U R G E N C I A S E N AT E N C I Ó N P R I M A R I A Hipopotasemia en atención primaria M. Castro Fouz y M.L. Martínez Bermejo Médicos de familia. Área 7 Madrid. L a hipopotasemia se define como potasio plasmático inferior a 3,5 mEq/l. Se considera grave si es menor de 2,5 mEq/l. Cardiovascular: el déficit de potasio predispone a la aparición de extrasístoles auriculares y ventriculares; en casos graves, taquicardias y fibrilación ventricular. En el ECG se puede apreciar aplanamiento de ondas T y aparición de ondas U; alargamiento del QT y alargamiento del PR. En pacientes tratados con digital la hipopotasemia potencia la toxicidad digitálica. Renal: la disminución de potasio produce un descenso moderado y reversible del filtrado glomerular; puede inducir diabetes insípida nefrogénica con poliuria y polidipsia resistentes a la hormona antidiurética; se suele aumentar la producción renal de amonio (que favorece la encefalopatía en pacientes hepatópatas); una hipopotasemia severa puede dar lugar a una alcalosis metabólica hipoclorémica. Gastrointestinal: náuseas, vómitos e íleo paralítico. Metabólico: inhibe la secreción de insulina produciendo hiperglucemia, que en ocasiones conlleva un diagnóstico erróneo de diabetes mellitus. CLÍNICA Los casos leves (potasio sérico entre 3,5 y 2,5 mEq/l) más frecuentes en atención primaria suelen ser asintomáticos. Los casos graves suelen aparecer con cifras de potasio sérico menores de 2,5 mEq/l, pudiendo presentarse las siguientes manifestaciones clínicas por aparatos y sistemas: Neuromuscular: con concentraciones séricas entre 2 y 2,5 se produce debilidad muscular, irritabilidad. Con cifras inferiores a 2 puede presentarse parálisis arrefléxica y síntomas psicóticos. En el músculo esquelético la pérdida de grandes cantidades de potasio se puede acompañar de rabdomiolisis y mioglobinuria (puede llegar a desarrollarse una insuficiencia renal aguda). Hipopotasemia por pérdidas Potasio en orina de 24 horas < 25 mEq/24 h > 25 mEq/24 h Extrarrenales Renales Digestivas – Vómitos – Diarrea Diálisis Tensión arterial Normal Alta Bicarbonato Renina plasmática Bajo Variable Alto Alto/normal Baja Anión gap Amfotericina B Hipomagnesemia Aniones no reabsorbibles Poliuria Cloro en orina Tumor secretor de renina HTA maligna HTA renovascular Aldosterona Bajo Alto < 10 mEq/24 h > 10 mEq/24 h Acidosis tubular renal Cetoacidosis diabética Vómitos Diuréticos tras tratamiento Síndrome de Bartter Diuréticos Hipomagnesemia Figura 1 Diagnóstico diferencial de la hipopotasemia. Alta Hiperaldosteronismo Baja Síndrome de Cushing Hiperplasia suprarrenal congénita Ingesta de mineralocorticoides URGENCIAS EN ATENCIÓN PRIMARIA Hipopotasemia en atención primaria M. Castro Fouz y M.L. Martínez Bermejo TABLA I Etiología de la hipopotasemia Espurea: leucemia mielocítica y mielomonocítica Por redistribución Alcalosis (metabólica más que respiratoria) Hiperinsulinismo (exógeno o endógeno) Parálisis periódica familiar Delirium tremens/alcoholismo Agonistas β adrenérgicos (salbutamol, fenoterol) y estados hiperadrenérgicos Tirotoxicosis Tratamiento con ácido fólico en anemia megaloblástica Intoxicación por carbonato de bario y por tolueno Por depleción Pérdidas extrarrenales (potasio en orina < 30 mEq/l) pH normal: Ingesta inadecuada: anorexia nerviosa, dieta té-tostada, algunos tabacos mascados, ingestión de regaliz Pérdidas gastrointestinales: abuso de laxantes Pérdidas insensibles: hipersudoración e hiperventilación pH variable: Adenoma velloso rectal Acidosis metabólica: Ayuno prolongado Diarreas: abuso de laxantes, síndrome de Zollinger-Ellison Fístulas gastrointestinales Pérdidas renales (potasio en orina > 30 mEq/l) Alcalosis metabólica: Síndrome de deplección de cloro: vómitos o aspiración gástrica, diuréticos, fibrosis quística, diarrea pierde-cloro, posthipercapnia, ingestión inadecuada de cloro Normotensión: diuréticos, síndrome de Bartter, deplección grave de potasio Hipertensión arterial: Hiperglucocorticismo: enfermedad y síndrome de Cushing, ACTH ectópica (carcinoma broncogénico oat-cell) Hiperaldosteronismo hiperreninémico o secundario: tumor secretor de renina, hipertensión renovascular, hereditario Hiperaldosteronismo hiporreninémico o primario: adenoma de Conn, supresión de glucocorticoides Hipoaldosteronismo: tratamiento con mineralocorticoides, síndrome de Liddle, defecto del metabolismo periférico del cortisol, supresión de corticoides, déficit de 17 y 11 β hidroxilasas pH variable: