 3 de
noviembre.
A
parte de la cuestión conmemorativa, que permite que esta exposición se
sitúe como un apéndice de las
muestras que se realizaron en Zaragoza con motivo del bicentenario de la Guerra de la Independencia en el año 1808 y que coincidían con la Expo 2008, esta exposición cubre un periodo que va
del final de los Sitios de Zaragoza del 21 de febrero de 1809 hasta
la llegada de Fernando VII en mayo de 1814. La exposición, compuesta de pinturas, grabados, libros y objetos, ilustra y estudia,
no menos que el catálogo libro
que la acompaña, un periodo que
ha quedado un poco oculto en la
historia. ¿Qué pasa desde 1809
hasta 1814 en Zaragoza, en Aragón
y por extensión en España en este periodo? Este es el planteamiento que los autores, reconocidos historiadores de diversas
universidades, logran plantear y
esclarecer.
Una mujer contempla, entre grabados, la miniatura del Marqués de Lazán, hermano de Palafox. OLIVER DUCH
Brambila, Goya, Suchet...
El recorrido expositivo se hace
ágil y ameno por la variedad expositiva y por la estructura planteada. Hay grabados de varios autores y procedencias, se muestran algunos de Brambila y Gálvez, algunos de los Desastres de
la Guerra de Francisco de Goya,
pinturas de Palafox, de Lannes,
del mariscal Louis Gabriel Suchet, así como páginas de sus memorias de 1834, mapas, planos, fotografías, armas, condecoraciones, manifiestos, comunicados.
Significativo también el motivo
elegido para imagen de la muestra y del catálogo: ‘Salida de los
franceses de Zaragoza el día 9 de
julio de 1813 y voladura del Puente de Piedra’, grabado anónimo de
hacia 1813. La estructura planteada es de cuatro partes: La ocupación francesa como parte de la estrategia europea concebida por
Pedro Villacampa. OLIVER DUCH
El regreso de
Fernando VII
tuvo una escala
en Zaragoza
en abril de 1814
Napoleón; el fenómeno de afrancesamiento y colaboración de la
sociedad aragonesa durante la
ocupación; la paralela resistencia
al dominio napoleónico y por último la liberación de la ciudad y
la recuperación del orden en la
monarquía hispánica que era el
que dictaba la Constitución de
1812. Desde julio de 1813 a mayo
de 1814 rigió en Aragón el orden
constitucional.
Una época compleja y difícil en
la que podemos ver la destrucción material al contemplar los
grabados de Brambila y Gálvez,
también la violencia entre y sobre los hombres con la agudeza
de los grabados de Goya, podemos ver también los cambios que
supuso la llegada de un ejército
que concebía la ocupación como
una empresa europea, podemos
ver también que unos veían la
ocupación como una manera de
avanzar hacia el liberalismo y
otros que continuaron rechazando el dominio exterior, podemos
ver también la compleja figura
del rey Fernando VII, en el que la
inmensa mayoría veía como el le-
gítimo rey constitucional y que
acabó a su regreso instaurar el
absolutismo. Vemos también la
postura acomodaticia de muchos
a las rápidas y diversas situaciones que cambian o que los intereses personales aconsejan cambiar de bando o de postura ideológica. Igualmente la exposición
plasma la dolorosa situación de
la resistencia zaragozana de los
Sitios, la destrucción material de
la ciudad y las numerosísimas
muertes. Una situación compleja
con muchas vertientes y que la
exposición ayuda a comprender
mejor.
En primer lugar Pedro Rújula
nos sitúa en el final de los Sitios
y así conocemos el punto de partida para comprender mejor el
paso a una Zaragoza banjo dominio francés, una Zaragoza que entrega las armas por la Puerto del
Portillo, con un coste de 50.000
vidas.
Otro aspecto que se trata es del
ejército francés en el territorio
bajo la autoridad del mariscal Suchet que crea un ejército que se
denomina Ejército de Aragón y
que desde aquí quiso conquistar
el sur de Cataluña y Valencia.
Otro capítulo se dedica a estudiar
la administración francesa, primero bajo la autoridad de José
Bonaparte y desde febrero de 1810
bajo la autoridad directa de Napoleón, decisión que se extendía
a los territorios fronterizos con
Francia. Entonces Aragón tiene
un gobierno propio, con el nombre de Gobierno de Aragón a cuyo frente estuvo el general Suchet
que reunía todos los poderes.
También se estudia y fenómeno
del afrancesamiento y la colaboración y también la relación entre
ilustración y afrancesamiento,
una ecuación que se demuestra
inexacta.
También se plantea el proceso
de saneamiento y reconstrucción
de la ciudad. Así se planificó el
entonces llamado Salón de Santa
Engracia, hoy conocido como Paseo de la Independencia. También hubo una resistencia militar
española que se estudia y los movimientos y estrategias para contrarrestar a los ocupantes franceses. Igualmente se trata de ver la
resistencia política y se estudia la
Junta de Aragón, la itinerancia de
la Junta, las tensiones con la Junta Suprema y los conflictos entre
un mundo de reminiscencia feudal y la revolución burguesa. Por
último se estudia el capítulo del
despertar constitucional y el regreso de Fernando VII. En julio
de 1813 Zaragoza asiste a la solemne publicación de la Constitución
en un momento adverso para los
liberales. De hecho las elecciones
recaían en las élites tradicionales.
No hay nada más que ver que la
mayoría de los diputados a Cortes aragoneses firmaron el ‘Manifiesto de los persas’ en abril de
1814, que apoyaba al rey en contra
de las reformas. El regreso del
Fernando VII tuvo una escala en
Zaragoza a principios de abril de
1814, como un tanteo para restablecer la monarquía absoluta al
llegar a Madrid.
Aunque se produjo el desmantelamiento de las reformas liberales, tras esta primera experiencia constitucional, las cosas ya no
serían igual. La historia, aunque
parezca lo contrario, siempre
avanza.
RICARDO GARCÍA PRATS
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