Jesús estaba enseñando junto al mar y se reunió mucha gente para

Estudio de las Parábolas: La parábola del Sembrador
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La Parábola del Sembrador.
Mat 13:1-9
1 Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar.
2 Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba
en la playa.
3 Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a
sembrar.
4 Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y
la comieron.
5 Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no
tenía profundidad de tierra;
6 pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
7 Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.
8 Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a
treinta por uno.
9 El que tiene oídos para oír, oiga.
Vamos a comenzar a estudiar esta parábola, que comúnmente se le conoce como
“La Parábola del Sembrador”; es bien importante conocer esta parábola, ya que el
mismo Jesús dijo, que si no entendíamos esta, no podíamos entender las demás.
Marcos 4:13 Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo,
pues, entenderéis todas las parábolas?
Aunque se le conoce como “La Parábola del sembrador”, el énfasis es en los tipos
de terrenos que cae la Semilla (que representa la Palabra de Dios).
Una enseñanza que tiene esta cita, es que los misterios del reino, les es revelado
a sus discípulos, no a los demás. Es decir, que por nuestra “Sabiduría Humana”,
nunca vamos a entender los misterios, si antes no conocemos al Señor que es
quien revela su Palabra a través del Espíritu Santo.
Lucas 8:9-10 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué
significa esta parábola?10 Y él dijo: A vosotros os es dado
conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por
parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.
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El Señor Jesús explica esta parábola y vamos a ir viéndola grupo por grupo.
El primer grupo es aquella semilla que cae junto al camino.
Lucas 8:5,12 El sembrador salió a sembrar su semilla; y
mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue
hollada, y las aves del cielo la comieron.
12 Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el
diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se
salven.
En este caso la semilla calló junto al camino, no cayó en un terreno que se podía arar, por
tanto la semilla cayó en la superficie y las aves que en esta parábola representan a los
demonios se la robaron. Jesús es el camino, no estamos supuestos a estar junto a Él, sino
en El. Entre algunas personas que se encontraban junto al camino, está el ciego
Bartimeo:
Marcos 10:46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él
y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de
Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
Bartimeo estaba sentado junto al camino (Sin Cristo y mendigando) hasta que Cristo lo
salvó y le devolvió la vista, después de esto, vemos un Bartimeo gozoso y siguiendo a
Jesús en el camino.
Marcos 10:52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en
seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
LOS DE JUNTO AL CAMINO SON AQUELLOS QUE VAN A LA IGLESIA PERO NADA MÁS, NO
QUIEREN SER PARTES , NI TAMPOCO SE INVOLUCRAN . L A PALABRA NO HACE EFECTO EN
ELLOS , PUES ESTA ENDURECIDO SU CORAZÓN Y NO QUIEREN CREER. L OS DEMONIOS SE
DAN CUENTA DE ESA ACTITUD Y LA APROVECHAN PARA ROBARSE LA PALABRA QUE HA
CAÍDO EN ESTE TERRENO .
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El segundo grupo es aquella semilla que cae en pedregales.
Mateo 13:5-6 Parte cayó en pedregales, donde no había
mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de
tierra; 6 pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se
secó.
Mateo 13:20-21 Y el que fue sembrado en pedregales, éste es
el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; 21
pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al
venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra,
luego tropieza.
En este caso la semilla calló en pedregales, y brotó pronto pero al no tener raíz, el sol la
secó. Este grupo tuvo la disposición de oír la Palabra de Dios, pero esta no profundizó en
sus corazones y no duró mucho.
La piedra en la Palabra de Dios representa culpa, castigo o condenación.
Por ejemplo cuando Lázaro murió, una de las ordenes de Jesús fue que quitaran la piedra
(Juan 11:39);
El tercer grupo es aquella semilla que cae entre espinos.
Mateo 13:7 Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron,
y la ahogaron.
Mateo 13:22 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que
oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las
riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
El mismo Jesús explicó que estos eran los que oían la Palabra pero el engaño de las
riquezas, la codicia y los afanes del mundo ahogaban la palabra y no daba fruto. Estos
tipos de personas se enojan por cualquier cosa, siempre andan a la defensiva y tienen
cambios de ánimo de la noche a la mañana, son como los llama Santiago personas de
doble ánimo.
Santiago 1:8 El hombre de doble ánimo es inconstante en
todos sus caminos.
Este tercer grupo no dio frutos porque no se dejó quitar los espinos, y se vuelven necios
y “sabios” en su propia opinión.
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El cuarto grupo es aquella semilla que cae en buena tierra.
Mateo 13:8 Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a
ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.
Mateo 13:23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es
el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento,
a sesenta, y a treinta por uno.
Como podemos observar, se notan tres niveles en el crecimiento de un
discípulo: A ciento, a sesenta y treinta por uno.
En múltiples ocasiones la Biblia nos muestra tres dimensiones de lugares,
manifestaciones, etc.
Por ejemplo:
Hay tres niveles de intimidad: Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo.
Hay tres grados de fructificación: Fruto, más fruto, Mucho fruto.
Hay niveles de fructificación: Fruto al 30%, al 60% y al 100%.
Dependiendo el evangelio donde se lea, la Palabra se recibe (Marcos), se retiene
(Mateo), se entiende (Lucas)
Marcos 4:20 Y éstos son los que fueron sembrados en buena
tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a
treinta, a sesenta, y al ciento por uno.
Lucas 8:15 Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que
con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto
con perseverancia.
Mateo 13:23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es
el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento,
a sesenta, y a treinta por uno.
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Vamos a ver la dimensión en el evangelio de Marcos
Marcos 4:20 Y éstos son los que fueron sembrados en buena
tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a
treinta, a sesenta, y al ciento por uno.
Esta palabra recibir, viene del griego (paradéjomai): Aceptar cerca, admitir.
Este ángulo de la parábola es el más sencillo de los tres, ya que solo oye y recibe,
pero no llega más lejos en su compromiso con la Palabra de Dios y con la obra del
Señor. Se puede decir que son salvos, pero no avanzan en el evangelio por una
falta de compromiso genuino en sus vidas. Se puede decir que esta parte es un
nivel de evangelio de Atrio. Este da fruto al 30%.
Vamos a ver la dimensión en el evangelio de Lucas…
Lucas 8:15 Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que
con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto
con perseverancia.
Esta dimensión en el evangelio de Lucas, es el intermedio, ya que el creyente está
más comprometido y Oye con corazón bueno y retiene la Palabra de Dios; su
compromiso es aún mayor que el primero, ya que tiene un deseo ardiente de
profundizar más en el Señor (Evangelio del Lugar Santo).
En este nivel ya no solo oye la Palabra y la recibe, sino que le agrada,
guardándola en su memoria, permaneciendo en ella en su vida y reteniéndola;
aquí el nivel de fructificación se eleva al 60%.
Vamos a ver la dimensión en el evangelio de Mateo…
Mateo 13:23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es
el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento,
a sesenta, y a treinta por uno.
Entender, del griego (Suniemi), que quiere decir, poner juntos, comprender,
actuar devotamente.
En este nivel, el creyente elevó su compromiso con el Señor y con la obra; no solo
oye la Palabra sino que la entiende, es decir que la pone por obra, no solo por el
beneficio que trae sino por amor al Señor. El nivel de fructificación cambia
radicalmente ya que el nivel es del 100%. Este cristiano vive en el ángulo del
Lugar Santísimo; su nivel de comunión con el Espíritu Santo es constante.
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