Leucemias Fase poliúrica de la necrosis tubular aguda Nefritis intersticial Síndrome de Faconi Poliuria obstructiva Hipomagnesemia (síndrome de Gitelman) Fármacos: penicilinas, carbenicilina, gentamicina, anfotericina B y cisplatino Acidosis metabólica: Acidosis tubular renal tipo I y II Cetoacidosis diabética en fase de tratamiento Inhibidores de la anhidrasa carbónica: acetazolamida Ureterosigmoidostomía ETIOLOGÍA En la tabla I se reflejan las principales causas de hipopotasemia. diagnóstico diferencial podría simplificarse determinando el potasio en orina recogida durante 24 horas, la presión arterial, la determinación de bicarbonato y de renina plasmática (fig. 1). DIAGNÓSTICO TRATAMIENTO Clínico: exploración física: valoración del estado de conciencia y de la orientación, así como de la irritabilidad o la agitación, la coloración mucocutánea (hidratación y nutrición), la presión arterial, el pulso, la frecuencia cardíaca y la respiratoria. Debe buscarse la presencia de taquiarritmias, dolor abdominal (íleo), debilidad muscular en músculos esqueléticos, sobre todo en miembros inferiores (disminución de fuerza motora, disminución o abolición de reflejos osteotendinosos). Exploraciones complementarias: EKG: aplanamiento e inversión de la onda T, mayor prominencia de la onda U y descenso del ST, alteraciones que no guardan correlación con la intensidad del trastorno electrolítico por lo que no deben utilizarse como índices del significado clínico. Analítico: determinación del potasio sérico. Aumento de la ingestión de potasio en la dieta (alimentos ricos en potasio: verduras, agrios, cereales integrales, albaricoques, plátanos y leche). Suplementos con sales de potasio: cloruro potásico, de elección sobre todo en pacientes alcalóticos. Preparaciones en jarabe y en comprimidos recubiertos. El gluconato potásico y el citrato potásico se utilizan en pacientes que no estén alcalóticos y en hipopotasemias por acidosis tubular renal. En pacientes edematosos tratados con diuréticos: los pacientes que tienen una ingestión adecuada de potasio con la dieta no suelen presentar hipopotasemia significativa. Si se precisa, se debe añadir suplementos de potasio; en algunos pacientes hay que utilizar diuréticos ahorradores de potasio (espironolactona). Los pacientes que presentan trastornos digestivos o déficit de potasio severo necesitan tratamiento intravenoso: la concentración de potasio en las soluciones intravenosas de cloruro potásico es de 2.000 mmol/l; la concentración en los goteos intravenosos no debe superar los 40 o 60 mmol/l. La velocidad de administración no debe superar los 20 mmol/h o los 200-250 mmol/día. Diagnóstico diferencial En primer lugar debemos intentar corregir los factores que favorecen la redistribución y si aún persiste la hipopotasemia, podremos concluir que existe una verdadera deplección de potasio, cuyo URGENCIAS EN ATENCIÓN PRIMARIA Hipopotasemia en atención primaria M. Castro Fouz y M.L. Martínez Bermejo La ingestión habitual de potasio está en torno a los 50-150 mmol/día; en niños, 2 mEq/kg. Dado que 1 ml potasio = 1 mEq = 39 mg, la pérdida de 1 mEq de potasio en sangre requiere una reposición de 200 mEq vía oral, que equivalen a 7.800 mg (7,8 g). Suplementos orales Comprimidos de 1 g de cloruro potásico. Ácido ascórbico más ácido aspártico más potasio ≥ 25 mEq de potasio = 975 mg ion potasio. Ácido ascórbico más potasio ≥ 10 mEq de potasio = 390 mg ion potasio. Grageas de 600 mg de cloruro potásico. Grageas de 250 mg de cloruro potásico. El control de los resultados del tratamiento se lleva a cabo por medio de determinaciones analíticas juntamente con la valoración de los síntomas clínicos (debilidad, parálisis, etc.) y la monitorización electrocardiográfica, en los tratamientos intravenosos, para descartar toxicidad cardíaca por hiperpotasemia. Bibliografía general Bartholow C, Whittier FC, Rutecki GW. Hypokalemia and metabolic alkalosis: algorithms for combined clinical problem solving. Compr Ther 2000;26:11420. Cohn JN, Kowey PR, Whelton PK, Prisant LM. New Guidelines for potassium replacement in clinical practice: a contemp by the National Council on Potassium in Clinical Practice. Arch Intern Med 2000;11:160:2429-36. Elliot C, Newman N, Madan A. Gentamicine effects on urinary electrolyte excretion in healthy subjects. Clin Pharmacol Ther 2000;67:16-21. Frase LV, Pahor M, Di Bari M, Somes GW, Cushman WC, Applegate WB. 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